LA ENVIDIA
PUDRE EL CORAZÓN DEL HOMBRE.
La envidia
pudrirá tu razonamiento y arruinará tus relaciones interpersonales.
La envidia
es el común denominador que destruye cada amistad. Destruye familias, negocios,
iglesias y vecindarios. Fomenta el tipo de mentalidad que dice "yo me lo
merezco". Se alimenta de sospechas y suposiciones. Enciende el chisme y la
calumnia. Muchas de las veces se disfrazan como espiritualidad.
Es
importante señalar que la envidia NO es tener una meta, un deseo o un sueño.
La envidia
NO es desear algo bueno o anhelar algo por el cual hayas trabajado o
ahorrado. En cambio, la envidia es el
resentimiento de alguien que ya tiene lo que tú quieres. La envidia, por
ejemplo, ve a alguien que ha sido bendecido con belleza y dice: "¿Por qué
ella y yo no?" La envidia ve a alguien que nació rico o talentoso y se
pregunta: "¿Por qué él y yo qué?".
Es muy fácil
ver los privilegios de otros y pensar: "Deben pasársela bien".
La envidia
no toma en consideración lo duro que otros trabajaron para merecerse lo que
tienen o para llegar al puesto que tienen. La envidia no está interesada en los
sacrificios que alguien hizo para llegar al lugar donde se encuentra. La envida
pudre el razonamiento.
El Filósofo
y escritor español Miguel de Unamuno dij "La envidia es mil veces más
terrible que el hambre, porque es hambre espiritual".
Cada vez que
somos envidiosos entablamos en guerra con Dios. En el fondo, el problema no es
la persona a la que le tenemos envidia. Si somos honestos, la envida se molesta
por la decisión que Dios tomó de bendecir a alguien más con lo que nosotros
queremos.
La envidia
es resentirse de la bondad de Dios hacia otros. ¿Sabes por qué? Porque si tú lo
tienes, cualquier cosa que sea, es porque Dios te lo dio. Y si otros lo tienen,
cualquier cosa que sea, es porque Dios se lo dio a ellos. De manera que si
otros lo tienen y tú lo resientes; ¿A quién estás resintiendo? - a Dios. ¿Lo
ves? Pero La envidia no comprende eso.
Tendemos a
pensar que la envidia no es tan mala como creemos. La realidad es que es
bastante dañina y nociva porque nunca está contenta con el simple hecho de
sentir celos. ¡No! La envida desenfrenada, literalmente desea que les sucedan
cosas malas a otras personas y se regocija en las calamidades de otros. Desea
ver a otras personas pisoteadas, y hundidas. No se conforma con sentir celos.
La envidia es enfermiza e insensata. La envidia es cruel. Lo peor de todo es
que la envidia pudrirá tu razonamiento y arruinará tus relaciones
interpersonales.
EL JUICIO
HACIA OTROS ES LA FORMA DE MOSTRAR LA ENVIDIA.
“No
juzguéis, para que no seáis juzgados” - (Mateo 7:1).
¿Qué cree
usted que significa “la viga” en la pregunta que hizo Jesús: “¿Y por qué miras
la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en
tu propio ojo?” (Mateo 7:3). ¿Cree usted que Jesús se refería a pecados tan
horrendos como el adulterio o el asesinato? Si usted hubiera conocido a la
multitud a la cual Jesús hablaba, sabría que éstas no eran las tentaciones con
las cuales ellos luchaban. Verá, Él estaba hablando a los fariseos. “La viga”
en sus ojos era su actitud hacia “la paja” que estaba en el ojo de su hermano.
Eran arrogantes, orgullosos e hipócritas. Dios no quiera que nosotros nos
volvamos como esos fanáticos religiosos que nada sabían de la amorosa humildad
de nuestro Señor. Que Dios nos ayude a remover el aserrín de nuestros ojos
antes de pensar jamás en juzgar a otros.
Quiere usted
tener hacia los demás, la actitud de Cristo? Lea y obedezca Filipenses 2:1-18
:1 Por
tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si
alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna
misericordia,
2:2
completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes,
sintiendo una misma cosa.
2:3 Nada
hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada
uno a los demás como superiores a él mismo;
2:4 no
mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los
otros.
2:5 Haya,
pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
2:6 el cual,
siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse,
2:7 sino que
se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
2:8 y
estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente
hasta la muerte, y muerte de cruz.
2:9 Por lo
cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo
nombre,
2:10 para
que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos,
y en la tierra, y debajo de la tierra;
2:11 y toda
lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
2:12 Por
tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia
solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación
con temor y temblor,
2:13 porque
Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad.
2:14 Haced
todo sin murmuraciones y contiendas,
2:15 para
que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una
generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares
en el mundo;
2:16 asidos
de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que
no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.
2:17 Y
aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe,
me gozo y regocijo con todos vosotros.
2:18 Y
asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo.
LA BIBLIA
NOS HABLA DE LA ENVIDIA.
Salmos
106:16
Cuando en el
campamento tuvieron envidia de Moisés, y de Aarón, el santo del SEÑOR,
Proverbios
24:1
No tengas
envidia de los malvados, ni desees estar con ellos;
Proverbios
24:19
No te
impacientes a causa de los malhechores, ni tengas envidia de los impíos,
Isaías 11:13
Entonces se
disipará la envidia de Efraín, y los que hostigan a Judá serán exterminados;
Efraín no envidiará a Judá, y Judá no hostigará a Efraín.
Mateo 27:18
Porque él
sabía que le habían entregado por envidia.
Marcos 7:22
Avaricias,
maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo e insensatez.
Marcos 15:10
Porque sabía
que los principales sacerdotes le habían entregado por envidia.
Hechos 7:9
Y los
patriarcas tuvieron envidia de José y lo vendieron para Egipto. Pero Dios
estaba con él,
Hechos 17:5
Pero los
judíos, llenos de envidia, llevaron algunos hombres malvados de la plaza
pública, organizaron una turba y alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de
Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.
Romanos 1:29
Estando
llenos de toda injusticia, maldad, avaricia y malicia; colmados de envidia,
homicidios, pleitos, engaños y malignidad; son chismosos,
1 Corintios
13:4
El amor es
paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no
es arrogante;
Filipenses
1:15
Algunos, a
la verdad, predican a Cristo aun por envidia y rivalidad, pero también otros lo
hacen de buena voluntad;
Tito 3:3
Porque
nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados,
esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia,
aborrecibles y odiándonos unos a otros.
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