domingo, 23 de marzo de 2014

LA ENVIDIA PUDRE EL CORAZÓN DEL HOMBRE.

LA ENVIDIA PUDRE EL CORAZÓN DEL HOMBRE.
La envidia pudrirá tu razonamiento y arruinará tus relaciones interpersonales.

La envidia es el común denominador que destruye cada amistad. Destruye familias, negocios, iglesias y vecindarios. Fomenta el tipo de mentalidad que dice "yo me lo merezco". Se alimenta de sospechas y suposiciones. Enciende el chisme y la calumnia. Muchas de las veces se disfrazan como espiritualidad.

Es importante señalar que la envidia NO es tener una meta, un deseo o un sueño.

La envidia NO es desear algo bueno o anhelar algo por el cual hayas trabajado o ahorrado.  En cambio, la envidia es el resentimiento de alguien que ya tiene lo que tú quieres. La envidia, por ejemplo, ve a alguien que ha sido bendecido con belleza y dice: "¿Por qué ella y yo no?" La envidia ve a alguien que nació rico o talentoso y se pregunta: "¿Por qué él y yo qué?".

Es muy fácil ver los privilegios de otros y pensar: "Deben pasársela bien".

La envidia no toma en consideración lo duro que otros trabajaron para merecerse lo que tienen o para llegar al puesto que tienen. La envidia no está interesada en los sacrificios que alguien hizo para llegar al lugar donde se encuentra. La envida pudre el razonamiento.

El Filósofo y escritor español Miguel de Unamuno dij "La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual".

Cada vez que somos envidiosos entablamos en guerra con Dios. En el fondo, el problema no es la persona a la que le tenemos envidia. Si somos honestos, la envida se molesta por la decisión que Dios tomó de bendecir a alguien más con lo que nosotros queremos.

La envidia es resentirse de la bondad de Dios hacia otros. ¿Sabes por qué? Porque si tú lo tienes, cualquier cosa que sea, es porque Dios te lo dio. Y si otros lo tienen, cualquier cosa que sea, es porque Dios se lo dio a ellos. De manera que si otros lo tienen y tú lo resientes; ¿A quién estás resintiendo? - a Dios. ¿Lo ves? Pero La envidia no comprende eso.

Tendemos a pensar que la envidia no es tan mala como creemos. La realidad es que es bastante dañina y nociva porque nunca está contenta con el simple hecho de sentir celos. ¡No! La envida desenfrenada, literalmente desea que les sucedan cosas malas a otras personas y se regocija en las calamidades de otros. Desea ver a otras personas pisoteadas, y hundidas. No se conforma con sentir celos. La envidia es enfermiza e insensata. La envidia es cruel. Lo peor de todo es que la envidia pudrirá tu razonamiento y arruinará tus relaciones interpersonales.
EL JUICIO HACIA OTROS ES LA FORMA DE MOSTRAR LA ENVIDIA.
“No juzguéis, para que no seáis juzgados” - (Mateo 7:1).
¿Qué cree usted que significa “la viga” en la pregunta que hizo Jesús: “¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?” (Mateo 7:3). ¿Cree usted que Jesús se refería a pecados tan horrendos como el adulterio o el asesinato? Si usted hubiera conocido a la multitud a la cual Jesús hablaba, sabría que éstas no eran las tentaciones con las cuales ellos luchaban. Verá, Él estaba hablando a los fariseos. “La viga” en sus ojos era su actitud hacia “la paja” que estaba en el ojo de su hermano. Eran arrogantes, orgullosos e hipócritas. Dios no quiera que nosotros nos volvamos como esos fanáticos religiosos que nada sabían de la amorosa humildad de nuestro Señor. Que Dios nos ayude a remover el aserrín de nuestros ojos antes de pensar jamás en juzgar a otros.
Quiere usted tener hacia los demás, la actitud de Cristo? Lea y obedezca Filipenses 2:1-18
:1 Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia,
2:2 completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.
2:3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
2:4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
2:9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
2:10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
2:11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
2:12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,
2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
2:14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas,
2:15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
2:16 asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.
2:17 Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros.
2:18 Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo.
LA BIBLIA NOS HABLA DE LA ENVIDIA.
Salmos 106:16
Cuando en el campamento tuvieron envidia de Moisés, y de Aarón, el santo del SEÑOR,
Proverbios 24:1
No tengas envidia de los malvados, ni desees estar con ellos;
Proverbios 24:19
No te impacientes a causa de los malhechores, ni tengas envidia de los impíos,
Isaías 11:13
Entonces se disipará la envidia de Efraín, y los que hostigan a Judá serán exterminados; Efraín no envidiará a Judá, y Judá no hostigará a Efraín.
Mateo 27:18
Porque él sabía que le habían entregado por envidia.
Marcos 7:22
Avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo e insensatez.
Marcos 15:10
Porque sabía que los principales sacerdotes le habían entregado por envidia.
Hechos 7:9
Y los patriarcas tuvieron envidia de José y lo vendieron para Egipto. Pero Dios estaba con él,
Hechos 17:5
Pero los judíos, llenos de envidia, llevaron algunos hombres malvados de la plaza pública, organizaron una turba y alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.
Romanos 1:29
Estando llenos de toda injusticia, maldad, avaricia y malicia; colmados de envidia, homicidios, pleitos, engaños y malignidad; son chismosos,

1 Corintios 13:4
El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante;
Filipenses 1:15
Algunos, a la verdad, predican a Cristo aun por envidia y rivalidad, pero también otros lo hacen de buena voluntad;
Tito 3:3

Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario