LOS
DISCÍPULOS QUE EL SEÑOR QUIERE PARA SU IGLESIA.
LOS
VERDADEROS DISCÍPULOS DE JESUCRISTO.
¿Quién es un
discípulo?.
El que no
toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
Mateo 10:38
Un discípulo
es alguien que confiesa a Cristo como Señor y Salvador, cree que Dios lo ha
resucitado de los muertos, y declara esa fe públicamente mediante el bautismo.
No es un tipo de cristiano de "nivel superior".
Usted no
tiene que esperar para ser discípulo en algún momento del futuro en su vida
cristiana cuando haya alcanzado determinado nivel de madurez. Según Mateo
28:19-20, uno se convierte en discípulo en el momento de la salvación.
Algunos
afirman que hay muchos cristianos que no son discípulos. Recuerdan el versículo
de hoy y dicen que, para ser discípulo, hay que negarse a sí mismo, tomar su
cruz y seguir a Cristo. Si no se llega a ese nivel de entrega, piensan ellos,
entonces no se es digno de ser discípulo de Cristo. Pero no se puede separar el
discipulado de la conversión.
Cuando
alguien es salvo, recibe un espíritu dócil que se manifiesta por una
disposición a hacer una confesión pública y a obedecer cualquier cosa que
ordene Cristo. ¿Es entonces usted un discípulo?.
LA
OBEDIENCIA ES UNA EVIDENCIA DE LA GRATITUD HACIA DIOS. ESO LO HACE UN DISCÍPULO
VERDADERO.
Una muestra
de obediencia.
Enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado.
Mateo 28:20
No se puede
ser discípulo sin una vida de obediencia y un deseo de seguir a Cristo como
Señor. Una de las maneras más importantes de obedecer es enseñando a otros a
obedecer sus mandamientos.
Respecto al
Espíritu Santo, Jesús dijo "Él os enseñará todas las cosas, y os recordará
todo lo que yo os he dicho" (Jn. 14:26). Mediante la Palabra de Dios, el
Espíritu ha puesto esa enseñanza a disposición de todos los creyentes. Y todo
creyente debe someterse a ella en obediencia.
Solo un
verdadero convertido obedecerá a Cristo. Solo cuando usted se presenta "a
Dios como [vivo] de entre los muertos, y [sus] miembros como instrumentos de
justicia" (Ro. 6:13) muestra usted fe obediente.
Reconozco lo
que Jesucristo hizo por mí, estoy agradecido, entonces le obedezco.
COMO
DISCÍPULO YO RINDO MÍ VIDA A JESUCRISTO.
“Por lo cual
asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y
estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” - (2
Timoteo 1:12).
El pastor
Rogers testificó: “Es un milagro que yo conozca al Señor Jesucristo. No dije
que es un milagro que sepa acerca del Señor Jesucristo. Lo conozco. Puedo leer un
libro sobre Abraham Lincoln, pero eso no significa que le conozca. Yo conozco a
Jesucristo porque Él se ha revelado a mí. Dios me salvó y ahora Él es muy real
para mí.”
¿Es
Jesucristo real para usted? El Espíritu Santo revela a Dios a cada no de
nosotros. Sin Él, no tendríamos ningún entendimiento de nuestra relación con
Dios por medio de su Hijo Jesucristo. ¡Aleluya! ¡Cuán maravilloso es que Dios
haya escogido conocernos a través de Su Hijo, por medio del Espíritu Santo!
Tenemos un compañero constante. El trabajo del Espíritu Santo no es sólo ser
nuestro maestro, sino también nuestro protector. Él protege los intereses de
Dios en sus hijos cada día.
Ore: “Señor,
con todo mi corazón, con todo lo que soy, yo quiero conocerte. Deseo que
nuestra relación sea muy íntima y que mi fe crezca. Límpiame y hazme todo lo
que Tú quieres que sea. Rindo por completo mi vida a Ti.”
¿DÓNDE ESTÁ
SU MÁS GRANDE AMOR?.
¿Qué ama
usted en realidad?.
Si alguno
viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y
hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Lucas
14:26-27
Aparte de
Dios, nadie pudo haber sido más amado para Abraham que su hijo Isaac. Pero esa
era la prueba: "Averiguar si amaba a Isaac más que a Dios". Si amamos
a Dios sobre todas las cosas, le daremos gracias por lo que está logrando a
través de nuestras pruebas y de nuestros sufrimientos. Pero si nos amamos a
nosotros mismos más de lo que amamos a Dios, pondremos en tela de juicio la
sabiduría de Dios y nos enojaremos y amargaremos. Si hay algo para nosotros más
amado que Dios, entonces Él tiene que quitar eso para que crezcamos
espiritualmente.
En el
versículo de hoy, Jesús no dijo que debemos odiar a todo el mundo. Más bien
quiso decir que si no se ama a Dios hasta el punto de que se esté dispuesto, si
fuera necesario, a separarse del padre, de la madre, del cónyuge, de los hijos,
del hermano, de la hermana, o incluso de la propia vida, entonces no se le ama
sobre todas las cosas. Usted debe decidir hacer la voluntad de Dios ante todo,
sin que importe cuánto pueda amar a los demás.
“El que
quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo
hablo por mi propia cuenta” (Juan 7:17).
Hay un
principio absoluto que se enseña en las Escrituras que nos ayudará a conocer y
probar la voluntad de Dios. Es el principio de la rendición. Muchos de nosotros
tenemos absoluto temor de orar y decir: “Aquí estoy. Quito mis manos de los
derechos en mi vida, el deseo de casarme, tener una familia, vivir en una
bonita casa, tener un buen trabajo. Todo te lo entrego.” No nos acercamos a
Dios y le decimos: “Señor, muéstrame tu voluntad, y entonces decidiré si la
quiero hacer o no.” Nunca conocerá la voluntad de Dios de esa manera. ¿Hay algo
que usted no haría si supiera que Jesús quiere que lo haga? ¿Hay algún lugar al
que no iría si supiera que Jesús quiere que vaya? ¿Hay alguna cosa que usted no
diría, si supiera que Jesús quiere que la diga? ¿Hay alguna cosa que usted no
sería, si supiera que Jesús quiere que sea? ¿Hay alguna cosa que usted no
daría, si supiera que Jesús quiere que la dé?.
Vuelva a
consagrar su vida a Dios hoy. Rinda sus derechos. Humíllese usted mismo.
Entréguese por completo a Él.
¿ DÓNDE
TIENE USTED SU MIRADA?.
Prioridades
correctas.
Poned la
mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Colosenses
3:2
¿Dónde están
sus prioridades? ¿Se está concentrando en las cosas de este mundo o en las
cosas espirituales? ¿Si Cristo viniera mañana se estropearían los planes de
usted? Lamentablemente, muchos cristianos esperan que Él no se aparezca por
algún tiempo.
¡Qué
comentario tan triste! Si prefiere estar en la tierra que estar en el glorioso
hogar de Cristo en el cielo, entonces usted no ama su venida. Dios se aflige
cuando no vivimos esperando su gloriosa presencia y estamos más interesados en
las cosas efímeras de este mundo.
¿Dónde está
su corazón? Es tiempo de hacer un examen minucioso de sus prioridades. Cuando
verdaderamente se está agradecido por la salvación que Dios ha dado, se vive
con la esperanza de la plenitud de esa salvación aun por venir. Haga suyo el
deseo de Juan: "Sí, ven, Señor Jesús" (Ap. 22:20).
ES TIEMPO DE
UNA METANOIA: CAMBIO DE MENTALIDAD.
“Sabiendo
esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Él, para que el
cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado” -
(Romanos 6:6).
La palabra
“sobrio” ha venido a ser, en nuestros días, una palabra que significa el ser
libre del alcohol. Pero en la Biblia, “sobrio” significa el pensar seriamente
en las cosas de Dios. El tiempo final se acerca, y Satanás lo sabe. Usted
necesita saberlo también. ¿Piensa que mientras más nos acercamos al regreso de
Cristo, Satanás pretenderá hacerse el muerto? ¡Rotundamente no! Apocalipsis
12:12 dice que Satanás vendrá “con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo” .Usted
va a ver toda la artillería del infierno desatada sobre los creyentes, al
Cristo preparase para su regreso. Es tiempo de despertar. El tiempo pasa
rápidamente. Mire hacia el cielo. Jesús regresa. Y sea sobrio, porque Satanás
está trabajando.
1
Tesalonicenses 5:6-8.
5:6 Por
tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
5:7 Pues los
que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan.
5:8 Pero
nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza
de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.
1 Pedro
1:13-16, y 5:8-11.
1:13 Por
tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo
en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;
1:14 como
hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en
vuestra ignorancia;
1:15 sino,
como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra
manera de vivir;
1:16 porque
escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Y 5:8-11. Sed sobrios, y velad; porque vuestro
adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien
devorar;
5:9 al cual
resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van
cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
5:10 Más el
Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después
que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme,
fortalezca y establezca.
5:11 A él
sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
LO QUE LA
SOCIEDAD Y EL MUNDO ACTUAL ME QUIEREN QUITAR.
“Esta
sociedad me ha querido quitar la calidad y peso así como el valor que Dios
quiere que tenga. Pero la presencia de Dios y la orientación de su palabra me
devuelven lo que este sistema me pudo haber quitado"
Romanos 12:2
"No se
amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su
mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y
perfecta".
1 Corintios
1:20
¿Dónde está
el sabio? ¿Dónde el erudito? ¿Dónde el filósofo de esta época? ¿No ha
convertido Dios en locura la sabiduría de este mundo?.
UN VERDADERO
DISCÍPULO GANA ALMAS PARA CRISTO: CUMPLE LA MISIÓN.
Nuestra
misión.
Dios estaba
en Cristo reconciliando consigo al mundo.
2 Corintios
5:19
Dios amó a
un mundo perdido y procuró ganar a los pecadores para sí para su propia gloria.
Cristo vino al mundo por amor y procuró ganar a los pecadores para la gloria
del Padre. Como creyentes, también nosotros debemos ir al mundo con amor y
procurar ganar a los perdidos para la gloria de Dios. Así que nuestra misión es
igual que la de Dios.
Somos una
extensión del ministerio de Dios el Padre y del Hijo al recibir gloria por la
salvación de los perdidos pecadores. Jesús dijo "Como tú me enviaste al
mundo, así yo los he enviado al mundo" (Jn. 17:18). "Así como"
expresa intención. Así como el Padre envió al Hijo al mundo irredento, así el
Hijo ha enviado a los creyentes. ¡Lo maravilloso es que tenemos el privilegio
de participar en la misión de Jesucristo para un mundo perdido!.
UN MUNDO QUE SUFRE ES UN MUNDO QUE NOS DUELE.
“Me regocijo
en tu palabra como el que haya muchos despojos” (Salmos 119:162).
¿Alguna vez
se ha encontrado un billete en la calle? ¿Lo ha dejado allí? Usted seguramente
lo recogió y tal vez preguntó a la gente a su alrededor si el billete les
pertenecía; si nadie lo reclama, usted se regocija un poquito de haberlo
encontrado, ¿verdad? Ahora, ¿qué sucede con su Biblia? Usted la ve sobre su
escritorio y dice: “Oh, la Biblia es un libro maravilloso que contiene buenas
cosas para mi vida.” Pero, ¿qué bien hace el que usted diga frases elogiosas
sobre la Biblia? Un centavo de cobre y un medallón de puro oro tienen el mismo
valor cuando sufren los efectos de la corrosión en el fondo del océano. Las
promesas en la Palabra de Dios no tienen ningún valor, a menos que usted las
busque profundamente y se apropie de ellas para su vida.
UN VERDADER
DISCÍPULO HABLA A TODOS DE LA BIBLIA Y DE DIOS SU AUTOR.
¿POR QUÉ
ESTUDIAR LA BIBLIA?.
¿Usted
soslaya la Biblia? Quizá la Biblia fue parte de su pasado, pero lleva años en
un armario almacenando polvo. Quizá usted ha intentado leerla y se ha rendido.
Puede que usted diga: “La Biblia me da sueño. Apenas la entiendo. ¿Realmente
hará algo por mí?” La respuesta breve es ¡sí! La Biblia puede cambiar su vida.
Demos marcha
atrás a esa pregunta por un minuto y consideremos qué es la Biblia. “Toda la
Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y
para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida.” (2 Timoteo 3:16). Esto
significa que el mensaje de la Biblia proviene del mismo Dios. Para comprender
qué clase de libro es la Biblia necesitamos dar un vistazo a quién es Dios.
Dios es el
creador y gobernador del universo. Él creó toda la humanidad y es Dios quien
define las leyes morales que rigen la humanidad. Él está muy cerca de nosotros
en su cuidado y atención, y no obstante está mucho más allá en su sabiduría y
poder. No hay nadie como él. No es casualidad que la gente le llame la Santa
Biblia. Como excelente comunicación de parte de nuestro Rey misterioso y
todopoderoso, es sagrada escritura. Por ese solo motivo merece nuestro respeto
y atención.
La Biblia
fue escrita para nuestro beneficio, y nos beneficia de varias maneras. Por una
parte, puesto que es la palabra de Dios mismo la Biblia es una fuente de
verdad. De hecho es la vara de medir de la verdad. Nos da un ancla para que no
nos perdamos en el mar de la opinión pública. La verdad que revela trata
principalmente sobre Dios y nuestra relación con él. Con este conocimiento
somos capaces de amarlo, servirlo y adorarlo.
La Biblia
también nos proporciona la verdad a un nivel muy personal. Nos da principios
por los cuales vivir, dirección para nuestras decisiones cotidianas y
motivación para seguir los caminos de Dios. En ese sentido la Biblia no es
pasiva como muchos otros libros. Tiene la capacidad de cambiarnos. “Pues la
palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos
filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula
del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos”
(Hebreos 4:12).
Las
Escrituras es clave para el crecimiento y la vitalidad espiritual. En el Salmo
1 el salmista escribe sobre los verdaderos creyentes: “Sino que en la ley de
Jehová está su delicia,
Y en su ley
medita de día y de noche.
1:3 Será
como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su
fruto en su tiempo,
Y su hoja no
cae;
Y todo lo
que hace, prosperará.” (Salmo 1: 2-3).
Debemos
alimentar nuestro espíritu con la misma regularidad con que alimentamos nuestro
cuerpo. Si no lo hacemos, corremos el peligro de padecer desnutrición
espiritual. Permita que los artículos y estudios de este sitio web sean su guía
para vivir una vida alimentada con la palabra de Dios.
UNA
RESPUESTA DEL DISCÍPULO PARA IR A SU OBRA.
¿Está
dispuesto usted?
Heme aquí,
envíame a mí.
Isaías 6:8
Dios quiere
un corazón dispuesto en el momento y en el lugar señalado que oiga sus órdenes.
También quiere un corazón lleno de la verdadera adoración. Todo el afecto y el
pensamiento del creyente deben ponerse en Cristo. Todas sus metas se dirigen a
Él. Él es suyo en definitiva.
¿Está
dispuesto usted? ¿Es un adorador? ¿Es su propósito en la vida concentrarse en
la persona de Cristo? El tener esa actitud significa estar controlado por el
Espíritu Santo, que es el único que puede hacer que usted llame a Jesús Señor
(1 Co. 12:3). Todos sus bienes, todo su tiempo, toda su energía, todo su
talento y todos sus dones deben estar controlados por Él.
Eso también
significa estar concentrado en la Palabra porque es en la Palabra donde se ve a
Cristo. Se mira su gloria en la Palabra. Así como Cristo vino al mundo para dar
su vida a fin de atraer a las personas hacia sí mismo, usted debe hacer lo
mismo.
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