viernes, 14 de marzo de 2014

LOS DISCÍPULOS QUE EL SEÑOR QUIERE PARA SU IGLESIA. LOS VERDADEROS DISCÍPULOS DE JESUCRISTO.

LOS DISCÍPULOS QUE EL SEÑOR QUIERE PARA SU IGLESIA.
LOS VERDADEROS DISCÍPULOS DE JESUCRISTO.
¿Quién es un discípulo?.

El que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.

Mateo 10:38

Un discípulo es alguien que confiesa a Cristo como Señor y Salvador, cree que Dios lo ha resucitado de los muertos, y declara esa fe públicamente mediante el bautismo. No es un tipo de cristiano de "nivel superior".

Usted no tiene que esperar para ser discípulo en algún momento del futuro en su vida cristiana cuando haya alcanzado determinado nivel de madurez. Según Mateo 28:19-20, uno se convierte en discípulo en el momento de la salvación.


Algunos afirman que hay muchos cristianos que no son discípulos. Recuerdan el versículo de hoy y dicen que, para ser discípulo, hay que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguir a Cristo. Si no se llega a ese nivel de entrega, piensan ellos, entonces no se es digno de ser discípulo de Cristo. Pero no se puede separar el discipulado de la conversión.

Cuando alguien es salvo, recibe un espíritu dócil que se manifiesta por una disposición a hacer una confesión pública y a obedecer cualquier cosa que ordene Cristo. ¿Es entonces usted un discípulo?.
LA OBEDIENCIA ES UNA EVIDENCIA DE LA GRATITUD HACIA DIOS. ESO LO HACE UN DISCÍPULO VERDADERO.
Una muestra de obediencia.

Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.

Mateo 28:20

No se puede ser discípulo sin una vida de obediencia y un deseo de seguir a Cristo como Señor. Una de las maneras más importantes de obedecer es enseñando a otros a obedecer sus mandamientos.

Respecto al Espíritu Santo, Jesús dijo "Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Jn. 14:26). Mediante la Palabra de Dios, el Espíritu ha puesto esa enseñanza a disposición de todos los creyentes. Y todo creyente debe someterse a ella en obediencia.

Solo un verdadero convertido obedecerá a Cristo. Solo cuando usted se presenta "a Dios como [vivo] de entre los muertos, y [sus] miembros como instrumentos de justicia" (Ro. 6:13) muestra usted fe obediente.
Reconozco lo que Jesucristo hizo por mí, estoy agradecido, entonces le obedezco.
COMO DISCÍPULO YO RINDO MÍ VIDA A JESUCRISTO.
“Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” - (2 Timoteo 1:12).
El pastor Rogers testificó: “Es un milagro que yo conozca al Señor Jesucristo. No dije que es un milagro que sepa acerca del Señor Jesucristo. Lo conozco. Puedo leer un libro sobre Abraham Lincoln, pero eso no significa que le conozca. Yo conozco a Jesucristo porque Él se ha revelado a mí. Dios me salvó y ahora Él es muy real para mí.”
¿Es Jesucristo real para usted? El Espíritu Santo revela a Dios a cada no de nosotros. Sin Él, no tendríamos ningún entendimiento de nuestra relación con Dios por medio de su Hijo Jesucristo. ¡Aleluya! ¡Cuán maravilloso es que Dios haya escogido conocernos a través de Su Hijo, por medio del Espíritu Santo! Tenemos un compañero constante. El trabajo del Espíritu Santo no es sólo ser nuestro maestro, sino también nuestro protector. Él protege los intereses de Dios en sus hijos cada día.
Ore: “Señor, con todo mi corazón, con todo lo que soy, yo quiero conocerte. Deseo que nuestra relación sea muy íntima y que mi fe crezca. Límpiame y hazme todo lo que Tú quieres que sea. Rindo por completo mi vida a Ti.”
¿DÓNDE ESTÁ SU MÁS GRANDE AMOR?.

¿Qué ama usted en realidad?.

Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

Lucas 14:26-27

Aparte de Dios, nadie pudo haber sido más amado para Abraham que su hijo Isaac. Pero esa era la prueba: "Averiguar si amaba a Isaac más que a Dios". Si amamos a Dios sobre todas las cosas, le daremos gracias por lo que está logrando a través de nuestras pruebas y de nuestros sufrimientos. Pero si nos amamos a nosotros mismos más de lo que amamos a Dios, pondremos en tela de juicio la sabiduría de Dios y nos enojaremos y amargaremos. Si hay algo para nosotros más amado que Dios, entonces Él tiene que quitar eso para que crezcamos espiritualmente.

En el versículo de hoy, Jesús no dijo que debemos odiar a todo el mundo. Más bien quiso decir que si no se ama a Dios hasta el punto de que se esté dispuesto, si fuera necesario, a separarse del padre, de la madre, del cónyuge, de los hijos, del hermano, de la hermana, o incluso de la propia vida, entonces no se le ama sobre todas las cosas. Usted debe decidir hacer la voluntad de Dios ante todo, sin que importe cuánto pueda amar a los demás.
“El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta” (Juan 7:17).
Hay un principio absoluto que se enseña en las Escrituras que nos ayudará a conocer y probar la voluntad de Dios. Es el principio de la rendición. Muchos de nosotros tenemos absoluto temor de orar y decir: “Aquí estoy. Quito mis manos de los derechos en mi vida, el deseo de casarme, tener una familia, vivir en una bonita casa, tener un buen trabajo. Todo te lo entrego.” No nos acercamos a Dios y le decimos: “Señor, muéstrame tu voluntad, y entonces decidiré si la quiero hacer o no.” Nunca conocerá la voluntad de Dios de esa manera. ¿Hay algo que usted no haría si supiera que Jesús quiere que lo haga? ¿Hay algún lugar al que no iría si supiera que Jesús quiere que vaya? ¿Hay alguna cosa que usted no diría, si supiera que Jesús quiere que la diga? ¿Hay alguna cosa que usted no sería, si supiera que Jesús quiere que sea? ¿Hay alguna cosa que usted no daría, si supiera que Jesús quiere que la dé?.
Vuelva a consagrar su vida a Dios hoy. Rinda sus derechos. Humíllese usted mismo. Entréguese por completo a Él.
¿ DÓNDE TIENE USTED SU MIRADA?.
Prioridades correctas.

Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

Colosenses 3:2

¿Dónde están sus prioridades? ¿Se está concentrando en las cosas de este mundo o en las cosas espirituales? ¿Si Cristo viniera mañana se estropearían los planes de usted? Lamentablemente, muchos cristianos esperan que Él no se aparezca por algún tiempo.

¡Qué comentario tan triste! Si prefiere estar en la tierra que estar en el glorioso hogar de Cristo en el cielo, entonces usted no ama su venida. Dios se aflige cuando no vivimos esperando su gloriosa presencia y estamos más interesados en las cosas efímeras de este mundo.

¿Dónde está su corazón? Es tiempo de hacer un examen minucioso de sus prioridades. Cuando verdaderamente se está agradecido por la salvación que Dios ha dado, se vive con la esperanza de la plenitud de esa salvación aun por venir. Haga suyo el deseo de Juan: "Sí, ven, Señor Jesús" (Ap. 22:20).
ES TIEMPO DE UNA METANOIA: CAMBIO DE MENTALIDAD.
“Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado” - (Romanos 6:6).
La palabra “sobrio” ha venido a ser, en nuestros días, una palabra que significa el ser libre del alcohol. Pero en la Biblia, “sobrio” significa el pensar seriamente en las cosas de Dios. El tiempo final se acerca, y Satanás lo sabe. Usted necesita saberlo también. ¿Piensa que mientras más nos acercamos al regreso de Cristo, Satanás pretenderá hacerse el muerto? ¡Rotundamente no! Apocalipsis 12:12 dice que Satanás vendrá “con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo” .Usted va a ver toda la artillería del infierno desatada sobre los creyentes, al Cristo preparase para su regreso. Es tiempo de despertar. El tiempo pasa rápidamente. Mire hacia el cielo. Jesús regresa. Y sea sobrio, porque Satanás está trabajando.
1 Tesalonicenses 5:6-8.
5:6 Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
5:7 Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan.
5:8 Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.
1 Pedro 1:13-16, y 5:8-11.
1:13 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;
1:14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
1:15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
1:16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
 Y 5:8-11. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
5:9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
5:10 Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
5:11 A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
LO QUE LA SOCIEDAD Y EL MUNDO ACTUAL ME QUIEREN QUITAR.
“Esta sociedad me ha querido quitar la calidad y peso así como el valor que Dios quiere que tenga. Pero la presencia de Dios y la orientación de su palabra me devuelven lo que este sistema me pudo haber quitado"
Romanos 12:2
"No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta".
1 Corintios 1:20
¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el erudito? ¿Dónde el filósofo de esta época? ¿No ha convertido Dios en locura la sabiduría de este mundo?.
UN VERDADERO DISCÍPULO GANA ALMAS PARA CRISTO: CUMPLE LA MISIÓN.
Nuestra misión.

Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo.

2 Corintios 5:19

Dios amó a un mundo perdido y procuró ganar a los pecadores para sí para su propia gloria. Cristo vino al mundo por amor y procuró ganar a los pecadores para la gloria del Padre. Como creyentes, también nosotros debemos ir al mundo con amor y procurar ganar a los perdidos para la gloria de Dios. Así que nuestra misión es igual que la de Dios.

Somos una extensión del ministerio de Dios el Padre y del Hijo al recibir gloria por la salvación de los perdidos pecadores. Jesús dijo "Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo" (Jn. 17:18). "Así como" expresa intención. Así como el Padre envió al Hijo al mundo irredento, así el Hijo ha enviado a los creyentes. ¡Lo maravilloso es que tenemos el privilegio de participar en la misión de Jesucristo para un mundo perdido!.
 UN MUNDO QUE SUFRE ES UN MUNDO QUE NOS DUELE.
“Me regocijo en tu palabra como el que haya muchos despojos” (Salmos 119:162).
¿Alguna vez se ha encontrado un billete en la calle? ¿Lo ha dejado allí? Usted seguramente lo recogió y tal vez preguntó a la gente a su alrededor si el billete les pertenecía; si nadie lo reclama, usted se regocija un poquito de haberlo encontrado, ¿verdad? Ahora, ¿qué sucede con su Biblia? Usted la ve sobre su escritorio y dice: “Oh, la Biblia es un libro maravilloso que contiene buenas cosas para mi vida.” Pero, ¿qué bien hace el que usted diga frases elogiosas sobre la Biblia? Un centavo de cobre y un medallón de puro oro tienen el mismo valor cuando sufren los efectos de la corrosión en el fondo del océano. Las promesas en la Palabra de Dios no tienen ningún valor, a menos que usted las busque profundamente y se apropie de ellas para su vida.
UN VERDADER DISCÍPULO HABLA A TODOS DE LA BIBLIA Y DE DIOS SU AUTOR.
¿POR QUÉ ESTUDIAR LA BIBLIA?.
¿Usted soslaya la Biblia? Quizá la Biblia fue parte de su pasado, pero lleva años en un armario almacenando polvo. Quizá usted ha intentado leerla y se ha rendido. Puede que usted diga: “La Biblia me da sueño. Apenas la entiendo. ¿Realmente hará algo por mí?” La respuesta breve es ¡sí! La Biblia puede cambiar su vida.

Demos marcha atrás a esa pregunta por un minuto y consideremos qué es la Biblia. “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida.” (2 Timoteo 3:16). Esto significa que el mensaje de la Biblia proviene del mismo Dios. Para comprender qué clase de libro es la Biblia necesitamos dar un vistazo a quién es Dios.

Dios es el creador y gobernador del universo. Él creó toda la humanidad y es Dios quien define las leyes morales que rigen la humanidad. Él está muy cerca de nosotros en su cuidado y atención, y no obstante está mucho más allá en su sabiduría y poder. No hay nadie como él. No es casualidad que la gente le llame la Santa Biblia. Como excelente comunicación de parte de nuestro Rey misterioso y todopoderoso, es sagrada escritura. Por ese solo motivo merece nuestro respeto y atención.

La Biblia fue escrita para nuestro beneficio, y nos beneficia de varias maneras. Por una parte, puesto que es la palabra de Dios mismo la Biblia es una fuente de verdad. De hecho es la vara de medir de la verdad. Nos da un ancla para que no nos perdamos en el mar de la opinión pública. La verdad que revela trata principalmente sobre Dios y nuestra relación con él. Con este conocimiento somos capaces de amarlo, servirlo y adorarlo.

La Biblia también nos proporciona la verdad a un nivel muy personal. Nos da principios por los cuales vivir, dirección para nuestras decisiones cotidianas y motivación para seguir los caminos de Dios. En ese sentido la Biblia no es pasiva como muchos otros libros. Tiene la capacidad de cambiarnos. “Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos” (Hebreos 4:12).

Las Escrituras es clave para el crecimiento y la vitalidad espiritual. En el Salmo 1 el salmista escribe sobre los verdaderos creyentes: “Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
1:3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.” (Salmo 1: 2-3).

Debemos alimentar nuestro espíritu con la misma regularidad con que alimentamos nuestro cuerpo. Si no lo hacemos, corremos el peligro de padecer desnutrición espiritual. Permita que los artículos y estudios de este sitio web sean su guía para vivir una vida alimentada con la palabra de Dios.
UNA RESPUESTA DEL DISCÍPULO PARA IR A SU OBRA.
¿Está dispuesto usted?

Heme aquí, envíame a mí.

Isaías 6:8

Dios quiere un corazón dispuesto en el momento y en el lugar señalado que oiga sus órdenes. También quiere un corazón lleno de la verdadera adoración. Todo el afecto y el pensamiento del creyente deben ponerse en Cristo. Todas sus metas se dirigen a Él. Él es suyo en definitiva.

¿Está dispuesto usted? ¿Es un adorador? ¿Es su propósito en la vida concentrarse en la persona de Cristo? El tener esa actitud significa estar controlado por el Espíritu Santo, que es el único que puede hacer que usted llame a Jesús Señor (1 Co. 12:3). Todos sus bienes, todo su tiempo, toda su energía, todo su talento y todos sus dones deben estar controlados por Él.


Eso también significa estar concentrado en la Palabra porque es en la Palabra donde se ve a Cristo. Se mira su gloria en la Palabra. Así como Cristo vino al mundo para dar su vida a fin de atraer a las personas hacia sí mismo, usted debe hacer lo mismo.

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