ORACIÓN
PIDIENDO PERDÓN A DIOS POR NUESTROS PECADOS.
“¿No
volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en Ti? Muéstranos, oh
Jehová, tu misericordia, y danos tu salvación” (Salmos 85:6-7).
Cuando el
pastor Rogers era un Boy Scout, realizó con un amigo una caminata de siete
millas, para ganar un distintivo, y decidieron acampar al aire libre. Armaron
su tienda de campaña, encendieron una fogata, cocinaron su cena y luego se
acostaron a dormir. Despertaron al día siguiente, encendieron la fogata,
prepararon el desayuno, y luego salieron a explorar el bosque. Cuando
regresaron a su campamento el bosque estaba en llamas. Soplaba un fuerte
viento, y pensaron que nunca apagarían el fuego.
¿Alguna vez
ha pensado acerca del fuego que descendió en el día de Pentecostés? La Biblia
dice que hubo un estruendo como de un viento recio que esparció su llama
(Hechos 2:2). Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio
que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
Permítame
hacer una pregunta: ¿El país va a ser quemado por el fuego de la rebelión o por
el fuego del avivamiento? ¡Cómo oramos a Dios para que cause que un poderoso
viento de avivamiento cubra la nación! Si eso sucede o no, está en las manos,
corazones, mentes, voluntades, oraciones, ambiciones y aspiraciones de los
creyentes.
Ore por su
país. Por aquellos que hacen y ponen en vigencia las leyes que nos gobiernan.
Ore por los predicadores de la Palabra de Dios. Ore por todos los que se llaman
creyentes. Ore por los perdidos. Ore la oración de 2 Crónicas 7:14: “Si se
humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren
mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces Yo oiré desde los
cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
Clame a Dios
que salve. Pida a Dios que humille a su pueblo donde necesitemos ser
humillados, a fin de que Su gloria sea conocida.
EMBAJADORES
PARA LLEVAR UN MENSAJE DE SALVACIÓN Y DE VIDA.
“Así que,
somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de
nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios” (2 Corintios
5:20).
Hay,
agitándose en su corazón, un espíritu de rebeldía? A lo mejor usted ni siquiera
lo reconoce. Pero si lo hace, le rogamos que haga algo al respecto, ahora
mismo. Pídale a Dios que le limpie de su deseo de rebeldía. Que desarraigue
toda rebeldía en usted, puesto que Él no la quitará hasta que usted renuncie a
ella. Es su decisión. Clame a Dios que le perdone por las necias y descuidadas
palabras que ha pronunciado. Ruegue que le quite ese espíritu de rebeldía contra
las autoridades. Pídale que le enseñe cómo amorosamente respetar a las personas
cuando están equivocadas.
Amigo (a),
una de dos: o usted corona a Cristo, o lo crucifica. ¿Está usted con Jesús hoy,
o está en su contra?
¿Hay alguien que le ha hecho daño, y usted
busca vengarse? ¿Tiene la necesidad de que sus “derechos” sean exaltados sobre
otros? Lea y aplique la verdad de Filipenses 2:3-11.
2:3 Nada
hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada
uno a los demás como superiores a él mismo;
2:4 no
mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los
otros.
2:5 Haya,
pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
2:6 el cual,
siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse,
2:7 sino que
se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
2:8 y
estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente
hasta la muerte, y muerte de cruz.
2:9 Por lo
cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo
nombre,
2:10 para
que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos,
y en la tierra, y debajo de la tierra;
2:11 y toda
lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
DEBEMOS OCUPARNOS
DE NUESTRA SALVACIÓN Y DE LA IGLESIA.
“Por tanto,
no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque
nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con
nosotros está Jehová; no los temáis” (Números 14:9).
Josué y
Caleb enfrentaron formidables amenazas en la tierra prometida, y sin embargo,
¿cuál fue su respuesta a sus enemigos? “Nosotros los comeremos como pan”
(Números14:9). ¿Qué es el pan? Pan es el sustento de la vida. ¿Qué sucede cuando
come pan? Es fortalecido en su crecimiento.
Pablo dijo:
“Porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.”
(1 Corintios 16:9). ¿Por qué no es fácil el camino a la victoria? Porque si
fuera fácil, entonces usted se volvería débil en su esfuerzo para ejercitar su
fe en Dios. Dios pone obstáculos en su camino para fortalecerle. Hojuelas de
maíz no es el alimento de campeones. Los gigantes lo son. Dios quiere
alimentarle en sus dificultades, y que dependa de Él para que le haga un
conquistador.
¿Qué se
necesita para fortalecer su cuerpo? ¿Qué hacer falta para fortificar su
intelecto? ¿Qué se requiere para desarrollar amor en el trato con otros?
¡Trabajo!
Aplique a su
vida Filipenses 2:12 y 13: “Por tanto, amados míos, como siempre habéis
obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi
ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el
que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.”
LA OBRA DEL
SEÑOR JESUCRISTO ES SUFICIENTE PARA NUESTRA SALVACIÓN.
“Porque esto
es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los
pecados” - (Mateo 26:28).
En 1829,
George Wilson fue encontrado culpable de asesinato, y condenado a la pena de
muerte. Pero algunos amigos de Wilson solicitaron al entonces presidente Andrew
Jackson que le perdonara. Jackson otorgó el perdón, y el documento fue
entregado en la prisión a Wilson. Para sorpresa de todos, Wilson dijo: “Yo voy
a ser colgado.” Nunca antes nadie había rechazado el perdón, por lo tanto las
Cortes de justicia no sabían qué hacer. Las discusiones llegaron hasta la Corte
Suprema, y el Juez John Marshall dictaminó lo siguiente: “El perdón es un
pedazo de papel, el valor del cual depende de la aceptación por la persona
implicada. Si él no acepta el perdón, entonces debe ser ejecutado.”
Amigo (a),
Dios le ama y desea perdonarle, pero si usted le rechaza a Él y su perdón,
entonces morirá y se irá al infierno. Entréguese por completo a Él, y reciba
hoy mismo el regalo gratuito de Su perdón.
¿Se ha
arrepentido usted de sus pecados y creído en la obra expiatoria de Cristo, al
Él derramar su sangre en la cruz? El ser “bueno” no lo llevará al cielo,
solamente Jesús lo hará.
JABES ORÓ A
DIOS Y LO ESCUCHÓ ¿ POR QUÉ NO LO HACE USTED HOY?.
“E invocó
Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas
mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que
no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió” (1 Crónicas 4:10).
Jabes quería
que su influencia se extendiera. Dios puede extenderle a usted, también. El
Salmo 4:1 dice que Dios “ensanchó” al salmista cuando estuvo en angustia. Si
usted pide ser “ensanchado”, debe esperar a que Dios use circunstancias
inquietantes para hacerlo. Y el dolor valdrá la pena. Cuando Dios lo ensancha,
lo hace para llenarle con más de Él. No esté satisfecho con que Dios llene un
pequeño lugar, si es que Él quiere llenar un lugar grande. ¿Está usted listo a
decir: “Señor, quiero más. Quiero que Tú ensanches mis fronteras. No quiero una
pequeña bendición. Ciertamente quiero una gran bendición.”?¡Necesitamos orar en
grande a un gran Dios!
Pídale a
Dios que le mantenga consciente de Su presencia todo el día, para que bendiga
su testimonio, para Su gloria, y para guardarle del mal.
QUE ALEGRÍA
SER ADORADORES APASIONADOS Y EVANGELISTAS APASIONADOS.
“Conforme a
mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda
confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o
por vida o por muerte” (Filipenses 1:20).
La
moderación es buena en cosas como el comer, el dormir, la recreación, los
ejercicios y las finanzas. Pero cuando se trata de la guerra espiritual, la
moderación es un pecado. Cuando se trata de creer la Biblia, la moderación es
un pecado. Cuando se trata de amar al Señor, la moderación es un pecado.
Suponga que una esposa le pregunta a su marido: “Cariño, ¿me amas?”, y que él
responda: “Bueno, moderadamente.” ¡Ella le mandará a dormir con el perro!, ¿no
le parece? Amigo, si el mundo le considera un “moderado” cuando se trata de su
cristianismo, usted está bordeando la valla de la “tibieza”. Que Dios perdone a
aquellos que no irán la segunda milla.
Pídale a
Dios que le ayude a ser un adorador apasionado y un osado evangelista en un mar
de apática tibieza. Amigo, si algo vale su vida cristiana, entonces es valiosa
en todo. Mire hacia la cruz. Tome lo que ve allí, y deje que eso encienda una
llama de osada santidad en su corazón. Siga adelante y proclame las Buenas
Nuevas: ¡Jesús salva!
MI ORACIÓN
HOY SERÁ PARA PEDIRLE A DIOS POR MÍ LIMPIEZA ESPIRITUAL.
“Lávame más
y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmos 51:2).
Antes de que
el sacerdote pudiera entrar en el lugar Santísimo, tenía que detenerse en el
lavabo y lavarse las manos y los pies. Él ya se había bañado desde la cabeza
hasta los pies, pero el piso del tabernáculo era de tierra. Tampoco había
utensilios, así que sus manos estaban sucias. Esta preparación final antes de
entrar en la presencia de Dios, era el despojarse de la contaminación del
mundo, lavándose las manos y los pies. Cuando estamos en contacto con el mundo,
estamos contaminados. No necesitamos bañarnos completamente. Ya somos salvos.
Pero cada día debemos pedir a Dios que mire nuestros corazones y nos limpie de
nuestros pecados. ¿No sería maravilloso si cada uno de nosotros viniera a la
presencia del Señor con la seriedad con que lo hacían los sacerdotes en el
Antiguo Testamento? ¡Deberíamos!
¿Se ha
acercado usted al lavabo esta mañana? Si no lo ha hecho, arrodíllese delante de
Dios ahora mismo, y haga del Salmo 139:23 y 24 su oración. Dios está esperando
para perdonarle: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce
mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el
camino eterno.”
PIDAMOSLE AL
ESPÍRITU SANTO QUE NOS AYUDE A VIVIR ESA VIDA CRISTIANA.
“De modo que
si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas”.
Durante el otoño, el pastor Rogers y su esposa
disfrutaban mirar la caída de las hojas, puesto que tenían varios árboles en el
patio trasero de su casa, pero hay algunos árboles que mantienen sus hojas
hasta la primavera. Sus hojas se secan y se tornan cafés, pero no se desprenden
de las ramas. Y en la primavera, estos árboles pierden esas hojas, cuando las
nuevas hojas reclaman su lugar. Eso es exactamente lo que sucede con nuestros
viejos hábitos y vida, cuando encontramos al Señor Jesús. La nueva vida empuja
hacia fuera a la vida antigua. No es un asunto de ir arrancando hojas. La vida
cristiana no se forja de esa manera. Nuestra vida nueva reemplaza nuestra vida
vieja, cuando nacemos de nuevo.as” (2 Corintios 5:17).
¿Sabe usted
que es imposible vivir la vida cristiana? Quiero decir, es imposible vivir la
vida cristiana apartados del Espíritu Santo. Pídale a Dios que le muestre dónde
usted está tratando de vivir la vida cristiana en su propia fortaleza. Ruegue
Su perdón, y rinda su voluntad a Él, hoy.
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