LAS PRIORIDADES EN LA VIDA DEL CREYENTE DE UN
HIJO DE DIOS.
Mateo 6:33:
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.”
¿Sabe cuál
es el problema con muchos de nosotros? Nuestra fe es algo añadido a nuestras
vidas. Jesús dijo: “Ninguno puede servir a dos señores”(Mateo 6:24). ¿Cree
usted eso? Necesita tener sólo una meta en su vida, y ésa es conocer a
Jesucristo personalmente, poderosamente, apasionadamente, y predominantemente.
Todo lo demás será resultado de su devoción.
Usted dirá:
“Pero espere un minuto. ¡Yo tengo otras cosas que hacer! Poseo un trabajo. Debo
descansar. Necesito recreación, tengo amigos. No puedo simplemente limitar mis
intereses a sólo uno.”
Cuando
disciplina su vida a un solo enfoque, todas estas otras cosas contribuirán a lo
principal.
¿Cuál es el
enfoque principal de su vida? ¡Que sea Jesús y tendrá éxito!
Muchos
creyentes son tan materialistas que nunca miran más allá del mundo físico al
Cristo excelso en los cielos. Ellos sólo pueden ver lo que pueden racionalizar
con sus cinco sentidos: el tacto, el paladar, el olfato, la vista, el oír.
Cuando un problema aparece, éste apaga toda vela en sus almas, expulsa el sol
de su cielo, y no pueden disfrutar el pan diario de vida que Jesús promete.
Algunos que leen esto, tienen un problema gigantesco pues este mundo se dirige
a la obvia destrucción. Si usted está buscando su justicia, Dios le dará todo
lo que necesita. Usted tiene a Dios de su parte: el Rey de reyes, el Señor de
señores. ¡Y no lo olvide!
¿Alguna vez
ha notado que junto con el mandamiento de “no preocuparse”, en Mateo 6:34,
viene correspondientemente la promesa de Dios de cuidar de nosotros? Una de las
más frecuentes promesas es que seremos alimentados. Dios suplirá nuestras
necesidades. Entonces, ¿por qué Dios promete que “todas estas cosas os serán
añadidas”? ¿Será para que no pasemos hambre? No. Amigo, mucha gente que no
confía en Dios tiene su mesa llena de alimentos. La persona inconversa promedio
piensa en el dinero, casas, carros, ropa, joyas, etc. Jesús sabe que tenemos
una mente “de un solo carril”, y que no podemos servir a dos señores. Si son
las cosas materiales las que usted está buscando, entonces no está buscando al
Señor. Y Él es quien nos dice: “Confía en Mí. Pon toda tu atención y confianza
en Mí. Haz el bien y Yo cuidaré de ti.”
Ninguno
puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se
llegará al uno y menospreciará al otro; no podéis servir a Dios y a las
riquezas.
Porque donde
esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón (afectos, esperanza,
sueños)
1. Sí su tesoro está en la tierra, su
corazón experimentará mucho desengaño
a. Tan pronto como las cosas por las
que tiene afecto caigan o sean destruidas por el fuego
b. Tan pronto en lo que usted
encuentra su principal alegría se vayan repentinamente por cosas tales como el
robo
2. Pero si su tesoro está en los cielos,
su corazón no sufrirá una gran decepción
a. Porque su tesoro es “incorruptible,
incontaminado e inmarcesible”
b. Nadie puede llevar su tesoro lejos
de usted, porque está
1) “reservado para usted en los
cielos”
2) “guardado por el poder de Dios
mediante la fe”
3. Con los tesoros guardados en los
cielos, ¡cualquier cosa que pase en la tierra no lo devastará!
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