sábado, 28 de febrero de 2015

LAS PRIORIDADES EN LA VIDA DEL CREYENTE, DE UN HIJO DE DIOS.

 LAS PRIORIDADES EN LA VIDA DEL CREYENTE DE UN HIJO DE DIOS.
Mateo 6:33: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
¿Sabe cuál es el problema con muchos de nosotros? Nuestra fe es algo añadido a nuestras vidas. Jesús dijo: “Ninguno puede servir a dos señores”(Mateo 6:24). ¿Cree usted eso? Necesita tener sólo una meta en su vida, y ésa es conocer a Jesucristo personalmente, poderosamente, apasionadamente, y predominantemente. Todo lo demás será resultado de su devoción.
Usted dirá: “Pero espere un minuto. ¡Yo tengo otras cosas que hacer! Poseo un trabajo. Debo descansar. Necesito recreación, tengo amigos. No puedo simplemente limitar mis intereses a sólo uno.”
Cuando disciplina su vida a un solo enfoque, todas estas otras cosas contribuirán a lo principal.
¿Cuál es el enfoque principal de su vida? ¡Que sea Jesús y tendrá éxito!
Muchos creyentes son tan materialistas que nunca miran más allá del mundo físico al Cristo excelso en los cielos. Ellos sólo pueden ver lo que pueden racionalizar con sus cinco sentidos: el tacto, el paladar, el olfato, la vista, el oír. Cuando un problema aparece, éste apaga toda vela en sus almas, expulsa el sol de su cielo, y no pueden disfrutar el pan diario de vida que Jesús promete. Algunos que leen esto, tienen un problema gigantesco pues este mundo se dirige a la obvia destrucción. Si usted está buscando su justicia, Dios le dará todo lo que necesita. Usted tiene a Dios de su parte: el Rey de reyes, el Señor de señores. ¡Y no lo olvide!
¿Alguna vez ha notado que junto con el mandamiento de “no preocuparse”, en Mateo 6:34, viene correspondientemente la promesa de Dios de cuidar de nosotros? Una de las más frecuentes promesas es que seremos alimentados. Dios suplirá nuestras necesidades. Entonces, ¿por qué Dios promete que “todas estas cosas os serán añadidas”? ¿Será para que no pasemos hambre? No. Amigo, mucha gente que no confía en Dios tiene su mesa llena de alimentos. La persona inconversa promedio piensa en el dinero, casas, carros, ropa, joyas, etc. Jesús sabe que tenemos una mente “de un solo carril”, y que no podemos servir a dos señores. Si son las cosas materiales las que usted está buscando, entonces no está buscando al Señor. Y Él es quien nos dice: “Confía en Mí. Pon toda tu atención y confianza en Mí. Haz el bien y Yo cuidaré de ti.”
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se llegará al uno y menospreciará al otro; no podéis servir a Dios y a las riquezas.
Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón (afectos, esperanza, sueños)
      1. Sí su tesoro está en la tierra, su corazón experimentará mucho desengaño
         a. Tan pronto como las cosas por las que tiene afecto caigan o sean destruidas por el fuego
         b. Tan pronto en lo que usted encuentra su principal alegría se vayan repentinamente por cosas tales como el robo

      2. Pero si su tesoro está en los cielos, su corazón no sufrirá una gran decepción
         a. Porque su tesoro es “incorruptible, incontaminado e inmarcesible”
         b. Nadie puede llevar su tesoro lejos de usted, porque está
           1) “reservado para usted en los cielos”
           2) “guardado por el poder de Dios mediante la fe”
      3. Con los tesoros guardados en los cielos, ¡cualquier cosa que pase en la tierra no lo devastará!

      

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