LOS NUEVO
HECHOS HISTÓRICOS DEL MUNDO QUE NOS SORPRENDEN.
1. ROBOTS
CIENTÍFICOS Y DOLOR HUMANO.
LA
TECNOLOGÍA Y SU INFLUENCIA EN EL MUNDO MODERNO.
Es una
máquina estupenda, orgullo de la tecnología moderna. Recibe órdenes dadas por
la voz humana, conoce nada menos que quinientas cincuenta palabras y es capaz
de realizar el noventa por ciento de las tareas que se le mandan hacer.
ÚTIL PARA LA
CIENCIA MÉDICA.
Se trata de
un robot diseñado para enfermos con parálisis. Este robot puede acercarles a
los enfermos la cuchara a la boca, puede servirles un vaso con agua,
encenderles y apagarles el televisor, y hasta sentarlos y acostarlos.
LA MÁQUINA
DE LA MUERTE PARA LOS DESESPERADOS.
Pero también
puede —y aquí está el serio peligro— ser instrumento para el suicidio del
enfermo. Basta con que el enfermo le ordene al robot desconectar el tubo de
oxígeno u otros cables esenciales para que el enfermo muera a causa de una
orden que él mismo da.
LA MÁQUINA
SIGUE EN ASCENSO Y EL HOMBRE EN DESCENSO.
La ciencia
progresa cada vez más. Hay en la actualidad aparatos científicos que nos dejan
pasmados con lo que pueden hacer. Pero el alma humana no está progresando a la
par.
MÁQUINAS
PERFECTAS- VS- HOMBRES PECADORES.
Todavía en
el alma del hombre hay imperfecciones: pasiones morbosas, propensión a
maltratarse, deseos de suicidarse, amargura, mortificación y sed de venganza.
Mientras las máquinas se hacen cada vez más perfectas, las almas humanas son
cada vez más imperfectas.
EL HOMBRE SE
HA IDO TRAS LA TECNOLOGÍA Y HA RECHAZADO AL CREADOR DE TODO LO QUE EXISTE, DA
IMPORTANCIA A LA CREACIÓN Y HA DEJADO DE LADO AL CREADOR QUE ES BENDITO POR LOS
SIGLOS.
El que un
brazo mecánico, movido por un mecanismo perfecto, desconecte el tubo vital de
un ser humano imperfecto, obedeciendo a la orden de ese mismo ser humano, no
deja de ser una escena desalentadora.
DIOS HIZO AL
SER HUMANO PERFECTO, PERO LIBRE PARA ELEGIR Y NO UN ROBOT PARA OBEDECER.
Dios no hizo
al hombre imperfecto. No lo hizo para el dolor, la enfermedad, la angustia y el
mal. Lo hizo como ingenio extraordinario en lo físico, lo moral y lo mental.
Pero a la inversa del hombre, que fabrica robots, Dios no hizo del hombre mismo
un robot.
EL LIBRE
ALBEDRÍO ES LA LIBERTAD PARA DECIDIR AMAR A DIOS.
Dios nos dio
libre albedrío, sentido moral, fuerza de voluntad y la facultad de tomar
decisiones para desarrollar nuestra propia personalidad. Es el pecado original
—el de Adán y Eva— lo que ha introducido en la humanidad la degradación y la
imperfección.
LA ESPERANZA
ESTÁ EN EL SEÑOR JESUCRISTO QUE DIO SU VIDA POR TI, POR MI Y AHORA ESTÁ A LA
DIESTRA DEL PADRE CELESTIAL.
NECESITAMOS ABRIR NUESTROS BRAZOS Y EXTENDERLOS HACIA EL CIELO Y ABRIR NUESTRA BOCA PARA
DECLARAR QUE JESUCRISTO ES NUESTRO SALVADOR Y RENDIR NUESTRAS VIDA A ÉL.
HOY ES EL
DÍA DE SALVACIÓN, NO ENDUREZCAMOS NUESTROS CORAZONES.
¿Podemos, no
obstante, remediar nuestras imperfecciones y arreglar nuestros defectos? Sí
podemos, y esa posibilidad de hacerlo llega a ser la gran aventura moral
humana. Cada uno de nosotros puede volver a la perfección, pero sólo por medio
de Cristo. En Cristo, y con Cristo, remediamos todas nuestras miserias,
recibimos perdón por todas nuestras faltas y nos sanamos de todas nuestras
dolencias.
VOLVER A EL
PRIMER AMOR.
EL CUENTISTA
RICARDO GUIRALDES NOS RECREA CON UNA DE SUS HISTORIAS.
«Eran
inocentes porque eran chicos....
LOS MEJORES
AÑOS DE NUESTRA VIDA.
»Corrían,
jugaban, y sus risas eran inconscientes vibraciones de vida en los jardines....
Sentábanse... sobre el rústico banco de la glorieta, y él contaba historias que
le habían leído, mientras jugaba con los deditos de su compañera atenta.
LOS CUENTOS
DONDE UNO SIEMPRE GANA.
»Eran
cuentos como todos los juegos infantiles, en que sucedían cosas fantásticas, en
que había príncipes y princesitas que se amaban desesperadamente al través de
un impedimento, hasta el episodio final, producido a tiempo para hacerlos
felices, felices en un amor sin contrariedades....
AÑOS EN
BÚSQUEDA DEL PRIMER AMOR.
»Ya tenía él
el orgullo viril de ver colgada de sus palabras la atención de esa mujercita,
digna de todos los altares. Y cuando su voz se empañaba de emoción al finalizar
un cuento, se estrechaban cerca, muy cerca, en busca de felicidad....
TODOS
PASAMOS POR ESOS FANTÁSTICOS DÍAS.
»Estaban un
día ajenos a todo. El cuento de la princesa rubia había puesto entre ellos la
ascendencia de su fantasía. Ella se arrebujaba contra él desparramando en
hilachas de oro sus bucles sobre el hombro amigo; él la había atraído lo más
posible y besaba, como estampas sagradas, sus ojos, trémulos de promesas
ignotas.»1
SEGURO ESTE
ES UN AMOR SIN UN FINAL TRÁGICO O INFELIZ.
Así nos
describe Ricardo Güiraldes, en su cuento titulado «Sexto», el primer amor con
el que los más jóvenes sueñan y los menos jóvenes se identifican. ¡Qué bien
logradas esas imágenes del muchacho que le cuenta historias a su atenta
compañera «colgada de sus palabras» mientras juega con sus delicados dedos, y
de «esa mujercita, digna de todos los altares», cuyos ojos él besa «como
estampas sagradas»! No persiguen más que lo que parecen encontrar los
protagonistas de sus cuentos fantásticos: el ser «felices en un amor sin
contrariedades».
EL PRIMER
AMOR TAMBIÉN TIENE SU IMPORTANCIA EN LA BIBLIA.
ES EL PRIMER
AMOR ESPIRITUAL DEL HOMBRE.
Este es uno
de una colección de cuentos que Güiraldes comenzó a escribir en su
adolescencia, pero terminó en París, lejos de su patria argentina, entre 1911 y
1912.2 Unos mil ochocientos años antes, el apóstol Juan había abordado el mismo
tema del primer amor al escribirle a la Iglesia de Éfeso, desde donde había
sido desterrado a la isla de Patmos. Allí, en el Apocalipsis, le escribió:
«Tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor».3 Sin embargo, a
diferencia de Güiraldes, el primer amor al que se refería San Juan no era
físico sino espiritual. Era el amor que al principio los efesios les habían
manifestado a su Señor y Salvador Jesucristo.
EL PRIMER
AMOR NUNCA SE PIERDE PORQUE DIOS NO LO RECUERDA POR MEDIO DE SU ESPÍRITU SANTO.
Al primer
amor físico sólo podemos volver mediante remembranzas del ayer como las que
evoca Güiraldes, porque en lo físico las dos partes han cambiado para siempre.
En cambio, al primer amor espiritual sí podemos volver porque una de las dos
partes, Dios, no ha cambiado en absoluto4 desde que primero lo amamos. Así como
los efesios, sólo tenemos que arrepentirnos y amarlo como al principio.5 Dios
nos espera con brazos abiertos, y quiere rodearnos estrechamente con los lazos
de su amor eterno.6
1 Ricardo Güiraldes, Cuentos de muerte y
de sangre (Buenos Aires: Editorial Losada, 1978), pp. 111-112.
2 Ibíd.,
p. 11.
3 Ap 2:4.Pero tengo contra ti, que has
dejado tu primer amor.
4 Stg 1:17.Toda buena dádiva y todo don
perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay
mudanza, ni sombra de variación.
5 Ap 2:5.Recuerda, por tanto, de dónde has
caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a
ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
6 Jer 31:3.Jehová se manifestó a mí hace
ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué
mi misericordia.
CULPABLE 176
VECES.
UN JUICIO
PARA EL HOMBRE: NO HAY EXCUSA, NO HAY ESCAPATORIA.
SOMOS
CULPABLES, TODOS PECAMOS DELANTE DE DIOS.
El vocero
del jurado se puso de pie. Tenía que leer el veredicto en el juicio contra
Julio González. Leyó primero el cargo: «Homicidio.» Inmediatamente después
pronunció la palabra fatal: «Culpable.» Luego, con lentitud desesperante leyó
otro cargo, y otra vez pronunció el veredicto: «Culpable.»
EL JUICIO
ANTE EL TRONO BLANCO ES ASÍ.
Así fue
leyendo cargos y pronunciando el mismo veredicto 176 veces. A Julio González lo
hallaron culpable de 87 homicidios, con doble culpabilidad por cada uno. El 25
de marzo de 1990 González había prendido fuego a un salón de baile en Nueva
York, y el incendio había provocado la muerte de 87 personas.
CADA UNO
SABE LO QUE HAY EN SU CORAZÓN. EL SALMO 139 DICE QUE DIOS NOS CONOCE, SABE
NUESTRAS MOTIVACIONES, SUEÑOS, PENSAMIENTOS, INCLINACIONES, NUESTRO PECADO.
Es difícil
imaginar lo que habrá sido para Julio González oír ese martilleo continuo de la
palabra «culpable». Alguien dijo que era como una puntilla que se clavaba en el
féretro mismo del hombre. Que a uno le digan «culpable» una vez es ya algo como
para desmayarse. Pero que se lo digan 176 veces es como para no querer seguir
viviendo. Sin embargo, la ley exigía que se detallara por separado cada cargo,
y que se pronunciara, por cada uno, el mismo veredicto.
UNA VOZ, UN
MARTILLO, UNA SEÑAL Y LA PALABRA! CULPABLE!
Así también
será en el juicio final ante el Gran Trono Blanco de Dios. Podemos imaginarnos
lo que será juzgar a millones y millones de personas, detallando los pecados de
cada una de ellas, y pronunciando para cada una, con monotonía desesperante, la
palabra «culpable», «culpable»... y así hasta el infinito.
EL TRIBUNAL
DE CRISTO ES OTRO LUGAR PARA RECIBIR PREMIOS, CORONAS, RECONOCIMIENTOS,
APLAUSOS.
La Biblia
dice que todos los seres humanos comparecerán ante el tribunal de Cristo. Dice
también que serán abiertos unos libros donde están registradas las obras de
cada uno. Además dice que será abierto «el libro de la vida», y el que no esté
escrito en ese libro será juzgado por lo que está escrito en los otros libros.
El veredicto será, fatalmente, «culpable». Y el castigo final será, también
inevitablemente, «el lago de fuego» (Apocalipsis 20:11‑15).
EL LIBRO DE
LA VIDA ES EL REGISTRO ÚNICO Y VÁLIDO PARA RECIBIR LA VIDA ETERNA, EL NO ESTAR
ALLÍ ES PELIGRO Y MUERTE ETERNA.
Sin embargo,
el nombre de cada uno de nosotros puede estar escrito en ese «libro de la
vida». La verdad es que Dios quiere que así sea. Por eso mandó Dios a su Hijo
Jesucristo al mundo, y por eso Cristo se entregó a sí mismo en sacrificio pleno
hasta la muerte. Las palabras de Jesús fueron: «El Hijo del hombre no vino para
que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos»
(Mateo 20:28).
LA EFICACIA
Y EFECTIVIDAD DE LA CRUZ, EL PERDÓN POR FE EN EL SEÑOR JESUCRISTO NUESTRO RESCATE,
SALVADOR Y DIOS.
¿Cómo
logramos ese rescate? Hay una sola manera: aceptando con fe sincera la eficacia
de la muerte de Cristo para salvarnos, y recibiéndolo como Señor y dueño de
nuestra vida. Así aseguramos que nuestro nombre quede escrito en el libro de la
vida, y por consiguiente que jamás se nos pueda hallar culpable. Abrámosle
nuestro corazón a Cristo.
Romanos 5:1:
“JUSTIFICADOS, pues, por la FE, tenemos PAZ para con Dios por medio de nuestro
Señor Jesucristo.”
La FE es lo
que nos capacita para vivir la vida cristiana. Para saber lo que la FE es,
permítame compartirle primero lo que la fe no es. La fe no es una corazonada.
Tampoco es pensamiento positivo. La fe no es responder a emociones,
sentimientos, escalofríos, milagros, ni señales. La fe no es creer que Dios puede
hacer algo. La FE es saber que Dios lo hará. LA FE ES CREER LA PALABRA DE DIOS.
La FE verdadera muere ante la duda. Es muda ante el desánimo. Es ciega ante las
imposibilidades. Amigo (a), este es el tipo de fe que necesitamos.
LA PARTE QUE
NOS TOCA ES “SED SANTOS PORQUE YO SOY SANTO”.
Primera
Pedro 3:15: “Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre
preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que
os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.”
LA GENTE
SIEMPRE NOS VA A PREGUNTAR DE NUESTRA FE Y DE NUESTRA IGLESIA Y DE NUESTRAS
CREENCIAS.
En ocasiones
durante una entrevista, el reportero le preguntaba al pastor Rogers: “¿Cree
usted que un judío sin Jesús está perdido?” Si contestaba, “Sí”, aparentaba ser
un racista o intolerante. Si decía, “No”, deshonraba al Señor Jesucristo quien
murió por los pecados de todos. Entonces, ¿cómo respondía? Él contestaba:
“Amigo, yo creo que incluso uno de mis hijos sin Jesús estaría perdido.”
RECUERDE NO
ES UNA RELIGIÓN, ES UNA RELACIÓN PERSONAL CON EL SEÑOR JESUCRISTO.
No importa
si la persona es judía o gentil. Dios demanda perfección completa y ninguno de
nosotros podemos proveérsela. Es por eso que necesitamos el evangelio.
Necesitamos a Jesús. Necesitamos la justicia de Dios que viene como resultado
de creer en el Señor Jesucristo.”
¿Qué
respondería si alguien le hiciera esa pregunta? Pídale a Dios que le prepare
para saber cómo responder.
AHORA QUE
SABE TODAS ESTAS PROMESAS Y CONOCIENDO LA ESPERANZA QUE HAY EN NOSOTROS, ¿
ENTONCES ESTARÍA DISPUESTA A COMPARTIR CON ALGUIEN MÁS?.
DEBEMOS DAR
TESTIMONIO DE LO QUE HEMOS CREÍDO..
En esto es
glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
Juan 15:8
Es probable
que la mayoría de las personas piensen que debemos ser salvos por otras razones
que no sean glorificar a Dios. Muchos cristianos por lo general darán las
siguientes como las razones de que den testimonio.
• Mantener a las personas fuera del
infierno. Quieren que no sufran el castigo eterno.
• Manifestar el amor de Dios.
• Obedecer el mandato de Cristo.
En Mateo 28:18-20.Y Jesús se acercó y les
habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
28:19 Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
28:20
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Y en Hechos 1:8, Jesús nos dice que
evangelicemos. Pero
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de
la tierra.
LA RAZÓN MÁS
IMPORTANTE ES DAR LA GLORIA A DIOS.
Todas esas
son razones válidas y bíblicas para la evangelización, pero la principal razón
de que debamos predicar el evangelio es para la gloria de Dios.
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