jueves, 5 de febrero de 2015

¿ SERÁ CIERTO QUÉ HAY DOS SALVADORES DEL MUNDO, LENIN Y JESUCRISTO?

Apocalipsis 1:18: “Y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Cuando el pastor Rogers estuvo en Moscú, visitó la tumba de Lenin. Él está en una caja de cristal sellada. Usted puede observar su cara maquillada y su barba bien recortada. Y sobre esa tumba está escrito lo siguiente: “Él fue el mayor líder de todos los pueblos, de todas las naciones, de todos los tiempos. Él fue el señor de la nueva humanidad. Él fue el salvador del mundo.” ¿Notó que todo está en pretérito? Él fue. En cambio,Jesús está vivo. Él es el gran YO SOY. Lo que hace la diferencia en nuestras vidas es un encuentro con el Cristo viviente. Servimos a un Salvador que está vivo y está escuchando todas nuestras oraciones. Él está embotellando toda lágrima y regocijándose con toda victoria.
Dele gracias a Dios por su plan de salvación al enviar a su Hijo a morir por usted. ¡Alabe a Dios porque Jesús vive para siempre!.
EL SALMO 145 DICE:
145:1 Te exaltaré, mi Dios, mi Rey,
Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
145:2 Cada día te bendeciré,
Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.
145:3 Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza;
Y su grandeza es inescrutable.
145:4 Generación a generación celebrará tus obras,
Y anunciará tus poderosos hechos.
145:5 En la hermosura de la gloria de tu magnificencia,
Y en tus hechos maravillosos meditaré.
145:6 Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres,
Y yo publicaré tu grandeza.
145:7 Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad,
Y cantarán tu justicia.
145:8 Clemente y misericordioso es Jehová,
Lento para la ira, y grande en misericordia.
145:9 Bueno es Jehová para con todos,
Y sus misericordias sobre todas sus obras.
145:10 Te alaben, oh Jehová, todas tus obras,
Y tus santos te bendigan.
145:11 La gloria de tu reino digan,
Y hablen de tu poder,
145:12 Para hacer saber a los hijos de los hombres sus poderosos hechos,
Y la gloria de la magnificencia de su reino.
145:13 Tu reino es reino de todos los siglos,
Y tu señorío en todas las generaciones.
145:14 Sostiene Jehová a todos los que caen,
Y levanta a todos los oprimidos.
145:15 Los ojos de todos esperan en ti,
Y tú les das su comida a su tiempo.
145:16 Abres tu mano,
Y colmas de bendición a todo ser viviente.
145:17 Justo es Jehová en todos sus caminos,
Y misericordioso en todas sus obras.
145:18 Cercano está Jehová a todos los que le invocan,
A todos los que le invocan de veras.
145:19 Cumplirá el deseo de los que le temen;
Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.
145:20 Jehová guarda a todos los que le aman,
Mas destruirá a todos los impíos.
145:21 La alabanza de Jehová proclamará mi boca;
Y todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre.

EN EL LIBRO DE HEBREOS 1 dice:
1:1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 
1:2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; 
1:3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, 
1:4 hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.
1:5 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: 
Mi Hijo eres tú, 
Yo te he engendrado hoy,
y otra vez: 
Yo seré a él Padre, 
Y él me será a mí hijo?
1:6 Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: 
Adórenle todos los ángeles de Dios.
1:7 Ciertamente de los ángeles dice: 
El que hace a sus ángeles espíritus, 
Y a sus ministros llama de fuego.
1:8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; 
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
1:9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, 
Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, 
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
1:10 Y: 
Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, 
Y los cielos son obra de tus manos. 
1:11 Ellos perecerán, mas tú permaneces; 
Y todos ellos se envejecerán como una vestidura, 
1:12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; 
Pero tú eres el mismo, 
Y tus años no acabarán.
1:13 Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: 
Siéntate a mi diestra, 
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
1:14 ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?

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