MUCHAS
PERSONAS DESEAN HACER LA VOLUNTAD DE DIOS.
¿ SABE USTED
QUÉ ES HACER LA VOLUNTAD DE DIOS?.
En la carta del
Apóstol Pablo a los Tesalonicenses 1 Tes4:1- 5. Dice:
4:1 Por lo
demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera
que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así
abundéis más y más.
4:2 Porque
ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús;
4:3 pues la
voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;
4:4 que cada
uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor;
4:5 no en
pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios;
«LUCHANDO
CON... LA PORNOGRAFÍA Y LOS DESEOS SEXUALES»
Por Carlos
Rey.
MUCHAS
PERSONAS Y PAREJAS ESTÁN VIVIENDO ESTAS PESADILLAS.
«Estoy
luchando con mis vicios, los cuales son la Internet, la pornografía y los
deseos sexuales. Esta es una lucha en la que siempre fracaso.
Además de
las adiciones a la Pornografía y otros vicios, está el consumo de todo tipo de
Sustancias Tóxicas y la utilización de juguetes Sexuales y muchos elementos según
algunos necesarios y complementarios a la vida Sexual.
RECONOCIENDO QUE HAY UN PROBLEMA.
»Usted ha
dado el primer paso, que es admitir que tiene un problema, y el segundo paso,
que es reconocer que, en efecto, lo está controlando la tentación sexual. Sin
embargo, aunque esos pasos son los primeros en el proceso que lleva a la
rehabilitación, no ha podido impedir que el ciclo se repita vez tras vez, así
que ha perdido la esperanza.
Caso 7.1:
«Soy un adicto a la Internet y veo cosas [indecentes]. Quiero que me digan algo
para que esto que me perturba la mente me deje en paz. También quisiera saber
un poco de Dios.»
Caso 7.2:
«Soy un joven universitario, estudiante de medicina. Desde pequeño he tenido
problemas con la pornografía. Algunas noches he eyaculado dormido. Ya no
aguanto más. Necesito ayuda. No sé qué hacer.»
Caso 7.3:
«Desde mi adolescencia hasta hoy estoy luchando con lujuria, pornografía y
diferentes fantasías sexuales. Cada vez que estoy solo, me gana la tentación
sexual en diversas maneras. Necesito ayuda urgente. No aguanto más estar en esa
situación. SOS.»
Comencemos
con una ilustración que al principio tal vez no comprenda qué tiene que ver.
Imagínese que se encuentra en el campo donde no hay carreteras ni caminos. Cada
día usted tiene que avanzar varios kilómetros para llegar a su destino. Pero no
hay caminos, así que le toca crear un sendero nuevo por el cual andar. Mientras
camina, usted quita los arbustos y las plantas que no lo dejan seguir adelante.
El proceso es muy demorado, pero al fin logra llegar.
En el camino
de regreso, usted trata de encontrar el mismo sendero. Es un poco más fácil
avanzar por donde ya ha despejado el terreno. El día siguiente usted tiene que
volver a emprender el viaje, así que avanza siguiendo el mismo sendero. A
medida que pasan los días, se le hace más fácil recorrer el sendero y por eso
llega más rápido. Ha logrado usted crear una ruta cómoda que le servirá durante
mucho tiempo.
A medida que
usted se expone a la pornografía, va creando, así mismo, un sendero en la
mente. Y cuando anda por ese sendero repetidas veces, la pornografía se
convierte en un hábito, y el sendero que ha creado en el cerebro se va
cimentando. Aún después de que usted se convence de que esa pornografía que
invade de continuo sus pensamientos tiene el poder para destruir su vida, usted
vuelve a exponerse a ella porque el sendero que ha creado en el cerebro no ha
dejado de existir, y por eso se le ha vuelto fácil transitar por él. Ese sendero
lo atrae como un imán, aun cuando usted no quiere andar por él. La única manera
de detenerse es construir un gran muro de piedra frente a la entrada.
¿Cómo puede
usted construir ese muro? Estas son algunas piedras con las que puede comenzar:
1. Ponga la
computadora en un espacio abierto a todos dentro de su casa. Asegúrese de que
cualquiera pueda ver la pantalla.
2. Si esto
no es posible y la computadora está ubicada en su habitación o en una oficina
dentro de su casa, póngala de tal modo que cualquiera pueda ver la pantalla al
pasar. Siempre deje la puerta abierta cuando esté sentado frente a la pantalla.
3.
Dondequiera que tenga revistas pornográficas, deshágase de ellas y no vuelva
jamás a frecuentar los lugares donde las ha comprado en el pasado.
4. Mantenga
a la mano un calendario en el que firma cada día dando constancia de que ha
evitado la pornografía. Le servirá de registro gráfico que le recordará cuántos
días ha logrado mantenerse alejado de ese sendero destructivo.
5. Encuentre
a una persona con la que se comprometa a rendirle cuentas. Si usted está casado
y su esposa está al tanto de su problema, entonces ella puede ser esa persona.
Dígale que quiere que ella le pregunte todos los días si usted ha vuelto a
tomar ese sendero. ¡Pero no se enoje luego cuando ella le pregunte! Si usted no
está casado, confiésele su problema a un amigo de confianza y comprométase con
él a rendirle cuentas. Pídale que averigüe con regularidad cómo le está yendo.
6. Ya que la
pornografía puede ocupar mucho tiempo suyo, encuentre otra actividad que ocupe
ese tiempo. Así creará otro sendero en su cerebro para cualquier actividad que
escoja para tomar el lugar de la pornografía.
7. Escriba
lo que les diría a las siguientes personas si llegaran a descubrir su adicción
a la pornografía: sus padres, su esposa o novia, sus hermanos o hermanas, sus
amigos o amigas, sus compañeros o compañeras de trabajo. En cada caso,
imagínese cómo se explicaría y cómo se sentiría. Piense en cómo éstos lo
considerarían o tratarían a usted de una manera diferente en el futuro.
8. Lea una
novela o revista, de contenido sano, para mujeres. Anote ejemplos que
demuestran que las mujeres son seres humanos que piensan, sienten, aman y
cuidan a otros y se preocupan por ellos (por ejemplo, una mujer que es médica
demuestra inteligencia, ambición, perseverancia, abnegación y preocupación por
el bienestar del prójimo). Recuerde que cada vez que usted mira imágenes
pornográficas está convirtiendo a esas mujeres en objetos sin valor. Cuando
usted se concentra en el cuerpo de ellas y nada más, las está despojando de sus
sentimientos, su intelecto y su infinita capacidad de amar.
Si bien la
eyaculación nocturna puede ser un escape humano natural diseñado por Dios, sus
pensamientos constantes acerca del sexo sin duda son la causa de los sueños gráficos
que a su vez contribuyen a que tales emisiones nocturnas ocurran con mayor
frecuencia. A medida que usted deje de tomar ese sendero pornográfico, su
cerebro poco a poco cimentará otros senderos que usted haya creado y la
frecuencia de estas emisiones disminuirá.
Actualmente
usted se está sintiendo muy culpable porque no ha podido frenar ese hábito. El
que nos sintamos culpables nos conviene cuando nos sirve de advertencia de que
lo que estamos haciendo nos está perjudicando. Pero nosotros mismos no tenemos
con qué librarnos de ese sentido de culpabilidad.
Para
librarse de la culpa, usted tiene que ser perdonado. Y para ser perdonado,
tiene que acudir a Dios. Él puede perdonarlo a usted por hacerse daño y por
perjudicar a su esposa presente o futura. Sólo tiene que pedírselo, y Él lo
perdonará. Pídale que forme parte integral de su vida y lo ayude a construir
una pared, piedra por piedra, como hemos descrito.
Dios no va a
eliminar el sendero que usted ha creado. Usted ha causado un cambio en su
cerebro que es consecuencia natural de la pornografía. Dios casi nunca nos
libra de las consecuencias naturales porque esas consecuencias nos enseñan las
lecciones que necesitamos aprender. Usted debe dar pasos en firme para
construir esa pared de modo que el sendero caiga en desuso y finalmente
disminuya a lo largo y a lo ancho.
»Además, le
recomendamos que instale un programa en su computadora que lo obligue a
rendirle cuentas a otra persona. Hay programas que automáticamente archivan las
direcciones de los sitios en la red que usted visita y envían ese archivo a la
persona que usted haya escogido para rendirle cuentas a fin de que lo ayude.
Entonces, cada vez que se sienta tentado a ingresar a un sitio pornográfico,
tal programa informático podrá servirle como una fuerte motivación para querer
evitar la embarazosa notificación que recibiría esa persona. El saber que lo
que usted haga ya no será un secreto le ayudará a resistir la tentación.
»El deseo de
ver imágenes pornográficas es un hambre que nunca queda satisfecha. Cualquiera
que sea la cantidad de imágenes que uno vea, siempre ha de querer ver más.
Nunca es suficiente. Los que son adictos a la pornografía son capaces de
alejarse del todo de sus seres queridos y hasta perder sus empleos porque
tratan constantemente de satisfacer esa hambre insaciable que tienen dentro sin
esperanza alguna de lograrlo.
»Sin
embargo, ¡hay esperanza para usted! El apóstol Santiago nos dio la fórmula. Él
dijo: “Sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense
a Dios, y él se acercará a ustedes.” El someterse a Dios significa hablar con
Él y pedirle ayuda. Quiere decir pedirle a su Hijo Jesucristo que le perdone
sus pecados y le dé una vida completamente nueva. El acercarse a Dios significa
permitirle que cambie su vida de adentro hacia afuera a medida que usted
cultiva a diario una relación con Él. Resistir al diablo es una frase de acción
que implica formular un plan de resistencia y llevarlo a cabo todos los días. A
medida que sus actividades y quehaceres diarios se vayan enfocando con mayor
frecuencia en lo que Dios prefiere que usted haga, se le hará más fácil oponer
resistencia.»
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