viernes, 5 de abril de 2013

LA ORACIÓN NOS PONE EN CONTACTO CON NUESTRO PADRE CELESTIAL Y CON NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO EN FORMA INMEDIATA.


LA ORACIÓN NOS PONE EN CONTACTO CON NUESTRO PADRE CELESTIAL Y CON NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO EN FORMA INMEDIATA.
LECTURA BÍBLICA: SANTIGO 5: 16- 20.
5:13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas.
5:14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
5:15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.
5:16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
¿CÓMO CONTESTA DIOS LAS ORACIONES?
A.    A VECES DICE SÍ: A  Elías en Sant 5: 17-18, a Ana en 1ª de Sam 1: 11, 19- 20; a Pablo en Colos 4: 3- 4.
B.     A VECES DICE NO: A Moisés en Dt 3: 23- 27; a Pablo en 2ª de Co 12: 8- 9.
C.     A VECES GUARDA SILENCIO: A Jesús en Mt 26: 39.
D.    A VECES DICE ESPERA: A Abram y Saraí en Gn15: 1- 6;  a David en 1ª de Reyes 5: 3- 5; a Nosotros en 2ª de Pe 3: 8,13 - 15.Fil 4: 6- 7
E.     ¿POR QUÉ SE INVENTÓ DIOS LA ORACIÓN?
La Oración permite una buena Comunicación entre Dios y nosotros y a través de ella podemos depender de Él.
La Oración es una bendición y con ella voy donde el único que me da Paz y Esperanza.
Señor, si lo que te voy a pedir, te glorifica, dámelo.
Señor, que mi Oración siempre esté en función del Reino de los Cielos.
Señor recibe de mí una petición a mí necesidad y no una exigencia, yo sabré esperar tú respuesta.
Elías igual a nosotros, nada de extraordinario, oró fervientemente, creyendo con fe y para demostrarle al rey Acab el poder de Dios, y esperó en Dios la respuesta.
Ana, una mujer afligida, derramó su corazón delante de Dios y tuvo la intensión de glorificar a Dios, la promesa de Ana no era para chantajeara Dios, sino para  Adorarlo.
Pablo pidió en Oración, para que Dios respaldara su obra y Dios lo acompañó hasta terminarla y llevar su Evangelio en presencia de los reyes.
Moisés, le pidió a Dios concluir su obra permitiéndole entrar a la Tierra Prometida, Dios le mostró todo y le dijo: basta y no me hables más de éste asunto.
Pablo le rogó a Dios tres veces que lo sanara y Dios le dijo no, bástate mí gracia.
Pablo aceptó de buena gana, no dejó de predicar, ni de orar, no dejó de Servir a Dios; no se frustró.
Muchas veces le decimos a Dios, Señor Usted no me contestó la Oración; pero Dios dice: Sí te contesté, pero te dije no.
Cuando Dios le dijo a Pablo bástate mí gracia, Pablo murió a su  Yo, declinó sus deseos.
Conténtese con lo que Yo le doy, fue la respuesta de Dios.
Cuando Dios dice: No, lo que debemos hacer es aceptar
Señor, no me has sanado, mis hijos aún siguen siendo desobedientes, sigo buscando trabajo.
Bástate mí gracia, bástate con la vida que te di hoy, con los alimentos, con el hogar.
Yo Soy suficiente en tú vida.
Pablo no se volvió a quejar. Muchas veces cuando no me basta la gracia de Dios, entonces me enojo o me desanimo.
El Poder de Dios se perfecciona en mí debilidad, por lo tanto me gloriaré en mí Problema.
Jesús se postró delante de Dios y le dijo: Padre, si es posible pasa de mí éste momento.
Que no me separe de ti, que no valla a la cruz. Pero que no sea lo que Yo quiero, sino Tú voluntad. Dios guardó silencio.
Con frecuencia Dios quiere que esperemos un poco, esperar nos pone a prueba, muchas veces la espera estimula nuestro crecimiento espiritual. ¿Por qué esperar? No tenemos la respuesta.
Dios prometió a Abram y a Saraí, su mujer un hijo y era necesario esperar el Tiempo de Dios, ellos se apresuraron con la llegada de Ismael, el cual trajo en vez de alegría, un gran conflicto y división.
El rey David, quería construir un Templo para Dios, y Dios le dijo que había que esperar.
A nosotros, nos dice que debemos tener paciencia y esperar la Venida del Señor.
“Por nada estéis afanados, sino quesean conocidas las peticiones delante de Dios.
Con súplicas, ruegos, y acción de gracias”.
Y el resultado será: “Y la Paz de Dios que sobre pasa todo entendimiento, guardará vuestra Mente…”
Recuerde que nada de lo que nos ocurre es malo:
16:9 Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él.
A Abram le prometió en:
Génesis

Capítulo 15

15:1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.
15:2 Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?
15:3 Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.

15:4 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.
15:5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
15:6 Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.
Pero Saraí no esperó en Dios, sino que buscó otra alternativa.
16:1 Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar.
16:2 Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai.
17:15 Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre.
17:16 Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.
17:17 Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir?
17:18 Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti.
17:19 Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.
18:11 Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.
18:12 Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?
18:13 Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
18:14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
18:15 Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.

21:1 Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado.
21:2 Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho.
21:3 Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac.
21:4 Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado.
21:5 Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac su hijo.
21:6 Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo.
21:7 Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez.
IGLESIA CONFRATERNIDAD CRISTIANA DE SANTA ROSA DE OSOS MARZO 23 2013
PASTOR: RIGOBERTO GÓMEZ E

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