Jesús es Obediente hasta la muerte.
El sendero a la obediencia
Era martes.
Dos días antes Jesús había entrado en Jerusalén montado en
un burro, aclamado por los gritos de "¡Hosanna!"
Dos días más tarde Jesús sería "capturado,"
juzgado absurdamente, torturado y luego sacrificado al día siguiente ante los
gritos de "¡Crucifícale!"
Era un tiempo confuso.
Pero no para Jesús. Él estaba resuelto en Su misión como
nunca. Había venido para morir como pago santo por el pecado de la humanidad; y
nada lo detendría.
Los discípulos escucharon con pánico aturdido a Jesús hablar
de su muerte próxima. ¿Qué? Ellos habían esperado reinar junto a este Rey que
venía, que ya había llegado. Pensaban que serían los que servirían en Su reino.
Por eso dejaron sus redes para seguirlo. Incluso dejaron oficinas jurídicas
exitosas y negocios de impuestos. Él era el que conquistaría al enemigo. Pero
ahora Él decía que sería entregado al enemigo; y después de que lo flagelaran,
Jesús dijo, le matarían. Luego al tercer día, Jesús dijo, resucitaría.
Los discípulos no entendían nada de esto.
El plan simplemente no estaba desenvolviéndose como ellos
habían esperado. Oyeron Sus palabras, conocían al Verbo, pero simplemente no
podían unirlo todo. Sabían quién era Él. Su búsqueda había terminado. Habían
hallado a Aquél. Pero ahora Sus palabras no tenían sentido.
Los funcionarios religiosos también estaban confusos. Por
tres años y medio Jesús había sido una espina en su zapato. ¿Él, Mesías? Ni en
sueños. ¡No queremos que este hombre gobierne sobre nosotros!
Desde su perspectiva, era necesario eliminar permanentemente
a Jesús antes de que incite al pueblo a rebelarse. Pero hoy, martes,
retrocedieron, por miedo a la multitud. Las acciones de Jesús el domingo y el
lunes no les habían dejado otra salida. La conspiración entró en la recta
final; necesitaban atraparlo antes de que tratara de escaparse.
Pero Jesús no intentaría escapar de Jerusalén. Valientemente
se puso en el camino de ellos. Era Su senda de obediencia.
Véase Lucas 18:31-34; 19:45-48: 18:31 Tomando Jesús a los
doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas
escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre.
18:32 Pues será entregado a los gentiles, y será
escarnecido, y afrentado, y escupido.
18:33 Y después que le hayan azotado, le matarán; mas al
tercer día resucitará.
18:34 Pero ellos nada comprendieron de estas cosas, y esta
palabra les era encubierta, y no entendían lo que se les decía.
19:45 Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos
los que vendían y compraban en él,
19:46 diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración;
mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
19:47 Y enseñaba cada día en el templo; pero los principales
sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo procuraban matarle.
19:48 Y no hallaban nada que pudieran hacerle, porque todo
el pueblo estaba suspenso oyéndole.
IGLESIA LA CONFRATERNIDAD CRISTIANA DE SANTA ROSA DE OSOS
MARZO 2013
PASTOR: RIGOBERTO GÓMEZ E
OBECIENCIA
SIN DEMORAS POR PARTE DE JESÚS
Jesucristo
cumple sin reparos, en obediencia, y sin retraso. Jesucristo es nuestro máximo
ejemplo. Puntualidad sin variación.
1. Cuando Jesucristo inició su
Ministerio. Mr 1: 14- 15. Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a
Galilea predicando el evangelio del
reino de Dios,
1:15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios
se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
María le pide a Jesús que actué. Jn 2: 3- 4. Y faltando el
vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
2:4 Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha
venido mi hora.
Aunque tenía el Poder de Dios, no lo utilizó, hasta el
momento que fue exigido.
Jesús tenía muchos enemigos y aunque querían matarle no
pudieron. Jn 7: 30: Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano,
porque aún no había llegado su hora.
Antes de que todo ocurriera Jesús les había dicho a sus
Discípulos en Lc 9: 44: Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras;
porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres.
La prueba máxima de la Obediencia había llegado, el texto
dice que afirmó su Rostro, para ir a Jerusalén; afirmar es apuntar al blanco,
avanzar hasta el lugar, sin tropiezo, sin obstáculo.
Jn 12: 23. Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora
para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
12:24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo
no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
12:25 El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su
vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
12:26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí
también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
12:27 Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre,
sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.
12:28 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del
cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.
12:29 Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía
que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado.
12:30 Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa
mía, sino por causa de vosotros.
12:31 Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de
este mundo será echado fuera.
12:32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré
a mí mismo.
12:33 Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a
morir.
Todo estaba determinado por Dios. Antes de la fiesta de la
Pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado.
A partir de aquí se empiezan a dar todos los acontecimientos.
Gran ejemplo el del Señor Jesús, que cumplió sin el más
mínimo retraso.
Ser desobediente es no cumplir a tiempo, algunos cumplen,
pero llegan tarde, otros no hacen las cosas bien y muchos las hacen como a
ellos les parece y no como se las solicitaron.
Jn 13:1 Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que
su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado
a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
Jesús sabía todos las cosas que habían de suceder, pero
quería que ellos lo supieran para reafirmar quién era El. Jn 13:19 Desde ahora os lo digo antes que
suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy.
Hermanos, no será qué ya llegó su Tiempo para aceptar al
Señor Jesucristo, como el Rey de su vida y como el Señor Salvador Personal, no espere en desobediencia, no se
exponga al desánimo, o a la enfermedad o la muerte. Samos Obedientes, imitemos
al Señor Jesucristo, que Obedeció sin variación, sin demora, porque sabía que
era necesario Obedecer al Padre Celestial y hacer toda la Voluntad y no por
partes como nosotros, que no seguimos instrucciones, ni pasos, sino nuestras
propias conveniencias y andamos por esto en Desobediencia.
IGLESIA CONFRATERNIDAD CRISTIANA DE SANTA ROSA MARZO 2013
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