viernes, 31 de mayo de 2013

EL PUEBLO Y LOS SACERDOTES DE DIOS

EL PUEBLO DE DIOS Y SER SACERDOTES EN EL HOGAR.1 Pe 2: 9
2:9 Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
1ª de Samuel 2 : 12 - 25

Elí fue el sumo sacerdote en la época que menos se escuchaba la Palabra de Dios en Israel, como dice en el Capítulo 3:1 "...; y la Palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia." Ser el sacerdote principal para el pueblo, era, no solo conocer la Palabra, sino llevarla a cabo con el mayor sigilo. Uno de los roles fundamentales de un sacerdote en su hogar, era comunicar La Palabra de Jehová a sus hijos en todo momento, en todo lugar y a toda hora (Deuteronomio 11:18 - 21 ). Cuando observamos la historia que nos muestra Samuel en su primer libro, observamos unos hijos de Elí, pecando en la misma casa de Jehová, "con las mujeres que velaban a la puerta de Tabernáculo de reunión" ( 2:22), es decir, no observando la santidad del sacerdote de Jehová y lo peor, en la misma Casa de Jehová. El pasaje nos deja ver a un padre que siendo viejo, trata de reprender a sus hijos indicándoles que lo que hacen está mal, pero, como vemos, es un paño de agua tibia en lo que los hijos habían decidido hacer y no tenía ni estorbo firme, ni freno adecuado a sus acciones. La historia termina con la muerte de los hijos de Elí y con la muerte del mismo sumo sacerdote ante la noticia de la muerte trágica de sus hijos.
La pregunta está en que debió hacer Eli. La respuesta nos enseñará cómo debemos comportarnos con nuestros hijos siendo los sacerdotes en el hogar. Esta es la primera de varias entregas sobre nuestro verdadero comportamiento como Padres.

1. DEBEMOS SER SACERDOTES PRESENTES.

En el mundo moderno, la ausencia de los Padres, es una constante. Los Padres no solamente estamos ausentes por nuestro trabajo, sino por nuestras múltiples ocupaciones dentro del hogar: tenemos que ver televisor, leer la prensa, contestar los    e-mail que nos llega, realizar nuestro aseo diario y si nos sobra tiempo, tener algún gusto con nuestras esposas. Fuera del hogar, tenemos igualmente, abundante cantidad de compromisos: el trabajo, los amigos, el deporte, la iglesia, las compras y principalmente, el servicio a la comunidad que nos rodea. Pero nuestros Hijos ?. Realmente no son la prioridad. Ellos reciben una buena educación en el plantel que con tanto esmero hemos escogido y con tanta dificultad pagamos. Ellos tienen un buen televisor donde puede ver a DiscoveryChanel  que les enseñará lo que necesitan saber y ellos tienen un buen computador en casa que les ayudará a hacer las tareas. PARA QUE MÁS????.
La Palabra de Dios nos enseña, que debemos, tenemos, que hablarles de Dios, de sus enseñanzas, de su amor, de su salvación, de su camino. La Palabra nos obliga a pasar tiempo de calidad con ellos, no solo REGAÑANDOLOS, sino demostrándoles que los amamos y estamos para ellos. Nos dice además, que debemos ser ejemplo para ellos en la vida cristiana y en nuestro amor a Dios, que ellos, al igual que nosotros, necesitan a Dios en todos los ámbitos del andar humano. Estar presentes es vivir con ellos, el diario discurrir de sus vidas llevándolos de la mano hacia Dios.
SER SACERDOTES EN EL HOGAR.
Como veíamos en el e-mail anterior, es necesario que el sacerdote esté presente en el hogar y sea un actor activo con las personas que habitan y no un ser pasivo que solo entra y sale.
Hoy veremos otro aspecto necesario como sacerdote dentro del hogar.

2. SU CONSEJO ES OPORTUNO Y EN EL TIEMPO JUSTO.
1ª DE SAMUEL 2 : 12 - 25

Cuando Elí fue informado por los ancianos de Israel sobre lo que sus hijos hacían, Elí los llamó y les preguntó sobre la actuación de ellos en la Casa de Jehová. Para el momento en que los llama, el mal de ellos estaba hecho en la Casa de Jehová y en el Pueblo de Israel. Dice la Palabra: " Por qué hacéis cosas semejantes?. Porque yo oigo de TODO ESTE PUEBLO vuestros malos procederes " ( Vr 23 ). Lo que Elí estaba diciendo era que él escuchaba lo que ellos YA estaban haciendo de malo dentro de su oficio como sacerdotes de Israel.

Cuando un Padre ha sido ausente como sacerdote en el hogar, como conductor, como guía de lo que deben hacer BIEN hecho los hijos, el comportamiento de éstos es de esperar que sea deficiente, es decir, que no corresponde a lo que deben hacer dentro de la sociedad cuando se incorporan a ella como actores de la misma. Hoy lo vemos, más que nunca, cuando observamos el aumento de la delincuencia juvenil, el aumento de menores infractores y el aumento de la paternidad entre adolescentes. En casi todos los casos ha habido un aumento en la ausencia del padre y por consiguiente, una pérdida del padre como guía y ejemplo de disciplina

El consejo y la orientación del padre, debe ser oportuna, es decir, en el momento en que el niño lo necesita. Para los israelitas, era fundamental que los padres dieran la instrucción necesaria a los hijos y buscaban la enseñanza oportuna de la Palabra de Dios. Pero en caso de los hijos de Elí, la misma Palabra dice que " la Palabra de Dios escaseaba en aquellos tiempos" ( 3: 1), lo cual era una realidad para los hijos de Elí, cuando fueron niños. Era de esperar su actuación como adultos no guiados oportuna y eficazmente.

Hoy debemos preguntarnos, cuanto aconsejamos a nuestros hijos y en qué momento lo hacemos, cuando aún hay tiempo o cuando ya es muy tarde ?.
DIOS ES UN PADRE RESTAURADOR
EL PADRE: DIRECTOR DE LA ORQUESTA, SACERDOTE Y SANTO
Sal. 128
Debe haber armonía en el hogar. Por cierto, todo el hogar debe ser una sinfonía de alabanza. ¿Pero quién es el líder que dirige esta maravillosa música? El padre. El Salmo 128 contiene un mensaje especial para los padres. Así que si usted es un padre, me gustaría que note cinco hermosas verdades que le ayudarán a poner música en su hogar.

EL CARÁCTER QUE DEMUESTRA

La mayoría de la gente piensa que la felicidad proviene del matrimonio, del dinero, del éxito o la buena salud. Sin embargo, la Biblia dice que “es el temor a Dios lo que trae felicidad”. ¿Qué significa “el temor a Dios”? A mí me gusta pensar que es, sencillamente, el amor que está de rodillas. Aquel que ama más a Dios, es quien más le teme.

Lo demuestra por la forma en que vive. No hay nada más importante para el hombre que su integridad. Déjeme preguntarle al padre que está leyendo esto: ¿Por qué quiere que le recuerden? ¿Por el trabajo que tuvo? ¿Por cómo cuidó el jardín? ¿Por el dinero que ganó? Yo quiero que mis hijos me recuerden por mi carácter. Quiero que ellos puedan decir: “Mi papá tenía temor de Dios. Mi papá caminó en los caminos de Dios.”

EL CONTENTAMIENTO QUE APRENDE

El Salmo 128:2 dice: “Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien.” Hay algo realmente maravilloso en el trabajo honesto. Proveer para su familia y regresar al hogar para disfrutar lo que Dios ha dado.

La Biblia dice en 1ª Timoteo 6:6: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento.” ¿Sabe cuál es el problema con muchos padres? Que nunca están contentos. Nunca tienen lo suficiente. Nunca están satisfechos de simplemente venir al hogar y ser feliz con su familia. Están tan ocupados ganado para vivir, que se olvidan precisamente de eso: ¡de vivir!

LA COMPAÑÍA QUE AMA
El Salmo 128:3 explica: “Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa.” La compañera del padre debe ser su fiel esposa, porque ella se aferra a él como una enredadera se aferra a la pared. Y un marido debe ser para su mujer lo que la pared es para la enredadera: su soporte y fortaleza.

El marido anima y edifica a su esposa haciendo evidente su amor y cubriéndola con su afecto. ¿Caracteriza eso a su esposa? ¿Caracteriza eso su rol o papel en el hogar como el proveedor fiel y el amoroso apoyo de su esposa?

LOS HIJOS QUE LIDERA

“Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa” (Salmo 128:3b). ¿Sabía usted que el olivo es un símbolo bíblico de ser fructífero y justo? Un árbol de olivo, si está bien sembrado y cuidado, puede dar fruto por veinte generaciones.

Quiero preguntar a los padres algo: si su esposa es como una enredadera y sus hijos como plantas de olivo, ¿cuál es su rol? ¡Usted debe cultivarlos! Sabio es el padre que entiende que es su labor y privilegio el cultivar el amor de su esposa y proveer para sus necesidades, y cultivar a sus hijos y proveer para las necesidades de ellos.

LA CONTRIBUCIÓN QUE DEJA

Note ahora el Salmo 128:4-6: “He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Jehová. Bendígale Jehová desde Sion, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel.” ¡Oh, qué bendición es ver a nuestros hijos y nietos sirviendo al Señor!

Yo no sé de qué familia proviene usted, pero probablemente hay algunos que están leyendo esto que fueron abusados siendo niños. Tal vez otros crecieron en un hogar donde hubo alcoholismo, ira incontrolable, abandono o aun la prematura muerte de su padre, antes de que tuviera la oportunidad de llegar a conocerle.

Tal vez se esté diciendo a usted mismo: “Daría cualquier cosa porque mi padre pusiera sus brazos alrededor de mi cuello, y me dijera que me ama.” La más profunda necesidad de su corazón, es por un padre que le abrace y le diga: “Te acepto y te amo.”

Permítame decirle que hay esperanza para usted. Todo hijo de Dios tiene un Padre que le ama incondicional y eternamente. Usted puede sentarse en su regazo cuando quiera y donde quiera, y ser abrazado. Tome esta verdad de la Palabra de Dios y no sólo piense en ella, sino resguárdela en su corazón.

“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo” (Gálatas 4:4-7).

Usted no puede hacer nada acerca de sus ancestros, pero ciertamente usted puede hacer algo acerca de sus descendientes.

Un padre dijo: “Si pudiera hacerlo todo de nuevo, esto es lo que haría: amaría más a mi esposa frente a nuestros hijos; reiría más con mis hijos, aprendería más  de nuestros errores y nuestros gozos; les escucharía más, aun a los más pequeños. Sería más honesto acerca de mis propias debilidades, y dejaría de pretender ser perfecto. Oraría diferente por mis hijos. En vez de pensar sólo en mí, me enfocaría en ellos. Haría más cosas con mis hijos. Les daría más ánimo y les alabaría más. Pondría más atención a las cosas pequeñas, acciones y palabras de amor y bondad. Finalmente, si podría hacerlo todo de nuevo, compartiría a Dios más íntimamente con mi familia. Usaría cada cosa ordinaria que sucede en cada día ordinario, para guiarles a Dios.”

Padres, si va a haber música en su hogar, usted va a tener que proveerla, porque Dios le ha hecho a usted el director o conductor de la orquesta.
Recuerde que somos sus Sacerdotes y que Dios nos dio una gran responsabilidad, no sólo en el Hogar, sino también en su Iglesia, y en el resto de la Sociedad. Nuestros hijos van a formar esa Nación Santa que dará la Gloria a Dios El Padre y a Nuestro Señor Jesucristo. Amén



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