jueves, 13 de junio de 2013

DIOS ES EL VERDADERO ALFARERO DÉJESE MOLDEAR

DIOS ES EL VERDADERO ALFARERO

LA SEÑAL DEL ALFARERO Y EL BARRO.
Palabra de Jehová que vino a Jeremías diciendo:
Levántate y vete a la casa del alfarero,
y allí te haré oír mis palabras.
y descendí a casa del alfarero, y he
aquí que él trabajaba sobre la rueda.
y la vasija de barro que él hacía
se echó a perder en su mano; y volvió
y la hizo otra vasija, según le pareció
mejor hacerla.
Entonces vino a mí palabra de
Jehová diciendo:
¿No podré yo hacer de vosotros como
este alfarero, oh casa de Israel?.
LOS NUEVOS ALFAREROS: LA IGLESIA DE JESUCRISTO

Dios se define en éste pasaje como un alfarero.
El alfarero trabaja sobre la rueda.
Estamos fabricados de barro.
En el transcurrir de la vida, nos podemos volver un barro inútil.
Dios puede tomar ese barro y volver a amasarlo de nuevo.
Si a Dios le parece, hace una nueva vasija, más útil.
¿No crees qué el mundo está hoy lleno de muchas vasijas que necesitan ser cambiadas?.
El maestro, Jesucristo, el Señor, quiere hacerlo hoy.
Dios desea que haya muchos alfareros que trabajen en la rueda.
Aquí hay un taller para hacer este noble trabajo;¿Deseas hacer parte de él?
En el taller del maestro puedes participar, envía, lo que quieras y conviértete en un alfarero que trabaja en la rueda al servicio de Dios.
En el taller del maestro, donde tú eres un alfarero llegan muchas personas desorientadas, que necesitan ayuda. Dios nos ha comisionado para poner a funcionar la rueda, no se sí te vas a quedar quieto y no vas a hacer nada; yo, en cuanto a lo que a mí me corresponde voy a presentarle un plan de salvación, tú puedes hacer lo mismo, cuando algún desesperado llegue a tú taller.

EL PLAN DE DIOS PARA SU IGLESIA
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de él.

Por su amor, nos predestinó para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.

En él tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia.

Y él nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en el cumplimiento de los tiempos establecidos, así las que están en los cielos como las que están en la tierra.

Efesios 1:3-10


AÑO NUEVO UNA VIDA NUEVA.
Es necesario tener un plan para este año que comienza, nada mejor que un inicio con Jesús, él es nuestro maestro y como sus discípulos debemos esperar las instrucciones.
Señor es nuestro mayor deseo obedecerlo y hacer la voluntad de Dios .Este año que empieza, queremos entregárselo a usted. Haga de él lo mejor para nuestras vidas, bendiga nuestros hogares y nuestro ministerio. Amén.
Para ti que eres un alfarero y deseas trabajar en el taller del maestro, Dios, te está invitando a que lo hagas con un corazón limpio y una vida nueva.




Dios tiene preparada la rueda, sólo está esperando a los alfareros que están dispuestos para iniciar su trabajo; también está listo el barro, cómo encontraremos el barro, no sabemos, pero de lo que sí estamos seguros es de que necesitan muchos cambios. Anímate, puedes hacer parte de este equipo del taller del maestro.
Te recomiendo que empieces con una oración al Señor, pídele sabiduría para que todas tus decisiones sean correctas, que lo que pienses hacer este dentro de la voluntad de Dios.
En el taller del maestro aprendemos a construir en compañía de Jesús una iglesia en Santa Rosa de Osos y una sociedad llena de amor, en armonía y en paz.
El deseo para el año 2013 es que hagas parte de este taller y que tu corazón sea para Dios, recuerda entonces: ¿QUE PIDE JESÚS..........?
Ámense los unos a los otros.
Perdónense los unos a los otros.
Dedíquense los unos a los otros.
Sopórtense los unos a los otros.
Anímense los unos a los otros.
Edifíquense los unos a los otros.
No se juzguen los unos a los otros.

Acéptense los unos a los otros.
Aconsejen los unos a los otros.
Salúdense los unos a los otros.
Espérense los unos a los otros.
Preocúpense los unos por los otros.
Sírvanse los unos a los otros.
Oren los unos por los otros.
Tengan comunión los unos con los otros.
Dependan los unos de los otros.

Supérense los unos a los otros al demostrar honor.
Sométanse los unos a los otros.
Regocíjense los unos a los otros.
Lloren los unos con los otros.
Estimúlense los unos a los otros.
Sean hospitalarios los unos con los otros.

Apliquen sus dones los unos con los otros.
Sean humildes los unos con los otros.
No digan cosas malas los unos contra los otros.
No se quejen los unos de los otros.
Sean amables los unos con los otros.
Confiesen sus faltas los unos a los otros.
Lleven las cargas los unos de los otros.
Sean de un mismo sentir los unos para con los otros.
Oración.
Dios mío, gracias por esta oportunidad que nos das de estar a tú servicio.
Ayúdanos a que este sueño se vuelva una realidad. Que su Espíritu Santo nos acompañe siempre y que el Señor Jesucristo nos bendiga. Amén.
Jeremías18:1-5a .
EL PROPÓSITO DE DIOS PARA NUESTRA VIDA
Tiene un propósito
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual. Así podréis andar como es digno del Señor, agrandándolo en todo, llevando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios.

Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, obtendréis fortaleza y paciencia, y, con gozo, daréis gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz. Y él nos ha librado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

Colosenses 1:9-14.
TODAVÍA NO ES TIEMPO DICE EL ALFARERO

"A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú el alfarero. Todos somos obra de tu mano." Isaías 64:8



Se cuenta que en Inglaterra había una pareja que gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Al entrar en una de ellas se quedaron prendados de una hermosa tacita. "¿Me permite ver esa taza?" preguntó la señora, "¡nunca he visto nada tan fino!"



En las manos de la señora, la taza comenzó a contar su historia: "Usted debe saber que yo no siempre he sido la taza que usted está sosteniendo. Hace mucho tiempo yo era solo un poco de barro. Pero un artesano me tomó entre sus manos y me fue dando forma. Llegó el momento en que me desesperé y le grité: "Por favor, ya déjeme en paz...!" Pero mi amo solo me sonrió y me dijo:... "Aguanta un poco más, todavía no es tiempo".



Después me puso en un horno. Nunca había sentido tanto calor toqué a la puerta del horno y a través de la ventanilla pude leer los labios de mi amo que me decían: "Aguanta un poco más, todavía no es tiempo."



Cuando al fin abrió la puerta, mi artesano me puso en un estante. Pero, apenas me había refrescado, me comenzó a raspar, a lijar. No sé cómo no acabó conmigo. Me daba vueltas, me miraba de arriba a abajo. Por último me aplicó meticulosamente varias pinturas... Sentía que me ahogaba... "Por favor déjame en paz", le gritaba a mi artesano; pero el sólo me decía:..."Aguanta un poco más, todavía no es tiempo."



Al fin, cuando pensé que había terminado aquello, me metió en otro horno, mucho más caliente que el primero. Ahora sí pensé que terminaba con mi vida. Le rogué y le imploré a mi artesano que me respetara, que me sacara, que si se había vuelto loco. Grité, lloré; pero mi artesano sólo me decía: "Aguanta un poco más, todavía no es tiempo."



Me pregunté entonces si había esperanza.. si lograría sobrevivir aquellos tratos y abandonos. Pero por alguna razón aguante todo aquello. Fue entonces que se abrió la puerta y mi artesano me tomo cariñosa mente y me llevó a un lugar muy diferente.



Era precioso. Allí todas las tazas eran maravillosas, verdaderas obras de arte, resplandecían como solo ocurre en los sueños. No pasó mucho tiempo cuando descubrí que estaba en una fina tienda y ante mi había un espejo. Una de esas maravillas era yo. ¡No podía creerlo! ¡Esa no podía ser yo!



Mi artesano entonces me dijo: "Yo sé que sufriste al ser moldeada por mis manos, mira tú hermosa figura. Sé que pasaste terribles calores, pero ahora observa tu sólida consistencia, sé que sufriste con las raspadas y pulidas) pero mira ahora la finura de tu presencia... y la pintura te provocaba nausea pero contempla ahora tu hermosura... y, ¿Si te hubiera dejado como estabas? "¡Ahora eres una obra terminada! ¡lo que imaginé cuando te comencé a formar!.



Querido hermano que lees. Usted es una tacita en las manos del mejor alfarero: Dios. Confíate en sus amorosas manos aunque muchas veces no comprendas porque  permite tu sufrimiento. AGUANTA UN POCO MAS Y SERÁS EL HIJO/A QUE EL SOÑÓ PARA TODA LA ETERNIDAD...



¡Dios les bendiga!

Amén.
TRANSFORMADOS PARA SERVIRLE A DIOS

El fin de todas las cosas

“el Señor Jesucristo, que cambiará nuestro cuerpo miserable para que sea como su propio cuerpo glorioso” Filipenses 3:20-21

El objetivo de nuestra jornada en este mundo es ser moldeados a imagen de nuestro salvador Jesucristo. Poco a poco, Dios va puliendo aspectos de nuestra personalidad, aspectos que impiden mostrar la personalidad de Cristo. Como un orive que refina un metal precioso, hasta alcanzar la pureza que lo permite ver el reflejo de su propio rostro en el metal. El Señor también nos refina para poder ver su rostro en nuestras vidas. ¡Qué milagro!

El Apóstol Juan nos dice que, cuando Cristo vuelva, seremos semejantes a Él, como lo vemos en su gloria. Pablo nos recuerda que esa semejanza va más allá de la personalidad parecida con Cristo, incluye hasta nuestra apariencia física. Él dice: “Cristo transformará nuestro cuerpo débil y mortal, y hará con que sea igual a su glorioso cuerpo.” (Filipenses 3:21)

Algunos de nosotros luchamos con mucha fragilidad física. Nuestro físico muchas veces no puede hacer lo que deseamos. Inclusive, algunos ejercicios espirituales exigen ciertas aptitudes físicas. No podemos servir a otros como nos gustaría porque nuestras mentes divagan y no conseguimos razonar con claridad. Hoy, vamos a vivir en la esperanza que nos trae alegría por medio de la resurrección. Estamos siendo transformados de gloria en gloria.

Piensa

Oh Señor, así como el orive, refina nuestro ser, hasta que veas tu rostro reflejado en nuestras vidas.

Ora

Señor, continua trabajando nuestras vidas. Llénanos con la alegría de saber que aquel que comenzó el buen trabajo en nosotros, lo completará hasta el día del regreso de Cristo. En nombre Jesús. Amén.

PASTOR: Rigoberto Gómez E

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