lunes, 5 de agosto de 2013

CUANDO UN NIÑO MUERE ¿QUE PASA ?

CUANDO UN NIÑO MUERE ¿QUE PASA ?
Cuando muere un niño:


Leer | 2 SAMUEL 12.16-23

16 Entonces David rogó a Dios por el niño; y ayunó David, y entró, y pasó la noche acostado en tierra. 17 Y se levantaron los ancianos de su casa, y fueron a él para hacerlo levantar de la tierra; mas él no quiso, ni comió con ellos pan. 18 Y al séptimo día murió el niño; y temían los siervos de David hacerle saber que el niño había muerto, diciendo entre sí: Cuando el niño aún vivía, le hablábamos, y no quería oír nuestra voz; ¿cuánto más se afligirá si le decimos que el niño ha muerto? 19 Mas David, viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto. 20 Entonces David se levantó de la tierra, y se lavó y se ungió, y cambió sus ropas, y entró a la casa de Jehová, y adoró. Después vino a su casa, y pidió, y le pusieron pan, y comió. 21 Y le dijeron sus siervos: ¿Qué es esto que has hecho? Por el niño, viviendo aún, ayunabas y llorabas; y muerto él, te levantaste y comiste pan. 22 Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño? 23 Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí.


Es comprensible que las personas que pierden a un hijo quieran estar seguros de que su pequeño está en los brazos de Dios. La Biblia no es explícita en cuanto a lo que sucede a los que son demasiado jóvenes para hacer una declaración de fe. Sin embargo, la misericordia del Señor sobre ellos es evidente cuando estudiamos su Palabra.

Con los años, la gente ha creado explicaciones no bíblicas de lo que sucede a los pequeños que mueren. Hay quienes sostienen que la salvación está disponible para algunos, pero no para otros, lo cual es bíblicamente equivocado
(Jn 3.16; 2 P 3.9).

16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Otra teoría más complicada mantiene que Dios usa su conocimiento para determinar si un niño que muere irá al cielo o al infierno. La idea es que Él salva a quienes Él sabe que habrían creído y sido salvos, pero rechaza al resto. ¡Qué terrible incertidumbre significaría eso para los miembros de la familia que quedaron atrás!

Dios no deja a la gente haciéndose conjeturas. Lo que su Palabra enseña es que durante sus primeros años de vida, un niño no sabe cómo elegir entre el bien y el mal (Dt 1.39; Is 7.16.), y por tanto no es responsable por su conducta moral. Por consiguiente, cuando un niño muere, el Señor lo espera con los brazos abiertos. Esta es la única teología que tiene sentido bíblico, dado el carácter, los deseos y el plan del Padre celestial.
39 Y vuestros niños, de los cuales dijisteis que servirían de botín, y vuestros hijos que no saben hoy lo bueno ni lo malo, ellos entrarán allá, y a ellos la daré, y ellos la heredarán.
16 Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra de los dos reyes que tú temes será abandonada.

Hasta que un niño tiene la madurez suficiente para aceptar o no al Señor, está a salvo del juicio divino. Nuestro justo y misericordioso Dios no castiga a los niños pues son demasiado jóvenes para comprender su necesidad de un Salvador. Los creyentes se reunirán con sus pequeños en el cielo (2 S 12.23).

23 Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí.

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