LA DOCTRINA DE LA JUSTIFICACIÓN POR FE.
IGLESIA
SANTA ROSA DE OSOS.
A. BIENVENIDA
B. LECTURA BÍBLICA
C. ORACIÓN
INTRODUCCIÓN:
Romanos 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos
paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Tito 3: 7.
3:7 para que
justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza
de la vida eterna.
¿Cuál es el
significado de justificación?.
Los teólogos los confundirán, si les
preguntan. Voy a hacer mi mejor esfuerzo para explicar la justificación de
manera sencilla y simple, para que me entienda inclusive un niño. No hay tal
cosa como una justificación que pueda ser obtenida en la tierra por los
hombres, excepto de una sola manera. La justificación, ustedes saben, es un
término forense; siempre es empleado en un sentido legal. Un prisionero es
traído al tribunal de justicia para ser juzgado. Sólo hay una forma en que ese
prisionero puede ser justificado; esto es, no debe ser encontrado culpable; y
si no es encontrado culpable, entonces es justificado: esto es, se ha
demostrado que es un hombre justo. Si ese hombre es encontrado culpable, no
puede ser justificado. La Reina puede perdonarlo, pero ella no puede
justificarlo. Sus hechos no son justificables, si fuera culpable de ellos; y él
no puede ser justificado por ellos. Puede ser perdonado; pero ni la realeza
misma podría jamás lavar el carácter de ese hombre. Es tan criminal cuando es
perdonado como lo era antes de ser perdonado. No hay ningún medio entre los
hombres de justificar a un hombre de una acusación que es levantada en su
contra, excepto cuando se demuestra que no es culpable. Ahora, la maravilla de
maravillas es que se ha demostrado que somos culpables, y sin embargo somos
justificados: se ha leído el veredicto en contra nuestra de: culpables; y sin
embargo, a pesar de ello, somos justificados. ¿Podría algún tribunal terrenal
hacer eso? No, la redención de Cristo logró eso que es una imposibilidad para
cualquier tribunal de la tierra. Todos nosotros somos culpables. Lean el
versículo 23 que precede inmediatamente al texto: "por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios." Allí es presentado el
veredicto de culpables, y sin embargo inmediatamente después se dice que somos
justificados gratuitamente por Su gracia .Ahora, permítanme explicarles cómo
justifica Dios al pecador. Voy a suponer un caso imposible. Un prisionero ha
sido juzgado y condenado a muerte. Él es un hombre culpable; él no puede ser
justificado porque es culpable. Pero ahora, supongan por un momento que pudiera
ocurrir algo así: que alguien más pudiera participar, y que pudiera asumir toda
la culpa de ese hombre, que pudiera ponerse en su lugar y por algún proceso
misterioso, que por supuesto es imposible entre los hombres, se convirtiera en
ese hombre; o tomara sobre sí el carácter de ese hombre; él, el hombre justo,
pone al rebelde en su lugar, y convierte al rebelde en un hombre justo.
Nosotros no podemos hacer eso en nuestras cortes. Si yo me presentara ante un
juez, y él decidiera que debe encarcelarme durante un año en vez de un
desgraciado que fue condenado ayer a un año de prisión, yo no podría asumir su
culpa. Podría sufrir su castigo, pero no podría llevar su culpa. Ahora, lo que
la carne y la sangre no pueden hacer, eso hizo Jesucristo mediante Su
redención. Aquí estoy yo, el pecador. Yo me refiero a mí mismo como
representando a todos ustedes. Estoy condenado a muerte. Dios dice: "Voy a
condenar a ese hombre; debo, quiero y lo voy a castigar." Cristo
interviene, me hace a un lado, y se pone en mi lugar. Cuando se pide que hable
el reo, Cristo dice: "Culpable;" y hace que mi culpa sea suya. Cuando
se va a aplicar el castigo, Cristo se presenta. Dice: "castígame a
Mí," "he puesto mi justicia en ese hombre, y Yo he tomado sobre Mí
los pecados de ese hombre. Padre, castígame a Mí y considera a ese hombre como
si fuera Yo. Deja que él reine en el cielo; y que yo sufra sus miserias. Déjame
que Yo soporte su maldición, y que él reciba mi bendición." Esta
maravillosa doctrina del intercambio de lugares entre Cristo y los pobres
pecadores, es una doctrina de revelación, pues no habría podido ser concebida
por la naturaleza humana. Permítanme que lo explique de nuevo, no sea que no
quedó muy claro. La forma en que Dios salva a un pecador no es, como dicen algunos,
ignorando el castigo. No; el castigo ha sido cumplido por completo. Es
colocando a otra persona en el lugar del rebelde. El rebelde debe morir; Dios
dice que debe morir. Cristo dice: "Yo seré el sustituto del rebelde. El
rebelde tomará mi lugar y Yo tomaré el suyo." Dios consiente a esto.
Ningún monarca de la tierra tendría poder para dar su consentimiento a un
cambio así. Pero el Dios del cielo tenía el derecho de hacer lo que Él
quisiera. En su infinita misericordia dio su beneplácito al arreglo. "Hijo
de mi amor," dijo, "debes colocarte en el lugar del pecador; debes
sufrir lo que correspondía sufrir a él; debes ser considerado culpable, tanto
como él fue considerado culpable; y después voy a ver al pecador bajo otra luz.
Lo veré como si fuera Cristo; lo aceptaré como si fuera mi unigénito Hijo,
lleno de gracia y de verdad. Le daré una corona en el cielo y lo llevaré en Mi
corazón por toda la eternidad." Esta es la forma en que somos salvados,
"siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención
que es en Cristo Jesús." Y ahora proseguimos a explicar algunas de las
características de esta justificación. En el momento en que un pecador
arrepentido es justificado, recuerden, él es justificado en relación a todos
sus pecados. He aquí un hombre plenamente culpable. En el instante en que cree
en Cristo, recibe su perdón de inmediato, y sus pecados ya no son más suyos;
son arrojados a las profundidades del mar. Fueron puestos sobre los hombros de
Cristo y han desaparecido. Ahora es un hombre justo a los ojos de Dios, y
acepto en el Amado. "¡Cómo!", dicen, "¿quieres decir eso
literalmente?" Así es, en efecto. Esa es la doctrina de la justificación
por la fe.
EN
CONCLUSIÓN, LO QUE DIOS HACE ES:
1.
Justificar al impío.
2. Elimina
nuestra culpa
3. No hace
acepción de personas
4. La
justificación por fe, confirma la ley
5. En Cristo
Jesús no hay condenación
NOTAS
ACLARATORIAS SOBRE LA JUSTIFICACIÓN.
Bildad
suhita, otro de los amigos de Job, preguntó: «¿Cómo, pues, se justificará el
hombre para con Dios?» ¿Cómo respondería usted a esta pregunta? (Job 25:4)
Lo primero
es dejar de justificarse a uno mismo. «Vosotros sois los que os justificáis a
vosotros mismos», dijo el Señor Jesús a los fariseos, y en tanto que alguien
haga esto, Dios no lo justificará. Cuando dejamos de tratar de justificarnos a
nosotros mismos, justificamos entonces a Dios en Su juicio sobre nosotros
debido al pecado. «Los publicanos justificaron a Dios», leemos, y esto era
precisamente lo contrario a lo que estaban haciendo los fariseos. Condenarse
uno mismo y justificar a Dios son así dos cosas que van juntas. Nos ponemos del
lado de Dios contra nosotros mismos, y reconocemos la verdad de Su veredicto
sobre nosotros como pecadores culpables, viles, merecedores del infierno. Este
es el primer paso.
Además de
esto, tenemos que apartar la mirada de nosotros mismos y dirigirla a Cristo.
Creer en Jesús significa quedar justificado de todas las cosas (Ro. 3:26; Hch.
13:39). Cuando aprendemos lo que Su muerte ha cumplido por nosotros, y cómo Su
resurrección nos absuelve de todo cargo, comprendemos lo que es estar
justificados, y el bendito resultado de ello es «la paz con Dios» (Ro. 5:1).
Los
cristianos, ¡triste es decirlo!, son a veces muy inconsecuentes en su manera de
vivir. ¿Acaso estos cristianos siguen siendo personas justificadas?
Si solo
aquellos cuya conducta fuese intachable fuesen los justificados, se tendría que
buscar durante mucho tiempo antes de descubrir a un hombre justificado.
Pero veamos
cómo se designa a los cristianos en Corinto. Su conducta distaba de ser
perfecta. Habían merecido una reprensión pública acerca de cuestiones
relacionadas con los principios morales más básicos. Sin embargo, y de la
manera más incondicional, el apóstol Pablo podía decir de ellos: «ya habéis
sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados» (1 Co.
6:11). Observemos que estas palabras se dirigen a ellos inmediatamente después
de una ácida reprensión por sus constantes contiendas. Cierto, se les recuerda
que habían sido lavados, santificados y justificados a fin de que huyeran de
aquellas cosas de las que habían sido lavados. Pero no se les dice, a la vista
de su pecado, que tuvieran que volver a ser lavados otra vez, santificados de
nuevo, y vueltos a justificar. Se menciona su justificación como algo que había
sido cumplido una vez por todas, y esta realidad es la base sobre la que puede
hacerse un llamamiento a vivir de una manera consecuente y piadosa.
¿Cómo puede
uno saber de cierto que está justificado?
Un pasaje de
las Escrituras al que ya nos hemos referido nos proporciona una respuesta clara
y plena. Volvamos a Hechos 13:39, y leeremos estas palabras: «en él» (Jesús)
«es justificado todo aquel que cree». No creo que ninguna de mis palabras lo
podría expresar de una forma más clara que esta.
ESCRITURA:
Romanos 8:30c: “A los que justificó, a éstos también glorificó.”
Romanos 8:30c: “A los que justificó, a éstos también glorificó.”
TESORO BÍBLICO:
¿Qué significa ser justificado? Significa ser declarado justo. La justificación no es ser bueno, aún cuando el ser bueno glorifica a Dios. Cuando usted pone su fe en donde Dios pone sus pecados, Dios pone el sello de“Justo” sobre su nombre en el libro de la vida del Cordero. No es por lo que usted ha hecho o hará, sino por haber sido justificado. Ninguna corte humana lo puede justificar. Sin embargo, lo que Dios hace no es solamente tomar al pecador y perdonarle sus pecados, sino que hace al culpablejusto como si nunca jamás hubiera pecado. Eso es justificación.
¿Qué significa ser justificado? Significa ser declarado justo. La justificación no es ser bueno, aún cuando el ser bueno glorifica a Dios. Cuando usted pone su fe en donde Dios pone sus pecados, Dios pone el sello de“Justo” sobre su nombre en el libro de la vida del Cordero. No es por lo que usted ha hecho o hará, sino por haber sido justificado. Ninguna corte humana lo puede justificar. Sin embargo, lo que Dios hace no es solamente tomar al pecador y perdonarle sus pecados, sino que hace al culpablejusto como si nunca jamás hubiera pecado. Eso es justificación.
PUNTO DE ACCIÓN:
Si usted viviera cada momento creyendo en la justificación que Dios le ha dado, ¿cómo se fortalecería su fe? ¿Tendría más disposición para compartir el regalo del amor de Dios?
Si usted viviera cada momento creyendo en la justificación que Dios le ha dado, ¿cómo se fortalecería su fe? ¿Tendría más disposición para compartir el regalo del amor de Dios?
PASTOR:
Rigoberto Gómez E
No hay comentarios:
Publicar un comentario