HALLAR GOZO Y LA FELICIDAD ES LO DESEAMOS SIEMPRE LOS
LÍDERES:
Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya
esperanza está en el Señor su Dios. —Salmo 146:5
Hace poco, vi una publicidad en televisión de una cadena de
restaurantes con una declaración dramática: «Sírvete felicidad». ¿No sería
bueno que un plato de frijoles, carne, pasta o postre fuera todo lo necesario
para ser feliz? Por desgracia, ningún restaurante puede cumplir esa promesa.
La felicidad es esquiva… como podemos verlo en casi todas
las áreas de la vida. Nuestra búsqueda por alcanzarla puede incluir la comida,
cosa materiales, posesiones, posiciones o muchas otras cosas, pero al final,
sigue escapándose de nuestras manos.
¿Por qué? En gran medida, porque lo que tendemos a perseguir
no suple las necesidades más profundas de nuestro corazón. Quizá brinde alegría,
distracción o placer momentáneos, pero no responde a nuestro clamor interior:
un pedido desesperado de ayuda. Por esta razón, el salmista nos indica un
camino mejor: «Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya
esperanza está en el Señor su Dios» (Sal.146:5).
¿Puedes servirte? Sí, si estás buscando el verdadero gozo
que está en el Señor. Solo cuando nos encomendamos a Dios y a su cuidado,
podemos hallar el gozo que buscamos. Únicamente al confiar, esperar, y depender
en Él, encontramos esperanza y ayuda.
Reflexión: Aquella persona que pone a Dios al principio
tendrá gozo hasta el final de su vida.
Los Líderes que trabajaron para Dios buscaban también esa
felicidad y ese gozo.
El gozo que tenemos hoy el Mundo no fue quien lo dio, ese
gozo viene de Dios
Cómo podemos superar los períodos de ausencia de gozo:
Veamos cómo los personajes bíblicos superaron sus momentos
de Tristeza:
1. Job dijo que, si oramos y recordamos nuestras
bendiciones, Dios nos restaurará el gozo y la justicia (Job 33:26).
2. David escribió que el estudio de la Palabra de Dios
alegra el corazón (Salmo 19:8). David también descubrió, que era necesario
alabar a Dios aún en medio de la desesperación (Salmo 42:5).
3. En el caso de Elías, Dios lo dejó descansar por un tiempo
y después envió a un hombre, Eliseo, para atenderlo (1 Reyes 19:19-21).
Algunas cosas para recordar:
a. El gozo no se encuentra en el materialismo, ni se
encuentra en la psicoterapia, y ciertamente tampoco se encuentra en la obsesión
con nosotros mismos. Se encuentra en Cristo.
b. Sumérgete en Él, en Su Palabra, y busca conocerlo más
íntimamente. Si le permanecemos, Él ha prometido que “nuestro gozo será
cumplido” (Juan 15:1-11).
c. Recuerda que es sólo a través del Espíritu Santo de Dios
podemos encontrar el gozo verdadero (Salmo 51:11-12; Gálatas 5:22; 1
Tesalonicenses 1:6).
d. Aprende a descansar en los brazos del Señor (Mateo
11:28-30) y busca Su rostro a través de la oración y la Escritura. “Y el Dios
de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en
esperanza por el poder del Espíritu Santo.” (Romanos 15:13)
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