viernes, 11 de abril de 2014

APASIONADOS POR UNA VIDA ESPÍRITUAL QUE HONRA A JESUCRISTO.

APASIONADOS POR UNA VIDA ESPÍRITUAL QUE HONRA A JESUCRISTO.
PASIÓN POR HACER EL BIEN.
EL SERVICIO A DIOS Y AL SEÑOR JESUCRISTO ES PRIORITARIO.
¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?

1 Pedro 3:13

A la mayoría de las personas les resulta difícil maltratar a quienes son fervientes en hacer el bien. Aquellos a quienes les encanta hacer el bien a menudo son generosos, desinteresados, bondadosos, amorosos y atentos. Pero no se tolera a los engañadores que roban a las viudas y a los huérfanos. Aun los inconversos condenan a quienes se hacen ricos a expensas de los demás.

Una persona que es generosa y atenta con los demás por lo general no es objeto de hostilidad. Eso es lo que quiere decir Pedro en el versículo de hoy. Pedro quería que todos sus lectores procuraran fervorosamente hacer el bien. La pasión por hacer el bien resulta en una vida limpia, que debe ser la meta y el deleite de todo creyente. Cuando se está apasionado por la vida espiritual, se pierde cualquier apetito por las atracciones profanas del mundo.
EL LLAMADO DE DIOS ES A HACER EL BIEN. 1 Pedro 3: 8- 12
3:8 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;
3:9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.
3:10 Porque:
El que quiere amar la vida
Y ver días buenos,
Refrene su lengua de mal,
Y sus labios no hablen engaño;
3:11 Apártese del mal, y haga el bien;
Busque la paz, y sígala.
3:12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
Y sus oídos atentos a sus oraciones;
TENEMOS UNA HERENCIA PERFECTA EN LOS CIELOS.
“Para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros” (1 Pedro 1:4).
Un hombre estaba sentado en la esquina de una calle, llorando. Un amigo lo vio y le preguntó: “¿Por qué lloras?” El hombre respondió: “¿No has leído los periódicos? Rockefeller ha muerto.” Su amigo le dijo: “¿Y por qué lloras? No eres pariente de él.” Y el hombre contestó: “¡Pues por eso lloro! ¡Por eso!”
Usted tiene una herencia ahora mismo como hijo de Dios. Y es una herencia incorruptible. El fétido aliento del deterioro y los roedores dientes del tiempo no pueden extinguirla. No ha sido mancillada. Ni el mejor abogado podría encontrar una trampa en ella. Nunca se desvanecerá. Si es que usted entiende lo que tiene en Jesús, nunca se sentirá celoso de nadie ni de nada.
Lea Ezequiel 44:28; Mateo 25:34; Romanos 8:16-17; Gálatas 4:7; Efesios 1:11-14 y Colosenses 3:24. Usted tiene una herencia libre de fallas, una herencia perfecta que no se desvanece y que está reservada en el cielo para usted.
DIOS MISMO ES NUESTRA HEREDAD.
Ezequiel 44: 28..
44:28 Y habrá para ellos heredad; yo seré su heredad, pero no les daréis posesión en Israel; yo soy su posesión.
Mateo 25: 34.
25:34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
EL ESPÍRITU  SANTO DA TESTIMONIO A NUESTRO ESPÍRITU DE SER HIJOS DE DIOS.
Romanos 8: 16- 17.
8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
8:17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Gálatas 4: 7.
4:7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.
Efesios 1: 11- 14.
1:11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,
1:12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.
OÍR LA PALABRA, CREER EN JESUCRISTO Y SELLADOS CON EL ESPÍRITU SANTO NOS LLEVA A LA HEREDAD QUE DIOS TIENE PARA NOSOTROS.
1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
1:14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
Colosenses 3: 24.

3:24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

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