JESUCRISTO
SIGUE VIVO ENTRE NOSOTROS Y VIVO PARA SIEMPRE! ALELUYA AL SEÑOR!.
Sigue vivo.
Pero
vivificado en espíritu.
1 Pedro 3:18
El versículo
de hoy hace una mención específica del espíritu de la vida de Jesucristo; no se
refiere al Espíritu Santo. El apóstol Pedro está comparando lo que le ocurrió a
la carne (o cuerpo) de Jesús con lo que le ocurrió a su espíritu. Su espíritu
estaba vivo pero su carne estaba muerta.
Algunos
piensan que "vivificado en espíritu" se refiere a la resurrección
física de Cristo, pero eso necesitaría una declaración como "Siendo a la
verdad muerto en la carne, pero vivificado en la carne". La resurrección fue
un hecho espiritual y físico. Así que lo que Pedro quiere decir es que, aunque
Cristo estaba físicamente muerto, su espíritu seguía vivo.
En la cruz,
el espíritu de Cristo experimentó una breve separación de Dios. Él dijo
"Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (Mt. 27:46). Sin
embargo, la separación terminó pronto, ya que poco después del lamento de
nuestro Señor, Él dijo "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu"
(Lucas 23:46). De modo que ya su espíritu no estaba separado de Dios; le fue entregado
al Padre.
JESUCRISTO
PROCLAMÓ SU VICTORIA SOBRE EL PECADO y
SOBRE LA MUERTE.
Proclamación
de la victoria.
Fue y
predicó a los espíritus encarcelados.
1 Pedro 3:19
Cristo fue a
predicar un triunfante sermón antes de su resurrección el domingo por la
mañana. El verbo "predicó" en el versículo de hoy se refiere a hacer
una proclamación o anunciar un triunfo. En los tiempos antiguos, un heraldo iba
delante de generales y reyes en la celebración de victorias militares,
anunciando a todos las victorias que se ganaron en la batalla.
Eso fue a
hacer Jesucristo; no a predicar el evangelio, sino a anunciar su triunfo sobre
el pecado, la muerte, el infierno, los demonios y Satanás. No fue a ganar
almas, sino a proclamar la victoria sobre el enemigo. A pesar del injusto
sufrimiento al que lo sometieron, Él pudo anunciar la victoria definitiva sobre
el pecado y la muerte para usted y para mí.
LA VERDAD DE
JESUCRISTO HA TRIUNFADO SOBRE LA MENTIRA DE SATANÁS.
Arrebatada la victoria de las garras del
infierno.
Ésta te
herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Génesis 3:15
Desde
principios de los tiempos Satanás y sus secuaces han estado en guerra con Dios.
Vemos ese conflicto cósmico muchas veces en las Escrituras (p. ej., Job 1; Dn.
10:13). Después del aparente triunfo de Satanás en causar la caída de la
humanidad, Dios predijo su final destrucción por el Mesías, que triunfaría
finalmente a pesar de un aparente revés (Gn. 3:15).
Como
resultado, Satanás trató de destruir el linaje mesiánico destruyendo al pueblo
de Dios. Cuando eso fracasó, trató de matar al Mesías niño (Mt. 2:16-18).
Cuando eso no dio resultado, trató de corromper al Mesías (Mt. 4:1-11). Al
fracasar en ese intento, instigó a las multitudes para que lo mataran. Incluso trató
de asegurarse de que el Mesías no pudiera salir del sepulcro.
Se ha dicho
que el infierno debe de haber estado en medio de su carnaval cuando llegó
Jesucristo. Es probable que estuvieran celebrando la victoria que con tanto
esfuerzo habían tratado de alcanzar, pero quedaron abruptamente desilusionados.
EL SALVADOR
Y LA SALVACIÓN SIEMPRE ESTABAN ALLÍ PRESENTES EN TODO TIEMPO.
Ilustración
de la salvación.
Esperaba la
paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual
pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.
1 Pedro 3:20
Génesis 6:9
hasta 8:22 cuenta cómo Noé y su familia fueron librados del diluvio. Fueron los
únicos que creyeron la advertencia de Dios de la venidera catástrofe mundial.
Como resultado, toda la humanidad se ahogó en el juicio, menos ellos.
Noé predicó
la justicia de Dios durante los ciento veinte años que le llevó construir el
arca. Como tenía el tamaño de un moderno trasatlántico (Gn. 6:15), de seguro
que llamaba la atención. Pero debe de haber sido desalentador construir el arca
y predicar su significado durante más de un siglo, pero lograr que le creyera
solo su familia inmediata.
El tremendo
esfuerzo de Noé se invirtió en construir un barco que luego usó durante un año,
pero aquellas ocho personas estuvieron a salvo del juicio de Dios cuando llegó.
El arca les sirvió de refugio del juicio universal de Dios. ¡Qué ilustración
tan gráfica de la salvación!.
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