viernes, 28 de agosto de 2015

LA METAMORFOSIS PRODUCIDA POR EL ALCOHOL.

LA METAMORFOSIS PRODUCIDA POR EL ALCOHOL.
LA METAMORFOSIS DE CORTÉS FERRUSQUILLA
Por el Hermano Pablo.
CUANDO EL HOMBRE ACTÚA COMO UN ANIMAL.
Primero salió corriendo por las calles, dando furiosos ladridos. Tenía la boca espumosa y los ojos inyectados en sangre. Corrió en cuatro patas lanzando mordiscos a diestra y siniestra, sembrando espanto por toda la colonia.
UNA LOCURA QUE PRODUCE MIEDO.
Encontró en su camino a la niña Priscila Cortés, a la que mordió hasta sacarle sangre. Un agente de policía que quiso apresarlo resultó con el uniforme destrozado por uñas y dientes. Por fin, el enfurecido ser fue reducido por tres fuertes agentes.
LA HIDROFOBIA DE ENRIQUE FERRUSQUILLA.
Sin embargo, no era un can. Era Enrique Cortés Ferrusquilla, de treinta y tres años, habitante de la colonia Prado Churubusco de la ciudad de México. Una tremenda borrachera había producido en él una verdadera metamorfosis, convirtiéndolo poco menos que en un can atacado de hidrofobia.
¡ ALCOHOL QUE TANTO DAÑO LE HA HECHO A LA HUMANIDAD!
¡Qué metamorfosis produce en los seres humanos el vicio del alcohol! Los diarios que comentaban la noticia decían que Cortés Ferrusquilla se convirtió, por el líquido de fuego metido en su sistema, no en una enorme cucaracha, como en la famosa Metamorfosis de Franz Kafka, sino en un perro, que salió en cuatro patas espantando a los tranquilos habitantes de la colonia, con «la boca espumosa y el ojo fatal», como dice Rubén Darío del lobo de Gubbia.
CAMBIOS DE PERSONALIDAD QUE PRODUCEN MUERTE.
El alcohol se está constituyendo de nuevo en el azote de la sociedad. Su peligro está sobrepasando, si es posible, al de las drogas. Hoy no se concibe ninguna fiesta, ninguna celebración, homenaje o festejo sin que haya copas de licor circulando entre los concurrentes, y efectuando, con su ominoso poder, diversas metamorfosis.
¡HORRIBLES ACCIDENTES DE TRÁNSITO POR EL ALCOHOL!
No todos los que beben licor necesariamente van a hacer lo mismo que el embriagado de este caso. Pero siempre, lenta e inexorablemente, el alcohol comenzará a efectuar una metamorfosis en la mente y la conciencia del adicto a él.
¡HOY EL ALCOHOL DESTRUYE LOS HOGARES, PERO SIGUE RECIBIENDO APLAUSOS!
No hace falta agregar argumentos médicos para darle más peso a este argumento. El poder destructivo del alcohol lo conoce el propio alcohólico mejor que nadie.
EL HOMBRE NECESITA DOMINIO PROPIO Y ÉSTE VIENE DE PARTE DEL SEÑOR JESUCRISTO.
Sin embargo, hay una manera de librarse del alcoholismo. Hay una manera de volver a la sobriedad y al dominio propio, y a conservar bien el equilibrio, no sólo físico sino mental, moral y espiritual. Se logra mediante el poder del evangelio de Jesucristo. Porque Cristo, el Señor viviente y triunfante, tiene poder de sobra para regenerar, cambiar y ennoblecer a todo ser humano.

JESUCRISTO LO ESTÁ ESPERANDO HOY, VENGA A ÉL. ÉL LE DARÁ LA PAZ QUE NECESITA TODO SU SER.

EL VERDADERO EVANGELIO ES DE DIOS Y NO DE LOS HOMBRES.

EL VERDADERO EVANGELIO ES DE DIOS Y NO DE LOS HOMBRES.
Efesios 2:8: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.”
¿Cómo puede usted decir si tiene o no el verdadero evangelio? El apóstol Pablo nos da tres pruebas. La primera es el origen del evangelio. ¿De dónde proviene éste? Dios lo dio. Es revelación directa y divina. El evangelio es legitimado por su origen. La segunda es por su salvación. Todo evangelio que no sea el evangelio de gracia no es el verdadero evangelio. Usted no lo puede comprar, ni lo puede pedir prestado, ni lo puede robar, ni se lo puede ganar. Éste fue comprado por Cristo en la cruz. Es la obra sobrenatural de Dios. La tercera prueba es el tema. Éste debe ser la gracia de Cristo. Jesús es el tema. Desde Génesis hasta Apocalipsis, toda la Biblia es acerca de Jesús.
Dedique una o dos horas esta semana y busque las profecías acerca de Jesús en el libro de Isaías. Encuentre consuelo en saber que ¡Jesús es el que era, es, y ha de venir!
Efesios 2:8-9: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
Si usted piensa que llegará al cielo por medio de obras, le garantizamos que siempre se preguntará si ha hecho suficiente. Usted no tendrá una salvación “que se conoce”, sino una salvación “que se espera”. En lugar de estar erguido y firmemente de pie como un signo de admiración, estará cabizbajo y dudoso como un signo de interrogación. Y así estará hasta que entienda que la salvación es exclusivamente por gracia. Suponga que todo el que quiera ser salvo, tenga que correr alrededor de la cuadra. Algunos no pueden correr. ¿Cómo sería en el caso que tuviera que leer un capítulo de la Biblia para ser salvo? Algunos no pueden leer. Ahora bien, existe una cosa que asegura esa promesa y ésta es la gracia.
¿Con quién puede usted compartir las Buenas Nuevas hoy? Piense en alguien y pídale a Dios un amor valiente y una oportunidad divina para poder hacerlo.
Efesios 2:5: “Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos).”
Supongamos que su mejor amigo o amiga ofrece comprarle un vehículo. Y usted le explica que no puede aceptar tal obsequio así porque así, entonces le propone ayudar a pagar el coche, y le dice: “Aquí tienes 25 centavos. ¡Gracias!” Luego al estar manejando usted felizmente, alguien le felicita por su nuevo carro y usted contesta: “¡Gracias! Mi amigo y yo lo compramos.” ¿No sería esto ridículo? Eso es lo que hacemos con Dios cuando añadimos nuestros paupérrimos esfuerzos a su gracia. Si usted hace eso, está usurpando la gloria del Todopoderoso Dios. Amigo, cuando llegue al cielo, lo único que podrá decir es: “Jesús lo pagó todo.”
Tómese un tiempo para leer Efesios capítulo 2 y alabe a Dios por su plan divino de salvación.
LA FELICIDAD ES RECIBIR LA SALVACIÓN.
Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro.

Entonces nos sentimos frustrados de que los hijos no son lo suficientemente grandes y que seremos felices cuando lo sean.

Después de eso nos frustramos porque son adolescentes (difíciles de tratar).Ciertamente seremos más felices cuando salgan de esa etapa.

Nos decimos que nuestra vida estará completa cuando a nuestro esposo o esposa le vaya mejor, cuando tengamos un mejor auto o una mejor casa, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados...

La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que AHORA.
Si no es ahora? , Cuándo? Tu vida siempre estará llena de retos.

Es mejor admitirlos y decidir ser felices de todas formas.
Una de mis frases favorita es de Souza, dijo: "Por largo tiempo parecía para
mí que la vida estaba a punto de comenzar, la vida de verdad. Pero siempre
había un obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin
terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar, entonces la vida
comenzaría. Hasta que me di cuenta que esos obstáculos eran mi vida."

Esta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay un camino a la felicidad.

La felicidad es el camino.

Así que atesora cada momento que tienes, y atesóralo más cuando lo compartiste con "alguien especial", lo suficientemente especial para compartir tu tiempo, y recuerda que el tiempo no espera por nadie...

Así que deja de esperar hasta que termines la escuela, hasta que vuelvas a la escuela, hasta que bajes 10 kilos, hasta que tus hijos se vayan de casa, hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, hasta el verano, o hasta que mueras, para decidir que no hay mejor momento que este para ser feliz...

La felicidad es un trayecto, no un destino.

Juan 10:10
Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Efesios 5:20
Dando siempre gracias a Dios por todo al Dios y Padre, en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo

Mateo 11:28
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.
DESCANSA CONFIANDO EN EL SEÑOR.

Descansa Confiado.

Puedes descansar confiado, porque Dios está contigo.

Salmo 4:8

En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.


Proverbios 6:10
Un poco de dormir, un poco de dormitar, un poco de cruzar las manos para descansar,

Salmos 3:5
Yo me acosté y me dormí; desperté, pues el SEÑOR me sostiene.
LA SALVACIÓN ES POR GRACIA Y NO POR OBRAS.
SANTIAGO Y PABLO.
Queda claro que el tema de Santiago no fueron las obras sino la fe –que es el mismo tema que trató Pablo; pero Santiago enfatizó lo que produce la fe. Tanto Santiago como Pablo hablaron mucho sobre la fe y las obras, ellos presentaron los dos aspectos de la justificación por la fe, los cuales se ven claramente en los escritos de Pablo.
(1) En primer lugar, en cuanto a la fe, diremos que no somos justificados por obras. El apóstol Pablo escribió 8porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. 9No por obras, para que nadie se gloríe. (Efesios 2:8-9). Y el Apóstol Pablo también escribió: 5nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia…(como podemos leer en Tito 3:5).
(2) En segundo lugar y en cuanto a las obras, diremos que somos justificados para obras. En el capítulo 3, de la epístola a Tito, versículo 8, Pablo escribió: 8Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Ahora, en su carta a los Efesios, capítulo 2, versículo 10, el apóstol Pablo también escribió: pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
La fe es la raíz de la salvación. Y el apóstol Pablo enfatizó este aspecto. Las obras son el fruto de la salvación -y esto fue lo que Santiago enfatizó. O, quizás podemos expresarlo de esta manera: la fe es la causa de la salvación, y las obras son el resultado de la salvación.
Cuando el Apóstol Pablo dijo que las obras no lo salvarían a uno, él estaba hablando en cuanto a las obras de la ley. Y cuando Santiago enfatizó que las obras eran esenciales, él estaba hablando de las obras de la fe, no de las obras de la ley. Él dijo, en su capítulo 2, versículo 18, 18Pero alguno dirá: Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras y yo te mostraré mi fe por mis obras. Dios nos observa y ve lo que hay en nuestro corazón y Él sabe si usted cree o no cree, esto es justificación por fe. Pero su vecino no puede ver su corazón, él solo puede juzgar por sus obras, el fruto de su fe. Ahora, finalizando nuestra introducción, vamos a hablar sobre el Tema.
Consideramos dos versículos como claves en esta epístola de Santiago. El primero de ellos lo vemos en el primer capítulo, versículo 22, donde dice:
22Sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
Y el segundo lo encontramos en el capítulo 2, versículo 20, que dice:
20¿Pero quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras está muerta?
La Epístola de Santiago trata sobre la ética del Cristianismo, y no sobre su doctrina. El escritor iba a centrarse en el aspecto práctico, pero sin apartarse del tema de la fe. Evidentemente, el apóstol Santiago era un hombre muy práctico. La tradición cuenta que a él se le dio un sobrenombre, y ese sobrenombre fue “rodillas de un viejo camello”, porque pasó mucho tiempo sobre sus rodillas en oración.
Debido a su naturaleza práctica, esta epístola ha sido comparada con el libro de Proverbios, y también con el Sermón del Monte. El argumento de Santiago fue que la justificación por la fe es demostrada por las obras; y la justificación por la fe debe ser colocada en los tubos de ensayo de las obras (capítulos 1 y 2), de las palabras (capítulo 3), de la mundanalidad (capítulo 4), e incluye igualmente una advertencia para ricos (capítulo 5). Un breve bosquejo de esta epístola la divide en las siguientes tres partes:
1. VERIFICACIÓN DE LA FE GENUINA. (Capítulos 1—3)
1. Dios prueba la fe por las pruebas. 1:1—12. Hay un doble resultado: desarrollo de la paciencia en esta vida (v. 3); recompensa en el más allá (v.12)
2. Dios no prueba la fe con el mal. 1:13—21. El mal proviene de nuestro interior, de la naturaleza pecaminosa, v. 14.
3. Dios prueba la fe por medio de La Palabra, no por las palabras de los hombres, 1:22-37. Las acciones, no la doctrina, es la prueba final: porque el conocer, no es suficiente.
4. Dios prueba la fe por la actitud y la acción con respecto a las personas. 2:1—13.
5. Dios prueba la fe por medio de las buenas obras, 2:14—26. Abraham fue una ilustración de las obras, (v.21).
6. Dios prueba la fe por medio de la lengua. Capítulo 3. Lo que se encuentra en el corazón saldrá al exterior por la boca.
Santiago 2:26: “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.”
Cuando le pide algo a Dios, ¿se cruza de brazos y se dice: “Voy a mostrar mi fe al no hacer nada.”? Al contrario, mostrará su fe al hacer algo. Porque la fe sin obras ¿está qué? ¡Muerta! Sírvase leer Santiago 2:20.

¿Quiere una casa? Pídala en oración. Luego diga “Amen” con martillo y serrucho en mano. ¿Anhela una esposa? Pídala en oración. Entonces, vaya aféitese, póngase colonia, aprenda algunos modales y a ser atento y cariñoso.
 ¿Qué ha pedido ésta semana fervientemente en oración? ¿Cuál es el deseo de su corazón? Ruéguele al Espíritu Santo que le muestre cómo poner su oración en acción. Después, camine por fe.
Romanos 4:16: “Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.”
Existen casi seis billones de personas sobre la faz de la tierra. Si usted extrae las mejores características de cada individuo, y las ponemos en una sola persona, ésta aún tendría que postrarse ante Dios y suplicar misericordia para ser salvo. Tenemos que abandonar el concepto de alcanzar la salvación mediante buenas obras o por llevar una vida moral... o por tratar de obedecer los Diez Mandamientos. La ley ordena: “Si hace esto o aquello”, mientras que el evangelio enseña: “Por tanto, es por fe.” La ley dice que debe ganarse la salvación; el evangelio, por el contrario, asegura que es un regalo de Dios. La ley demanda santidad, el evangelio la provee. La ley dice: “Corre”, pero no te da piernas para hacerlo. El evangelio afirma: “Vuela”, y nos da alas de gracia para remontarnos.
Por favor, lea Romanos 10. ¿Qué aplicación puede obtener de éste que le sea de beneficio para su vida?
Santiago 1:2-4: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que las pruebas de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”
¿Qué es lo que Dios desea de usted? Él anhela que usted experimente la plenitud de Cristo y el camino para ello es a través de pruebas y tribulaciones. ¿Puede usted ser paciente durante este proceso? Si usted es como la mayoría de las personas, lo más probable es que no. Llegamos a ser como niños que no saben la diferencia entre “No” y “Todavía no”. Si usted les dice: “Espera un momento”, para ellos significa: “No.” Ellos lo quieren en ese mismo instante. Pero Dios está interesado en que usted madure. Un proverbio danés dice: “Dele a un cerdo cuando gruñe y a un niño cuando llora y tendrá un cerdo bueno y un niño malcriado.” La tribulación trae consigo paciencia y la paciencia nos hace madurar.
¿Qué es lo que está esperando? ¿Con qué está luchando? Entréguelo a Jesús. Confíe en su tiempo y en su provisión.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” - (Efesios 2:8-9).
El Diablo es muy listo cuando se trata de nuestra fe. Le contaremos lo que le hizo al pastor Rogers en una ocasión, y puede hacerle lo mismo a usted. Él comenzará a estar de acuerdo con usted, para hacerle tropezar. Le dirá: “Claro, tú eres salvo por fe en Cristo. Pero, ¿cómo sabes si tu fe es lo suficientemente buena y fuerte para salvarte? ¿Qué tal si tu fe es débil? ¿Qué tal si no lo logras?” Él trató de hacer que pusiera su fe en la fe, en vez de poner su fe en Cristo. ¿Ha oído a alguna persona hablar de “fe salvadora”? Mi amigo, no existe tal cosa. Usted es salvo porque Dios el Padre le ama de tal manera que envió a su Hijo para que sufriera el dolor de la ira de Dios, en lugar suyo.
Usted es salvo porque Dios lo hizo todo. Él le llamó (lea Romanos 8:30); Él le compró (lea 1 Corintios 6:20), y Él lo guardará (lea Efesios 4:30).
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” - (1 Corintios 15:58).
¿Dónde están los hijos valientes de Dios que hablarán de parte de su Padre? ¿Que hablen de su verdad, su misericordia, su amor? El Salmo 119:46 dice: “Hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré.” En el campo existe un decir: “Lo que hay en el pozo, sale en el balde.” ¿Qué sucede cuando se encuentra contra la pared? ¿Permanece callado o niega su fe? ¿O se mantiene firme a pesar de las agresiones verbales contra sus creencias?
¿Cuándo fue la última vez que usted entabló una conversación profunda con alguien acerca de Dios? ¿Qué le impide tener esa conversación esta semana? Si es porque no conoce a nadie, entonces pídale a Dios que le envíe a alguien que necesita conocer a Dios.
“Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego” (1 Corintios 3:14-15).
Creo que la salvación se obtiene por gracia, mediante la fe. Esto no es retórica religiosa. Es doctrina bíblica. Pero, ¿sabe usted lo que algunas personas hacen con eso? Dicen: “¡Estupendo! No tengo que hacer nada para ser salvo. Puedo simplemente ir tranquilo en un carro, chupándome el dedo, hasta que lleguemos a la nueva Jerusalén.” Como quien dice, sólo súbase en el próximo vehículo a la gloria. A estas personas no les gusta la idea de que nosotros, como creyentes, un día estaremos ante el tribunal de Cristo. Y todos tendremos que dar cuentas de cómo hemos utilizado nuestro tiempo, nuestros recursos y nuestra fe. No nos salvamos por obras, pero seremos recompensados por lo que hemos hecho.
Lea Romanos 14:10-13. ¿Cómo usted intenta usar el día, conociendo esta verdad?
14:10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
14:11 Porque escrito está:
Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla,
Y toda lengua confesará a Dios.
14:12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
14:13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.
“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día” (2 Corintios 4:16).
Muchas personas piensan que no pueden hacer mucho por Dios cuando llegan al ocaso de sus vidas. Dios no cambia sólo porque su salud no es buena, o se siente débil. La fe que está dentro de usted no se ha debilitado, a menos que usted haya dejado de alimentarla con obras de fe. Las cosas que Dios nos ha llamado ha hacer en la vida, no dependen de su fortaleza física o financiera.

¿Sabe en dónde reside una de las mayores fortalezas de la iglesia? En la gente “viejita” que ha caminado con Dios por años y años. Con su reserva de sabiduría y su fortaleza de fe, siguen asidos a Dios, y aunque sus cuerpos estén un poquito “desgastados”, están tan fuertes como jamás lo fueron, porque Dios es su fortaleza.

Douglas MacArthur una vez dijo: “Usted es tan joven como su fe, tan viejo como sus dudas, tan joven como su auto-confianza, tan viejo como sus temores, tan joven como su esperanza y tan viejo como su desesperanza.”
Dios da fortaleza que no se desvanece porque sus promesas no se desgastan.
¿Está usted jubilado? ¿Cómo está utilizando todo ese tiempo que ahora tiene libre, para el Señor? He aquí algunas cosas que debe pedirle a Dios que le ayude ha ejecutar, para Su gloria: ser voluntario en albergues para desamparados, ir en viajes misioneros, cantar en el coro, escribir cartas a presos y a huérfanos, enseñar un estudio bíblico y pasar tiempo en oración intercesora por las necesidades de su comunidad y del mundo.
“Más al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia” (Romanos 4:5).
Justificación es el acto de Dios por medio del cual Él declara a los que han confiado en Cristo, que son justos, así como su Hijo es justo. La salvación no se basa en nuestras obras.

¿Sabe qué es lo que Dios ve cuando mira a uno de sus hijos (as)? Él ve a Jesucristo. Algunos dirán: “¡Eso es arrogancia!” No. No lo es. Está en la Biblia. Un hijo (a) está en Cristo y, por lo tanto, Dios no puede ver sus pecados (lea 1 Corintios 1:30). Él sólo ve la justicia de su Hijo.

Justificación es mucho más que sólo un perdón. ¡Es una promoción! Dios no sólo perdona nuestros pecados. Él nos hace justos. Sólo Dios puede tomar a alguien que es culpable y declarar a esa persona justa. Es el trabajo salvador de Dios. ¿Cuál es la base de nuestra justificación? ¡Su gracia!
La próxima vez que pase frente a un espejo y alguien está con usted, comience una conversación evangelizadora: “El otro día Dios me enseñó algo acerca de mi reflejo. Cuando miramos al espejo, nos vemos a nosotros mismos. Pero cuando Dios me mira, Él ve a su Hijo.” Vea cómo la otra persona reacciona y responde.
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:2).
¿Qué significa que Jesús es el “autor y consumador” de nuestra fe? La palabra griega para autor es “archegos”, y quiere decir que Él es el Capitán, el Líder, el Príncipe de nuestra fe. La palabra griega para consumador es “teleiotes”, y significa que Él es quien “completa” nuestra fe. Jesús pagó el precio, para que usted pudiera ser salvo. ¿Quiere saber cómo correr la carrera? Jesús es su ejemplo. Fije sus ojos en Él. Él es el Salvador que no sólo le enseña cómo correr la carrera, sino que entra en usted por medio del Espíritu Santo, y corre la carrera a través de usted. ¡Alabado sea Dios, porque nunca estamos solos!
Adore a Dios en oración y alabanza porque no sólo es el autor de su fe al otorgársela como un regalo no merecido, sino que también es el consumador de su fe al asegurar su salvación en la sangre expiatoria de su Hijo.
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6).
“Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” (Romanos 3:28).
Si Dios el Padre nos eligió y el Espíritu Santo nos separa para su santo propósito, entonces, ¿qué parte tenemos usted y yo? Existe la soberanía divina y la responsabilidad humana. Usted ha sido santificado para obedecer. La salvación es gratis, pero usted debe obedecer. La soberanía divina de Dios en elegirnos no nulifica nuestra responsabilidad a su llamado. Usted ha sido salvado de este mundo, enviado de regreso al mundo a testificar al mundo, y esa es la única labor que usted tiene en este mundo. Recuerde, usted no trabaja para lograr la salvación, sino trabaja o sirve porque es salvo. Alguien bien dijo: “Yo no trabajaré para salvar mi alma, esa labor la ha hecho mi Señor. Sin embargo, trabajaré como un esclavo por amor al Hijo amado de Dios.”
Existen 24 horas entre este instante y mañana a la misma hora. Ahora mismo, comprométase a usar una de esas horas en oración por otros. Ruéguele a Dios que salve a aquellos familiares que están perdidos, su vecindario, sus compañeros de estudio o trabajo. Ore país por país, pidiéndole a Él que envíe misioneros y los capacite para discipular a quienes Él salva.
Segunda Timoteo 4:7: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.”
Cuando Jesús llegó al final de su vida dijo: “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese” (Juan 17:4). Él se mantuvo en el camino. Lo mismo hizo Pablo. Ellos lograron lo que Dios les había mandado hacer. Todo hombre tiene una carrera que debe correr. Toda mujer tiene una carrera por delante. Dios sabe el curso. Y todo lo que Dios demande de usted, Él le dará el poder para llevarlo a cabo. Ya sea que usted tenga nueve o noventa años, sea joven o viejo, rico o pobre: ¡Dios posee un plan para su vida! ¡Dios tiene una carrera que quiere que usted corra!
¿Cuál es la carrera que Dios ha puesto ante usted? Dele gracias a Dios por el poder que le da para terminar la trayectoria
LA RESTAURACIÓN QUE DIOS HACE.
Joel 2:25: “Y os restituiré los años que comió la oruga.”
El profeta Oseas tuvo una esposa llamada Gomer. Ella no cometió únicamente inmoralidades, sino que terminó de prostituta en las calles. Con el poder del Señor, Oseas fue a ella, la buscó, la perdonó y la restituyó como su esposa.

¡Qué ilustración de la restauración que el Señor hace en nosotros!

Dios ha prometido sanar todos los dolores de nuestro pasado, los sufrimientos de las relaciones deshechas, las luchas por salir de la derrota, las frustraciones de nuestras vidas. En todas las ocasiones que nos hemos sentido quebrantados sin esperanza de recuperarnos, Dios ha prometido restaurarnos. Dios está en el negocio de restaurar a sus hijos para convertirlos en bellas obras de su santidad.
¿Conoce a alguien que se ha apartado de la fe y siente el abandono de su familia y sus amigos? Si es así, acérquese a esa persona hoy y anímela en el amor del Señor Jesús.
Santiago 1:4: “Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”
La paciencia trae la perfección. ¿Cuándo fue la última vez que le pidió a Dios que le hiciera perfecto? Tal vez usted debió haber pedido por paciencia también, ya que solamente a través de la paciencia, la fe y la confianza en el Señor es que podemos llegar a ser perfectos. Ahora, mucha gente confunde la palabra “perfecto” con “sin pecado”. En Santiago 1:4, la palabra griega para “perfecto” es “Teleios” y se refiere al crecimiento para llegar a la madurez. Por ejemplo, un roble es el “Teleios” de una bellota. Es la perfección de la bellota. Así que, cuando se sienta desanimado y triste, fíjese en un roble fuerte y vea lo que una nuez puede lograr.
Salga a caminar esta semana y disfrute de los hermosos colores de otoño y pídale a Dios que le dé la fe y la paciencia que puede convertir a una bellota en un gran roble.
LEA LA HISTORIA DEL GRAN PATRIARCA ABRAHAM.
Por la fe habitó (Abraham) como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
Hebreos 11:9-10 RV 1960

Estoy en medio de escribir  una novela sobre una familia que se ha quedado sin casa, y esto realmente ha aumentado mi conciencia del sentido de “casa”, y todo que va con ello.

Soy una persona hogareña. Ah, me encanta  viajar a sitios de diversión, pero sinceramente, no hay  ninguna parte donde  prefiero estar más que en casa. Me gustan los alrededores cómodos, el sitio familiar, el sentimiento de pertenencia, ¿verdad? Y cuando investigo y escribo sobre la gente que ya no tiene un lugar que puedan llamar casa, lucho con estar agradecida por todo lo  que tengo atormentándome por aquellos que no comparten mi bendición.

El gran patriarca Abraham tenía un modo de poner todo esto en  perspectiva. Indudablemente un hombre acaudalado, viviendo una vida de  relativa facilidad  Dios lo llamó para dejar lo familiar y viajar a un destino desconocido, Abraham obedeció y emprendió el camino a  partes desconocidas. Y no tenía  un lugar que pudiera llamar casa, cuando él y su familia se convirtieron en  nómadas, viviendo en tiendas de campaña. Las Escrituras nos dicen que él consideró su nueva vida como morando “en una tierra extranjera” mientras “esperaba  la ciudad que tiene fundaciones, cuyo arquitecto y constructor  es Dios.” Abraham sabía que la casa no era tanto un lugar como era una Persona. El cielo, después de todo, es sólo el cielo porque Dios está allí. La ausencia de Dios es lo que hace el infierno un lugar donde nadie quiere ir.

El Doctor Billy Graham acaba de cumplir 93 años  y acaba de publicar  un libro llamado Acercándose a Casa. Como Abraham, sabe que él mora en una tierra extranjera, esperando la llamada “de venir a casa” para estar con su Salvador y Señor. “La casa es donde está el corazón” no es sólo un viejo refrán; esto es una verdad profundamente arraigada que dice  mucho sobre nosotros. ¿Dónde está nuestro corazón? ¿Está ello aquí, en las tierras de oposición, desesperadamente tratando de agarrarse a cosas que no podemos retener… o ya está en casa con Dios, esperando solamente liberar nuestro espíritu para ir allí?

Ya sea que vivimos en una mansión  o una tienda de campaña, o hasta en la calle, la casa espera. ¿Puede usted oír al  Padre llamar?

Cuando se puso el sol y todo estaba oscuro, apareció un horno humeante y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. (Génesis 15:17 RV 1995).

Dios es conocido por muchos nombres en las Escrituras, pero cuando leía  Génesis 15:17 esta mañana, no pude menos que pensar expresamente en dos de ellas: el Fuego de Toda-Consumación y la Luz del Mundo. ¿No trae a la mente las referencias “un horno humeante” y “una antorcha de fuego”?

Cuando pienso en Dios como el Fuego de Toda-Consumación, no puedo menos que pensar en el juicio — y con razón. Dios es ciertamente un Juez justo, y haríamos bien en  guardar esto en la mente. Al mismo tiempo, Jesús se llamó a Sí mismo “la Luz del mundo,” y ¿no nos alegra eso? Él salió a la luz en la misma forma  que nos libra del justo juicio de Dios — es el único camino, de acuerdo con el mismo Cristo.

Cuando me puse a pensar en esos nombres y sus implicaciones, no podía menos que  imaginar el Fuego de Toda-Consumación (Dios el Padre) y la Luz del Mundo (Dios el Hijo) pasando por los pedazos sangrientos del sacrificio matado, haciendo un convenio el uno con el otro. A menudo nos referimos a Génesis 15 como el capítulo donde Dios hizo el convenio con Abraham (entonces todavía se llamaba Abram), pero Abraham no participó activamente en aquel proceso que hizo el  convenio, ¿verdad? Él simplemente aceptó los términos del convenio y cosechó los beneficios.

¿Es eso algo diferente con nosotros y el nuevo convenio establecido por el sacrificio sangriento de Cristo, la Luz del mundo, el Cordero de Dios? Dios el Padre y Dios el Hijo cortaron y sellaron el convenio; así  como Abraham, nosotros simplemente aceptamos la obra terminada y cosechamos los beneficios. No hay nada que podemos hacer para lograr que el convenio sea mayor o menor, no podemos hacer nada para cambiar los términos o el resultado.

Lo que podemos hacer es cultivar  una apreciación fresca para el Fuego de Toda-Consumación y la Luz del Mundo quiénes establecieron  este convenio para nosotros, y luego enviaron  a Dios el Espíritu Santo para permitirnos andar en ello. ¡Qué Dios tan fuerte y misericordioso servimos!


Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció; y salió sin saber a dónde iba. —Hebreos 11:8
¿Alguna vez Dios te pidió que hicieras algo aparentemente irracional o que te llevara al terreno de lo desconocido? ¿Qué pasaría si te pidiera que rechazaras un largamente ansiado ascenso en el trabajo o una anhelada relación sentimental con alguien? ¿Y si te llamara para ir a un lugar remoto de la tierra o te pidiera dejar que tu hijo le sirva en un sitio lejano?
Lo desconocido está lleno de interrogantes atormentadores, tales como: «¿Y si pasa esto o aquello…?» Aun así, cuando seguimos al Señor, Él suele llamarnos a recorrer territorio desconocido. Obedecer Sus mandamientos de perdonar, entregar nuestros tesoros o abandonar las cosas que nos brindan seguridad y placer nos deja a menudo en el terreno atemorizante del qué irá a pasar. Imagínate cómo se habrá sentido Abraham cuando Dios le pidió que trasladara a toda su familia y no le dijo adónde irían (Génesis 12:1-3). También le demandó perseverancia; es decir, que se quedara en una tierra desconocida, aunque las atractivas comodidades del pasado amenazaran seducirlos, tanto a él como a su familia, al regresar al entorno seguro de Ur. El miedo a lo desconocido podría impedir que siguiéramos la guía de Dios en los días que están por delante. Pero, como Abraham, cuando nos aferramos a Aquel que sabe todas las cosas, estamos en buenas manos… no importa el destino.
Nunca tengas temor de confiarle el futuro desconocido al Dios omnisciente.




LA ORACIÓN ES UNA COMUNICACIÓN DE DIOS CON EL HOMBRE: ORAR ES UN PRIVILEGIO.

LA ORACIÓN ES UNA COMUNICACIÓN DE DIOS CON EL HOMBRE: ORAR ES UN PRIVILEGIO.
¿CUÁL ES EL TIEMPO PARA LA ORACIÓN?
¿Tiempo para orar?
Oh Dios, acude a librarme; apresúrate, oh Dios, a socorrerme. —Salmo 70:1
Una mañana, cuando era niño, estaba sentado en la cocina, mirando a mi mamá que preparaba el desayuno. De pronto, la grasa de la sartén donde freía la panceta se prendió fuego. Las llamas subieron por el aire, y mi madre corrió a la despensa a buscar un paquete de harina para arrojarlo sobre el incendio.
«¡Socorro!», grité. Y después, agregué: «¡Ay, ojalá fuera la hora de orar!». Es probable que «es hora de orar» haya sido una expresión frecuente en la familia, y yo la interpreté literalmente como que solo podíamos hacerlo en determinados horarios.
Desde luego que la hora de orar es en cualquier momento; en especial, cuando estamos en crisis. El miedo, la preocupación, la ansiedad y la aflicción son las ocasiones más comunes para hablar con Dios. Por naturaleza, recurrimos a la oración cuando nos sentimos desolados, abandonados y despojados de todo recurso humano. Clamamos con las palabras de David: «… apresúrate, oh Dios, a socorrerme» (Salmo 70:1). John Cassian, un creyente del siglo v, escribió lo siguiente: «Este es el clamor aterrorizado de alguien que ve la trampa del enemigo, el grito de una persona asediada de día y de noche, que exclama que no puede escapar a menos que su Protector acuda a rescatarla». Que nuestra reacción sea acudir al Protector y que nuestra simple oración en cada crisis y durante todo el día sea: «¡Socorro, Señor!».
Reflexión: Siempre hay un lugar y un momento para orar.
Orar Sin Cesar
El mandato de Pablo en 1 Tesalonicenses 5:17 de, “Orad sin cesar,” puede resultar muy confuso. Obviamente, no significa que debemos estar en una postura de cabeza inclinada y ojos cerrados durante todo el día.
- Pablo no se refiere a no dejar de hablar, sino a una actitud de conciencia de Dios, y rendición a Dios que llevemos con nosotros todo el tiempo.
- Cada momento despierto, es para vivirse en la conciencia de que Dios está con nosotros y que Él está activamente involucrado y comprometido con nuestros pensamientos y acciones.
- Cuando nuestros pensamientos se vuelven hacia la preocupación, el temor, el desánimo y el enojo, debemos consciente y prontamente convertir cada pensamiento en oración y cada oración en acción de gracias (Fil. 4:6).
- La oración como un arma para usarse en la lucha de batallas espirituales (Efesios 6:18).
- Para los cristianos, la oración es como el respirar. Como creyentes, todos hemos entrado en la atmósfera divina para respirar el aire de la oración. Sólo entonces podemos sobrevivir a la oscuridad del mundo.
- La oración continua, persistente, incesante, es una parte esencial de la vida cristiana y surge de la dependencia de Dios.
Una Iglesia unida en Oración puede lograr mucho delante de Dios.
La Adoración es la clave y la llave que abre la puerta para que Dios incline su oído para escucharnos.
Antes de Pedir, es necesario acercarse al que puede oírnos en Reverencia, dándole Honor y Gloria y no como si nos acercáramos a una persona del común, recuerde que es delante de Un Poderoso Dios que estamos. Su santidad nos obliga a despojarnos de toda maldad y de todo pecado.
Cada necesidad de la Iglesia es importante para Dios, pero es necesario hacerlo con un Corazón íntegro, sincero, amoroso, humilde y con la intensión de vivir una vida limpia y transformada por Aquel que pagó con su vida el rescate y voluntariamente murió para que seamos su Gloria delante del Padre Celestial y Ese Es Jesucristo Nuestro Señor y Dios.
Filipense 3: 21.
3:21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
La Iglesia primitiva perseveraba en la Oración, en la Comunión de los Santos, en el Estudio de la Palabra y siempre el Gozo era una característica de todos.
La Oración sigue siendo un motivo para unir a los Hermanos en torno a las necesidades y en la búsqueda de la respuesta de Dios.
Oremos entonces dándole gracias a Dios y esperemos su Misericordia que cada día se renueva en nuestros corazones.
Mire Padre Celestial su Iglesia de Santa Rosa, a cada uno de los Hermanos, le pedimos en El Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, nos Bendiga, nos perdone  y derrame sus Favores, Somos una Iglesia en Crecimiento numérico y espiritual, pero con unos Corazones abiertos a su Palabra y preparados para Obedecerle. Le Amamos Señor.
PASTOR. Rigoberto Gómez E
























miércoles, 19 de agosto de 2015

LA GRACIA QUE HOY NECESITAMOS RECIBIR Y QUE NECESITAMOS DAR.

LA GRACIA QUE HOY NECESITAMOS RECIBIR Y QUE NECESITAMOS DAR.
¿QUÉ ES LA GRACIA PARA NOSOTROS?
Es un favor no merecido y que viene de parte de Dios.
La palabra de Dios en el Libro de romanos nos presenta del Capítulo 1 hasta el 11 la descripción de quiénes somos y todo lo que Dios ha hecho por nosotros. Del capítulo 12 al 16, describe la forma como debemos actuar. Esto quiere decir que como cristianos debemos actuar con Gracia.
Romanos 12: 3 nos dice:
12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
Dios repartió fe en una medida especial a cada uno, pero esto no nos debe llevar a tener un concepto más Alto, que el de los demás hermanos.
Debemos actuar con cordura, con cuidado, con Amor.
En otras palabras somos los recipientes de la Gracia de Dios. Recibimos la Gracia como un favor no merecido de parte de Dios.
Nosotros no nos merecemos la Gracia, pero tenemos una relación personal con un Dios lleno de Gracia.
Entonces tenemos que demostrar Gracia con los demás.
En romanos 12: 14- la Palabra nos dice:
12:14 Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.
12:15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
12:16 Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
12:17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
12:18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
12:19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
12:20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
12:21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
EL FAVOR Y LA DINÁMICA DE LA GRACIA.
El favor y la dinámica de la gracia se ven reflejadas en nuestro Actuar como hijos de Dios.
Mire que somos hijos de Dios de Gracia y por lo tanto debemos de dar esa Gracia que hemos recibido.
Hemos heredado un favor inmerecido de manos de Dios y dar de esa Gracia que tal vez pensamos que otros no merecen.
Somos personas que Extendemos esa Gracia a otros que no la merecen, por lo que son, por lo que nos han hecho, por lo que no hacen en la Iglesia, en la Sociedad.
NUESTRA RESPONSABILIDAD COMO CRISTIANOS.
No es jugar a ser parte de la Iglesia, es ser y demostrar que somos verdaderos cristianos llenos de Gracia.
En el versículo 14 y 15 se nos presenta a tres tipos de personas.
a)     Alguien que nos está causando un dolor de cabeza, que es nuestro problema y El Señor nos pide que debemos Bendecirlo y no Maldecirlo; muchos tal vez nos den éste consejo, no te enojes con ellos, pero si debes vengarte.
El Señor en Mateo 7: 12, nos dice: Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
En mateo 5: 38- 48, El Señor nos dice: 5:38 Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
5:39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
5:40 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;
5:41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
5:42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
5:43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
5:45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
5:46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?
5:47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?
5:48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
b)    Gozaos con los que se gozan. La mayor alegría para nosotros es ver hermanos, familiares y amigos que salen adelante, que triunfan.
c)     Pero sabemos también que hay algunos que están en dificultad, en sufrimiento, en dolor, en llanto, en enfermedad. Es necesario estar acompañándolos y demostrándoles nuestra Gracia.
Cuando El Mártir Esteban presentó el mensaje de Jesucristo al pueblo de Israel, allí estaba Saulo que consentía en su muerte, pero también estaba Esteban orando para que Dios perdonara sus pecados y recibiera la Gracia de Dios y así fue como éste Saulo se convirtió más adelante en el gran siervo de Dios, llamado Pablo. Hechos 7: 57-  60.
7:57 Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él.
7:58 Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo.
7:59 Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu.
7:60 Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.
El Señor Jesucristo de Gozo con los que gozaban, Lloró por los que lloraban y Sufrió con los que sufrían.
LA GRACIA DE DIOS SE DA A LOS QUE NO LA MERECEN.

Tenemos muchas maneras se actuar y podemos escoger: huir, ignorar o aferrarnos a la Gracia de Dios y ser totalmente Obedientes y dar de esa Gracia que hemos recibido, a los que pensamos que no la merecen

¿LE PREGUNTO A USTED SI ESTÁ EN EL GRUPO CORRECTO? ¿ESTÁ USTED EN LA IGLESIA CORRECTA?

¿LE PREGUNTO A USTED SI ESTÁ EN EL GRUPO CORRECTO?
¿ESTÁ USTED EN LA IGLESIA CORRECTA?
ES NECESARIO EXAMINARLO TODO.
El Grupo Correcto.
La Iglesia Correcta.
Pocos son los que la hallan.

Mateo 7:14

Quienes son atraídos por el Espíritu de Dios para que entren por la puerta estrecha y anden por el camino angosto están en el grupo espiritual correcto. Quienes están en el grupo espiritual equivocado son todos los paganos y cristianos nominales, todos los ateos y devotos fanáticos superficiales, todos los teístas nominales y humanistas seculares, y personas de todos los grupos étnicos y económicos que no tienen una fe salvadora en Jesucristo. Entran por la puerta ancha y van por el camino espacioso que lleva a la destrucción.

Jesús dijo "Muchos son llamados, y pocos escogidos" (Mt. 22:14). El grupo correcto no es pequeño sencillamente porque la puerta de entrada es demasiado estrecha o el camino es muy limitado. Los creyentes son pocos porque muchas personas se niegan a arrepentirse de sus pecados y a confiar en Cristo para salvación. Prefieren morir en las tinieblas (vea Jn. 3:19).

Todo el que quiera ir a Jesucristo puede hacerlo con la ayuda de Dios: "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera" (Jn. 6:37). Y quienes van a Cristo estarán para siempre en el correcto grupo espiritual.
LOS MUNDOS QUE DEBEMOS CONOCER COMO CRISTIANOS.
Segunda Corintios 7:1: “Amados, puestos que tenemos tales promesas, limpiémonos.”
Usted fue creado para conocer tres mundos: el espiritual, el psicológico y el material. Éstos pueden ser considerados el mundo sobre nosotros, el mundo dentro de nosotros y el mundo a nuestro derredor. Estos mundos se relacionan a las tres partes de nuestra naturaleza humana: espíritu, alma y cuerpo. Cuando usted posee con su cuerpo una relación correcta con el mundo material, estará saludable. Cuando tiene con su alma una relación correcta con el mundo psicológico, estará feliz. Cuando usted posee con su espíritu una relación correcta con el mundo espiritual, será santo. El plan de Dios anhela que usted eventualmente viva esas tres realidades: salud, felicidad y santidad.
Dele un vistazo a su vida. ¿Dónde necesita comenzar a hacer cambios para tener un estilo de vida más saludable? ¿Qué le dice su barómetro emocional respecto a la forma en la que ve a otras personas y se ve a sí mismo? ¿Existe alguna área de su vida espiritual que usted sabe no está en obediencia al llamado a vivir una vida santa?
LOS VERDADEROS SERVIDORES DE JESUCRISTO SE DEBEN DIFERENCIAR DE LOS FALSOS PROFETAS.
Cuidado con los falsos profetas.

Se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar.

Marcos 13:22

Ha habido falsos profetas desde principios de la historia redentora (vea Dt. 13:1-5),( Jer 23,) y siempre encuentran quienes los oigan. En su sermón del Olivar, Jesús advirtió: "Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre... y a muchos engañarán" (Mt. 24:4-5). Años después el apóstol Juan les dijo a sus lectores que "muchos engañadores han salido por el mundo" (2 Jn. 7).

Los falsos profetas siempre han disfrutado de algún grado de popularidad porque muchas personas no quieren oír la verdad. Así que Juan exhortó a todos los creyentes: "Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo" (1 Jn. 4:1).
LOS FALSOS PROFETAS ANDAN POR ALLÍ.
¿Qué es un falso profeta?

Por sus frutos los conoceréis.

Mateo 7:16

La característica más peligrosa de los falsos profetas es que afirman que son de Dios y que hablan en su nombre. "Los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso" (Jer. 5:31).
Tales líderes casi siempre parecen agradables y positivos. Les gusta estar con los cristianos, y saben cómo hablar y actuar como creyentes.
Por lo general los falsos profetas reflejan sinceridad y así engañan con más facilidad a los demás (vea 2 Ti. 3:13). Pero usted puede identificar el verdadero carácter de los falsos maestros al observar de lo que no hablan mucho. Por lo general no niegan doctrinas fundamentales como la deidad de Cristo y el sacrificio expiatorio, el carácter pecaminoso de la naturaleza humana, o el que los incrédulos vayan al infierno. Sencillamente pasan por alto tales verdades "polémicas".
Pero siempre que un falso profeta esté en medio de ustedes, no se puede pasar por alto su presencia ni los efectos perjudiciales de su enseñanza herética.
¿CÓMO DEBE REACCIONAR USTED FRENTE A LOS FALSOS PROFETAS?
La reacción ante los falsos profetas.

Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.

Mateo 7:15

En la breve carta de Judas a los creyentes, el apóstol advierte categóricamente contra los falsos profetas y nos dice cómo reaccionar ante ellos. "Conservaos en el amor de Dios" (Jud. 21). Nuestra primera reacción ante la falsa enseñanza es sencillamente estar en armonía con Dios, estar seguros de que estamos en comunión con Él y recibir su bendición y su poder. Entonces podemos convencer "a algunos que dudan" (v. 22). Los creyentes que dudan de su fe por culpa de los falsos maestros necesitan que se les aliente.

Otra reacción necesaria pudiera ser salvar a otros, "arrebatándolos del fuego" (v. 23). Hay que rescatar a los incrédulos que van rumbo al infierno por oír falsas enseñanzas antes de que sea demasiado tarde.

Por último, Judas presenta una tercera reacción ante los falsos profetas: "De otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne" (v. 23). A veces debemos confrontar a los falsos profetas y a sus seguidores, haciéndolo con una especial dependencia del Señor y teniendo el cuidado de no contaminarnos con sus falsas enseñanzas.
¿ CÓMO SABE USTED SÍ UN BILLETE ES LEGÍTIMO O ES FALSO?.
En el Banco le enseñan las características del Billete Bueno y Auténtico; así usted sabrá sino encuentra esas mismas características en cualesquier otro Billete.
Cómo distinguir lo verdadero de lo falso.

Todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.

Mateo 7:17

La Didaché, uno de los escritos cristianos más antiguos después del Nuevo Testamento, da varias pautas para distinguir a los profetas verdaderos de los falsos. En primer lugar, un verdadero profeta no abusará de la hospitalidad, sino que seguirá adelante, atendiendo su ministerio y su misión. Pero un falso profeta dará vueltas indefinidamente, preocupado solo por satisfacer sus propios intereses.

En segundo lugar, a diferencia del falso profeta, el verdadero profeta se opone a la excesiva solicitud de dinero. Está contento con el apoyo para las necesidades fundamentales de la vida y del ministerio.

En tercer lugar, la manera de vivir de un verdadero profeta corresponderá con las normas de justicia que enseña. Es muy probable que un falso profeta enseñe una cosa y practique otra.

Un verdadero ministro del evangelio mostrará lo que Pablo escribió: "Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo" (2 Co. 2:17).
HASTA LOS FALSOS PROFETAS DAN FRUTOS, PERO USTED DEBE JUZGAR SI SON BUENOS O MALOS FRUTOS.
El juzgar los frutos espirituales.

No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.

Mateo 7:18

Un árbol frutal puede ser hermoso y decorativo, y dar una sombra refrescante en el verano. Pero su principal propósito es dar frutos, y por tanto se le juzga por lo que produce y no por lo que aparenta. De igual manera, a cualquiera que diga que habla en nombre de Dios se le ha de juzgar por su vida, no simplemente por su apariencia ni por sus palabras.

A veces los falsos profetas pueden engañar incluso a los cristianos genuinos. Si se vuelve descuidado respecto a la Palabra de Dios, perezoso en cuanto a la oración e indiferente acerca del reino de Dios, es fácil que lo engañe un maestro talentoso, ameno y con facilidad de palabra que aparenta ser ortodoxo y genuino.


Por lo tanto, es importante que siga vigilante y preparado. Los malos frutos de un árbol malo son sencillamente inaceptables, sin que importes cuán buenos puedan ambos parecer. Se les debe examinar con cuidado (vea He. 5:14). Pero para el creyente de experiencia hay una verdadera garantía en las palabras de Jesús: "por sus frutos los conoceréis" (Mt. 7:20). No hay por qué ser engañado si se observa cuidadosamente.

jueves, 13 de agosto de 2015

DIOS PONE EL ÉNFASIS EN EL CARÁCTER.

DIOS PONE EL ÉNFASIS EN EL CARÁCTER.
Proverbios 20:7: “Camina en su INTEGRIDAD el justo; sus hijos son dichosos después de él.”
El mundo dice que si podemos arreglar las condiciones o circunstancias para que no haya pesar, ni sufrimiento, entonces podríamos cambiar al hombre. Si podemos cambiar las condiciones, podemos cambiar el carácter. No obstante, la Biblia nos enseña lo opuesto. El mundo pone el énfasis en la condición, mientras que DIOS PONE EL ÉNFASIS EN EL CARÁCTER. Alguien bien dijo que no podemos purificar el agua al pintar el pozo. Sin embargo, eso es lo que tratamos de hacer. Pensamos que si podemos cambiar lo exterior o crear condiciones en las que nunca haya dolor, entonces estaremos bien. Pero, JESÚS PUSO EL ÉNFASIS EN EL CARÁCTER. En lo que usted ES y no en lo que tiene.
¿Existe alguna persona en su vida a la cual admira? ¿Alguien con integridad? Alabe a Dios por lo que Él hace en la vida de esa persona y exprésele unas palabras de motivación.
ESTA HISTORIA  LO VA  A MOTIVAR  EN LA FORMACIÓN DE SU CARÁCTER.
PARA COMPONER EL MUNDO...
Se cuenta la historia de un muchacho al que se le hacía difícil la geografía. Por más que estudiaba, le costaba trabajo ubicar los continentes, las naciones y las capitales del mundo.
Un día, su padre, a fin de ayudarle, encontró un mapa del mundo en una revista. Arrancó la página y dijo:
—Mira lo que voy a hacer, hijo.
Con una tijera cortó la página en unos cincuenta pedazos, y le dijo al muchacho:
—Ahora quiero que compongas este mapa.
El padre salió, y regresó a los quince minutos. ¡Cual no sería su sorpresa al ver que su hijo había terminado de componer el mapa!
—¿Cómo pudiste terminarlo tan pronto? —le preguntó.
—La verdad es que fue fácil —contestó el hijo—. Recordé que al otro lado de esa página había el retrato de un hombre, así que para componer el mundo, sólo tenía que componer al hombre.
Aquel muchacho tenía razón, no sólo en sentido literal sino también en sentido figurado. Porque no hay duda de que el mundo está descompuesto moral y espiritualmente. Los interminables conflictos nacionales e internacionales nos tienen desmoralizados a todos. Las tensiones políticas en el medio oriente nos tienen los nervios de punta. Bien sabemos que un enfrentamiento bélico pudiera convertirse en la guerra más terrible que el mundo jamás haya visto. Los déficits económicos del mundo nos tienen consternados. Y por si todo eso fuera poco, la deplorable condición moral que impera en el mundo —la deshonestidad, la deslealtad, el descaro y el desenfreno en las pasiones y en los vicios— nos tiene a todos descontrolados. Es innegable que el mundo se encuentra en una condición deplorable. Está descompuesto por fuera y por dentro. ¿Acaso hay alguna forma de componerlo?
Sí, la hay. La forma está en la solución que halló el muchacho de la anécdota: para componer el mundo hay que componer al hombre. El mal no radica en la geografía ni en el medio ambiente sino en el género humano y en su herencia. El hombre heredó su naturaleza pecaminosa de su progenitor Adán. Fue por el pecado de Adán que comenzó a descomponerse el mundo. De ahí que ahora, para que se componga el mundo, es necesario que el hombre permita que Dios lo componga a él individualmente. Tiene que reconciliarse con Dios, pidiéndole perdón por el pecado que practica a raíz de haber heredado esa naturaleza pecaminosa.
Cuando nos reconciliamos con nuestro Creador, Él nos transforma a tal grado que nos hace una nueva creación. Nos compone desde adentro hacia afuera mediante un renacimiento espiritual. No comencemos por nuestro vecino; comencemos, más bien, por nosotros mismos. Invitemos a Jesucristo, el Hijo de Dios, a que tome posesión de nuestro ser. Él compone a todo el que le da la oportunidad de hacerlo.
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2
COMPROBANDO LA VOLUNTAD DE DIOS.

Rete al Señor a mostrarse en su vida, encontrará que su voluntad le acompaña siempre, puede ser que no siempre entienda su propósito, pero podrá ver su divina mano, obrando para bien, en las más adversas situaciones.

BUENA.

Dios tiene buenos deseos para usted, no quiere su destrucción, le ama, y espera pacientemente que su corazón se vuelva a él. Dios es bueno todo el tiempo.

AGRADABLE.

La voluntad de nuestro Dios le será agradable, sabrá que la mejor forma de pasar por un valle de sombra muerte, será entre sus brazos. Nos deleitamos en su presencia.

PERFECTA.


Dios no se equivoca, no comete errores, su naturaleza es simplemente perfecta, por tanto no hay nada que nuestra limitada humanidad pueda discutir con el arquitecto de todas las cosas. Nosotros somos finitos, él es infinito.

LA IMPORTANCIA DE ORAR Y CONFIAR EN NUESTRO PADRE CELESTIAL.

LA IMPORTANCIA DE ORAR Y CONFIAR EN NUESTRO PADRE CELESTIAL.
“Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.”
Isaías 65: 24.
 DIOS ESCUCHA Y ACTÚA CON PRONTITUD.
 SERÍA BUENO QUE EL HOMBRE ESCUCHE Y OBEDEZCA CON PRONTITUD.
¡Qué obra tan veloz! El Señor nos oye antes de que llamemos; y con frecuencia responde con la misma prontitud. Previendo nuestras necesidades, y nuestras oraciones, arregla la providencia de tal manera que antes de que surja realmente la necesidad, Él la satisface, y antes de que la tribulación asedie, Él nos arma contra ella. Esta es la prontitud de la omnisciencia, y a menudo la hemos visto ejercitada. Antes de que soñáramos con la aflicción que venía, ya había llegado la poderosa consolación que había de sustentarnos a lo largo de ella. ¡Contamos con un Dios que responde las oraciones!
La segunda cláusula nos sugiere el teléfono. Aunque Dios esté en el cielo y nosotros en la tierra, Él hace que nuestra palabra, al igual que Su propia palabra, viaje muy velozmente. Cuando oramos correctamente, hablamos al oído de Dios. Nuestro agraciado Mediador presenta nuestras peticiones de inmediato, y el grandioso Padre las oye y les sonríe. ¡Qué grandioso es orar! ¿Quién no se entregaría de lleno a la oración, sabiendo que el Rey de reyes le oye? Hoy voy a orar con fe, no solamente creyendo que seré oído, sino que soy oído; no solamente sabiendo que Él me responderá, sino que ya tengo la respuesta. ¡Santo Espíritu, ayúdame en esto!
NUESTRA ORACIÓN DEBE TENER EL SENTIDO CORRECTO DE HACER SU VOLUNTAD.
Mateo 6:9-10: “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”
Cuando usted ora: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”, ¿está al tanto que esta oración aún no ha sido contestada, más lo será? Cristo Jesús literalmente, visiblemente, corporalmente regresará a esta tierra. ¿Lo cree? ¿Piensa que el Señor Jesús nos hubiera enseñado a orar esta oración si no fuese a ser contestada? Su reino todavía no ha llegado a la tierra. Su voluntad no se está llevando a cabo en la tierra, más se la hará, porque nuestro Señor nos enseñó a pedirlo en oración.
Cuando lea o vea las noticias hoy, observe cómo la voluntad de Dios no se hace en la tierra. Pídale al Señor que su voluntad sea hecha en la tierra al orar por las personas involucradas en los reportajes por su bienestar y salvación.
PEDIR EN ORACIÓN LA SABIDURÍA PARA NUESTRAS VIDAS ES CORRECTO.
Sabiduría para la vida.

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

Mateo 7:7-8

Tener la sabiduría de Dios está entre las mayores necesidades que tenemos. La sabiduría de Dios nos ayuda a tomar decisiones prudentes a lo largo de nuestra vida cristiana; a optar por el camino de Dios y rechazar el camino del mundo en toda situación.

La Biblia presenta muchos mandamientos y principios para la vida cristiana, pero no es un manual exhaustivo de métodos y reglas para toda situación concebible. Eso no sería muy práctico, e impediría que confiáramos solamente en Dios. Él quiere que leamos su Palabra cada día de modo que podamos conocer sus principios para una vida recta y que podamos orar sabiamente pidiendo dirección cuando tenemos que tomar decisiones difíciles.


En las Escrituras el Señor presenta a los creyentes la verdad suficiente para vivir de manera responsable, y suficiente misterio para llevarlo a Él en la oración confiada: "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada" (Stg. 1:5).

DIEZ FORMAS BÍBLICAS DE COMBATIR EL ESTRÉS.

DIEZ FORMAS BÍBLICAS DE COMBATIR EL ESTRÉS.
El estrés afecta la salud  Espiritual, física y emocional.
Estos sencillos consejos ayudan a manejarlo y  evitar más daños.
EL ESTRÉS ES LLAMADA LA ENFERMEDAD DEL SIGLO XXI.
“En Dios solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación.”   Salmo 62: 1.
 NUESTRA ESPERANZA ESTÁ EN DIOS, NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR.
¡Bendita postura! Esperar verdadera y únicamente en el Señor. Esta debe ser nuestra condición durante todo este día, y cada día. Esperar lo que a Él le agrade, esperar en Su servicio, esperar en su gozosa esperanza, esperar en oración y contentamiento. Cuando la propia alma espera de esta manera, está en la mejor y más verdadera condición de una criatura delante de su Creador, de un siervo delante de su Señor y de un hijo delante de su Padre. No permitiremos ninguna, desconfianza. Al mismo tiempo, no nos acostumbramos correr delante de la nube, ni buscar la ayuda en los demás: nada de esto sería tener el alma acallada en Dios. Dios, y sólo Dios, es la esperanza de nuestros corazones.
¡Bendita seguridad! De Él nos viene la salvación y viene en camino. Vendrá de Él, y de nadie más. Él recibirá toda la gloria por ello, pues sólo Él puede y quiere darnos la salvación. Y Él lo hará con toda certeza en el tiempo y en la manera establecidos por Él. Él salvará de la duda y del sufrimiento, y de la calumnia, y de la turbación. Aunque todavía no veamos ninguna señal de salvación, estamos satisfechos de aguardar la voluntad del Señor, pues no tenemos desconfianza de Su amor y fidelidad. Él hará Su obra con certeza en breve, y nosotros le alabaremos por la misericordia venidera.



Pero sobretodo,  Confiar en Dios, dejarlo trabajar y esperar.

Aprende estos versículos y repítelos cuando el estrés este ganando:

“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.”
1 Pedro 5:7

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”
Mateo 11:28

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”
Juan 14:27

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
Filipenses 4:6-7

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
Josué 1:9.
HUMANAMENTE TAMBIÉN PODEMOS TOMAR ACCIONES.
DESCANSE EN FAMILIA HACIENDO ACTIVIDADES LÚDICAS.
1. Salir con los amigos, pareja o familia entre semana. Hay que romper la rutina.
PARTICIPAR EN GRUPOS DE ORACIÓN Y ASISTIENDO A LA IGLESIA.
2. Aprovechar el fin de semana para un cambio de ritmo.
¿Cuenta con una congregación? Si no, le animamos a que encuentre una. Si asistir a la iglesia no fuese importante, le preguntamos por qué Satanás se esfuerza tanto en mantener alejadas a las personas. Si usted ya tiene una iglesia a la que asiste regularmente, haga un esfuerzo esta semana por conocer a una nueva persona y observe qué necesidades tiene ésta que usted puede suplir.
LA MÚSICA CRISTIANA LLENA SU CORAZÓN, ALABE A DIOS
3. Escuchar música. Ayuda a la relajación del cerebro y puede facilitar el buen humor, llena el corazón.
DELE GLORIA A DIOS POR SU CREACIÓN.
4. Detenerse a oler las flores o admirar el paisaje ayuda a disminuir el estrés. Sonreír es la clave.
Salga a caminar en la naturaleza, dele gracias a Dios por ser el gobernador de la creación que causa que el sol brille, la lluvia rocíe la tierra, y que usted pueda tomar su próximo aliento.

USTED NECESITA UN TIEMPO DE INTIMIDAD Y A SOLAS CON DIOS.
5. Pasar tiempo con uno mismo. Regalarse tiempo se traduce en calma y concentración.
Entréguese a Dios el día de hoy. Al hacerlo, Él le usará. Permita que su fuego arda en usted para que todos a su alrededor puedan verlo.
LEVANTARSE MÁS TEMPRANO.
6. Cambiar el “5 minutos más” en la cama por levantarse 15 minutos antes para realizar las tareas matutinas con calma.
SEA ORGANIZADO CON SUS TAREAS.
7. Preparar el día desde la noche anterior. Tener lista la ropa o el desayuno permite ganar tiempo.
NO SOBRECARGUE SU VIDA CON ACTIVIDADES QUE NO PUEDE REALIZAR.
8. Aprender a decir “NO” a las actividades cuando se sabe que no se tiene tiempo ni energía.
SEA FLEXIBLE CON SUS OBJETIVOS Y METAS.
9. Ser flexible con las metas y objetivos. El mundo no se acaba si se dejan algunos deberes para mañana.
PÍDALE A DIOS QUE LO GUÍE EN CADA DÍA.
10. Respirar. Concentrarse en cómo se hace, al menos una vez al día.
DIOS NOS AYUDA  A LLEVAR LAS CARGAS.
El que lleva la carga.

Mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

Mateo 11:30

Jesús se describió a sí mismo como "manso y humilde de corazón" (Mt. 11:29); por lo tanto, Él da descanso, no cansancio, a todos los que se someten a Él y hacen su obra. En Cristo usted no solo tiene a un Salvador, sino también a uno que lleva la carga. Él lo ayuda a llevar todas sus cargas, incluso la carga de la obediencia.
EN JESUCRISTO EL SEÑOR DEBE DESCANSAR NUESTRA ALMA.
Cristo nunca le dará una carga demasiado pesada de llevar. Su yugo no tiene nada que ver con las exigencias de la ley ni con las obras humanas. Más bien pertenece a la obediencia del cristiano a Dios, que Él quiere hacerla una experiencia alegre y feliz. Dé gracias a Dios por dar a alguien tan misericordioso que lleve la carga en la persona de su Hijo.
EL ODIO Y LA ANSIEDAD TAMBIÉN DAN ESTRÉS. EL PERDÓN AYUDA A SALIR DEL ESTRÉS. LEA ESTA HISTORIA.
«ASCO DE MÍ Y ODIO CONTRA ÉL»
Por Carlos Rey.
«Conocí a un hombre [de mi misma nacionalidad] y, a pesar de que él era casado, tuvimos una relación amorosa [hasta que] él regresó a [nuestro país de origen]. Me llamaba y... un día me dijo que quería regresar a [donde yo estaba] y que le mandara dinero. Muy confiada, yo acepté. Cada mes le mandaba dinero, y así fue por tres años.... Enamorada de él, le creí, y él desapareció....

»Yo sé que meterme con un hombre casado es pecado. Siento un asco de mí y un odio contra él... tan grande que a veces no puedo con eso, pues tengo problemas de ansiedad, como por ejemplo compulsiones de arrancarme el cabello y de comer demasiado. Sé que necesito ayuda para mi problema.»

Este es el consejo que le dio mi esposa:

«Estimada amiga:

»... Lo que usted ha descrito es una vida consumida por el odio, y ha admitido que, como resultado, está teniendo problemas emocionales. Ese odio ha causado cambios en su cerebro, de modo que ahora está produciendo las sustancias químicas que hacen que se sienta ansiosa y que se arranque el cabello.

»Claro que no debió haber tenido una relación amorosa con un hombre casado. Y por supuesto que él no debió haberle mentido ni tomado su dinero....

»A Jesucristo lo traicionó Judas, lo ridiculizaron y azotaron los soldados romanos, y finalmente lo mandaron a crucificar las autoridades de aquel entonces. Él tenía sobrada razón para odiarlos a todos. No había hecho nada malo, y era del todo inocente. Sin embargo, aun en su agonía, Él dijo: “Padre, perdónalos.”1 Cristo es el supremo ejemplo de cómo perdonar.

»Hay una razón más para perdonar. En otra ocasión Cristo dijo: “Si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre [celestial] les perdonará a ustedes las suyas.”2

»Usted tiene la opción de perdonar o de seguir odiando. El odio le producirá más ansiedad y más problemas emocionales. El no perdonar hará que Dios tampoco le perdone los pecados suyos, aun cuando usted se lo pida. Y si no obtiene el perdón de pecados, entonces no podrá ir al cielo cuando muera. Así que se hundirá en la miseria en este mundo, y ni siquiera la muerte habrá de darle alivio alguno.

»El odio que usted siente y su incapacidad de perdonar no están perjudicando a ese hombre ni a la esposa de él. Solamente están perjudicándola a usted. Pídale a Dios que le ayude a perdonar y a superar el pasado. Y luego pídale que la guíe de modo que tome mejores decisiones en el futuro en cuanto a las relaciones humanas y al manejo del dinero.»
1         Lc 23:34

2         Mt 6:15