LA
METAMORFOSIS PRODUCIDA POR EL ALCOHOL.
LA
METAMORFOSIS DE CORTÉS FERRUSQUILLA
Por el
Hermano Pablo.
CUANDO EL
HOMBRE ACTÚA COMO UN ANIMAL.
Primero
salió corriendo por las calles, dando furiosos ladridos. Tenía la boca espumosa
y los ojos inyectados en sangre. Corrió en cuatro patas lanzando mordiscos a
diestra y siniestra, sembrando espanto por toda la colonia.
UNA LOCURA
QUE PRODUCE MIEDO.
Encontró en
su camino a la niña Priscila Cortés, a la que mordió hasta sacarle sangre. Un
agente de policía que quiso apresarlo resultó con el uniforme destrozado por
uñas y dientes. Por fin, el enfurecido ser fue reducido por tres fuertes
agentes.
LA
HIDROFOBIA DE ENRIQUE FERRUSQUILLA.
Sin embargo,
no era un can. Era Enrique Cortés Ferrusquilla, de treinta y tres años,
habitante de la colonia Prado Churubusco de la ciudad de México. Una tremenda
borrachera había producido en él una verdadera metamorfosis, convirtiéndolo
poco menos que en un can atacado de hidrofobia.
¡ ALCOHOL
QUE TANTO DAÑO LE HA HECHO A LA HUMANIDAD!
¡Qué
metamorfosis produce en los seres humanos el vicio del alcohol! Los diarios que
comentaban la noticia decían que Cortés Ferrusquilla se convirtió, por el
líquido de fuego metido en su sistema, no en una enorme cucaracha, como en la
famosa Metamorfosis de Franz Kafka, sino en un perro, que salió en cuatro patas
espantando a los tranquilos habitantes de la colonia, con «la boca espumosa y
el ojo fatal», como dice Rubén Darío del lobo de Gubbia.
CAMBIOS DE
PERSONALIDAD QUE PRODUCEN MUERTE.
El alcohol
se está constituyendo de nuevo en el azote de la sociedad. Su peligro está
sobrepasando, si es posible, al de las drogas. Hoy no se concibe ninguna
fiesta, ninguna celebración, homenaje o festejo sin que haya copas de licor
circulando entre los concurrentes, y efectuando, con su ominoso poder, diversas
metamorfosis.
¡HORRIBLES
ACCIDENTES DE TRÁNSITO POR EL ALCOHOL!
No todos los
que beben licor necesariamente van a hacer lo mismo que el embriagado de este
caso. Pero siempre, lenta e inexorablemente, el alcohol comenzará a efectuar
una metamorfosis en la mente y la conciencia del adicto a él.
¡HOY EL
ALCOHOL DESTRUYE LOS HOGARES, PERO SIGUE RECIBIENDO APLAUSOS!
No hace
falta agregar argumentos médicos para darle más peso a este argumento. El poder
destructivo del alcohol lo conoce el propio alcohólico mejor que nadie.
EL HOMBRE
NECESITA DOMINIO PROPIO Y ÉSTE VIENE DE PARTE DEL SEÑOR JESUCRISTO.
Sin embargo,
hay una manera de librarse del alcoholismo. Hay una manera de volver a la
sobriedad y al dominio propio, y a conservar bien el equilibrio, no sólo físico
sino mental, moral y espiritual. Se logra mediante el poder del evangelio de
Jesucristo. Porque Cristo, el Señor viviente y triunfante, tiene poder de sobra
para regenerar, cambiar y ennoblecer a todo ser humano.
JESUCRISTO
LO ESTÁ ESPERANDO HOY, VENGA A ÉL. ÉL LE DARÁ LA PAZ QUE NECESITA TODO SU SER.
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