LA VERDAD DE
LA PALABRA DE DIOS.
ÉL, JESUCRISTO, ESTÁ EN
EL LIBRO.
UNA PALABRA
QUE ES UN ALIMENTO.
Desead, como
niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella
crezcáis.
CONOCER A
JESUCRISTO COMO SEÑOR Y DIOS.
1 Pedro 2:2
UN EJEMPLO
DE SANTIDAD, DE SERVICIO Y DE ALABANZA A DIOS.
Para ser más
semejante a Cristo hay que conocer la Palabra de Dios. Hay que saber cómo
Cristo vivió cuando estuvo en la tierra, y el único lugar donde aprender eso es
en las Escrituras, que son la revelación de Cristo. El Antiguo Testamento
prepara la escena para Él, crea la necesidad de Él y predice su venida. Los
Evangelios relatan su llegada. El libro de Hechos describe el inmediato efecto
de su ministerio. Las epístolas describen la importancia a largo plazo de su
vida y ministerio. Y Apocalipsis da detalles de su futura venida y de su juicio
de la tierra.
LA RAZÓN DE
SER DE CADA UNO DE NOSOTROS ES JESUCRISTO.
Cristo es el
punto central de toda la Biblia, y hay que estudiarla para saber cómo es Él.
Muy a menudo estudiamos la Biblia en busca de argumentos teológicos o para
responder preguntas. Esas cosas son importantes, pero lo más importante del
estudio bíblico es saber más de Cristo para que podamos ser como Él.
TODO LO QUE
NECESITAMOS: A JESUCRISTO.
El reino de
los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre
halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y
compra aquel campo.
BUSQUEN Y
HALLARÁN.
Mateo 13:44
El apóstol
Pablo tuvo una vida compleja antes de ser cristiano (Fil. 3:4-6). Él trató de
cumplir todas las leyes y tradiciones del judaísmo. Trató de hacer varias obras
que esperaba se le acreditaran a su cuenta. Pero en todas sus búsquedas,
buscaba algo que no podía encontrar. Entonces un día, en el camino hacia
Damasco, fue confrontado por el Cristo vivo y comprendió que Él era todo lo que
Pablo había estado buscando.
SOLO
JESUCRISTO TIENE UN VERDADERO VALOR.
Pablo
describe el cambio que hizo "Cuantas cosas eran para mí ganancia, las he
estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las
cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi
Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar
a Cristo" (Fil. 3:7-8). Cuando Pablo conoció a Cristo, comprendió que todo
lo que estaba en su balance como activo era en realidad pasivo. Halló que
Cristo era todo lo que necesitaba.
UN BUEN GUÍA
EN LAS MONTAÑAS. Y EN LA VIDA CRISTIANA
Por tanto,
os ruego que me imitéis.
1 Corintios
4:16
Como todos
los cristianos son imperfectos, necesitamos el ejemplo de alguien que también
sea imperfecto, pero que sepa cómo resolver la imperfección. Tal vez sirva esta
ilustración. Supongamos que decido participar en una peligrosa expedición de
alpinismo.
TODOS
NECESITAMOS UN GUÍA.
Un
helicóptero deja caer a un guía en la cumbre de la montaña, y este mira hacia
abajo y me dice: "Esta es la cumbre. Sube hasta aquí; este es el lugar
donde quieres estar". Este guía no sería de tanta ayuda como alguien que
vaya subiendo delante de mí y me diga: "Sígueme. Conozco el camino hacia
la cumbre".
NECESITAMOS
FIJAR UNA META.
Cristo nos
muestra la meta que debemos alcanzar, pero también necesitamos a alguien que
sea ejemplo del proceso de alcanzar la meta. Solo venciendo el pecado podemos
ser más semejantes a Cristo, de modo que necesitamos hallar a otro cristiano
que también esté luchando para vencer el pecado. Un ejemplo humano y espiritual
puede mostrarle cómo afrontar todas las consecuencias de nuestra condición
pecaminosa. Comience a buscar y a seguir a un guía espiritual.
UN EJEMPLO EXCELENTE
ES EL APÓSTOL PABLO.
Sed
imitadores de mí.
Filipenses
3:17
No hay mejor
ejemplo histórico de un cristiano que el apóstol Pablo. Él es una figura
dominante en el Nuevo Testamento, de modo que podemos deducir que Dios quiere
que imitemos su vida.
LOS
PRINCIPIOS Y VALORES PARA PONER EN PRÁCTICA.
Pablo es un
dechado de virtudes, adoración, servicio, paciencia a través del sufrimiento,
victoria sobre la tentación y buena administración de bienes y relaciones. Él
nos muestra cómo un hombre santo se enfrenta a su naturaleza caída, algo que
Cristo no podía hacer porque era sin pecado (He. 4:15)
EL APÓSTOL
PABLO ES UN MODELO PARA SER IMITADO.
La vida de
Pablo es un admirable ejemplo para nosotros. Por eso les dijo a los corintios:
"Sed imitadores de mí" (1 Co. 11:1). También elogió a los
tesalonicenses diciéndoles: "Vosotros vinisteis a ser imitadores de
nosotros y del Señor" (1 Ts. 1:6). Pablo es mi propio ejemplo personal en
el ministerio. Observo cómo resolvió las situaciones y trato de reaccionar
igual que él.
LOS GUÍAS
ESPIRITUALES.
Mirad a los
que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.
Filipenses
3:17
Los guías
espirituales son esenciales para la iglesia porque necesitamos ver vivir el
cristianismo delante de nosotros. Pablo le dijo a Timoteo "Sé ejemplo de
los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza" (1 Ti.
4:12). Un guía espiritual debe llevar una vida ejemplar porque debe mostrarles
a otros la senda. Las personas pueden ver la perfección en Cristo y pueden leer
acerca de Pablo, pero también necesitan a alguien a quien puedan observar y con
quien puedan hablar. Necesitan ver la virtud, la humildad, el servicio
altruista, la disposición a sufrir, la devoción a Cristo, el valor y el
crecimiento espiritual en la vida de alguien cerca de ellas.
ENSEÑAR LA
PALABRA Y VIVIR LA PALABRA.
Una gran
carga en mi corazón es que los pastores y ancianos de todas las iglesias sean
el tipo de ejemplos que Dios les ordena que sean. Es muy importante enseñar la
verdad, pero es igualmente importante que esa verdad sea apuntalada por una
vida virtuosa.
LÍDERES O
MEJORES SIERVOS DE DIOS.
EL FRACASO
DE LOS LÍDERES.
A ninguno
tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros.
Filipenses
2:20
LÍDERES QUE
BUSCAN RECONOCIMIENTOS.
La historia
de la Iglesia pudiera referirse a nuestra época como la del desastroso fracaso
en el liderazgo de la iglesia. Se han bajado las normas del liderazgo, y
millares han perdido trágicamente su camino.
SIERVOS QUE
ORAN Y TRABAJAN POR LA OBRA CON UN PERFÍL BAJO.
¿Dónde están
los hombres piadosos y veraces? ¿Dónde están los humildes y desinteresados
modelos de virtud? ¿Dónde están los ejemplos de la victoria sobre la tentación?
¿Dónde están quienes nos muestren cómo orar y vencer las pruebas o la
adversidad?
SIERVOS QUE
HACEN LA TAREA DE DIOS.
Tenemos una
iglesia estancada y deformada porque hemos perdido de vista a Cristo, su
Palabra y al Espíritu. Hemos perdido de vista nuestro claro ejemplo de
crecimiento en la vida del apóstol Pablo. Y hemos tolerado una norma de
liderazgo más baja que la permitida por la Biblia. La esencia del cristianismo
es ser más semejante a Cristo. Se atenderán asuntos tales como las buenas
relaciones, el servicio y la evangelización si procuramos alcanzar esa meta
santa.
EVITEMOS LA
TEOLOGÍA CENTRADA EN EL HOMBRE.
De vosotros
mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí
a los discípulos.
Hechos 20:30
ACERCARNOS
MÁS A LA IMAGEN DE CRISTO.
Muchas
fuerzas impiden que comprendamos esta verdad fundamental: "La meta de la
vida de todo cristiano es ser más semejante a Cristo". La psicología
humanista es una de esas fuerzas. Ella enseña que el hombre existe para su
propia satisfacción: debe tener todo lo que cree que necesita y debe satisfacer
sus deseos para ser feliz. Como resultado, en muchas iglesias el crecimiento
espiritual se iguala a menudo con allanar los problemas de la vida y hallar
satisfacción personal.
DEBEMOS SER
MÁS CRISTO CÉNTRICOS Y NO EGOCÉNTRICOS.
Esa clase de
mentalidad que finalmente lleva a una teología centrada en el hombre, es
diametralmente opuesta a lo que la Biblia enseña. La meta de la salvación y de
la santificación es que seamos hechos conformes a la imagen de Cristo (Ro.
8:29). Se ha dicho muy bien que la fe mira hacia afuera y no hacia adentro, y
que toda la vida está en esa esfera. Cuanto más conoce a Cristo y se concentra
en Él, tanto más el Espíritu lo hará semejante a Él. Pero cuanto más se concentra
usted en sí mismo, tanto más se distraerá usted de la senda correcta.
NO HAY
SECRETO ALGUNO PARA EL ÉXITO.
Ninguno que poniendo su mano en el arado mira
hacia atrás, es apto para el reino de Dios.
EL SEÑOR
DICE QUE DEBEMOS TOMAR UNA DECISIÓN: SER FRÍOS O SER CALIENTES; PERO A LOS
TIBIOS, LOS VOMITA DE SU BOCA.
Lucas 9:62
QUERER Y
ADQUIRIR COMPROMISOS PARA CUMPLIR.
Nunca he
conocido a una persona influyente que haya tenido éxito en cualquier campo
empresarial que no estuviera comprometida en alcanzar metas. Quienes influyen
en el mundo son investigadores, competidores y ganadores, interesados más en
las metas que en satisfacer sus propias necesidades. Todo lo que he aprendido
acerca de la vida de grandes líderes cristianos me ha enseñado que no hay secreto
alguno para el éxito. Todos ellos hicieron el máximo esfuerzo por alcanzar
metas espirituales y no les importó la satisfacción personal durante el
proceso.
PUESTOS LOS
OJOS EN JESÚS: CUANDO LOS APARTO DE ÉL PIERDO EL RUMBO Y LAS METAS.
Es asombroso
descubrir cuánto han sufrido los grandes predicadores, los teólogos y los
misioneros en el proceso de alcanzar sus metas. Estaban mucho más interesados
en seguir a Cristo que en su propia condición. ¿Puede usted decir lo mismo en
cuanto a su propio compromiso con Cristo?.
LOS CAMBIOS
PROFUNDOS QUE SE PRODUCEN EN CRISTO.
Un cambio de
naturaleza.
Si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas.
2 Corintios
5:17
CAMBIOS
INCREÍBLES Y TOTALES.
Cuando usted
recibe a Jesucristo, nace de nuevo y entra en el reino de Dios. Usted se
convierte en una persona totalmente distinta. El cambio que ocurre cuando usted
es salvo es más espectacular que el cambio que ocurrirá cuando usted muera
porque entonces ya usted tiene una nueva naturaleza y es ciudadano del reino de
Dios. La muerte simplemente lo lleva a la presencia de Dios.
TODO ES
NUEVO: VOLUNTAD, MENTE, CORAZÓN, PODER, CONOCIMIENTO, SABIDURÍA, VIDA,
HERENCIA, RELACIÓN, JUSTICIA, AMOR, DESEOS Y CIUDADANÍA.
En sus
epístolas, el apóstol Pablo dice que, cuando Dios nos transformó, nos dio una
nueva voluntad, una nueva mente, un nuevo corazón, un nuevo poder, un nuevo
conocimiento, una nueva sabiduría, una nueva vida, una nueva herencia, una
nueva relación, una nueva justicia, un nuevo amor, un nuevo deseo y una nueva
ciudadanía. Él llamó a eso "vida nueva" (Ro. 6:4). Algunos enseñan
que, cuando una persona se hace cristiana, Dios le da algo nuevo además de su
vieja naturaleza pecaminosa. Pero según la Palabra de Dios, no recibimos algo
nuevo. ¡Nosotros mismos nos volvemos nuevos!
LLAMADO A
SERVIR A JESUCRISTO.
Primera
Corintios 1:9: “Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con
su Hijo Jesucristo nuestro Señor.”
Juan Calvino
fue uno de los más grandes teólogos que hayan vivido. Él dijo: “He dejado todo
por Cristo, y ¿qué he encontrado? He encontrado todo en Cristo.” ¿Desearía
usted poder decir lo mismo? Usted puede. Solamente no se confunda con lo que
significa “dejarlo todo” por encontrar a Cristo. Tantos piensan que ser
discípulos significa unirse a algún movimiento, o ir al campo misionero, o
estudiar en un seminario. Amigo (a), ser un discípulo es tener comunión con el
Señor Jesucristo. Es conocer a Jesús íntimamente y seguirle doquiera Él le
guíe. La comunión con Cristo precede el servicio por Jesús. Antes de poder
ministrar a otra persona debemos tener comunión con Jesús.
¿Está usted
orando para saber dónde calza como discípulo en el cuerpo de Cristo? Dedique
algún tiempo esta semana para estar en comunión con Cristo y la respuesta
vendrá.
IMITANDO A
DIOS EN TODO.
Sea imitador
de Dios.
Sed, pues,
imitadores de Dios como hijos amados.
Efesios 5:1
El imitar a
Dios pudiera ser fácil de analizar, pero es difícil de hacer. No puede hacerlo con
su propia fuerza. Pero Jesús nos dio en el Sermón del Monte el punto de partida
para imitar a Dios. Tenemos que llorar por nuestro pecado con un espíritu
quebrantado y contrito. Cuando estemos abrumados por nuestro carácter
pecaminoso, tendremos hambre y sed de justicia. Así que hay una paradoja:
"Debemos ser como Dios, pero tenemos que reconocer que no podemos ser como
Él por nuestro propio esfuerzo".
Una vez que
estemos conscientes de la paradoja, entonces sabemos que debe de haber algún
otro poder para hacer posible el imitar a Dios. El apóstol Pablo pedía a Dios
que nos fortaleciera "con poder en el hombre interior por su
Espíritu" (Ef. 3:16). El Espíritu Santo da la fortaleza para que seamos
"llenos de toda la plenitud de Dios" (v. 19). Podemos ser como Dios
(desde el punto de vista de su carácter), pero no podemos lograrlo por nuestra
cuenta. Esa es la obra del Espíritu.
IMITAR A
DIOS EN EL PERDÓN. PERDONAR ES AMAR.
Mida su amor.
Dios, que es
rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó.
Efesios 2:4
La mejor
vara de medir el amor en la vida de un cristiano puede ser el perdón. Es porque
Dios nos demostró su amor desde el punto de vista del perdón. La Biblia pudo
habernos enseñado que de tal manera amó Dios al mundo que ha hecho flores o
árboles o montañas. Pero ella enseña que "de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna" (Jn. 3:16). Él dio a su Hijo para
perdonarnos. Eso demuestra sin dudas el amor de Dios más que las flores, los
árboles o las montañas.
EL AMOR
HACIA OTROS ESTABLECE LA DIFERENCIA COMO CRISTIANOS.
Mida su
amor. Pregúntese: ¿Amo? Si no ama, no es de Dios porque los hijos de Dios aman
a los demás (1 Jn. 4:7-8). ¿Cómo puede saber si usted se caracteriza por el
amor? Pregúntese: ¿Estoy enojado con alguien por algo que me hizo? ¿A menudo me
enojo con los demás, ya sea que exprese o no mi enojo? ¿Hablo de los demás lo
que no debo hablar? Esas son características de su antigua manera de vivir;
características de las que debe librarse a fin de amar y perdonar a los demás.
LA
PROFUNDIDAD DEL AMOR DE DIOS.
La
profundidad del amor.
Ante todo,
tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de
pecados.
1 Pedro 4:8
Los
cristianos debemos amar hasta más no poder, que incluye el cubrir
"multitud de pecados". Se debe afrontar el pecado pero también se
debe perdonar. Eso es lo que implica "cubrir". Debemos poner una
frazada sobre el pecado pasado ya resuelto.
DEBEMOS PEDIR
A DIOS QUE NOS EXAMINE.
Examínese.
¿Le guarda rencor a alguien en su casa? Si lo hace, recuerde que Jesucristo ya
pagó el castigo de cualquier cosa que esa persona hiciera. Su incapacidad para
perdonar contradice su amor. Y si la falta de perdón es característica de su
vida, tal vez usted no sea cristiano.
SI NO HAY
PERDÓN, TAMPOCO HAY CAMBIOS.
Inevitablemente,
los que tienen un gran sentido del perdón están dispuestos a perdonar a los
demás. Las personas que saben que se les ha perdonado mucho pueden perdonar
mucho. Espero que eso le suceda a usted.
BUSCANDO EL
AMOR PERFECTO.
La búsqueda
de amor del mundo.
Sobre todas
estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
Colosenses
3:14
Las personas
del mundo buscan mucho el amor. Se considera como la meta suprema el amar y ser
amado. Se ve al amor como la forma de experimentar las emociones extremas:
nunca será tan feliz ni estará tan triste como cuando está enamorado.
La música
actual estimula esa búsqueda del amor. Casi toda ella tiene el mismo mensaje
implícito sea la fantasía de un amor que se busca o la desesperanza de un amor
perdido. Las personas siguen persiguiendo ese sueño esquivo. Fundamentan su
concepto del amor en lo que hace para ellos. Las canciones, los dramas, las
películas, los libros y los programas de televisión perpetúan continuamente la
fantasía; el sueño de un amor perfecto satisfecho a la perfección.
DEBE
PREGUNTARSE CÓMO AMA.
El amor del
mundo es implacable, condicional y ególatra. Se centra en el deseo, el placer
egoísta y la lujuria; todo lo opuesto del perfecto amor de Dios. Las personas
buscan amor, pero no es el amor verdadero; es la perversión de Satanás.
EL VERDADERO
AMOR ESTÁ EN CRISTO JESÚS, SEÑOR NUESTRO.
El amor
incondicional.
También
Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a
Dios en olor fragante.
Efesios 5:2
La Biblia no
se refiere al amor cristiano como una emoción, sino como un acto de abnegación.
Una persona que verdaderamente ama a alguien no trata de quitarle nada a esa
persona. Es porque el amor cristiano nunca está condicionado a recibir algo; es
incondicional.
A menudo el
mundo define el amor desde el punto de vista de lo que puede obtener. Pero Dios
nos ama aun cuando nunca recibe nada a cambio. Si ese tipo de amor
caracterizara el matrimonio, el índice de divorcios no sería lo que es hoy. Si
quienes dicen que ya no aman a su cónyuge pudieran comprometerse a amarlo de manera
incondicional, pudieran descubrir que pueden recrear ese amor. Nuestro Señor
Jesucristo no nos ama por lo que pueda sacar de nosotros; nos ama a pesar de la
aflicción que le causamos. Haga del amor incondicional su meta, y sea humilde,
obediente y abnegado.
EL AMOR DEL
MUNDO Y EL AMOR DE DIOS.
Perversiones
de Satanás.
Pero
fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros,
como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías,
que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.
Efesios
5:3-4
Tanto el
amor de Dios como el amor de sus hijos es clemente, incondicional y altruista,
pero por seguro Satanás pervertirá eso. El amor terrenal es superficial,
egoísta, sensual y sexual, y Satanás le ha hecho creer al mundo esa definición
del amor.
A diferencia
del amor del mundo, el versículo de hoy termina indicando que debemos dar
gracias. Pablo dijo que "Dad gracias a Dios en todo, porque esta es la
voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús" (1 Ts. 5:18). Cuando
somos agradecidos por todo, nos salimos de nosotros mismos, porque la acción de
gracias se dirige a Dios.
En vez de
hablar de las personas, ámelas de una manera que transmita gratitud. Recuerde
que el amor de Dios es desinteresado y agradecido, pero el amor del mundo es
egoísta e ingrato.
QUE NUESTRA
LUZ NO SE APAGUE.
Huya de la
cueva.
Andad entre
tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que
anda en tinieblas, no sabe a dónde va.
Juan 12:35
Cuando un
cristiano peca y participa en las obras de las tinieblas, es como si hubiera
tenido una recaída.
Imagínese
que está perdido en una cueva. Cuando trata de encontrar la salida, solo se
adentra cada vez más en el laberinto de túneles. Pronto está en el vientre de
la tierra. Está asustado. Le late con fuerza el corazón. Tiene los ojos bien
abiertos, pero lo único que ve es una oscuridad agobiante. Anda a tiendas
durante horas, y las horas se convierten en un día, y luego otro día. Toda
esperanza parece perdida. De repente, a cierta distancia, se ve una lucecita.
Usted se mueve hacia ella, tratando de no caer en un hoyo profundo. ¡Al fin la
luz comienza a ampliarse y usted se encuentra en una abertura de la cueva! Con
la fuerza que le queda reanuda su viaje hacia la luz del día. Descubre entonces
una libertad como nunca la había concebido como posible. Sin embargo, poco
después de escapar piensa que había varias cosas de las que disfrutaba en la
cueva. De modo que regresa. ¡Cuán insensato! Pero eso es lo que hace un cristiano
cuando va tras las obras de las tinieblas.
LA PRUEBA SE
REFLEJA EN LA LUZ QUE SOMOS.
La prueba
está en la luz.
Comprobando
lo que es agradable al Señor.
Efesios 5:10
El gozo de
un cristiano es ser ejemplo vivo de la verdad de Dios; ser un ejemplo viviente
de lo que es agradable a Él.
Cuando
estuve en Damasco, descubrí que las tiendas no tienen ventanas. Si quiere
comprar algo, tiene que sacarlo a la calle y levantarlo a la luz para detectar
cualquier defecto. De igual manera, la única forma de evaluar nuestra vida es
exponer toda conducta, toda decisión y todo motivo ante la luz de Cristo y de
su Palabra.
Cuando voy
al aeropuerto y paso mis maletas por las cámaras que ven lo que hay dentro,
nunca me preocupa lo que vea el policía. No tengo nada que ocultar. No llevo
armas ni bombas. Así debemos ser como cristianos. No debe importarnos que la
luz revele lo que somos porque ella solo ha de comprobar la veracidad de
nuestra identidad. Debemos estar dispuestos a exponer nuestra vida ante la luz
para que pruebe que somos luz.
REPRENDER
LAS TINIEBLAS Y DEJAR VER LA LUZ.
Reprenda el
pecado.
No
participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien
reprendedlas.
Efesios 5:11
En vez de
hacer lo que hacen las personas del mundo, debemos reprender su maldad. Se nos
pudiera llamar la CIA espiritual: nuestro trabajo es reprender las fechorías de
las tinieblas. Nuestro instrumento es la Palabra de Dios: "Toda la
Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir,
para instruir en justicia" (2 Ti. 3:16, cursivas añadidas). Nuestra vida y
nuestras palabras deben reprender el mal.
A veces por
la manera en la que usted vive puede reprender el mal en la vida de las
personas. ¿Alguna vez ha caminado hacia personas que saben que usted es
cristiano y que da la casualidad que están en medio de una conversación
indecente? ¿Cambian de pronto de conversación? Cuando algunos incrédulos con
quienes yo jugaba golf se enteraban de que yo era pastor, sus palabras y
actitudes cambiaban de inmediato.
También Dios
nos ha dado la misión de reprender verbalmente el mal del mundo. Debemos
diagnosticarlo, confrontarlo y después dar la solución. El pecado es un cáncer
que debe extirparse. No se ayuda a nadie con pasar por alto su pecado. Las
personas deben reconocer su pecado antes de que puedan ver su necesidad de un
Salvador.
LA FUENTE DE
LA LUZ ES JESUCRISTO EL SEÑOR.
¡Despierte!.
Por lo cual
dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará
Cristo.
Efesios 5:14
El versículo
de hoy cita lo que el profeta Isaías dijo en Isaías 60:1: "Levántate,
resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre
ti". Ese versículo era la esperanza del Mesías, y la interpretación de
Pablo es una reflexión de lo que Cristo ha hecho.
Muchos
comentaristas bíblicos creen que Efesios 5:14 es un verso de un himno de
resurrección cantado por la iglesia primitiva. Lo ven como una invitación; una
presentación del evangelio. El pecador es el que duerme, y la invitación es a
que despierte y resucite. El Salvador es Cristo, que alumbrará la vida.
Al igual que
Rip Van Winkle, los hombres y las mujeres están durmiendo a través del tiempo;
un tiempo de gracia. Cuando despierten, será demasiado tarde. Por eso Pablo los
exhorta, como debemos exhortarlos nosotros, a que despierten y se levanten de
los muertos.
LA
AUTO DISCIPLINA ES UN VALOR QUE SE PRACTICA MUY POCO.
El valor de
la autodisciplina.
Así que, yo
de esta manera corro, no como a la ventura.
1 Corintios
9:26
La cultura
actual está obsesionada con la diversión, los deportes, el materialismo y el
placer emocional. En realidad, esas preocupaciones excesivas se han convertido
en las características de nuestra superficial, amoral y a veces inmoral
sociedad.
Hace un
siglo el Presidente Teodoro Roosevelt predijo esos resultados cuando dijo que
la prosperidad a cualquier precio, la paz a cualquier precio, la seguridad
antes que el deber, el amor a la vida cómoda y la teoría de la vida de hacerse
rico destruirían con el tiempo a los Estados Unidos de América.
Un antídoto
seguro para semejante manera de vivir es la auto disciplina que se muestra en la
vida cristiana genuina. Su dirección y poder espiritual vienen del Señor, pero
necesita la auto disciplina si Él va a obrar con eficiencia por medio de usted.
Pablo le
escribió a Timoteo "Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso,
pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y
de la venidera" (1 Ti. 4:8). Pídale a Dios que haga eso una realidad en su
vida.
OBREROS
APROBADOS DELANTE DE DIOS.
¿Por qué ser
auto disciplinado?.
Procura con
diligencia presentarte a Dios aprobado.
2 Timoteo
2:15
Respecto al
vivir disciplinado, Richard Shelley Taylor escribe: "El carácter
disciplinado pertenece a la persona que logra un equilibrio al poner bajo
control todas sus facultades y todos sus poderes... Con resolución afronta su
deber. La domina un sentido de responsabilidad. Tiene recursos interiores y
reservas personales que son la admiración de las almas más débiles. Hace que la
adversidad la ayude".
El Señor usa
solamente la mente disciplinada que piensa con claridad, entiende su Palabra y
presenta con eficiencia su verdad al mundo. Solo la mente disciplinada
distingue siempre la verdad del error. Y solo el cristiano disciplinado es un
buen testimonio, dentro de la iglesia y delante del mundo.
Dicho de una
manera sencilla, la auto disciplina es la obediencia a la Palabra de Dios y la
disposición a someter cualquier cosa en la vida a su voluntad, para su excelsa
gloria.
LA
RESPONSABILIDAD DEL CRISTIANO DELANTE DE DIOS.
Una vida
responsable.
Por tanto
procuramos también... serle agradables.
2 Corintios
5:9
Es
inconcebible creer que se pueda llevar una vida cristiana fiel y abundante
simplemente con buenas intenciones y sentimientos afectuosos. La vida cristiana
es una vida responsable, basada en normas y principios específicos. Se
fundamenta en los valores y las creencias revelados divinamente que Dios quiere
que obedezcamos y sigamos cada uno de nosotros.
Una vez un
joven me preguntó: "¿Cómo se puede saber si verdaderamente uno es
cristiano? ¿Cómo se puede saber si la decisión de aceptar a Cristo no fue más
que una experiencia emotiva?" Le respondí: "La única forma de saber
si hemos experimentado la justificación, si estamos en armonía con Él y somos
parte de su familia, es observando nuestro corazón y nuestra vida. Si Cristo es
nuestro Salvador y Señor, el deseo más profundo de nuestro corazón será
servirle y agradarle, y ese deseo se expresará en un anhelo de santidad y una
conducta de vida recta".
UNA VIDA EN
EL ESPÍRITU SANTO Y SU PODER.
Una vida
sobrenatural.
Porque Dios
es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad.
Filipenses
2:13
La vida
cristiana obediente y productiva está dirigida y facultada por el Espíritu
Santo. Por lo tanto, es una vida sobrenatural. Es algo ajeno al pensamiento del
inconverso, y no puede alcanzar semejante vida.
El vivir de
modo sobrenatural es conformar la vida externa a la vida interior, y vivir
conforme a la nueva naturaleza que se tiene en Jesucristo. Pero no es una vida
mística e indefinida basada en conceptos filosóficos abstractos. Es una vida
práctica derivada de obediencia consciente a los mandamientos de Dios. Es pensar,
hablar y actuar cada día en conformidad con su Palabra y su voluntad.
PRACTICANDO
LA MAYOR VIRTUD: EL AMOR
La mayor
virtud.
El que
permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
1 Juan 4:16
La mayor
virtud de la vida cristiana es el amor. El Nuevo Testamento proclama el amor
ágape como la virtud suprema bajo la cual deben alinearse las demás virtudes.
Se concentra en las necesidades y el bienestar de los seres amados y paga el
precio necesario para satisfacer esas necesidades y fomentar ese bienestar.
Jesús dijo
con toda claridad que los dos más grandes mandamientos de la Biblia son:
"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es
semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mt. 22:37-39).
¿Es esa la
mayor de todas las virtudes bíblicas en su vida?
TENIENDO EL
DON MÁS IMPORTANTE: EL AMOR
El don más
importante.
Y ahora
permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es
el amor.
1 Corintios
13:13
Si usted es
cristiano, el amor es más importante que cualquier don espiritual que tenga.
Por lo tanto, no es nada sorprendente que la Biblia diga que el primer
"fruto del Espíritu es amor" (Gá. 5:22). Y tiene sentido que por
nuestro amor a los demás cristianos "conocerán todos que sois mis
discípulos" (Jn. 13:35).
El amor
genuino es tan importante para la vida cristiana que, si usted dice que sigue a
Jesucristo, debe mostrar tal amor para que sea válida su profesión de fe (1 Jn.
3:14).
LOS
VERDADEROS CRISTIANOS SE DEBEN APARTAR DEL MAL.
Los
creyentes aborrecen el mal.
Aborreced lo
malo.
Romanos 12:9
El mal es la
antítesis de la santidad y por tanto la antítesis de la piedad. Así que el hijo
de Dios aborrece lo malo porque Dios aborrece el mal (paráfrasis de Pr. 8:13).
Si
verdaderamente usted ama a Dios aborrecerá toda forma de maldad. Como amaba
tanto a Dios, David resolvió que "corazón perverso se apartará de mí; no
conoceré al malvado" (Sal. 101:4). El fiel cristiano no debe comprometerse
con lo malo.
FUERA DE
NUESTRAS VIDAS EL MAL.
Negarse a
ser seducido.
Absteneos de
toda especie de mal.
1
Tesalonicenses 5:22
El
aborrecimiento del mal lleva a la abstinencia de él. No se puede tener algún
interés en el pecado y evitar caer en él. Negándose a ser seducido por la
tentación, el justo sabe que "en la ley de Jehová está su delicia, y en su
ley medita de día y de noche" (Sal. 1:2).
No se puede
buscar la justicia y al mismo tiempo tolerar el mal. Por eso Pablo dio a
Timoteo y a todos los creyentes este mensaje: "Huye también de las
pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que
de corazón limpio invocan al Señor" (2 Ti. 2:22).
UN VERDADERO
CRISTIANO SE AUTO DISCIPLINA.
Ser auto
disciplinado.
Para lo cual
también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente
en mí.
Colosenses
1:29
Como
cristiano, aprenda a cultivar la auto disciplina. He aquí algunas maneras
prácticas de alcanzar ese objetivo.
Comience por
lo más sencillo. En su hogar, por ejemplo, comience por el gobierno de la casa
en el dormitorio principal. Cuando se establezca esa disciplina, extiéndala al
resto del hogar.
Sea puntual.
Haga un hábito el estar a tiempo.
Resuelva
primero las tareas difíciles. Si hace primero los trabajos más difíciles, no
quedarán a medias.
Sea
organizado. En vez de reaccionar ante las circunstancias, tenga un plan para el
día y para la semana.
Agradezca la
crítica. No esquive la crítica constructiva; acéptela como un medio de autosuperación.
Practique el
renunciar. Esto puede comenzar de una manera sencilla: sustituya las comidas
rápidas dañinas con una merienda saludable. La disciplina en el ámbito de lo
físico se traslada al reino de lo espiritual.
Acepte
responsabilidades. Recibir con beneplácito una nueva oportunidad lo obliga a
ser organizado.
Estas cosas
pudieran parecer insignificantes, pero pueden ser una buena práctica para
llegar a ser un mejor siervo de Cristo.
EL VERDADERO
CRISTIANO SE AFERRA SOLO A LO BUENO.
Aferrándose
a lo que es bueno.
Seguid lo
bueno.
Romanos 12:9
Como siervo
de Jesucristo, Dios quiere que usted se comprometa con todo lo bueno, con todo
lo que sea justo y digno. Esa tarea requiere el uso de discernimiento. Con la
ayuda de Dios y su Palabra, usted debe evaluarlo todo con cuidado y decidir qué
debe rechazar y qué debe seguir (1 Ts. 5:21-22).
A medida que
se aparta de las cosas del mundo y que se satura de las Escrituras, lo que es
bueno irá sustituyendo lo que es malo. Entonces usted hará realidad el mensaje
de Pablo a los creyentes de Roma: "No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta"
(12:2).
EL AMOR Y
SOLO EL AMOR, NOS HARÁ MÁS FUERTES.
El amor
fraternal.
Amaos los
unos a los otros con amor fraternal.
Romanos
12:10
El amor
fraternal revela el carácter de los cristianos. Por eso Pablo les recuerda a
los creyentes que pongan en práctica esa virtud: "Acerca del amor
fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis
aprendido de Dios que os améis unos a otros" (1 Ts. 4:9).
El verdadero
discípulo de Jesucristo intuitivamente sabe que debe amar a sus hermanos y
hermanas en Cristo. Como tienen el mismo Padre celestial, el amor entre los
creyentes es tan normal como el afecto entre los miembros de una familia. Si es
un verdadero discípulo, tal amor será verdaderamente suyo.
TODOS MIS
HERMANOS DEBEN OCUPAR EL PRIMER LUGAR, Y YO EL SEGUNDO.
Honrarse los
unos a los otros.
En cuanto a
honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
Romanos
12:10
Si usted
está consagrado al amor fraternal, es obvio que usted les dará preferencia a
los demás creyentes. Eso quiere decir que usted tendrá una genuina humildad y
no tendrá "más alto concepto de sí que el que debe tener" (Ro. 12:3;
vea también Fil. 2:3). También significa que usted dará honra a sus hermanos en
Cristo y tomará la iniciativa de ponerlos en primer lugar.
No halagará
a otro creyente simplemente con la esperanza de que lo halague a usted también
o para congraciarse con él. Más bien le expresará sincero aprecio, respeto y
amor como un hermano en la fe y miembro de la familia de Dios.
DILIGENTES Y
HACIENDO LAS COSAS PARA EL SEÑOR.
Muestre diligencia.
En lo que
requiere diligencia, no perezosos.
Romanos
12:11
La
diligencia se aplica a todo lo que usted hace en su vida cristiana. Cualquier
cosa que se haga en el servicio del Señor es digna de entusiasmo y cuidado.
Jesús sabía
que su tiempo de ministerio terrenal era limitado y que tenía que aprovechar
cualquier oportunidad para servir a su Padre celestial. También nosotros
tenemos que hacer "las obras... entre tanto que el día dura; la noche
viene, cuando nadie puede trabajar" (Jn. 9:4). Y otros cristianos sin duda
apreciaran nuestras diligentes buenas obras, como exhortó Pablo. "Hagamos
bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe" (Gá. 6:10).
NO HAY
TIEMPO PARA LA PEREZA.
No hay lugar
para el letargo.
Todo lo que
te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas.
Eclesiastés
9:10
No hay lugar
para el letargo en la vida cristiana. Tal actitud no solo impide que usted haga
lo bueno, sino que a veces significa que en realidad ha permitido que prospere
el mal. Para que florezca la mala hierba, lo único que tiene que hacer el
jardinero es dejar solo el jardín.
El autor de
Hebreos se refirió a la recompensa que Dios tiene para quienes le sirven
asiduamente: "Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el
trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los
santos y sirviéndoles aún" (He. 6:10).
SEAMOS CRISTIANOS LLENOS DE BUENA ACTITUD Y DE BUEN ESPÍRITU.
La actitud
entusiasta.
Fervientes
en espíritu.
Romanos
12:11
Uno de los
defectos más arraigados de la humanidad es la carencia de entusiasmo
individual. A menudo, nuestros fracasos en lograr lo que deberíamos lograr, son
resultado directo de la apatía y la falta de compromiso. Pero si usted es
cristiano, eso no debe ser así.
El
entusiasmo requiere resolución y persistencia respaldadas por el Espíritu, no
simples buenas intenciones humanas. Henry Martyn, el incansable misionero de la
India, dirigió su ministerio con entusiasmo y fervor bíblicos. Era su deseo
"consumirse por Dios". Y el apóstol Pablo nos exhorta a que "no
nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no
desmayamos" (Gá. 6:9).
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