lunes, 9 de abril de 2018

ACERQUÉMONOS A DIOS HOY MISMO.


ACERQUÉMONOS A DIOS HOY MISMO.
Hebreos 4:16: “ACERQUÉMONOS, pues, confiadamente al TRONO de la GRACIA, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
Cuando está siendo tentado, recuerde que no es un pecado el ser tentado. La tentación no es pecado. Si la tentación fuese pecado entonces el Señor Jesús es pecador. Hebreos 4:15 enseña: “Porque no tenemos un SUMO SACERDOTE que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue TENTADO en todo según nuestra semejanza, pero SIN PECADO.”
Cristo fue tentado en todas las áreas tal y como nosotros lo somos, mas Él no pecó. Jesucristo sintió lo que usted siente. Él fue completamente hombre como si no hubiese sido Dios. A su vez, fue totalmente Dios como si no hubiese sido hombre. Él fue el Dios Hombre. ¡Gloria a Dios! Cristo nunca pecó, aunque sí fue tentado.
¿Está enfrentando actualmente una tentación y piensa que nadie jamás la ha enfrentado? ACUDA al Señor y Él le AYUDARÁ a VENCERLA.
DIOS QUIERE QUE SEAMOS INSTRUMENTOS DE JUSTICIA.
“Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia” - (Romanos 6:13).
¿Sabe que si el diablo hace lo que hace en su vida, es porque usted mismo se lo ha permitido? Antes de ser salvo, no tenía opción. Usted era esclavo del pecado (lea Juan 8:34). Y mucho más que eso, usted estaba muerto en sus delitos y pecados (vea Efesios 2:1-3). ¿Puede un hombre muerto escoger ser justo? Por supuesto que no. Pero si usted es salvo, Dios le ha dado vida en Cristo (vea Efesios 1:4-5). Ahora, usted no tiene que dejar que el pecado tenga autoridad en su vida. No hay absolutamente ningún poder que diga que usted debe pecar. Cuando Dios le salvó, le dio poder para vencer al pecado. Cuando Jesús es Señor, usted quita del trono al pecado y pone en el trono a Jesús. Necesitamos ser como el hombre que oraba: “Señor, ayúdame a cooperar contigo; así no tendrás que operarme.”
Pídale a Dios que le revele si usted consciente o inconscientemente ha cedido para ser un instrumento de injusticia. Pídale a Dios que le dé convicción de pecado y lo traiga al arrepentimiento. Pida Su perdón y Su poder para poder ser un vencedor.
¡Alabe a Dios porque Él hace nuevas todas las cosas!
ACERCATE A MI.
“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”. (Santiago 4:8-RVR1960)
Algunas personas argumentan que no se sienten dignos para presentarse ante Dios, en cantidad de oportunidad he oído a muchos diciendo; “una vez me sienta preparado entonces empiezo a ir la iglesia”, y otros un poco más “conscientes” dicen que su condición pecaminosa no les permite acercarse a Dios como ellos quisieran.
Me llama la atención que el orden del versículo que leemos en Santiago es diferente. Dios nos invita a acercarnos a El tal cual somos, no hay pre-requisito y no se expresa ninguna condición. Dios nos asegura además que no importa la situación en la que estemos, Él nos aceptará y se acercará a nosotros. Juan 6:37 “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera”. Dios no nos está exigiendo ser perfectos, limpios, puros o santos para poder acercarnos a Él. Su invitación es clara; haz el propósito de acercarte a mí, sólo pon un poco de tu parte, ven hacia mí y yo me acercaré a ti.
No debemos pasar por alto además, que Dios si espera algo de nosotros y es aceptar su invitación. Dios no nos obliga ni nos jala del cabello para que le conozcamos, Él nos da la oportunidad de hacerlo voluntariamente, Dios abre la puerta que dirige directo a su presencia, a su bendición, perdón y gracia, pero somos nosotros quienes decidimos si pasamos por ella.
Ahora, una vez que independiente a nuestro estado pecaminoso, errores y fracasos, nos acercamos a Dios y Él se acerca a nosotros como lo prometió, es que viene la segunda parte de la propuesta; “pecadores cambien sus caminos”. El pecador nunca podrá cambiar su situación por sí solo, si pudiese ya lo hubiera hecho. Cuando nos acercamos a Dios, es que podemos experimentar la limpieza que El efectúa en nosotros, sólo el pecador que se acerca a Dios es quien puede cambiar su rumbo y destino. Los cambios vienen a raíz de la cercanía a Dios, Es el único que puede lograr tales cambios en nosotros.
No esperemos a ser “Buenos” para acercarnos a Dios y no pensemos que Dios no acepta a pecadores, al contrario a los pecadores es a quien busca, ya que El quiere transformarnos, mostrarnos una vida diferente, una vida plena. Dios siempre está dispuesto para acercarse a ti, ¿estás tú dispuesto a acercarte a Dios?
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno Socorro”. Hebreos 4:16 (RVR1960)
DIOS SE VA A ENCARGAR DE TODO EN EL ACERCAMIENTO.
“Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:31).
¿Qué significa “tendrán nuevas fuerzas”? Literalmente significa “cambio”. Como un cambio de ropa, por ejemplo. Usted se quita los trapos de sus debilidades y se viste y se pone el ropaje real de Dios de la fortaleza. Dios promete intercambiar su fortaleza con la de Él. Verá, la vida cristiana no es simplemente una vida cambiada, sino una vida intercambiada. Dios no nos cambia sólo de lo que “fuimos” a algo mejor. Él intercambia su vida con nosotros. Él toma nuestros pecados. Nosotros tomamos su santidad. Él toma nuestras debilidades. Nosotros tomamos su fortaleza. Él toma nuestra ansiedad. Nosotros tomamos su paz. Suena estupendo, ¿verdad? Pero, ¿cuál es el problema? Que nosotros nos cansamos de esperar el cambio. Amigo, no se rinda. La espera nunca es prolongada cuando Dios está a cargo de todo.
Lea el Salmo 62:5-8 y hágalo su oración hoy.
Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza.
62:6 El solamente es mi roca y mi salvación.
Es mi refugio, no resbalaré.
62:7 En Dios está mi salvación y mi gloria;
En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.
62:8 Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;
Derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio. Selah
SI USTED ESTÁ ACERCÁNDOSE A DIOS, ENTONCES BUSQUE SU REINO.
“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
¿Alguna vez ha notado que junto con el mandamiento de “no preocuparse”, en Mateo 6:34, viene correspondientemente la promesa de Dios de cuidar de nosotros? Una de las más frecuentes promesas es que seremos alimentados. Dios suplirá nuestras necesidades. Entonces, ¿por qué Dios promete que “todas estas cosas os serán añadidas”? ¿Será para que no pasemos hambre? No. Amigo, mucha gente que no confía en Dios tiene su mesa llena de alimentos. La persona inconversa promedio piensa en el dinero, casas, carros, ropa, joyas, etc. Jesús sabe que tenemos una mente “de un solo carril”, y que no podemos servir a dos señores. Si son las cosas materiales las que usted está buscando, entonces no está buscando al Señor. Y Él es quien nos dice: “Confía en Mí. Pon toda tu atención y confianza en Mí. Haz el bien y Yo cuidaré de ti.”
¿Está usted buscando primero el reino de Dios? ¿Cómo lo sabe? ¿Cuál es la evidencia en su vida que testifica que Él es su primera prioridad?
DIOS NO SOLAMENTE SE ACERCÓ A NOSOTROS, SINO QUE TAMBIÉN NOS UBICÓ A SU LADO.
“Y juntamente con Él nos RESUCITÓ, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” (Efesios 2:6).
¿Por qué la tumba vacía es tan gloriosa? Porque significa mucho más que sólo el hecho de que Dios levantó a Jesús de entre los muertos. Él lo ha levantado a usted también, para que camine “en novedad de vida” (ver Romanos 6:4). Yo he salido de esa tumba. He ascendido. Y usted también, si es que es salvo. ¿Dónde está Cristo hoy? “SENTADO EN LAS LUGARES CELESTIALES. ”¿Dónde está usted sentado? En el mismo lugar. Usted no tiene que morir para ir al cielo. En Cristo usted “está sentado en lugares celestiales “¡ahora mismo! ”Animamos a nuestros hermanos y hermanas a que se mantengan “mirando hacia arriba”, cuando deberíamos estar diciéndoles que “miren hacia abajo”. Usted ya está sentado en los lugares celestiales, y puede mirar sus problemas allá abajo. Usted, mi querido amigo, ¡tiene una nueva y gloriosa vida!
Aquiétese por un momento y pídale a Dios que le dé una vida completamente nueva, o agradézcale por la vida nueva que ya la ha dado.
“Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras” (Salmos 73:28).
ACERCARNOS EN INTEGRIDAD.
La palabra dice: ”siguiendo la verdad en amor crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” Efesios 4:15.
 Debemos comenzar siendo sinceros con Dios y unos con otros, no hay modo de que el Espíritu Santo actúe en la vida de nadie si hay falta de verdad. El Espíritu de Dios es el Espíritu de verdad. Solo honramos a Dios cuando damos nuestras vidas de verdad e integridad en todo lo que hacemos.
“Que vuestro sí sea sí y que vuestro no sea no, para que no caigas en condenación” Santiago 5:12.
ACERCARNOS A DIOS, PARA SER TRANSFORMADOS.
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos TRANSFORMADOS de gloria en gloria en la MISMA IMAGEN, como por el Espíritu del Señor” - (2 Corintios 3:18).
Somos cambiados “de gloria en gloria” por el PODER del Espíritu Santo. Eso no significa que esto sucede “de la noche a la mañana”, sino UN PASO A LA VEZ. Hoy usted debería tener un poquito más de gloria que ayer. Hoy usted debería ser un poquito más como Jesús, que lo que fue ayer. Y mañana, usted deberá ser aún más como Jesús. ¿Está usted llegando a ser como Jesús? No, si es que no está en su Palabra. ¿No cree que ya sea tiempo de que esta generación considere seriamente la Palabra de Dios?
Ponga aparte un tiempo y un lugar para estar a solas con Jesús, hoy, y ore y medite el Salmo 119:18: “ABRE mis ojos, y MIRARÉ las maravillas de tu ley.”
SEGURO QUE ES CIERTO EL PERDÓN TOTAL DE DIOS.
“JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en Ti hay perdón, para que seas reverenciado” (Salmos 130:3-4).
Sansón, el poderosos hombre del Antiguo Testamento aprendió tres cosas acerca del pecado que compartiremos con usted hoy. Primero, el pecado le llevará más lejos de lo que quiere ir. Segundó, el pecado lo mantendrá por más tiempo del que quiere quedarse y, tercero, el pecado le costará mucho más de lo que quiere pagar. Nunca ha habido un fracasado tan grande como Sansón, pero en su remordimiento, él empezó a pensar en el gran Dios que le amaba. Y pensó en el hecho de que Dios siempre está dispuesto a perdonar. No importa cuán grande, ni cuán horrible sea el pecado, Dios es mayor.
¿Tiene usted algún pecado al que no quiere renunciar? ¿Quiere tener victoria? ¿Desea perdón? Pídale a Dios que perdone su espíritu de rebeldía. Pídale fortaleza para arrepentirse. Deje que su Santo Espíritu trabaje su convicción, y entonces busque su perdón. Usted puede reconciliarse con Dios hoy. Hágalo ahora mismo.
RECUEDA QUE HOY ES EL DÍA PARA ACERCARNOS A DIOS.
Si supieras que hoy es tu último día de vida, qué harías?, como distribuirías tu tiempo? Seguramente harías una lista de prioridades, dándole más lugar a los afectos y a las cosas realmente importantes. Tal vez irías delante de Dios, para terminar de ponerte a cuenta con El, con una rendición total.
Yo creo que ese día, te despojarías, de cosas que te hacen perder el tiempo, para darle valor a lo verdaderamente relevante como tu relación con Dios y tu familia.
La vida es un regalo que nuestro Padre nos dio, vivamos honrando esta preciosa oportunidad, cuantas veces nos olvidamos de ser agradecidos, por las cosas que recibimos día a día, simplemente porque nos acostumbramos a que están ya que Dios las provee.
Vive tu día con intensidad, valorándolo, dándole la importancia que realmente tiene como regalo del Señor. Vívelo como si fuera el último que te toca vivir, con una actitud agradecida y honrando a Dios, el dador de la vida.
LA MANO DE DIOS SIEMPRE ESTÁ EXTENDIDA HACIA NOSOTROS.
TU VERDADERA SEGURIDAD.
"He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha endurecido su oído para oír”. Isaías 59:1.
Una niña de seis años hizo un dibujo para su papá y se lo mostró con una sonrisa radiante. En la parte superior de la hoja estaba pintada una persona y en la parte inferior había otra; ambas estaban unidas por largas líneas.
El padre miró pensativo el dibujo, pero no lo entendió. La decepción de la pequeña fue notoria, pero pacientemente explicó a su padre: – Papá, arriba está nuestro amado Dios y abajo estoy yo. – ¿Y las largas líneas?, preguntó el padre. – Son los brazos de Dios, respondió la niña. – Pero los brazos son demasiados largos, no corresponden al tamaño del cuerpo, dijo el papá. La niña lo miró y dijo: – ¿No llegan los brazos de Dios hasta mí?
Esta es la misma pregunta que muchos de nosotros nos hicimos alguna vez, ¿Será posible que sus brazos se extiendan nuevamente hacia mí? Y la respuesta de Dios fue, ”SI”, porque mediante la muerte de su Hijo Jesucristo, quien se llevó todos nuestros pecados, Dios extendió sus brazos hacia nosotros, otorgarnos amor, perdón, paz y seguridad.
La próxima vez que dudes de su ayuda, recuerda que sus brazos son bastante fuertes para sostenerte, que por nada te soltaría. El jamás ha quitado sus ojos de ti, ni siquiera por un milisegundo. Él siempre está cerca. Vive para escuchar el latido de tu corazón y adora escuchar tus oraciones.
Brisna Bustamante S.
Sub Coordinadora Call Center.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
BUSCAR A DIOS ES ACERCRNOS A ÉL.
“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
¿Alguna vez ha notado que junto con el mandamiento de “no preocuparse”, en Mateo 6:34, viene correspondientemente la promesa de Dios de cuidar de nosotros? Una de las más frecuentes promesas es que seremos alimentados. Dios suplirá nuestras necesidades. Entonces, ¿por qué Dios promete que “todas estas cosas os serán añadidas”? ¿Será para que no pasemos hambre? No. Amigo, mucha gente que no confía en Dios tiene su mesa llena de alimentos. La persona inconversa promedio piensa en el dinero, casas, carros, ropa, joyas, etc. Jesús sabe que tenemos una mente “de un solo carril”, y que no podemos servir a dos señores. Si son las cosas materiales las que usted está buscando, entonces no está buscando al Señor. Y Él es quien nos dice: “Confía en Mí. Pon toda tu atención y confianza en Mí. Haz el bien y Yo cuidaré de ti.”
¿Está usted buscando primero el reino de Dios? ¿Cómo lo sabe? ¿Cuál es la evidencia en su vida que testifica que Él es su primera prioridad?
Muchos creyentes son tan materialistas que nunca miran más allá del mundo físico al Cristo excelso en los cielos. Ellos sólo pueden ver lo que pueden racionalizar con sus cinco sentidos: el tacto, el paladar, el olfato, la vista, el oír. Cuando un problema aparece, éste apaga toda vela en sus almas, expulsa el sol de su cielo, y no pueden disfrutar el pan diario de vida que Jesús promete. Algunos que leen esto, tienen un problema gigantesco pues este mundo se dirige a la obvia destrucción. Si usted esta buscando su justicia, Dios le dará todo lo que necesita. Usted tiene a Dios de su parte: el Rey de reyes, el Señor de señores. ¡Y no lo olvide!


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