ACERQUÉMONOS
A DIOS HOY MISMO.
Hebreos
4:16: “ACERQUÉMONOS, pues, confiadamente al TRONO de la GRACIA, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
Cuando está
siendo tentado, recuerde que no es un pecado el ser tentado. La tentación no es
pecado. Si la tentación fuese pecado entonces el Señor Jesús es pecador.
Hebreos 4:15 enseña: “Porque no tenemos un SUMO SACERDOTE que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue TENTADO en todo según
nuestra semejanza, pero SIN PECADO.”
Cristo fue
tentado en todas las áreas tal y como nosotros lo somos, mas Él no pecó. Jesucristo
sintió lo que usted siente. Él fue completamente hombre como si no hubiese sido
Dios. A su vez, fue totalmente Dios como si no hubiese sido hombre. Él fue el
Dios Hombre. ¡Gloria a Dios! Cristo nunca pecó, aunque sí fue tentado.
¿Está
enfrentando actualmente una tentación y piensa que nadie jamás la ha
enfrentado? ACUDA al Señor y Él le AYUDARÁ a VENCERLA.
DIOS QUIERE
QUE SEAMOS INSTRUMENTOS DE JUSTICIA.
“Ni tampoco
presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino
presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros
miembros a Dios como instrumentos de justicia” - (Romanos 6:13).
¿Sabe que si
el diablo hace lo que hace en su vida, es porque usted mismo se lo ha
permitido? Antes de ser salvo, no tenía opción. Usted era esclavo del pecado
(lea Juan 8:34). Y mucho más que eso, usted estaba muerto en sus delitos y
pecados (vea Efesios 2:1-3). ¿Puede un hombre muerto escoger ser justo? Por
supuesto que no. Pero si usted es salvo, Dios le ha dado vida en Cristo (vea
Efesios 1:4-5). Ahora, usted no tiene que dejar que el pecado tenga autoridad
en su vida. No hay absolutamente ningún poder que diga que usted debe pecar.
Cuando Dios le salvó, le dio poder para vencer al pecado. Cuando Jesús es
Señor, usted quita del trono al pecado y pone en el trono a Jesús. Necesitamos
ser como el hombre que oraba: “Señor, ayúdame a cooperar contigo; así no
tendrás que operarme.”
Pídale a
Dios que le revele si usted consciente o inconscientemente ha cedido para ser
un instrumento de injusticia. Pídale a Dios que le dé convicción de pecado y lo
traiga al arrepentimiento. Pida Su perdón y Su poder para poder ser un
vencedor.
¡Alabe a
Dios porque Él hace nuevas todas las cosas!
ACERCATE A
MI.
“Acercaos a
Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los
de doble ánimo, purificad vuestros corazones”. (Santiago 4:8-RVR1960)
Algunas
personas argumentan que no se sienten dignos para presentarse ante Dios, en
cantidad de oportunidad he oído a muchos diciendo; “una vez me sienta preparado
entonces empiezo a ir la iglesia”, y otros un poco más “conscientes” dicen que
su condición pecaminosa no les permite acercarse a Dios como ellos quisieran.
Me llama la
atención que el orden del versículo que leemos en Santiago es diferente. Dios
nos invita a acercarnos a El tal cual somos, no hay pre-requisito y no se
expresa ninguna condición. Dios nos asegura además que no importa la situación
en la que estemos, Él nos aceptará y se acercará a nosotros. Juan 6:37 “Todo lo
que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera”. Dios
no nos está exigiendo ser perfectos, limpios, puros o santos para poder
acercarnos a Él. Su invitación es clara; haz el propósito de acercarte a mí,
sólo pon un poco de tu parte, ven hacia mí y yo me acercaré a ti.
No debemos
pasar por alto además, que Dios si espera algo de nosotros y es aceptar su
invitación. Dios no nos obliga ni nos jala del cabello para que le conozcamos, Él
nos da la oportunidad de hacerlo voluntariamente, Dios abre la puerta que
dirige directo a su presencia, a su bendición, perdón y gracia, pero somos
nosotros quienes decidimos si pasamos por ella.
Ahora, una
vez que independiente a nuestro estado pecaminoso, errores y fracasos, nos
acercamos a Dios y Él se acerca a nosotros como lo prometió, es que viene la
segunda parte de la propuesta; “pecadores cambien sus caminos”. El pecador
nunca podrá cambiar su situación por sí solo, si pudiese ya lo hubiera hecho.
Cuando nos acercamos a Dios, es que podemos experimentar la limpieza que El
efectúa en nosotros, sólo el pecador que se acerca a Dios es quien puede
cambiar su rumbo y destino. Los cambios vienen a raíz de la cercanía a Dios, Es
el único que puede lograr tales cambios en nosotros.
No esperemos
a ser “Buenos” para acercarnos a Dios y no pensemos que Dios no acepta a
pecadores, al contrario a los pecadores es a quien busca, ya que El quiere
transformarnos, mostrarnos una vida diferente, una vida plena. Dios siempre
está dispuesto para acercarse a ti, ¿estás tú dispuesto a acercarte a Dios?
“Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar
gracia para el oportuno Socorro”. Hebreos 4:16 (RVR1960)
DIOS SE VA A
ENCARGAR DE TODO EN EL ACERCAMIENTO.
“Pero los
que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas;
correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:31).
¿Qué
significa “tendrán nuevas fuerzas”? Literalmente significa “cambio”. Como un
cambio de ropa, por ejemplo. Usted se quita los trapos de sus debilidades y se
viste y se pone el ropaje real de Dios de la fortaleza. Dios promete
intercambiar su fortaleza con la de Él. Verá, la vida cristiana no es
simplemente una vida cambiada, sino una vida intercambiada. Dios no nos cambia
sólo de lo que “fuimos” a algo mejor. Él intercambia su vida con nosotros. Él
toma nuestros pecados. Nosotros tomamos su santidad. Él toma nuestras
debilidades. Nosotros tomamos su fortaleza. Él toma nuestra ansiedad. Nosotros
tomamos su paz. Suena estupendo, ¿verdad? Pero, ¿cuál es el problema? Que
nosotros nos cansamos de esperar el cambio. Amigo, no se rinda. La espera nunca
es prolongada cuando Dios está a cargo de todo.
Lea el Salmo
62:5-8 y hágalo su oración hoy.
Alma mía, en
Dios solamente reposa,
Porque de él
es mi esperanza.
62:6 El
solamente es mi roca y mi salvación.
Es mi
refugio, no resbalaré.
62:7 En Dios
está mi salvación y mi gloria;
En Dios está
mi roca fuerte, y mi refugio.
62:8 Esperad
en él en todo tiempo, oh pueblos;
Derramad
delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro
refugio. Selah
SI USTED ESTÁ
ACERCÁNDOSE A DIOS, ENTONCES BUSQUE SU REINO.
“Más buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas” (Mateo 6:33).
¿Alguna vez
ha notado que junto con el mandamiento de “no preocuparse”, en Mateo 6:34,
viene correspondientemente la promesa de Dios de cuidar de nosotros? Una de las
más frecuentes promesas es que seremos alimentados. Dios suplirá nuestras
necesidades. Entonces, ¿por qué Dios promete que “todas estas cosas os serán
añadidas”? ¿Será para que no pasemos hambre? No. Amigo, mucha gente que no
confía en Dios tiene su mesa llena de alimentos. La persona inconversa promedio
piensa en el dinero, casas, carros, ropa, joyas, etc. Jesús sabe que tenemos
una mente “de un solo carril”, y que no podemos servir a dos señores. Si son
las cosas materiales las que usted está buscando, entonces no está buscando al
Señor. Y Él es quien nos dice: “Confía en Mí. Pon toda tu atención y confianza
en Mí. Haz el bien y Yo cuidaré de ti.”
¿Está usted
buscando primero el reino de Dios? ¿Cómo lo sabe? ¿Cuál es la evidencia en su
vida que testifica que Él es su primera prioridad?
DIOS NO
SOLAMENTE SE ACERCÓ A NOSOTROS, SINO QUE TAMBIÉN NOS UBICÓ A SU LADO.
“Y
juntamente con Él nos RESUCITÓ, y asimismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús” (Efesios 2:6).
¿Por qué la
tumba vacía es tan gloriosa? Porque significa mucho más que sólo el hecho de
que Dios levantó a Jesús de entre los muertos. Él lo ha levantado a usted
también, para que camine “en novedad de vida” (ver Romanos 6:4). Yo he salido
de esa tumba. He ascendido. Y usted también, si es que es salvo. ¿Dónde está
Cristo hoy? “SENTADO EN LAS LUGARES CELESTIALES. ”¿Dónde está usted sentado? En
el mismo lugar. Usted no tiene que morir para ir al cielo. En Cristo usted
“está sentado en lugares celestiales “¡ahora mismo! ”Animamos a nuestros
hermanos y hermanas a que se mantengan “mirando hacia arriba”, cuando
deberíamos estar diciéndoles que “miren hacia abajo”. Usted ya está sentado en
los lugares celestiales, y puede mirar sus problemas allá abajo. Usted, mi
querido amigo, ¡tiene una nueva y gloriosa vida!
Aquiétese
por un momento y pídale a Dios que le dé una vida completamente nueva, o
agradézcale por la vida nueva que ya la ha dado.
“Pero en
cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Jehová el Señor mi
esperanza, para contar todas tus obras” (Salmos 73:28).
ACERCARNOS
EN INTEGRIDAD.
La palabra
dice: ”siguiendo la verdad en amor crezcamos en todo en aquel que es la cabeza,
esto es, Cristo” Efesios 4:15.
Debemos comenzar siendo sinceros con
Dios y unos con otros, no hay modo de que el Espíritu Santo actúe en la vida de
nadie si hay falta de verdad. El Espíritu de Dios es el Espíritu de verdad.
Solo honramos a Dios cuando damos nuestras vidas de verdad e integridad en todo
lo que hacemos.
“Que vuestro
sí sea sí y que vuestro no sea no, para que no caigas en condenación” Santiago
5:12.
ACERCARNOS A
DIOS, PARA SER TRANSFORMADOS.
“Por tanto,
nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del
Señor, somos TRANSFORMADOS de gloria en gloria en la MISMA IMAGEN, como por el
Espíritu del Señor” - (2 Corintios 3:18).
Somos
cambiados “de gloria en gloria” por el PODER del Espíritu Santo. Eso no
significa que esto sucede “de la noche a la mañana”, sino UN PASO A LA VEZ. Hoy
usted debería tener un poquito más de gloria que ayer. Hoy usted debería ser un
poquito más como Jesús, que lo que fue ayer. Y mañana, usted deberá ser aún más
como Jesús. ¿Está usted llegando a ser como Jesús? No, si es que no está en su
Palabra. ¿No cree que ya sea tiempo de que esta generación considere seriamente
la Palabra de Dios?
Ponga aparte
un tiempo y un lugar para estar a solas con Jesús, hoy, y ore y medite el Salmo
119:18: “ABRE mis ojos, y MIRARÉ las maravillas de tu ley.”
SEGURO QUE
ES CIERTO EL PERDÓN TOTAL DE DIOS.
“JAH, si
mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en Ti hay
perdón, para que seas reverenciado” (Salmos 130:3-4).
Sansón, el
poderosos hombre del Antiguo Testamento aprendió tres cosas acerca del pecado
que compartiremos con usted hoy. Primero, el pecado le llevará más lejos de lo
que quiere ir. Segundó, el pecado lo mantendrá por más tiempo del que quiere
quedarse y, tercero, el pecado le costará mucho más de lo que quiere pagar.
Nunca ha habido un fracasado tan grande como Sansón, pero en su remordimiento,
él empezó a pensar en el gran Dios que le amaba. Y pensó en el hecho de que
Dios siempre está dispuesto a perdonar. No importa cuán grande, ni cuán
horrible sea el pecado, Dios es mayor.
¿Tiene usted
algún pecado al que no quiere renunciar? ¿Quiere tener victoria? ¿Desea perdón?
Pídale a Dios que perdone su espíritu de rebeldía. Pídale fortaleza para
arrepentirse. Deje que su Santo Espíritu trabaje su convicción, y entonces
busque su perdón. Usted puede reconciliarse con Dios hoy. Hágalo ahora mismo.
RECUEDA QUE
HOY ES EL DÍA PARA ACERCARNOS A DIOS.
Si supieras
que hoy es tu último día de vida, qué harías?, como distribuirías tu tiempo?
Seguramente harías una lista de prioridades, dándole más lugar a los afectos y
a las cosas realmente importantes. Tal vez irías delante de Dios, para terminar
de ponerte a cuenta con El, con una rendición total.
Yo creo que
ese día, te despojarías, de cosas que te hacen perder el tiempo, para darle
valor a lo verdaderamente relevante como tu relación con Dios y tu familia.
La vida es
un regalo que nuestro Padre nos dio, vivamos honrando esta preciosa
oportunidad, cuantas veces nos olvidamos de ser agradecidos, por las cosas que
recibimos día a día, simplemente porque nos acostumbramos a que están ya que
Dios las provee.
Vive tu día
con intensidad, valorándolo, dándole la importancia que realmente tiene como
regalo del Señor. Vívelo como si fuera el último que te toca vivir, con una
actitud agradecida y honrando a Dios, el dador de la vida.
LA MANO DE
DIOS SIEMPRE ESTÁ EXTENDIDA HACIA NOSOTROS.
TU VERDADERA
SEGURIDAD.
"He
aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha endurecido
su oído para oír”. Isaías 59:1.
Una niña de
seis años hizo un dibujo para su papá y se lo mostró con una sonrisa radiante.
En la parte superior de la hoja estaba pintada una persona y en la parte
inferior había otra; ambas estaban unidas por largas líneas.
El padre
miró pensativo el dibujo, pero no lo entendió. La decepción de la pequeña fue
notoria, pero pacientemente explicó a su padre: – Papá, arriba está nuestro
amado Dios y abajo estoy yo. – ¿Y las largas líneas?, preguntó el padre. – Son
los brazos de Dios, respondió la niña. – Pero los brazos son demasiados largos,
no corresponden al tamaño del cuerpo, dijo el papá. La niña lo miró y dijo: –
¿No llegan los brazos de Dios hasta mí?
Esta es la
misma pregunta que muchos de nosotros nos hicimos alguna vez, ¿Será posible que
sus brazos se extiendan nuevamente hacia mí? Y la respuesta de Dios fue, ”SI”,
porque mediante la muerte de su Hijo Jesucristo, quien se llevó todos nuestros
pecados, Dios extendió sus brazos hacia nosotros, otorgarnos amor, perdón, paz
y seguridad.
La próxima
vez que dudes de su ayuda, recuerda que sus brazos son bastante fuertes para
sostenerte, que por nada te soltaría. El jamás ha quitado sus ojos de ti, ni
siquiera por un milisegundo. Él siempre está cerca. Vive para escuchar el
latido de tu corazón y adora escuchar tus oraciones.
Brisna
Bustamante S.
Sub
Coordinadora Call Center.
El siguiente
crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este
artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
BUSCAR A
DIOS ES ACERCRNOS A ÉL.
“Más buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas” (Mateo 6:33).
¿Alguna vez
ha notado que junto con el mandamiento de “no preocuparse”, en Mateo 6:34,
viene correspondientemente la promesa de Dios de cuidar de nosotros? Una de las
más frecuentes promesas es que seremos alimentados. Dios suplirá nuestras
necesidades. Entonces, ¿por qué Dios promete que “todas estas cosas os serán
añadidas”? ¿Será para que no pasemos hambre? No. Amigo, mucha gente que no
confía en Dios tiene su mesa llena de alimentos. La persona inconversa promedio
piensa en el dinero, casas, carros, ropa, joyas, etc. Jesús sabe que tenemos
una mente “de un solo carril”, y que no podemos servir a dos señores. Si son
las cosas materiales las que usted está buscando, entonces no está buscando al
Señor. Y Él es quien nos dice: “Confía en Mí. Pon toda tu atención y confianza
en Mí. Haz el bien y Yo cuidaré de ti.”
¿Está usted
buscando primero el reino de Dios? ¿Cómo lo sabe? ¿Cuál es la evidencia en su
vida que testifica que Él es su primera prioridad?
Muchos
creyentes son tan materialistas que nunca miran más allá del mundo físico al
Cristo excelso en los cielos. Ellos sólo pueden ver lo que pueden racionalizar
con sus cinco sentidos: el tacto, el paladar, el olfato, la vista, el oír.
Cuando un problema aparece, éste apaga toda vela en sus almas, expulsa el sol
de su cielo, y no pueden disfrutar el pan diario de vida que Jesús promete.
Algunos que leen esto, tienen un problema gigantesco pues este mundo se dirige
a la obvia destrucción. Si usted esta buscando su justicia, Dios le dará todo
lo que necesita. Usted tiene a Dios de su parte: el Rey de reyes, el Señor de
señores. ¡Y no lo olvide!
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