miércoles, 4 de abril de 2018

LA PAZ QUE SOBRE PASA TODO ENTENDIMIENTO ES LA QUE DIOS NOS DA.


LA PAZ QUE SOBRE PASA TODO ENTENDIMIENTO ES LA QUE DIOS NOS DA.
1. ESPERAR EN DIOS.
“Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas” (Proverbios 8:34).
Tick-tack; tick-tack; tick-tack. Miramos constantemente el reloj y nos frotamos nerviosamente las manos. ¿Es esto lo que Dios tiene en mente cuando dice que “debemos esperar en Él”? Bueno, sí, algunas veces, pero no siempre.
Cuando usted llega a un restaurante y se sienta, y el mesero se acerca para tomar su orden, ¿piensa que esa persona estaba sin hacer absolutamente nada, tan sólo esperando a que usted llegara?
¡De ninguna manera, si es que quiere conserva su trabajo! Debe estar ocupado u ocupada sirviendo a la clientela. De la misma manera, debemos estar ocupados mientras esperamos en el Señor. Esperar en Dios significa anhelar a Jesús, escuchar a Jesús, mirar a Jesús y vivir por Jesús. Si usted practica esta clase de espera, recibirá su poder, provisión y paz.
2. ECHA SOBRE JEHOVÁ TÚ CARGA.
“Echa sobre Jehová tu carga, y Él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo” (Salmos 55:22).
Un amigo predicador del Pastor Rogers en una ocasión viajaba en un avión cuando el clima se puso realmente malo. La señora que estaba sentada junto a él lloraba con miedo, por lo que él trató de consolarla. Ella le peguntó: “¿Me quiere decir que usted no siente miedo?” Él le respondió: “Bueno, he entregado mi vida en la seguridad de mi Padre celestial. Y para ser honesto, eso se lo he recordado varias veces desde que empezó este mal tiempo.”
Ponga sus cargas sobre el Señor, y déjelas allí. No las vuelva a retomar. Él es capaz de llevar sus miedos, y proporcionarle paz. De hecho, Él es mucho más que capaz.
Cuando haya pruebas y desilusiones en su camino, no se olvide que Dios le sustentará. Escriba en una tarjeta Génesis 28:15. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.
 Salmo 91:1. El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
 Isaías 42:6. Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones,
 Medite en esas promesas durante todo el día.
3. OFRENDAS DE PAZ CON LOS HERMANOS.
“Deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” - (Mateo 5:24).
Jesús nos dice que debemos dejar nuestra ofrenda a un lado y hacer la paz con algún hermano enojado, antes de que podamos adorar. Nadie puede estar “bien con Dios”, y conscientemente estar mal con su hermano. Pero note que Jesús no está diciendo que usted necesita dejar su ofrenda e ir y reconciliarse con su hermano si es que usted tiene algo en contra de él (o ella), (vea Mateo 18:15-20). 18:15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
18:16 Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
18:17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
18:18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
18:19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
 Aquí Jesús está diciendo que usted necesita “hacer la paz” con algún hermano o hermana que tiene algo en contra suya. Antes de que cante, antes de que ore, antes de que enseñe, antes de que ofrende, antes de que adore, la Biblia dice que primero debe reconciliarse con su hermano (a). No hay ofrenda sobre la tierra que pueda substituir el estar en paz con los otros.
De lo que usted sabe, ¿hay alguna persona que está guardando sentimientos negativos en su contra? Entonces, el Señor le dice: “Deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano.”
Antes de que usted haga ninguna otra cosa, ahora mismo, este minuto, pídale a Dios que le enseñe si hay alguien con quien usted necesita reconciliarse. Luego, ¡vaya y hágalo!
4. EL DIOS DE PAZ NOS SANTIFICA.
“Absteneos de toda especie de mal. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:22-23).
Dios espera que seamos santos. Sin embargo, cuando la mayoría de la gente habla de santidad, se pone un poco nerviosa. Las personas están interesadas en el cielo y en el más allá, pero no en santidad aquí y ahora. Se interesan en la salud, la felicidad, incluso en ser bienhechores o caritativos, pero no en la santidad. Tuve el privilegio hace unos años de pasar un día en oración con el Dr. Billy Graham y otros varones. Al estar sentados alrededor de una mesa, Billy Graham dijo algo que nunca olvidaré. Él dijo: “Caballeros, anhelo ser santo. Quiero ser un hombre santo. Oren por mí que sea santo.”
 ¿Puede usted decir: “Más que todo en este mundo, ansío ser santo.”? Si no puede, entonces pase un tiempo hoy pidiéndole a Dios que su corazón se vuelva hacia Él y que le dé el deseo de vivir una vida santa.
5. DIOS NOS QUIERE COMO SUS PACIFICADORES.
“Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5:9).
Hace muchos años, usted era verdaderamente alguien si se unía al Cuerpo de Paz. Sin embargo como resultado, ¿cuánta paz se ha establecido entre los hermanos y hermanas alrededor del mundo? ¿Sabe cómo traer paz a la tierra y buena voluntad a todos los hombres? Presente a Jesús a los hombres, mujeres, niños y niñas. Esa es la única forma. Las iglesias están llenas los domingos, pero ¿a dónde se va la gente entre semana? ¿Están ellos compartiendo la historia de salvación de Dios con los perdidos? No es su fiel asistencia a la iglesia lo que va a traer la paz a la tierra. Jesús dijo que su misión no era paz, sino traer muerte al odio, pleitos y pecado a través de su sangre reconciliadora. Para un Dios Santo no existe ninguna otra manera de realizarlo, sino mediante la cruz.
¿Está usted viviendo como un hijo de Dios y contándole a otros de Jesús? Pídale a Dios denuedo o valentía piadosa para preguntarle a su vecino cómo puede orar por él o ella. Pídale a Dios que le dé valentía para preguntarles acerca de sus vidas, descubriendo así sus necesidades. ¡Luego haga lo que pueda para suplir esas necesidades para la gloria de Dios! Recuerde porqué está usted aquí.
6. SANTIFICADOS Y SALVADOS POR DIOS.
“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:23).
Algunas personas se confunden acerca de cuándo ocurre la salvación. Déjeme ver si puedo aclarar un poquito este asunto. La salvación puede ser explicada usando tres tiempos verbales. En el momento que usted se arrepiente y cree en el Señor Jesucristo como su Señor y Salvador, usted es salvo. Después de su salvación entra en el proceso de santificación donde está siendo salvado del PODER del pecado. Posteriormente cuando usted llegue al cielo, estará a salvo de la PRESENCIA del pecado. ¿Qué sucede cuando usted inicia una relación salvadora con el Señor Jesucristo? Usted es justificado inmediatamente en su espíritu; es santificado progresivamente en su alma, y finalmente, usted será glorificado en su cuerpo.
Alabe a Dios usando los Salmos 32:7. Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás. Selah
 Salmo 41:2. Jehová lo guardará, y le dará vida;
Será bienaventurado en la tierra,
Y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.
Y Salmo 121:7, 8. 121:7 Jehová te guardará de todo mal;
El guardará tu alma.
121:8 Jehová guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre.
 Recuerde que la preservación de su salvación es labor de Dios, no suya.
7. DIOS NOS PIDE ESTAR EN PAZ CON TODOS.
“No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo BUENO delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en PAZ con todos los hombres” (Romanos 12:17-18).
Cierto pastor sirvió en una congregación por muchos años, pero un día le pidieron que se fuera. Él conversaba con un amigo pastor y le dijo: “Lo que me hicieron fue injusto. Después de todo lo que hice por ellos, y me trataron de esa manera.” El amigo, que mencionaba esta conversación, observó: “Fue una pena que no lo haya hecho por Dios.” Si usted está sirviendo a Dios en cualquier forma, no lo haga “por la gente”. Sirva al Señor. Si hace lo correcto, quizás la gente lo maltratará pero, ¿qué importa eso si usted está sirviendo al Señor? Dios demostrará su fidelidad y le recompensará por su obediencia. No se doblegue ante la amargura. Dígale a Dios lo que ha sucedido. Deje que Dios maneje el asunto en su tiempo. ¡Él lo hará!
Haga esta semana algo extraordinario por una persona completamente desconocida. Hágalo como una ofrenda fragante a Dios.
8. DIOS NOS DA BENDICIÓN Y PAZ.
“He aquí Yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que Yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que Yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido” - (Deuteronomio 11:26-28).
Dios pone delante de usted, este día, una bendición y una maldición.¿Qué es lo que determina que usted reciba la bendición? Si usted obedece. ¿Qué es lo que determina si usted recibe o no una maldición? Si usted desobedece. Existen seis bendiciones que Dios quiere darle hoy a cambio de su obediencia: abundancia (Isaías 1:19-20); paz (Jeremías 26:13); protección (Éxodo 23:22); poder (Hechos 5:32); pureza (1 Pedro 1:22) y percepción (Salmo 119:100). ¿Quiere que Jesús sea real para usted, y no sea solamente alguien sobre quien ha leído algo? Quizás usted quisiera algo más que “orar” a Él. Tal vez quisiera conversar con Él y relacionarse con Él. Bien puede hacerlo.
Lea Juan 14:23. ¿Qué es lo que Jesús dijo que sería el resultado de su amor por Él? ¿Y qué es lo que Dios ha prometido hacer, como resultado de su acción?
9. SIN AMOR NO HAY PAZ.
 “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido” - (Apocalipsis 2:4-5).
La década de los sesenta trajo la revolución sexual. Ahora, explíquenos una vez más, ¿cómo el “amor libre” iba a traer paz y armonía a nuestro mundo? La gente está siendo absorbida en turbulentas cloacas de pecado. Los cimientos de los hogares se desmoronan. Preciosos bebecitos en el vientre son condenados a muerte. Las enfermedades transmitidas sexualmente están fuera de control. Parece que fuera demasiado tarde, y debemos regresar “a nuestro primer amor”. Es tiempo de amar al Señor con todo nuestro corazón, nuestra alma, nuestra mente, y amar al prójimo como nos amamos nosotros mismos (ver Mateo 22:36-39). Es tiempo de hacer conocer a la gente del “amor libre” ofrecido por nuestro Salvador, cuando Él murió para perdonar nuestros pecados y comprar nuestra salvación por la eternidad.
¿Cómo sabe que ha dejado “su primer amor”? Pregúntese: “¿Hay algo o alguien a lo que sirvo más que a Dios? ¿Hay alguien o algo a lo que amo más que a Dios?” Si lo hay, entonces confiese ese pecado, y arrepiéntase de su pecado de idolatría.
10. DIOS NOS PIDE HUÍR DE LAS PASIONES Y SEGUIR LA JUSTICIA, LA FE, EL AMOR Y LA PAZ.
“Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” - (2 Timoteo 2:22).
La pureza no está de moda estos días, pero permítanoscontarle lo que un padre le dijo a su hija un día. Ella le escribió desde la universidad la siguiente nota: “Querido papá: Mis compañeros universitarios hacen que la promiscuidad sexual suene y parezca tan natural e inevitable. Hay momentos en los que me pregunto qué es lo que yo estoy esperando.” Su padre le contestó: “Estas esperando el ser libre de la molestosa voz de la conciencia y de las grises sombras de la culpa; libre para dar todo de ti misma, no en una fracción de pánico. Un profundo instinto en ti sabe qué tremenda influencia tendrá en ti la primera y total unión con otra persona. Y ese mismo instinto sigue diciéndote que no lo desperdicies.”
¡Cómo deseamos que más familias sean lo suficientemente abiertas como para discutir estos asuntos, y animar a los jóvenes a permanecer puros.
¿Tiene usted hijos adolescentes? Entonces, separe un tiempo para discutir con ellos este importante asunto de la pureza.
11. TENER UNA CONCIENCIA EN PAZ.
Salmos 51:10: “Crea en mí, oh Dios, un CORAZÓN LIMPIO, y RENUEVA un espíritu recto dentro de mí.”
Después que David pecó y cometió el terrible hecho de adulterar, él dijo en Salmos 51:3: “Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí.”
¿Puede imaginarse lo que sería si su pecado estuviera “siempre” delante de usted? El hecho estaría resonando en su conciencia por siempre. Verá, la CONCIENCIA es un JUEZ INTERNO que Dios ha puesto en usted que le acusa o excusa. No puede hacer que usted haga lo correcto, pero le muestra lo que es bueno y lo que es malo. Y cuando su CONCIENCIA está en PAZ, usted tiene una LIBERTAD tremenda. Una buena conciencia hará por usted lo que un sedante para dormir nunca podría hacer.
¿Qué es lo que su conciencia le está diciendo en esta mañana? ¿Está usted en PAZ con Dios?
12. TAMBIÉN DEBEMOS ESTAR EN PAZ CON DIOS.
Romanos 8:2: “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.”
El pastor Rogers siempre encontró fascinante la aviación. ¡Los aviones son tan pesados, no obstante vuelan! El piloto toma los controles, mueve el acelerador y esos poderosos motores empiezan a rugir. Cuando uno se da cuenta, ya está volando.
¿Acaso la ley de gravedad ha sido abolida?
No, pero hay otra ley que entra en efecto, es la ley de aerodinámica, que es una ley más poderosa que la ley de gravedad.
Cuando usted se pone en paz con Dios, la ley del pecado y de la muerte aún están presentes, más existe una nueva ley. Esta es la ley de la vida en Cristo Jesús que le libera de la ley del pecado y de la muerte. Mientras usted permanezca en Jesucristo, usted es libre de la ley del pecado y de la muerte.
¿Ha sido usted liberado? Entonces, es su turno de liberar a otro cautivo con las Buenas Nuevas de salvación. Vaya y comparta este regalo gratuito de la salvación con alguien.
13. SU PALABRA NOS TRAE LA PAZ.
El TESORO ESCONDIDO.
Por el Hermano Pablo.
Don Julio Gómez Arbizú hacía un viaje a caballo por el campo. Al ocultarse el sol, pidió posada en una casa que estaba a la vera del camino. La casa tenía aspecto de pobreza. No había muebles, y la alimentación era escasa. Todo daba la impresión de suma indigencia.
La señora de la casa era joven, y sin embargo en su rostro se veían las huellas de una vida llena de sinsabores. No era de extrañarse. Su esposo era un borracho empedernido que la maltrataba una y otra vez.
Mientras el visitante miraba el aspecto de aquel hogar, vio una vieja y olvidada Biblia que estaba en un rincón. Al despedirse, le dijo a la familia: «Hay en esta casa un tesoro que los puede hacer ricos.»
Después que el forastero partió, los dueños de la casa comenzaron a buscar lo que a su juicio tendría que ser una joya o una vasija llena de oro. Hasta hicieron hoyos en el piso, pero todo sin resultado.
Un día la señora levantó la Biblia olvidada, y encontró escrita en la guarda esta nota: «Lea Salmo 119:72.» En ese pasaje de los Salmos encontró la siguiente afirmación: «Para mí es más valiosa tu enseñanza que millares de monedas de oro y plata.» La señora, recordando las palabras del visitante, se preguntó: «¿Será éste el tesoro del que habló el forastero?»
Así que le comunicó al resto de la familia lo que pensaba, y empezaron a leer la Biblia. Con eso, un gran milagro comenzó a efectuarse. El borracho se convirtió en un hombre trabajador. El color volvió a las mejillas de la señora. La armonía desplazó el resentimiento, y la felicidad retornó al hogar.
Cuando el forastero visitó de nuevo la casa, había desaparecido de ella todo indicio de tristeza. En su lugar reinaba la paz. Con el corazón rebosante de gratitud, la familia le dijo: «Encontramos el tesoro, que se ha convertido en todo lo que usted nos dijo.»
Lo cierto es que la Biblia es el Libro por excelencia. Produce resultados positivos en la vida de quienes lo estudian con fe y con devoción.
¿Con cuánta frecuencia leemos nosotros la Biblia? ¿Hemos leído la historia de Abraham? ¿Hemos experimentado la satisfacción que produce la lectura de los Salmos? ¿Hemos seguido la vida de Cristo? Si no hemos leído la Biblia, hemos hecho caso omiso del mensaje más importante para nuestra vida.
Leamos la Biblia. En ella encontraremos tesoros que cambiarán nuestra vida. Leámosla con sinceridad y fe. Dios, mediante su Santa Palabra, quiere hablarnos. Leamos ese tesoro que hace rico a todo el que lo descubre.
14. DIOS NO NOS DEJARÁ CAÍDOS. SU PAZ ABUNDA.
Salmos 55:22: “Echa sobre Jehová tu carga, y Él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo
.” Una anécdota relata que un hombre tenía un perro al cual le fascinaba el agua. Un día el perro jugaba en el lago cuando el hombre decidió que era hora de marcharse. Él llamó al perro, mas éste no hizo caso. Le llamó varias veces y el perro no obedecía. Era un perro muy bien entrenado, pero aun así no venía a su amo. Finalmente el hombre lanzó un palo en el agua. El perro lo vio, nadó hacia éste, lo recogió y lo llevó a los pies de su amo. Puede ser que Dios le haya dado una carga porque Él no logra que usted le preste atención. Él desea que usted vaya y ponga esa carga a los pies del Maestro.
¿Está usted hoy apesadumbrado? Deposite sus cargas a los pies del Maestro y permita que su paz inunde su corazón.
15. SU CRUZ NOS TRAJO PAZ.
Colosenses 1:20: “Haciendo la PAZ mediante la SANGRE de la CRUZ.”
¿Cómo puede la CRUZ traer PAZ si Jesús es el que colgó en ésta? En la cruz, no se apaciguó la maldad, sino que la impiedad fue confrontada. En la cruz, el pecado no fue pasado por alto. EN LA CRUZ, EL PECADO FUE EXPIADO Y PAGADO. La magna justicia de Dios fue confrontar la mayor maldad del hombre, y la justicia ganó y la PAZ se alcanzó por medio de la SANGRE derramada en la CRUZ. ¡Gloria a Dios por la cruz! ¡Gracias a Dios por Jesús!
Durante este tiempo del año, al celebrar la muerte, sepultura y resurrección del Señor Jesucristo, tome unos momentos para alabar a Jesús por el poder y la esperanza que usted posee gracias a la RESURRECCIÓN.
16. JESÚS ES EL PRINCIPE DE LA PAZ.
Marcos 4:39: “Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.”
¿Recuerda cuando Jesús estaba con sus discípulos en el mar de Galilea y se les vino una gran tormenta? Los relámpagos comenzaron a resonar en el viento. El mar se agitó. Y la calmada brisa se convirtió en cruel vendaval. La barca fue lanzada por doquier como si fuera un corcho. Los discípulos se desesperaron y le reclamaron a Cristo quien dormía: “¿No te importa si perecemos? ¡Haz algo!” Y levantándose ordenó: “Calla, enmudece.” Y cesó el viento y el mar se calmó. Este mundo va hacia una gran tormenta y el barómetro espiritual está bajando. Nuestro mundo no conocerá la paz hasta que Jesús, el Príncipe de Paz, venga y diga: “¡Calla, enmudece!”
Sírvase leer toda la historia de lo que les sucedió a los discípulos en Marcos 4:36-41. ¿Cómo puede aplicar esa experiencia a su vida?
17. SABIDURÍA Y DISCIPLINA PARA LA PAZ.
Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios. Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente. Es el que guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos. Entonces entenderás justicia, juicio y equidad, y todo buen camino. Proverbios 2:1-9.
Si desea de manera genuina la sabiduría de Dios, no se preocupe, porque Él ha prometido dársela. Él dice: ' 'Yo amo a los que me aman, y me hallan los que con diligencia me buscan" (Prov. 8:17). Las siguientes son dos disciplinas adicionales que le ayudarán a conectarse con Dios, con Su sabiduría y Su comprensión.
La disciplina de la oración persistente: Si invoca a la inteligencia y al entendimiento llamas a gritos... (v. 3).
Quizás el acto más descuidado en la vida cristiana es la oración constante. Una oración persistente. Una oración continua, sin cesar. No me malentienda. No estoy sugiriendo que debemos pasar más tiempo en oración.
Aumentar el tiempo de oración no debería ser nuestro enfoque. A lo que me refiero es a desarrollar una mentalidad orientada a la oración. Un estilo de vida que incluya una conversación constante con el Señor a través del día.
¿Está lleno de preocupaciones? Haga que eso sirva para expresar sus preocupaciones ante Dios. ¿Le agobia el conflicto? Comparta eso al Señor y pídale Su intervención. ¿Se siente perplejo por un problema? Pídale a Dios comprensión y discernimiento. No guarde sus problemas ni sus preguntas para una sesión de oración al final del día. Converse con Dios durante todo el día.
Ore constantemente, sin hacer a un lado esos momentos de reflexión. Asegúrese de dedicar unos minutos durante el día, cinco o tantos como sea necesario, buscando un lugar a solas donde pueda separarse de las distracciones.
La disciplina de la constancia diaria:. . . si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido,.. (v. 4).
 Este proverbio está hablando de diligencia y esfuerzo. Nos llama a buscar los preceptos de Dios como si estuviéramos tratando de encontrar un tesoro. Dios nos pide que lo busquemos de la misma forma en que lo haríamos por un tesoro escondido. Para algunos, esto puede sonar como un juego superficial, pero no lo es. Es una búsqueda diligente de la mente de Cristo. Ciertamente no podemos ganarnos su favor y ciertamente no está reteniendo su sabiduría para hacernos trabajar más, no obstante, es muy importante que desarrollemos un deseo de obtener Su sabiduría y de que este deseo sea más intenso que nuestra lujuria natural por la riqueza.
Desarrollar amor por la sabiduría divina comienza con la decisión de hacer que esta sea una prioridad en nuestras vidas. Jesús dijo: “Porque donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón” (Mateo 6:21). Es un principio biológico: uno siempre valora más lo que busca con intensidad. Salomón declaró que ese deseo de obtener sabiduría sería recompensado:
. . . entonces entenderás el temor del SEÑOR y hallarás el conocimiento de Dios (Proverbios 2:5).
 REFLEXIÓN.
¿Qué es aquello que le hace orar con más frecuencia? ¿Cuáles son aquellas cosas que pide comúnmente? No hay nada de malo en pedirle a Dios que cambie las circunstancias, pero la oración tiene también el potencial de cambiarle a usted, sus perspectivas y sus valores, sus actitudes y sus deseos. Por ahora, piense en una situación difícil y pídale al Señor que le ayude a pensar o a comportarse diferente con respecto a ello.
18. LA PRESENCIA DEL ESPÍRITU SANTO EN NUESTROS CORAZONES TRAE PAZ.
San Juan 14:26: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que Yo os he dicho.”
El Señor Jesús llamó al Espíritu Santo el Consolador. Cuando la paz entra a su corazón en medio del pesar. Cuando el gozo entra a su corazón en medio de una tribulación. Cuando usted ve evidencia de la vida de Cristo en su propia vida, puede estar seguro que el Espíritu Santo está obrando en su vida. ¿Puede el Espíritu olvidarlo? Nunca. El sello del Espíritu Santo, el Consolador, está sobre su vida si usted es hijo de Dios. Cuando usted pasa por un salón o camina entre una muchedumbre, ¡el óleo de alegría del Consolador aromatiza el aire con un dulce aroma de Cristo!
Por favor lea2 Corintios 1:3-5. 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,
1:4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
1:5 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.
¿Cómo puede usted mostrar el consuelo de Cristo a alguien que está sufriendo?
19. LAS PALABRAS DE CRISTO LLENAN DE PAZ.
¿Cómo puede usted mostrar el consuelo de Cristo a alguien que está sufriendo?
Leí una vez acerca de un hombre que viajaba en un avión durante una impetuosa tormenta. Incluso la aeromoza estaba un poco nerviosa. No obstante, había una señora que tarareaba el himno “EN JESUCRISTO, EL REY DE PAZ” (Blessed Assurance). Ella parecía estar tranquila. El hombre le preguntó: “Señora, ¿no tiene miedo?” Ella contestó: “Para nada. Yo le he ENTREGADO mi CORAZÓN a JESUCRISTO. No hace mucho tiempo, una de mis hijas murió. Ella era una preciosa creyente y ahora está en el cielo. Tengo otra hija que vive en Denver, a donde este avión se dirige. Verdaderamente no me afecta a cuál de mis dos hijas vaya a visitar.”
Jesús le dijo a un hombre que colgaba de una cruz sangrienta: “Hoy ESTARÁS CONMIGO en el PARAÍSO.”
Si usted MURIESE hoy, ¿en dónde pasaría su ETERNIDAD? ¿En dónde la pasaría su familia?
20. LA PAZ Y LA GRACIA DE DIOS ES SUFICIENTE.
Segunda Samuel 22:31: “En cuanto a Dios, perfecto es su camino, y acrisolada la palabra de Jehová.”
Cuando el desconcierto le abrume y la desesperación toque a su puerta. Cuando pruebas tempestuosas se desaten en las playas de su vida, usted quizás desee preguntarle a Dios: “¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?”
tal vez usted nunca comprenderá porqué las cosas están ocurriendo de esa forma en su vida. Pero esa no es su labor. Verá, no es necesario que usted conozca la razón. Eso es asunto de Dios. Su repuesta es lo que importa. Cuando no podemos sentir la mano del Señor, debemos confiar en su corazón. Nuestra tarea es simplemente confiar y obedecer.
¿Está ocurriendo algo en su vida para lo cual usted no tiene explicación, mas desea obtener respuestas? Pídale a Dios que le dé paz y gracia para confiar en Él.
21. DIOS NOS GUARDA EN COMPLETA PAZ.
Isaías 26:3: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Ti persevera; porque en Ti ha confiado.”
Usted podrá admitir que Dios es necesario, pero ¿honestamente está consciente que Dios es suficiente? Es más, Él es más que suficiente. Para saber si Dios es suficiente en su vida, permítanos hacerle un par de preguntas: ¿De dónde obtiene usted su gozo? ¿Lo obtiene del Señor o de algún otro lugar?
Si su gozo proviene de su salud, entonces cuando se enferme, su gozo se desvanecerá. Numerosos creyentes han perdido su salud, sus negocios, su familia, su reputación, no obstante mantienen su gozo, porque la fuente del contentamiento genuino y de la paz, está en Dios. De hecho, quizás uno no llegue a saber que Dios es suficiente hasta que Dios es lo único que posee.
¿Cuándo fue la última vez que usted visitó la sala de espera de un hospital para compartir de Cristo con los que sufren? Tal vez pueda hacerlo este fin de semana.
22. DIOS NOS PIDE SEGUIR SU PAZ.
Hebreos 12:14: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”
La amargura es un cáncer que consume la primavera eterna que en un tiempo florecía en el corazón de muchos. ¿De dónde proviene? Usualmente germina cuando somos heridos. Tal vez usted fue abusado en su niñez, rechazado por alguien, despedido de un trabajo, o incluso ignorado en la iglesia. La amargura toma residencia cuando el agravio no se resuelve. Existe una solución. Si usted ha sido lastimado y la amargura ha tomado tanta raíz en su vida que hasta puede saborearla, es tiempo de acorralarla con una venganza santa. Tome la espada del Espíritu y extráigala. Dibuje un círculo que incluya a todos aquellos que le han hecho daño. ¡Perdónelos en el nombre de Cristo!
Póstrese ante del Señor hoy y suplique gracia y poder para desarraigar esa amargura que ha esclavizado su corazón y le roba el gozo que usted anhela.
23. SU PAZ ES SEGURIDAD.
Primera Juan 4:4: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.”
¡Aquel que creó el valle está allí con usted! Él ha preparado el camino a través del valle. No es un lugar de permanencia, sino transitorio. Él conoce toda curva y esquina, toda sombra cambiante, toda fosa donde el peligro acecha, y ¡Él está con usted! Enfóquese en la luz y no en las tinieblas. Dios le ha hecho para que camine a través de sombras. Cuando la oscuridad se le aproxime, atraviésela. ¡Aquél mayor que la muerte está en usted! Él es nuestro Jehová: el Señor siempre presente. Su gracia es más grande. Su paz es más pura. Su devoción es la más querida. Donde Satanás lanza tinieblas, nuestro Señor Soberano reina en supremacía.
Este es un día de esperanza. Medite en 1 Juan 4:4 a lo largo de este día y pídale a Dios que ponga a alguien en su camino a quien le pueda compartir de su amada verdad.
24. NO SE DEJE ROBAR LA PAZ.
Segunda Corintios 9:8: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.”
El diablo quiere que usted viva su vida en una copa vacía. Él quiere que usted crea que la copa de gracia de Dios ya se ha agotado para usted. Desea que usted se desilusione de Dios. Especialmente, él quiere que usted sienta que Dios es un aguafiestas cósmico... que Él está siempre pensando cómo robarle su gozo y su paz. Satanás sabe que si usted comienza a pensar negativamente de Dios, entonces él podrá tener cabida en toda área de su vida. Sea valiente. ¡Sea fuerte porque Jesús ya ha ganado la victoria por usted! Envíe esas mentiras de regreso al abismo de donde surgieron y apóyese en las promesas de Dios.
Deséele a alguien la paz y el gozo del Señor hoy.
25. ¿SABE USTED QUÉ ES PAZ?
Mateo 10:34: “No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.”
Un comité de púlpito se acercó al pastor Rogers una vez: “Necesitamos un pastor para nuestra iglesia.” Les respondió: “Creo que sé quién es el indicado. Es un predicador fantástico y tiene un espíritu evangelista apasionado... pero tiene problemas de salud y está avanzado en edad. A su vez, él ha estado en prisión varias veces.”
Ellos empezaron a mover sus cabezas y uno de ellos dijo: “Bueno, no sabemos si él es el hombre que queremos o no.” Les dijo: “Bien, no se preocupen, no hay manera que pueda llegar a ser su pastor. Él ya está en el cielo y su nombre es Pablo.”
Usted no quiere a un varón que se roce con la gente de este mundo sin untarles sal en sus heridas. Donde no hay ofensa, no hay efecto.
Ore por los hombres que ocupan los púlpitos de nuestras iglesias para que ellos no diluyan la verdad de la Palabra de Dios, sino que sean fuertes para proclamar su poder.
26. PAZ EN MEDIO DE LA TORMENTA.
Romanos 8:38-39: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada NOS PODRÁ SEPARAR DEL AMOR de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
¿Qué pasaría si usted tuviese una cita con el doctor y él le notifica que tiene cáncer? Tal vez usted ya haya escuchado dicho diagnóstico, sea para su persona o para un ser querido.
Deseamos compartirle algunas cosas que el cáncer no puede hacer. El cáncer no puede destruir la ESPERANZA, ni corroer la FE. El cáncer no puede robarle la PAZ, ni ponerle límite a la VIDA ETERNA. El cáncer no puede apagar el ESPÍRITU de Dios, ni minimizar el PODER de la RESURRECCIÓN. ¡Así de restringido es el cáncer!
¿Conoce a alguien que esté sufriendo de cáncer? Compártale las buenas nuevas que ha leído hoy y ore para que conozcan al Salvador.
27. EL QUE HA VIVIDO LA PAZ, LA PROMUEVE TAMBIÉN.
Santiago 4:17: “Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.”
Un vez el pastor Rogers preguntó: “¿Es usted una de esas personas que dice: ‘Deja para mañana lo que puedes hacer hoy’? Ésta es una de esas ocasiones en que el número de dedos que apuntan hacia mí, sobrepasan el que apunta hacia usted. ¿De qué estoy hablando? De la dilación, morosidad o aplazamiento. ¿Sabía usted que la dilación es pecado? Digo esto porque el pecado no es sencillamente hacer lo malo, sino es no hacer lo que uno debe hacer. La demora y la desobediencia son diferentes facetas del mismo pecado.”
Alguien bien dijo: “Cuando tenga algo que hacer, empiece en ese mismo momento. Usted aporta la voluntad y Dios suple la fuerza.” ¡Ésa es la fuerza de voluntad que necesitamos para obedecer instantáneamente!
¿Tiene algo pendiente por hacer que no le ha dejado en paz? Confiese su indecisión como pecado, y actúe ahora, no titubee en hacerlo. El ayer ya pasó, el mañana podría nunca llegar. ¡Hoy es el día!
28. VIVAMOS FIRMES EN LA PAZ.
Juan 10:10: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”
¿Sabe qué anda mal con muchos de nosotros? Tratamos de salirnos de los problemas en lugar de meternos en la justicia. Estamos tan concentrados en el lado defensivo del cristianismo que nos olvidamos de tomar la ofensiva: un avance positivo.
¿Le gustaría levantarse y permanecer firme? ¿Le gustaría experimentar la vida abundante de la cual nos habla nuestro Señor? Jesús vino a darnos vida eterna. Vino a darnos vida abundante. Necesitamos hacer como lo dice una vieja canción: “Acentúa lo positivo. Elimina lo negativo.”
¿Por qué no decide hoy ponerse en paz con Dios y permanecer en Él? Así podrá dar los pasos que le guiarán a una vida de obediencia.
29. PAZ ABUNDANTE.
“Mucha paz tienen los que aman tu ley” (Sal. 119:165).
La sociedad en la que estamos padece de desasosiego. Los problemas que se presentan en todos los sentidos, llenan de inquietud. En alguna medida esto alcanza también a los creyentes, que somos llamados a vivir una continua experiencia de paz. Este es el tema de la penúltima estrofa del Salmo (vv. 161-168). Ella presenta tres pasos para la experiencia de tener “mucha paz”.
El primero es el de una elección correcta (vv. 161-164). Somos seres con capacidad para escoger. Una mala elección trajo el pecado y sus consecuencias, una decisión de fe, trae la salvación. La paz perfecta comienza por un modo sabio de elegir, que consiste en respetar reverentemente a Dios (v. 161). Por esa razón podemos ser perseguidos sin causa: calumnian sin causa, persiguen sin causa. Esto ha ocurrido con Jesús: “sin causa me aborrecieron” (Jn. 15:25), por nos dice: “Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán” (Jn. 15:20). En la persecución sin causa hay paz, porque “si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello” (1 P. 4:16). El cristiano deja de ocuparse del acosamiento para ocuparse de la Palabra (v. 162). Muchos se obsesionan con sus problemas, pero el creyente que se centra en la Biblia descubre quién es Dios, cómo actúa y cómo protege. En ella encuentra algo superior a muchos tesoros, lo que determina una valoración correcta de las cosas.
El segundo es limpieza personal (v. 163). Lo que amamos determina lo que aborrecemos. El cristiano no miente. No se trata solo de hacerlo con palabras, sino con apariencias engañosas, que la Biblia llama hipocresía. El salmista hace una elección aborrecer y abominar la mentira. El tercero es ocuparse de la alabanza (v. 164). La alabanza no es una actividad, sino una actitud. Es con la vida personal que se alaba a Dios (Mt. 5:16). La alabanza forma parte de la oración, debemos alabar antes de pedir.
La bendición suprema se alcanza en los pasos anteriores, así lo indica el texto seleccionado: “Mucha paz tienen los que aman tu ley”. Por ella descubrimos una perfecta paz de relación con Dios, sin condenación alguna (Ro. 8:1); porque también nos revela la perfecta paz de comunión en medio de los conflictos de la vida, una paz que Jesús da, imposible de hallar en el mundo (Jn. 14:27); en ella encontramos la paz de la esperanza, en la promesa de Jesús de venir a buscarnos para que estemos siempre con Él (Jn. 14:1-4). Esta paz divina que “sobrepasa todo entendimiento, guardará nuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús” (Fil. 4:7). La mente llena de Dios, permite la paz de comunión con Él, sintiendo que “el Dios de paz, estará con vosotros”. En el conflicto sabemos que nuestra salvación está en Dios, y sabemos que Él tiene Su tiempo para actuar (v. 166). Por eso tenemos paz, porque sabemos que nuestros caminos están delante del Señor, que los conoce (v. 168).
Ciertamente necesito experimentar la paz de Dios en mi vida. Siento mi pequeñez y mi impotencia ante situaciones adversas, grandes conflictos y profundos problemas, mi camino es desconocido para mí, pero, “está delante de Él”. Tengo paz, porque Tú “me guiarás por sendas de justicia, por amor de tu nombre.” Autor: Samuel Pérez Millos.
30. ES LA PAZ DE DIOS Y NO LA DEL HOMBRE.
 Mateo 24:21: “Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.”
El general Omar Bradley dijo esto acerca de nuestra generación: “Sabemos más de guerra que de paz. Sabemos más de matar que de vivir. Esta es nuestra declaración de progreso del siglo XX: el conocimiento de la ciencia sobrepasa la capacidad por control. Tenemos demasiados hombres dedicados a la ciencia y muy pocos hombres de Dios. El mundo ha alcanzado inteligencia sin sabiduría, poder sin conciencia. Somos un mundo de gigantes nucleares e infantes éticos.” Creemos que expresó una gran verdad. Jesús enseñó que viene un tiempo, como nunca antes visto en la historia: la gran tribulación cuando todo nuestro progreso y adelantos se reducirán a una persona: el Señor Jesucristo.
¿Dónde estará en el día de la gran tribulación? ¿Dónde anhela estar?
31.LA PAZ QUE NOS DIO CRISTO.
Isaías 53:5 “Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”
El pastor Rogers dijo: “Lo que amo acerca del Antiguo Testamento es lo mismo que amo acerca del Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento ambos son la Palabra inspirada de Dios.”
No piense que el Antiguo Testamento tiene un mensaje diferente al Nuevo Testamento. Toda la Biblia habla acerca de Jesús. Si usted lee la Biblia y no encuentra a Jesús, es mejor que la vuelva a leer. Si alguien le pregunta si ha leído los cuatro evangelios. Usted puede contestarles: “¡He leído todos los sesenta y seis! Desde Génesis hasta Apocalipsis, todos tienen el mismo villano: Satanás. Tiene el mismo héroe: Jesús. Tiene el mismo propósito: proclamar que en ningún otro nombre podemos ser salvos, sino sólo en el nombre de JESÚS.”
Le invitamos a leer Isaías 53. ¿Cuáles son las profecías que se cumplieron en la vida de Cristo?
32. LA PAZ DE DIOS ES BUENA.
Salmo 34:8: “Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en Él.”
El Señor Jesucristo nos da las Bienaventuranzas o Beatitudes: actitudes que deben ser. Éstas no son trivialidades, sino actitudes que tratan con el carácter del creyente. Su reputación es lo que otros piensan de usted, más el carácter es lo que Dios sabe de usted. Las Bienaventuranzas no dicen: “Bienaventurado es lo que usted tiene”, ni: “Bienaventurado es lo que usted hace”, sino: “Bienaventurado lo que usted es”.
¿Qué es lo que la mayoría de las personas en el mundo están haciendo? Están buscando la felicidad. Si usted busca la felicidad, nunca la encontrará. Sin embargo, si se pone en paz con Dios, la bienaventuranza lo encontrará.
¿Ha estado buscado su valor en lo que tiene o en lo que usted hace? Confiéselo ante el Señor y medite en las actitudes que debe tener según Mateo 5:3-11.
33. VERDADEROS PACIFICADORES DEBEMOS SER.
Mateo 5:9: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.”
En una ocasión el pastor Rogers leyó acerca de un joven predicador que estaba en clase en una universidad liberal y el profesor dijo: “Los creyentes nunca debemos tener ningún enemigo. Nunca debemos ser controvertibles.” Y agregó: “Lo que nosotros necesitamos es seguir el ejemplo de Jesús.” El joven alzó su mano y preguntó: “Si Jesucristo fue tan espléndidamente considerado y diplomático, ¿cómo se las arregló para que lo crucificaran?”
Paz no es apaciguamiento. Es una relación correcta con Dios la que conlleva a una relación correcta con sí mismo y nos guía en las relaciones correctas con otros. Literalmente, paz es el fruto de justicia. Es la justicia de Dios gobernando y reinando en su corazón.
Hebreos 12:14. ¿Hay conflictos que usted puede resolverse al convertirse en un pacificador? Si es así, confiadamente ponga su mano en la del Señor y traiga paz.








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