El amor por el hermano como Prueba de mi Conversión (Segunda Parte)
1 Juan 2:7-11
Hasta ahora hemos revisado 4 de las 12 cualidades en las que Primera de Corintios 13 presenta el amor al hermano. En esta semana reflexionaremos acerca de las 8 restantes para concluir con este importante tema de “El amor por el hermano como Prueba de mi Conversión”.
Pablo continúa y dice que el amor no se porta indecorosamente. Esto implica que el amor no pronuncia palabras hirientes;no es cruel; no es grosero; no es áspero. No le habla mal al otro porque cuando le hablamos mal a la otra persona, nos estamos portando indecorosamente. No ser indecoroso es: no perder los estribos y no ofender a la otra persona, no decirle palabras indebidas y no menos preciar al otro. Cuando actuamos indecorosamente, nos parecemos a los niños de dos años. Un niño de dos años dice:
Si me gusta algo, es mío.
Si algo está en mi mano, es mío
Si puedo quitártelo de la mano, es mío
Si lo tenía hace un rato, es mío
Si es mío, nunca debe parecer como que es tuyo
Si estoy haciendo algo o construyendo algo, todas las piezas son mías
Si luce como el mío, es mío
Si pienso que es mío, es mío.
El amor no busca lo suyo; el amor no tiene nada que ver conmigo; tiene que ver con el otro. El amor es un siervo, y por tanto le sirve al otro. Si tienes un problema en servir, tienes un problema de amor.El siervo busca servir antes deque se le pida. Cuando tú sirves, solo cuando alguien te pide servir, no eres tanto un siervo,sino un trabajador. Pastor, ¿y si mi pareja no aprecia lo que hago? Recuerda que el siervo no sirve para la persona, sino que sirve para Dios.¿Cómo aprendo a servir? Aprendiendo a amar.
El amor no se irrita. La facilidad con la que yo me irrito habla de mi poco amor hacia los demás.Muchos piensan que el irritarse fácilmente era un problema de temperamento o de personalidad, pero Pablo dice que no, que es un problema de amor.
El amor no toma en cuenta el mal recibido. La idea aquí es que el amor no guarda rencor. Cuando decido perdonar, decido no vengarme, decido olvidar, decido no recordar cosas del pasado que son hirientes para el otro y decido mirar hacia delante y no mirar hacia atrás. La falta de perdón es una falta de amor. El mantener la cuenta del pasado viva en la memoria es una falta de amor.
En 2 Corintios 5:19, Pablo hace referencia a que el amor de Cristo se manifestó no tomando en cuenta las transgresiones del hombre. Esto no significa que el amor nunca “saca cuentas”.Cuando alguien peca, hay que “sacarle cuentas”; pero, a lo que se refiere es que una vez la persona es perdonada, el que ama no mantiene la cuenta abierta, sino que la cierra.
El amor no se regocija en la injusticia, es decir, que el verdadero amor evita todo pecado contra el otro porque no se regocija en lo que es injusto y porque solo se regocijaron en la verdad.
Mientras más amo a la otra persona, menos poder tienen las tentaciones sobre mí. El amor verdadero debilita el poder de mis tentaciones porque el amor no se regocija en lo que es injusto. La razón número uno por la que pecamos contra el otro, lo que implica un regocijarnos en la injusticia, es porque no amamos como debiéramos. Pero el amor del que Pablo habla solo se regocijaron una cosa: con la verdad.Ese amor no se siente bien a menos que esté caminando con la verdad. Amar también implica decir la verdad siempre, pero sin destruir al otro.
El verso 7 termina diciendo: El amor todo lo sufre: esto implica que soporta en silencio todas las molestias e incomodidades por el beneficio del otro; el amor todo lo cree:que implica que el amorno es desconfiado, piensa siempre que el otro está haciendo algo por algún interés, y no anda buscando siempre una explicación detrás de la acción del otro;el amor todo lo espera y todo lo soporta:el amor de que Dios habla sabe esperar y sabe sufrir por beneficio de la otra persona continuamente. Después que Pablo termina de describir todo lo que el amor implica, llegamos a entender que la mayoría de nuestros problemas no son más que falta de amor por el otro y un amor desmedido por el mí mismo.
Oremos a Dios por un amor como este. Solo Él puede ser el autor y productor de este amor. Un amor que llevó a su Hijo a la Cruz.Un amor que confirma que somos sus discípulos.
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