Un líder de Dios para tiempo como este
2da. de Timoteo (Tercera Parte)
En la segunda parte de este escrito, vimos "las características del líder de Dios". En esta tercera parte, veremos como Pablo utiliza varias ilustraciones para enseñarle a su discípulo Timoteo acerca de "las responsabilidades del liderazgo". En esta enseñanza vemos que un líder es:
Un maestro
El líder tiene la responsabilidad de enseñarle a otros, de duplicarse en otros y de moldear a otros. Pero, no podemos moldear a otros si nuestro carácter no ha sido moldeado primero. Un maestro es un estudiante y no solo un estudiante; sino un buen estudiante para poder enseñar a sus alumnos. Si a usted no le gusta estudiar, no podrá desempeñar bien su función de maestro. Pablo le habla a Timoteo de que tenemos que enseñar a otros y específicamente le habla de buscar a hombres idóneos en quien reproducir la enseñanza y en quien reproducirse. Un maestro, es diestro en el manejo de la información; está mas avanzado que aquellos a quienes él dirige; vive apasionado con aquello que él estudia para enseñar a otro y no tiene que ser empujado ni para estudiar, ni para enseñar.
Un maestro vive para enseñar. De hecho uno de los requisitos para ser anciano es la habilidad de enseñar, que sea un buen comunicador de Su verdad; un conocedor de su palabra; alguien que habla con convicción y autoridad.
Pero no puedo enseñar lo que no conozco; de manera que nosotros, los ancianos tenemos una enorme responsabilidad delante de la congregación de estudiar su palabra para poder enseñarla.
Un soldado
El líder de Dios no solo tiene que comportase como un maestro, sino también como un soldado: disciplinado, respetuoso, cumplidor de su deber; es una persona que reconoce las líneas de autoridad; sabe recibir órdenes y sabe cumplirlas.
El soldado sabe que él es un hombre de batalla. Un soldado del ejército no es una persona rebelde, porque si lo fuera lo expulsarían. De esa misma manera, antes de Dios usarnos, El tiene que romper en nosotros el espíritu de rebeldía, porque no hay nada mas llamativo y destructivo que un líder rebelde.
El texto de 2 Timoteo capítulo 2 al hablar de ese soldado, dice que un soldado no se enreda en los negocios de la vida diaria. Uno de los mejores comentarios consultados (THE EXPOSITOR’S COMMENTARY) habla de que el soldado para enlistarse en el ejército necesitaba dejar todas sus actividades seculares y que el ministro de Dios, el pastor, necesita tener la misma disposición. El dejar todas sus actividades seculares para abrazar la causa de Cristo.
Un atleta
Pablo no solo habla de que el líder de Dios debe ser un maestro y un soldado, sino también un atleta. Ser un atleta implica entrenamiento, sacrificios, horas de sueño no tomadas, esfuerzo extremo. El atleta al igual que el soldado es altamente disciplinado; y se familiariza con las reglas del juego para poder competir y no ser descalificado. Y Pablo hace mención de eso al hablar de que ese atleta no va a ganar el premio si no compite de acuerdo a las reglas de la carrera. En este caso las reglas para el líder es su palabra, pero especialmente aquellas cosas relacionadas con el llamado a liderar. Ese atleta que quiere participar en las olimpíadas somete su cuerpo a un entrenamiento riguroso y a todo tipo de sacrificio. Y de hecho Pablo hace alusión a eso cuando dice en 1 Corintios 9:27 “sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado”. Esto hace alusión a los deseos de la carne; aquellas cosas que la carne te pide. Un líder de Dios no puede dejarse llevar por los deseos de la carne que siempre quiere irse por el camino de menor resistencia y el camino de la comodidad y la conveniencia. Un verdadero atleta no piensa, no corre y no compite de esa forma.
En la siguiente entrega de este escrito continuaremos viendo las ilustraciones usadas por el apóstol Pablo para enseñarle a su amado hijo Timoteo, "Qué es un líder"... ¡Los Esperamos!
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