jueves, 5 de septiembre de 2013

EL CAMINO A EMAÚS: UN ENCUENTRO CON EL SEÑOR

. EL CAMINO A EMAÚS: UN ENCUENTRO CON EL SEÑOR. Lucas 24: 13- 34
Los dos discípulos que caminaban a Emaús arrastraban sus sandalias en el polvo, la tristeza se dibujaba en sus rostros mientras se preguntaban:
Qué clase de Dios es ese, que nos ha dejado acá solos sin esperanza. Y estaban tan absortos en sus tristes pensamientos que no se daban cuenta de aquel que caminaba cerca de ellos
En ese camino me he encontrado carente de fe y carente de visión.  Los discípulos de Emaús  esperaban un reino de terrenal y perdieron de vista el  reino espiritual.  Yo no quiero hoy ir rumbo a Emaús en busca de un reino terrenal, porque podría perder  de vista el reino espiritual.
El problema  es que dejo de soñar y de mirar los secretos escondidos en cada detalle de Dios y circunstancia de la vida.
Hoy necesito aprender a esperar en las promesas de Dios.  La esperanza no es un deseo otorgado o un favor que me llega, es mucho más que eso.  La esperanza es una dependencia total de Dios quien a veces nos sorprende fuera de nuestros calcetines para ver nuestra reacción.
Dos hombres que por alguna razón ya sea necesidad o gusto, tenían que ir a ese pueblo, pero nunca pensaron que recibirían una tremenda bendición en ese lugar, una experiencia que cambiaría sus vidas, sin embargo mientras iban por el camino, no les pasaba por la mente lo que sucedería, estaban absortos en la problemática de la vida diaria. Dice el V.14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido.
V. 15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. 16 Mas los ojos de ellos estaban velados, Estaban totalmente inmersos en su problemática que dejaron pasar lo más importante.
Cuantas veces en nuestra vida nos hemos perdido de ver que Jesús esta junto a nosotros porque estamos demasiado preocupados por nuestra situación, demasiado deprimidos, demasiado enojados, tristes o aun alegres, estamos muy inmersos en nuestra vida y no vemos que el dador de la vida, el que puede solucionar nuestra situación está con nosotros.
Como le diría Cleofas V.18 ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?  Aunque lo que leemos es una pregunta que le hace este hombre, la actitud es sarcástica y refleja que hoy en día nosotros hacemos al decirle imaginariamente “Jesús tú no sabes exactamente lo que me pasa”
Así que necesitamos que haga esto y esto y aquello, eso es lo que dice Cleofas cuando dice V. 22 Nosotros esperábamos… Eso es lo que nosotros pensamos, que él debería de hacer lo que nosotros pensamos que debería hacer, estamos convencidos que tenemos la razón en lo que creemos que es lo que Jesús debería hacer y esa es la actitud que tenemos y que interpretamos como que  “le estamos dando lugar a Jesús en nuestra vida”.
Todo buen creyente que lucha y se esfuerza por la causa de Cristo puede desalentarse. Satanás puede meter el desaliento dentro de él y abrir la puerta para que entre el resto de su equipo. Él puede romper la vida del mejor con la cuña del desaliento.
Por eso todo creyente debe ser capaz de vencer el desánimo, la crítica, el rechazo, la ingratitud o, de lo contrario, el diablo se aprovechara de esas circunstancias.
El Desaliento.
24:17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?
El desaliento es el sentimiento más poderoso para detener nuestro avance en la vida. No hay nada peor que una persona que ha perdido totalmente las esperanzas y no encuentra consuelo ni salida a su problema.
En la Biblia encontramos varios ejemplos de personas desalentadas por las circunstancias que le tocaron vivir.
Moisés.
Nm. 11:15 "Y si así lo haces tú conmigo, yo t ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal."
Josué.
Jos. 7:7 "Y Josué dijo: Ah, Señor Jehová ¿Por qué nos hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para que nos destruyan? Ojala nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán."
Elías.
1R. 19:4 "Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres."
Job.
Job 10:1 "Esta mi alma hastiada de mi vida; daré libre curso a mi queja, hablare con amargura de mi alma
David
El desaliento puede paralizarnos y dejarnos inmóviles ante las mejores oportunidades. El desaliento no les dejo ver que era Jesús quien caminaba con ellos. El desaliento no nos deja ver la buenas cosas que suceden a nuestro alrededor.
El factor dominante que encontramos en la mayoría de estos textos es "la queja". Y podríamos decir que la queja es el primer síntoma del desaliento.
Inmediatamente que nos desalentamos comenzamos a quejarnos, como los israelitas en el desierto. Cansados de caminar, dar vueltas y vueltas, pasar hambre cansancio, etc. Comenzaron a quejarse en contra de Moisés y de Dios.

Números 21:4 Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino.

21:5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.

Números 32:5 Por tanto, dijeron, si hallamos gracia en tus ojos, dese esta tierra a tus siervos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán.

32:6 Y respondió Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: ¿Irán vuestros hermanos a la guerra, y vosotros os quedaréis aquí?

32:7 ¿Y por qué desanimáis a los hijos de Israel, para que no pasen a la tierra que les ha dado Jehová?

El desaliento también es contagioso, podemos contaminar al que tenemos al lado cuando empezamos a hablar "la realidad" de las cosas. Esto es aceptable para los que no creen en Cristo, que su única esperanza está basada en las cosas que suceden en este mundo. Pero para los que creemos en Cristo hay factor que no podemos dejar afuera y es el factor sobrenatural.

Los discípulos pensaron que todo ya había terminado y esa era la realidad; Cristo había muerto y todas las esperanzas con El, pero dejaron de lado el factor sobrenatural; Jesús les había dicho que iba a resucitar y ellos no le creyeron. Pero de todas maneras Jesús cumplió, él no podía condicionarse por lo que sus discípulos pensaran o creyeran, él lo había prometido y cumplió.

Es por esto que tenemos que fijarnos bien lo que hablamos para no contaminarnos nosotros ni contaminar a los demás.

Santiago 3:5-6 "Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno."
Jesús en más de una oportunidad les declaro que era necesario que Cristo muriese pero que resucitaría al tercer día. Pero es como que ellos se olvidaron de lo que Jesús les había dicho y en vez de proclamar Resurrección estaban proclamando muerte. Muchas veces, nosotros somos nuestros peores enemigos. Salimos y hablamos pobreza y nos quejamos porque no tenemos riquezas.

Confesamos la enfermedad todo el tiempo y nos preguntamos porque no tenemos salud.

Confesamos la derrota todo el tiempo y luego nos preguntamos por qué no tenemos la victoria.

Confesamos la debilidad y luego nos quejamos porque no tenemos fortaleza.

Debemos hablar fortaleza y la fortaleza vendrá, debemos hablar victoria y la victoria vendrá. Debemos hablar salud y la salud vendrá. Riqueza y las riquezas vendrá. Gracias a Dios debemos decirlo con nuestra boca. La Biblia dice que Dios creaba en Génesis, el espíritu de Dios se movía y Dios dijo, que fuese y fue. El crea el fruto de los labios. Nosotros creamos el mundo que nos rodea. Por las palabras que hablamos. Pero no podemos elegir cualquier palabra.
Tenemos que decir con nuestra boca las palabras que Dios habló.

¿Qué es lo que estás hablando con tu hermano mientras vamos por el camino? La Biblia no exhorta a que hablemos entre nosotros con salmos e himnos y cánticos espirituales. (Ef. 5:19).

Lo que hablamos entre nosotros puede desalentarnos o alentarnos. (Prov. 18:21)La Biblia dice, la muerte y la vida están en el poder de la lengua, yo sabía decir que: el poder de la vida y de la muerte está en la lengua. El énfasis está en el poder de la lengua. Usted puede crear en la tierra el cielo o el infierno con su boca.

Usted debe cambiar su mundo cambiando sus palabras!

Yo elijo la vida y le digo que no a la muerte cuando hablo lo que Dios habla y renuncio a hablar lo que destruye.

La Palabra lo cambia todo.
24:25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!
24:26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?
24:27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.

24:32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?

Conclusión.

no dejemos que el desánimo tome lugar en nuestras vidas.
hablemos lo que la palabra dice y digámosle a las circunstancias lo que Dios dice. En vez de proclamar lo malo de "la realidad".
la palabra puede traer sanidad cuando es proclamada con fe. El salmo 107:20 dice: Envió su palabra y los sano. El estudio y el discipulado pueden traer alivio al dolor, esperanza ante la pérdida, animo ante el desaliento.
No dejemos de ninguna manera, por más difícil que sean las circunstancias que estemos viviendo, de proclamar la verdad de la palabra de Dios.

Puede que Jesús este caminando a nuestro lado y por ver las circunstancias negativas no lo veamos a Él.
http://www.renuevodeplenitud.com/te-amo-por-siempre.html

LAS PROMESAS DE DIOS PARA SUS HIJOS, SUS DISCÍPULOS, PARA SU IGLESIA:
En el Camino de Emaús todos somos Importantes para Dios. Jesucristo los visitó para que vieran lo Especial que son sus Discípulos y la Iglesia en sus Planes Eternos.
Principio 1. Dios tiene Memoria de nosotros. Principio 2.   Los Pensamientos de Dios son para Bien. Principio 3. La verdad de Dios nos hace Libres. 
1.Salmo 8: 3- 8.

8:3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que tú formaste,
8:4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
Y el hijo del hombre, para que lo visites?
8:5 Le has hecho poco menor que los ángeles,
Y lo coronaste de gloria y de honra.
8:6 Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;
Todo lo pusiste debajo de sus pies:
8:7 Ovejas y bueyes, todo ello,
Y asimismo las bestias del campo,
8:8 Las aves de los cielos y los peces del mar;
Todo cuanto pasa por los senderos del mar.
2. Isaías 49: 1, 15.
49:1 Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.
49:15 ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.
3.  Jer 1: 5.
1:5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
4. Jer 29. 11.
29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
5. Jn 8: 32, 36.

8:32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
http://www.renuevodeplenitud.com/bajo-tus-alas-2.html



PASTOR: Rigoberto Gómez E

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