jueves, 12 de septiembre de 2013

EL PASTOR TIENE UN HOGAR PARA TÍ

El Hogar de tu Pastor
Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará
a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.    – Ap. 7:17
Hno. Juan con Maria
Hno. Juan con Maria
La gente ya no habla mucho acerca del cielo.

Yo sé que la vida está llena de presiones y angustias.  Para mucha gente representa mucho esfuerzo tan solo arreglárselas para vivir un día más.

También sé que Jesús quiere que trabajemos ahora, incluso como Él trabajó.  La noche viene, cuando nadie puede trabajar (Jn. 9:4).

¡Todo esto es verdad!  Pero permíteme poner algo de balance.  Permíteme ser claro.  Ahora mismo, Jesús tu Pastor, está pensando acerca del día en que Él te dará la bienvenida a Su hogar eterno.  Él está diseñando un lugar especial, ¡Justamente para ti!  Todo lo que Él está haciendo contigo en esta vida es preparándote para tu vida eterna con Él.  Después de todo, esta vida es corta - una cuestión de pocos años.  Pero el cielo será para siempre.  Como un corredor entrenando para un maratón, es bueno que te pongas en forma para la eternidad.  Ahora.  Permíteme sugerirte unas cuantas maneras de hacerlo, al tiempo que vives para Él hoy.
  1.  Aprende a adorar.  Lo estarás haciendo por siempre.  La adoración no es sólo lo que hacemos los Domingos por la mañana.  También es la respuesta agradecida del corazón cuando la vida no nos trata justa o amablemente.  Adorar le dice a Dios, incluso en los peores momentos “No entiendo, pero sé que estás obrando todo para mi bien, y para Tu gloria.  ¡Confío en ti!  ¡Gracias!  Te honro y te adoro.”
  2. Aprende a servir.  Lo estarás haciendo por siempre.  Especialmente servir a aquellos que no son amables contigo.  Jesús siempre hacía el bien, sirviendo a todos (no sólo a Sus amigos), incluso a aquellos que estaban oprimidos por el Diablo (Hch. 10:38).  En el cielo, le serviremos a Él día y noche (Ap. 7:15).  Si no aprendes el gozo de servir ahora, ¡La eternidad durará mucho tiempo para tí!
  3. Ama lo que la cruz representa.  Lo estarás haciendo por siempre.  Jesús será el Cordero inmolado de Dios por toda la eternidad.  Tocarás las huellas de los clavos en Sus manos y en Sus pies.  Pondrás tu mano en Su costado perforado.  Las marcas de la cruz de espinas será visible a todos.  Por siempre recordarás lo valioso que eres para Jesús y cuánto le costó a Él comprar tu salvación.  Ama lo que la cruz representa. 
Pablo amonestó a los Corintios a que esperaran (la idea en el lenguaje de Pablo era esperar con ansia) el regreso de Jesús (1 Co. 1:7).  Yo sé lo que significa esperar con ansia.  Por los pasados cuarenta años, he viajado por el mundo, entrenando a líderes de iglesias.  Amo lo que hago.  Pero en cada viaje, hay un anhelode regresar a casa con Mary.  La amo con todo mi corazón.  Amo nuestras caminatas matutinas juntos.  Amo confiar en Dios con ella por las situaciones “imposibles” en la vida.  Cuando estoy lejos, constantemente pienso acerca del día en que regresaré con ella.

Eso es lo que mismo que debería ser para nosotros esperar estar con Jesús.  Si tu realmente lo amas, deberías anhelar su regreso (2 Ti. 4:8).  No permitas que las demandas de hoy venzan tu esperanza llena de gozo de la eternidad.  Prepárate para el cielo.  Comienza a entrenar para la vida al rededor de su trono.  Jesús está esperando el día cuando Él regrese.  ¡Puede ser esta noche!  Nadie lo sabe.  Pero ¡prepárate!  Y al hacerlo, dile a alguien “¡Jesús está a punto de regresar!”  Ellos también necesitan saberlo.

En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; 
voy, pues, a preparar lugar para vosotros.  – Jn. 14:2

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