LA SEGURIDAD
DE LA VIDA ETERNA ESTÁ EN JESUCRISTO EL
SEÑOR.
ES SEGURA LA
SEGURIDAD ETERNA.
Yo les doy
vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
Juan 10:28
El versículo
de hoy es una promesa admirable del Señor Jesucristo mismo de que la salvación
del creyente está para siempre segura en Él. Además, las primeras tres palabras
de Romanos 8:28, "Y sabemos", expresa la absoluta certeza que usted
puede tener, confirmada por el Espíritu Santo, de que usted nunca perderá su
salvación.
Y sabemos
que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los
que conforme a su propósito son llamados.
8:29 Porque
a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos
conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos
hermanos.
8:30 Y a los
que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también
justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
8:31 ¿Qué,
pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
8:32 El que
no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo
no nos dará también con él todas las cosas?
8:33 ¿Quién
acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
8:34 ¿Quién
es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó,
el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
8:35 ¿Quién
nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
8:36 Como
está escrito:
Por causa de
ti somos muertos todo el tiempo;
Somos
contados como ovejas de matadero.
8:37 Antes,
en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
8:38 Por lo
cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados,
ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
8:39 ni lo
alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de
Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Basándose en
la autoridad divinamente revelada, el apóstol Pablo le afirma a la iglesia de
Roma y nos afirma a nosotros que, como cristianos, podemos saber sin lugar a
dudas que estamos seguros en las manos de Dios. A medida que usted camine con
Él, Dios mostrará su gloria en su salvación y lo hará todo en su santificación
para su bendición definitiva.
EL PADRE
CELESTIAL NOS GARANTIZA LA SALVACIÓN.
DIOS ES QUIEN LO GARANTIZA.
Mi Padre que
me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi
Padre.
Juan 10:29
Lamentablemente,
muchos creyentes a lo largo de la historia de la iglesia, incluso muchos en la
actualidad, se han negado a creer que Dios garantiza la seguridad eterna de
ellos. Tal negación se deriva de la errónea convicción de que esa salvación es
un esfuerzo cooperativo entre las personas y Dios. Tal razonamiento dice que un
Dios Todopoderoso no dejará de hacer su parte, pero que un cristiano falible
pudiera dejar de hacer la suya.
Pero el
creer en lo que dice la Biblia acerca de la salvación, que viene solo de un
Dios soberano, lo llevará a la confianza de que su salvación es segura. Si la
salvación es toda de Dios, entonces puede saber con certeza que Él no dejará de
asegurarla. Cualquiera que sea verdaderamente hijo de Dios no tiene nunca que
temer perder su ciudadanía en el cielo. Y si usted lo es, puede confiar en las
palabras de Cristo del versículo de hoy de que "nadie las puede arrebatar
de la mano de mi Padre".
LA SEGURIDAD
DE LA SALVACIÓN ES PERPETUA.
LA SEGURIDAD
NO TIENE LÍMITES.
Puede
también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios.
Hebreos 7:25
El alcance
de su seguridad como creyente es tan ilimitado como su certeza es absoluta. En
realidad, la expresión "perpetuamente" en el versículo de hoy
literalmente significa "por completo" o "para siempre". La
seguridad de la salvación es absolutamente amplia, sin salvedades ni límites.
El infalible
decreto del Padre de seguridad para los cristianos se cumplió misericordiosa y
completamente mediante la obra de su Hijo en el Calvario (vea 1 Jn. 2:1). Y esa
seguridad es lo bastante firme como para que dure toda su vida en la tierra,
hasta que usted llegue a la presencia del Señor. El apóstol Judas presenta esta
alentadora bendición, en la que siempre usted puede confiar: "Y a aquel
que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de
su gloria con gran alegría" (Jud. 24).
SI USTED AMA
A DIOS, ENTONCES TODAS LAS COSAS LE
AYUDAN.
LA
PROVIDENCIA DE DIOS.
A los que
aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.
Romanos 8:28
Muchas veces
Dios toma todo lo que Él permite que les ocurra a los cristianos, aun lo que
les parece lo peor, y convierte esos acontecimientos finalmente en bendiciones.
Esa es la divina providencia obrando.
Sin que
importe cuál sea su situación, de felicidad, prosperidad y comodidad; o de
tristeza, dolor y dificultades, a través de ella Dios obra para hacer lo que
finalmente es mejor y de más bendición para usted.
En su
providencia, el Señor usa "todas las cosas", circunstancias
desagradables y perjudiciales así como las que son buenas y agradables, para ir
haciendo de usted la persona que Él quiere que sea. Cuando se enfrente a las
luchas de la vida, recuerde lo que Dios le prometió al apóstol Pablo "Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad"
(2 Co. 12:9). Esa promesa es también para usted.
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