PARA LA
TERCERA EDAD TAMBIÉN HAY UN MINISTERIO.
“Por tanto,
no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el
interior no obstante se renueva de día en día” (2 Corintios 4:16).
Muchas
personas piensan que no pueden hacer mucho por Dios cuando llegan al ocaso de
sus vidas. Dios no cambia sólo porque su salud no es buena, o se siente débil.
La fe que está dentro de usted no se ha debilitado, a menos que usted haya
dejado de alimentarla con obras de fe. Las cosas que Dios nos ha llamado a
hacer en la vida, no dependen de su fortaleza física o financiera.
¿Sabe en
dónde reside una de las mayores fortalezas de la iglesia? En la gente “viejita”
que ha caminado con Dios por años y años. Con su reserva de sabiduría y su
fortaleza de fe, siguen asidos a Dios, y aunque sus cuerpos estén un poquito
“desgastados”, están tan fuertes como jamás lo fueron, porque Dios es su
fortaleza.
Douglas
MacArthur una vez dijo: “Usted es tan joven como su fe, tan viejo como sus
dudas, tan joven como su auto-confianza, tan viejo como sus temores, tan joven
como su esperanza y tan viejo como su desesperanza.”
Dios da
fortaleza que no se desvanece porque sus promesas no se desgastan.
¿Está usted
jubilado? ¿Cómo está utilizando todo ese tiempo que ahora tiene libre, para el
Señor? He aquí algunas cosas que debe pedirle a Dios que le ayude a ejecutar,
para Su gloria: ser voluntario en albergues para desamparados, ir en viajes
misioneros, cantar en el coro, escribir cartas a presos y a huérfanos, enseñar
un estudio bíblico y pasar tiempo en oración intercesora por las necesidades de
su comunidad y del mundo.
ESTA ES LA RESPUESTA PARA TÚ LLAMADO.
Isaías 6:8
Y oí la voz
del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces
respondí: Heme aquí; envíame a mí.
Hechos 9:10
Había en
Damasco cierto discípulo llamado Ananías; y el Señor le dijo en una visión:
Ananías. Y él dijo: Heme aquí, Señor.
¿ ACASO
USTED TIENE OBJECIONES O EXCUSAS PARA NO SERVIRLE A DIOS?.
Me
sorprenden mucho los diferentes llamamientos que Dios ha hecho en diferentes
ocasiones y a diferentes individuos. Casi todos siguen un esquema idéntico: la
presentación de Dios, el llamamiento específico, la objeción de parte del
escogido, las señales de Dios y la respuesta. Analicemos bajo estos puntos en el
llamamiento de Moisés:
LAS SEÑALES
DE DIOS.
Éxodo 4:1.
Dios tiene que valerse de algunas señales: primero la vara que se convertiría
en serpiente, segundo que su mano al meter en su seno se volvía leprosa y que
al volverla a meter salía limpia y tercero que las aguas del río se
convertirían en sangre. Algo parecido sucedió con Gedeón (Jueces 6:36-40).
A pesar de
todo esto Moisés presenta una objeción en Éxodo 4:10. Cualquiera puede
imaginarse que un hombre que creció en el palacio del Faraón tendría una
educación suficiente como para hablar en cualquier momento y en forma precisa,
pero Moisés cree que no puede hacerlo.
Podemos
deducir que allí no radicaba el problema mayor, ya que más adelante se puede
ver que él sí pudo hablar con capacidad y en forma precisa, clara y firme. Su
duda mayor era si en realidad él estaba en la capacidad de sacar a un pueblo entero
de la opresión en que vivían. De ahí que presenta una objeción a Dios en Éxodo
4:13, 14a.
Se puede
notar que Moisés ya no tenía argumentos o pretextos para objetar el llamamiento
específico que Dios le estaba haciendo. Por último le dice: "Manda al que
debes enviar". La consecuencia fue que Dios se enojó. Ojalá que ninguno de
nosotros llegue hasta ese extremo de hacer enojar a Dios.
Vemos
posteriormente que Dios en su ira no descarta a Moisés sino que más bien le
ofrece un ayudante: Aarón. Ésta es la triste realidad de un hombre llamado por
Dios que no tenía una ayuda idónea como compañera. Finalmente Moisés acepto el
llamamiento de Dios.
LA RESPUESTA
DE MOISÉS.
En Éxodo
4:18 vemos que Moisés toma la iniciativa de regresar a Egipto, para saber en
qué situación estaba su pueblo, seguramente quería comprobar además, si Dios en
efecto estaba diciéndole la verdad.
Sabemos que
luego se dio una acción interminable de prodigios, plagas y señales contra el
Faraón y contra Egipto, hasta la liberación total de Israel. En definitiva,
Moisés se enfrentó como muchos hoy en día, con un llamamiento irresistible.
¿Qué de
nosotros? Con seguridad Dios se ha presentado de una manera viva y desafiante
en nuestra vida, para llamarnos a una misión o ministerio específico, pero
igual que Moisés quizá hemos puesto demasiadas objeciones para no obedecer.
¿Por qué yo
precisamente? ¿Qué les diré a los que me envías? ¿Con qué poder iré para que me
escuchen y sepan que yo soy llamado por ti? Además, no puedo expresarme bien,
no tengo una ayuda idónea, es preferible que llames a otra persona y no a mí.
Quizá nuestra lista de objeciones es interminable y tal vez ya hemos hecho
enojar a Dios.
Sin embargo,
con seguridad él nos ha dado suficientes señales para confirmar nuestro
llamamiento, a pesar de eso seguimos dudando y no queremos dar una respuesta
inmediata. Mientras tanto la gente sigue esperando su liberación, de aquella
esclavitud ocasionada por el enemigo.
Jesús dijo
muy claramente: "Yo he venido para dar buenas nuevas a los pobres, a sanar
a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos, a poner en
libertad a los oprimidos y a predicar el año agradable del Señor". (Lucas
4:18- 19).
Si nosotros
no estamos considerando nuestro llamamiento como un reto actual, debemos
empezar por ser obedientes al Señor y trabajar en el área en la cual él me está
llamando. Solo de esta manera estaremos obedeciendo el llamamiento irresistible
de parte de Dios hacia cada uno de nosotros.
“Aun en la
vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la
posteridad, y tu potencia a todos los que han de venir” (Salmo 71:18).
Los primeros
cristianos “pusieron al mundo de cabeza”. Su responsabilidad y la nuestra
actualmente es la misma: rescatar a los que perecen, cuidar de los moribundos,
ir a los desamparados y decirles que Jesús salva.
Muy pero muy bueno!!! bendiciones y gracias!!!
ResponderEliminarme gusto lo voy a exponer en un culto especial para ancianos...gracias por subirlo
ResponderEliminar¡Excelente !
ResponderEliminartenquius guarimach dijera el americano excelente sermón de activación para los ancianos
ResponderEliminarAmén excelente para visitar un anciano
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