sábado, 29 de abril de 2017

EL PRIMER LUGAR EN NUESTRA VIDA: MENTE, CORAZÓN Y ALMA ES PARA DIOS.

EL PRIMER LUGAR EN NUESTRA VIDA MENTE CORAZÓN Y ALMA ES PARA DIOS.
Marcos 12:30: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu CORAZÓN, y con toda tu ALMA, y con toda tu MENTE y con todas tus FUERZAS.”
Jesús afirmó de Satanás: “Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y PADRE de MENTIRA” (Juan 8:44).
Satanás es un astuto mentiroso. De hecho, muchas de sus mentiras suenan como la verdad. Satanás juega con nuestra mente para confundirnos. Él miente en cuanto al tema más vital: Dios. Satanás quiere engañarnos con referencia a Dios. Si el diablo puede DISTORSIONAR su CONCEPTO de Dios, entonces sin lugar a dudas él DOMINARÁ cualquier otra área de su vida.
¿Qué significa amar al Señor con todo su corazón, alma y mente?
AMAR A DIOS ES LO PRIMERO EN CADA CREYENTE.
“Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él” - (1 Juan 4:16).
Si usted le pregunta a un hermano o hermana creyente porqué Dios nos creó, ellos probablemente responderán que fuimos hechos para servir a Dios. Pero, no lo crea. Si Dios quisiera sirvientes, Él podría tener mucho más que los simples mortales a su servicio. Cuando los escribas le preguntaron a Jesús que cuál era el primer mandamiento, “Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento” (Marcos 12:29-30). El primer mandamiento no es hacer algo para Dios, sino amar a Dios. Él nos hizo a usted y a mí a su imagen, para que Él pudiese tener compañerismo con nosotros y que le adoremos.
¿Cómo define usted la palabra “amor”? ¿Es un verbo o un sustantivo?  ¿Qué está haciendo ahora mismo para demostrarle a Dios que usted le ama?
EL PRINCIPIO MÁS GRANDE ES EL AMOR.
“Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados” (1 Pedro 4:8).
¿Por qué es importante el amor? Primero, porque el amor es la más grande virtud. Primera Corintios 13:3 dice que el amor está por encima de la fe y la esperanza. Segundo, porque amor es el más grande mandamiento. Jesús dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22:37). Tercero, porque el amor es el más grande testimonio. ¿Qué es lo que realmente va ha hacer que su comunidad despierte y crea que su iglesia es, en verdad, la iglesia del Señor Jesucristo? ¿El tamaño del edificio? ¿Lo bien mantenidos que están los jardines y el césped? ¿El gran aviso en la calle? ¡No! Será la manera en que ama a Dios y demuestra amor por los demás. Nada puede motivar a un pecador perdido, como el sentir el verdadero amor de Jesucristo.
Haga un compromiso con Dios ahora mismo: que usted le amará a Él con todo su corazón, con toda su alma, con toda su mente y con todas sus fuerzas, y que amará a su prójimo como a usted mismo. Cualquier cosa menos que eso, es pecado. Pídale su fortaleza para realizarlo.
AMAR A DIOS Y NO A OTROS DIOSES, PORQUE DIOS ES UN DIOS CELOSO.
“Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es” (Éxodo 34:14).
El pastor Rogers afirmó: “Dios es un Dios celoso. Ahora, para usted y para mí eso puede sonar como un mal atributo. No obstante, para Dios es un atributo santo. Verá, yo no tengo que estar celoso de ningún otro predicador, porque yo no soy el único predicador en el mundo. El predicar no es mi propiedad. Por el contrario, sí existe sólo Dios.”
En Éxodo 20:2 y 3 leemos: “Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de Mí.” Y cuando a Jesús le preguntaron cuál era el más grande mandamiento, contestó: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento” (Mateo 22:37). Cuando usted muere a sí mismo, comenzará a experimentar la llenura de Dios, de una forma que transformará su vida.
LOS ÍDOLOS NO SON NADA.
¿Qué es un ídolo? Es cualquier cosa que usted ame, sirva o desee más que a Dios. Pídale a Dios que le redarguya acerca de los ídolos que puede tener en su vida. Luego, pídale perdón, y que le ayude a amarle a Él con todo su corazón, alma y mente.
¿POR QUÉ NO VUELVE HOY A SU PRIMER AMOR?
“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” (Deuteronomio 6:5).
Queremos que haga memoria de su viaje espiritual, por un momento. Recuerde los primeros días cuando estaba aprendiendo acerca de Dios. ¿Se acuerda del tiempo cuando primero entendió cómo orar? Ahora, permítanos preguntarle: ¿hubo un tiempo en su vida cuando amó al Señor Jesús más de lo que le ama este momento? Si es así, usted es un apóstata. Amigo, si usted no ama a Jesús ahora con un candente y resplandeciente entusiasmo, usted necesita recordar cómo era antes, y debe retornar a su primer amor. No tenga la idea de que la fiebre del amor lo ha picado, y que unas veces puede amar a Jesús y otras veces no. Cuando usted escoge amar a Jesús, lo ama cada día y en toda forma.
Escriba una declaración misionera para su vida que sea una paráfrasis de Deuteronomio 6:5.
. PON A DIOS EN PRIMER LUGAR EN TU VIDA.
 AMAR A DIOS CON TODO EL CORAZÓN.
Proverbios 3:5-6 Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes. 6Toma en cuenta a Dios en todas tus acciones, y él te ayudará en todo.
TENER A DIOS DE NUESTRO LADO.
Mateo 6:33 Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas.
HACER LO QUE ES JUSTO.
Aun cuando ya sabemos esto, en ocasiones somos consumidos por otras cosas que la vida ofrece y nos perdemos lo que es más importante. Poner a Dios en primer lugar, necesariamente no quiere decir que la vida estará libre de problemas, pero sí podremos seguir adelante.
EXISTEN MUCHAS RAZONES PARA AMAR A DIOS.
SI JESUCRISTO LO ES TODO Y PARA TODOS DESDE TODOS LOS TIEMPOS  Y POR SIEMPRE.
UNA VERDAD QUE NADA, NI NADIE LA IGUALA.
“Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten” - (Colosenses 1:17).
Hay críticos del cristianismo que dicen que Jesús en realidad no fue el Mesías. Que todo lo que hizo fue arreglar su vida para cumplir las profecías. ¡Y es cierto! Él lo hizo, solamente que lo hizo siglos antes de nacer. Él coordinó nacer en Belén (Miqueas 5:2) Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel;  y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.
Ordenó su trasfondo humilde y la humillación que sufriría (lea Isaías 53:3)
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
 Él preparó el ser traicionado y vendido por treinta piezas de plata (vea Zacarías 11:12-13) Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata.
11:13 Y me dijo Jehová: Echarlo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová al tesoro.
Él arregló su crucifixión incluyendo que sus manos y sus pies serían perforados con clavos (Salmo 22:16) Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos;
Horadaron mis manos y mis pies.
 Él reguló el ser sepultado en la tumba de un hombre rico (Isaías 53:9) Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
 Jesús acordó que sería seguido por millones quienes, sin esperanza de ninguna ganancia material y a costa de sus propias vidas, emprendieron la tarea de convencer a otros acerca de Cristo. ¡Oh, sí, Él lo arregló todo! ¡Gloria a Dios!
Alabe a Dios que ha creado todas las cosas. Que ha arreglado todas las cosas, y que Él es la consumación de todas las cosas para su gloria.
DESDE EL PRINCIPIO ÉL ES DIOS Y SIEMPRE LO SERÁ. Juan 1: 1- 4.
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
1:2 Este era en el principio con Dios.
1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
1:4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
En Hebreos 1: 8- 12.
Más del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
1:9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad,
Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
1:10 Y:
Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.
1:11 Ellos perecerán, mas tú permaneces;
Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,
1:12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados;
Pero tú eres el mismo,
Y tus años no acabarán.
En Hebreos 2: 11-13. Hebreos 4: 14- 15.
Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.
2:11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,
2:12 diciendo:
Anunciaré a mis hermanos tu nombre,
En medio de la congregación te alabaré.
2:13 Y otra vez:
Yo confiaré en él.
Y de nuevo:
He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.
Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
4:15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
¿QUIÉN ES ÉSTE QUE HASTA EL MAR LE OBEDECE?
“En el mar fue tu camino, y tus sendas en las muchas aguas; y tus pisadas no fueron conocidas” (Salmo 77:19).
El Señor Jesús caminó sobre el Mar de Galilea, pero no se pueden ver sus huellas. Cuando una embarcación navega por el océano, no deja ningún rastro. Un vehículo cruza un terreno, y deja la huella de su paso, pero un barco no. En el pasaje de hoy en los Salmos, Dios dice que nunca le conoceremos al estudiar la historia, no le conoceremos con simplemente estudiar lo que Él hizo. Sus caminos son misteriosos. Usted puede tratar de que lo referente a Dios tenga sentido por medio de su inteligencia, su ingenuidad y creatividad, mas Dios dice que nunca le conoceremos de esa manera. Tenemos que dejar nuestro intelecto y humildemente decirle a Dios: “Muéstrame el camino, y haz que vuelva a sentir amor por Ti.”
¿Cuándo fue la última vez que escribió una carta de amor? ¿Cuándo fue la última vez que recibió una carta de amor? Separe un tiempito hoy, y escriba una carta de amor para Jesús.
JESÚS DIO SU VIDA POR LA IGLESIA. ELLA ES MUY IMPORTANTE, POR FAVOR DEBEMOS COGREGARNOS.
“Y Yo [Jesús] también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” - (Mateo 16:18).
Hay muchas personas que dicen: “Yo creo en Jesús, mas no creo en la iglesia.” Eso es como decir: “Yo creo en el fútbol, pero no creo en los estadios, ni en los uniformes ni en la pelota de fútbol.” Jesús ama a la iglesia. Él dio su vida por la iglesia. Si usted desea ser victorioso en las batallas espirituales de la vida, debe darse cuenta que el cristianismo no es una religión tipo “Llanero Solitario”. La iglesia existe para unirnos y ganar las batalla juntos. El compositor Sabine Baring-Gould escribió el famoso himno “Firmes y Adelante”, y en una de las estrofas dice: “Tronos y coronas pueden perecer; de Jesús la iglesia siempre habrá de ser; nada en contra suya prevalecerá, porque la promesa nunca faltará.”
Si usted al presente no está involucrado en una iglesia, ore al Señor para que le guíe a una iglesia en donde se enseñe sana doctrina, y en donde Jesucristo sea honrado y glorificado.
REGRESEMOS A NUESTRO PRIMER AMOR QUE ES JESUCRISTO EL SEÑOR.
“Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete…” (Apocalipsis 2:5a).
Cuando el pastor Adrián Rogers y su esposa Joyce, estaban en su luna de miel, viajaban en su carro desde las playas de Daytona de regreso al oeste de Palm Beach. Él estaba tan enamorado que sólo tenía ojos para ella, y ni siquiera miraba la carretera. Un patrullero le detuvo y le dijo que estaba manejando con exceso de velocidad. Él se sorprendió porque no había visto las señales indicando el cambio de velocidad, de 55 a 35 millas (90 a 60 kilómetros) por hora. El policía le dijo: “Bien, jovencito, esto es lo que quiero que haga. De la vuelta y regrese unas tres cuadras atrás, lea la señal de velocidad, y maneje a esa velocidad.” Ese fue su castigo. El policía le hizo regresar antes de que pudiera seguir adelante. Y eso es exactamente lo que el Señor dice cuando nos pide que “regresemos a nuestros primer amor”.
DIOS PONE HOY DELANTE DE NOSOTROS PARA ELEGIR: LA BENDICIÓN O LA MALDICIÓN ¿CUÁL ESCOGERÁ USTED?
“He aquí Yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que Yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que Yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido” - (Deuteronomio 11:26-28).
 Dios pone delante de usted, este día, una bendición y una maldición. ¿Qué es lo que determina que usted reciba la bendición? Si usted obedece. ¿Qué es lo que determina si usted recibe o no una maldición? Si usted desobedece. Existen seis bendiciones que Dios quiere darle hoy a cambio de su obediencia: abundancia (Isaías 1:19-20); paz (Jeremías 26:13); protección (Éxodo 23:22); poder (Hechos 5:32); pureza (1 Pedro 1:22) y percepción (Salmo 119:100). ¿Quiere que Jesús sea real para usted, y no sea solamente alguien sobre quien ha leído algo? Quizás usted quisiera algo más que “orar” a Él. Tal vez quisiera conversar con Él y relacionarse con Él. Bien puede hacerlo.
Lea Juan 14:23. ¿Qué es lo que Jesús dijo que sería el resultado de su amor por Él? ¿Y qué es lo que Dios ha prometido hacer, como resultado de su acción? 14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
NO TODO CONVIENE Y NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO.
“Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna” - (1 Corintios 6:12).
Hay ciertas cosas que un atleta resuelve dejar de lado. Estas cosas no son malas para otras personas, pero son muy negativas para el atleta, son una pesada carga. En el plano espiritual, es lo mismo con los creyentes. Pablo claramente dice que no todas las cosas convienen. Verá, los creyentes nos dirigimos hacia un lugar, y si algo NO nos ayuda a ir más rápidamente, entonces eso es exceso de equipaje. Debemos deshacernos de todo lo que no es conveniente.
Pregúntele a Dios: “¿Tengo alguna cosa legítima que puede ser usada de mejor manera, y que me está impidiendo correr una mejor carrera por Ti? Si es así, revélame qué es, para que pueda vivir una vida completamente entregada a la causa de Cristo.” Pudiera ser un vehículo, una casita vacacional en la playa, un anillo de diamantes, arte o colecciones antiguas. Estas cosas no son malas en sí mismas, pero hable con Dios acerca de ellas. Tal vez Él quiera que usted las venda y utilice ese dinero para ayudar a las misiones.
LAS OBRAS DEL SEÑOR SON PERFECTAS, EN ÉL NADA ES IMPROVISADO.
“Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, Él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca” (1 Pedro 5:10).
¿No es maravilloso saber que las obras del Señor son perfectas? ¿Qué los caminos del Señor son perfectos? ¿Y que su voluntad es perfecta? Ahora, sé que alguien al leer esto puede pensar: “Pero yo no estoy muy seguro acerca de la voluntad del Señor. Yo no quiero entregarme totalmente a Él, porque me puede enviar como misionero a algún remoto desierto.” Permítame aclarar: la voluntad de Dios no es algo a lo cual usted se somete, sino es algo en lo cual usted participa. Dios escogerá para usted lo que escogería para sí mismo si tuviera el suficiente sentido común para escogerlo.
Pregúntese si ha entregado todo completamente a Dios. ¿Hay algo que todavía está reteniendo? ¿Realiza aún alguna actividad que no le agrada a Dios? ¿Posee algo que deshonra a Dios? Es ya tiempo de “limpiar la casa”, tanto literal como figurativamente.
RECUERDE ALIMENTARSE DEL PAN DIARIO, QUE NUNCA DEBE FALTAR. LA PALABRA DE DIOS, QUE NOS AYUDA A CRECER.
“Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la BOCA de DIOS” (Mateo 4:4).
Creemos que muchas iglesias sufren de hambre porque sus púlpitos no alimentan a sus rebaños con el pan celestial. Si no se está alimentando diariamente con la Biblia, usted o no es salvo, o está muriendo de malnutrición espiritual. La única FUERZA que poseemos se encuentra cuando nos ALIMENTAMOS de la PALABRA de DIOS. Job dijo: “Guardé las palabras de su boca más que mi comida” (Job 23:12b). En otras palabras, Job afirmó que si él tuviese que escoger entre comer pan físico o pan espiritual, él escogería la Palabra de Dios. Oramos que se comprometan a una rutina diaria de ejercitar sus rodillas en oración y ALIMENTARSE con el nutritivo PAN de la PALABRA de DIOS.
ENFRENTANDO LAS LUCHAS DIARIAS.
“Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino PODEROSAS en Dios para la destrucción de fortalezas” - (2 Corintios 10:4).
Creemos que muchos experimentamos victoria limitada o ninguna porque no hemos aprendido a encaminar la batalla hasta la victoria. “Un momento ―dirá usted―, yo quiero victoria. ”¿Verdaderamente la quiere? Entonces, necesita saber esto: Primero, Dios desea que usted tenga VICTORIA. Segundo, la taza para medir su VICTORIA está en la palma de su mano. Eso es, usted es tan VICTORIOSO como desee serlo. El diablo no posee ninguna fortaleza que nosotros no podamos derribar si usamos las armas de Dios. El problema es que quizás estemos usando las armas espirituales, pero tratamos de emplearlas en nuestras propias fuerzas.
Efesios 6:17 revela: “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la PALABRA DE DIOS.”
¿Cuál es su espada? ¿De quién es la espada? ¿Puede pensar en alguna batalla que le espera? ¿Cómo va a usar esta espada?
LA CONFIRMACIÓN DEL HIJO DE DIOS.
Declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos. Romanos 1:4
Jesucristo tenía que ser más que hombre; tenía que ser también Dios. Si Jesucristo fuera solo hombre, aun el mejor de los hombres, no podía haber salvado a los creyentes de su pecado. Si fuera incluso el hombre justo de la simiente de David, pero no Dios, no podía haber soportado el castigo de Dios el Padre en la cruz y haber resucitado de los muertos. No podía haber vencido a Satanás y al mundo, sino que habría sido vencido como son vencidos todos los hombres. Si hubo alguna duda de que Jesucristo era el Hijo de Dios, su resurrección de los muertos debiera eliminarla. Tenía que ser hombre para llegar a nosotros, pero tenía que ser Dios para resucitarnos. Cuando Dios resucitó a Cristo de los muertos, confirmó que era verdad lo que Él dijo.
Tan claro como el horizonte separa la tierra del cielo, así la resurrección separa a Jesucristo del resto de la humanidad. Jesucristo es Dios encarnado.
PORQUE TUYO ES EL REINO Y EL PODER Y LA GLORIA.
“Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria” - (Mateo 6:13).
¿Por qué piensa que repetitivamente acudimos a Dios para que nos perdone? Tal vez es porque omitimos orar la otra parte del Padre Nuestro: “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.” Nos despertamos en la mañana y al finalizar el día decimos: “Dios, perdóname. Fallé.” Y Él nos perdona. Sin embargo, ¿sabe por qué fracasamos? Porque aprendimos a orar: “Señor, perdóname.” Pero, no estamos clamando: “Señor, protégeme.” Usted no finaliza su día y ora: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.” El día se ha acabado. Esta no es una oración para finalizar el día, sino es una oración para iniciar su día. Señor, protégeme.
MÁS A DIOS DAMOS GRACIAS SIEMPRE.
“Más a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden” - (2 Corintios 2:14-15).
“¡Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús!” Y cuando estemos disfrutando esa victoria, emanaremos un perfume dulce e impregnador de la gloria de Dios. ¿Sabe cómo se produce el incienso? Se produce al cortar o partir hierbas, triturándolas hasta pulverizarlas. Luego se le añade agua al polvo para crear una masa en forma de varillas o conos. ¿Cuál es el propósito del incienso? Es ser quemado para crear un aroma fragante. Cuando usted alaba a Dios en medio de las tribulaciones, canta canciones de gloria en medio de la persecución, clamando su victoria cuando surge un problema, entonces emite un aroma dulce que es inconfundible al olfato de Dios. ¡Este es el dulce olor de victoria!
Sea lo que sea que parece una tribulación en su vida hoy… ¡agradézcale a Dios! Dele gracias siempre que entre en su mente el pensamiento de murmurar o quejarse.
LA MUERTE DE JESÚS FUE NUESTRA MUERTE Y SU RESURRECCIÓN, LA NUESTRA.
“Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva” - (Romanos 6:4).
Cuando Jesucristo murió, Él no sólo murió por nosotros, sino que nosotros también morimos con Él. Quizás usted diga: “Bueno, ¿qué diferencia tiene que Él haya muerto por mí o que yo haya muerto con Él? Es simplemente un juego de palabras. ”¡De ninguna manera! Cuando usted está muerto, la muerte no tiene dominio sobre usted. No se puede matar a un hombre que ya está muerto. Supongamos un hombre es ejecutado por cometer un crimen de pena de muerte, no obstante, de alguna forma él resucita. ¿Cree que él puede ser arrestado nuevamente por su crimen? Rotundamente no. Eso sería doble castigo. Él ya pagó la sentencia de su crimen. Es necesario que usted entienda que cuando Jesús murió, usted murió, y ¡la ley no posee más poder sobre usted! La sentencia de su pecado fue totalmente pagada porque Él murió por usted. Usted murió con Él.
Encuentre a alguien hoy y cuéntele las mejores nuevas que jamás nunca se han contado. Jesús recibió la ira de Dios. Él murió para que ella o él puedan vivir. ¡Vaya, compártalo!
DIOS NOS MANDA UTILIZAR LA ARMADURA.
“Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo” - (1 Tesalonicenses 5:8).
Un predicador se alejaba despidiéndose de un amigo, cuando su amigo le dijo: “¡Nos vemos! Ama a Dios. Odia el pecado. ¡Y ten cuidado con los camiones!”¿Dijo él: “¡Ten cuidado con los camiones!”? ¡Sí! ¿Y sabe qué? Es un buen consejo. Usted puede ser lastimado si un camión choca contra usted, sin importar si es salvo o no. Ahora, ¿por qué es eso importante? Porque como el hombre dijo, todos necesitamos amar a Dios y todos necesitamos odiar el pecado, pero todos somos humanos y necesitamos estar alerta de aquellas cosas en la vida que nos pueden hacer daño. Dios nos ha dado la mente de Cristo y necesitamos usar esa mente.
Primero Corintios 2:16 revela: “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”
¿Anda distraído hoy? ¿Está atento a las cosas de este mundo que pueden hacerle daño? Sea sobrio, esté alerta, y tenga cuidado de los camiones.
EL AMOR ES UNA BUENA SEÑAL QUE NOS DISTINGUE COMO CRISTIANOS AUTÉNTICOS.
“Porque vosotros, hermanos, a LIBERTAD fuisteis LLAMADOS; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros” - (Gálatas 5:13).
Una de las señales que le indica que usted ha dejado de CONFIAR en Dios es que deja de funcionar. Usted simplemente deja las actividades de la vida. Usted empieza a tener temor de esto y aquello; se agobia por una pérdida; es oprimido por el diablo. ¿Y qué hace usted? Renuncia a todo, cierra las cortinas, se acuesta a dormir, se levanta tarde. ¿Ha estado alguna vez así? Así afecta la preocupación. Cuando usted se preocupa, es porque no está CONFIANDO en DIOS. Usted quizás diga: “Perdí mi trabajo.” Bueno, ¿qué está haciendo? “Me la paso sentado en la casa.” ¡Levántese! Usted tiene más oportunidad de servir a Dios. Haga el bien porque está CONFIANDO en el SEÑOR.
¿Está sin trabajo? Haga lo que tenga que hacer para encontrar un trabajo y cuando lo logre… ¡haga el bien! Vaya a su iglesia y pídales que le pongan a trabajar. Vaya a su misión local de voluntario. Corte el pasto de un vecino. Lleve comida a una persona incapacitada. Escriba una carta a un prisionero.
JUSTIFICADOS POR EL GRANDE Y PODEROSO DIOS. AHORA SIRVIENDO A DIOS
 “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” - (Romanos 3:28).
Si Dios el Padre nos eligió y el Espíritu Santo nos separa para su santo propósito, entonces, ¿qué parte tenemos usted y yo? Existe la soberanía divina y la responsabilidad humana. Usted ha sido santificado para obedecer. La salvación es gratis, pero usted debe obedecer. La soberanía divina de Dios en elegirnos no nulifica nuestra responsabilidad a su llamado. Usted ha sido salvado de este mundo, enviado de regreso al mundo a testificar al mundo, y esa es la única labor que usted tiene en este mundo. Recuerde, usted no trabaja para lograr la salvación, sino trabaja o sirve porque es salvo. Alguien bien dijo: “Yo no trabajaré para salvar mi alma, esa labor la ha hecho mi Señor. Sin embargo, trabajaré como un esclavo por amor al Hijo amado de Dios.”
Existen 24 horas entre este instante y mañana a la misma hora. Ahora mismo, comprométase a usar una de esas horas en oración por otros. Ruéguele a Dios que salve a aquellos familiares que están perdidos, su vecindario, sus compañeros de estudio o trabajo. Ore país por país, pidiéndole a Él que envíe misioneros y los capacite para discipular a quienes Él salva.
Y NO OLVIDES EL PODER Y LA FUERZA DE DIOS DE NUESTRO LADO.
POR EL VALOR DE UN JOVEN. EL ACTUAR DE DIOS DE NUESTRO LADO.
Por el Hermano Pablo.
La temperatura era helada: diez grados bajo cero. El viento era fuerte: cuarenta kilómetros por hora. No era tiempo propicio para esquiar. Pero la señora Chris Bailey quiso de todos modos subir a la montaña. Así que llevó a su pequeña hija, Ángela, de cinco años, y las dos subieron al telesquí y empezaron el ascenso.
A la mitad del trayecto, y a veinte metros de altura, la silla en que subían perdió un soporte. La niña se desprendió de la madre y quedó colgando, sostenida de un solo brazo. La tragedia era inminente. Cinco minutos más, y la niña caería del telesquí.
Fue entonces que intervino Samuel Durán, valiente joven de diecisiete años. Trepó como un gato por los hierros de la torre de sostén, se aferró del cable y, desollándose las manos con los alambres, bajó diez metros hasta donde colgaba la niña, y la salvó. La madre, agradecida, expresó su sentimiento con una oración: «Gracias, Padre celestial, por el valor de este joven.»
Esta cuasi tragedia, que no llegó a ser, ocurrió en las montañas de Utah, al comienzo del invierno de 1990. Fue notable la decisión de Samuel Durán de trepar hasta la torre de sostén del cable, deslizarse por el cable mismo, y cobrar fuerza suficiente para rescatar a la pequeña.
Y la expresión de la madre tenía su razón de ser. «Gracias, Padre celestial, por el valor de este joven.» Porque Samuel era un joven tímido, apocado. No había sobresalido ni en el deporte, ni en los estudios ni en ninguna actividad social. Sus conocidos lo habían tenido siempre por «poca cosa».
Pero nadie sabe cuánto puede obrar el poder de la voluntad cuando ésta se necesita. Samuel sintió con urgencia que la salvación de Ángela dependía sólo de él. Si él no la salvaba, la niña moriría.
Dios es esa fuerza imponderable que actúa en los seres humanos en el momento de necesidad. El hombre moderno, intelectual y complejo ha desalojado a Dios de su vida. No lo toma en cuenta, ni siquiera cuando lo necesita. Por eso vive en tensión continua, en frustración y en depresión.
Todos necesitamos con urgencia buscar a Cristo, fuente de verdad, luz y vida. Él es quien da libremente el socorro. Cristo está, ciertamente, en las páginas de la Biblia, pero está también al lado del que lo busca. Él desea ser nuestro Libertador. Permitamos que Él nos salve y nos dé su paz.
ES TIEMPO DE LIBERARTE DE TODO TEMOR Y DUDAS. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago (Romanos 7: 15).
Un hombre de mediana edad se me acercó después de un taller que lideré donde él trabajaba, y preguntó: «He sido creyente casi toda la vida, pero mi manera de actuar me decepciona permanentemente. ¿Por qué parece que sigo haciendo siempre lo que no quiero y nunca hago lo que sé que debo? ¿Dios se está cansando de mí?». Otros dos hombres que estaban cerca también parecían interesados en escuchar la respuesta.
En la vida cristiana estamos en una lucha espiritual y es constante, aun el apóstol Pablo la experimentaba: «Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago» (Romanos 7:15). Pero hay buenas noticias: No tenemos que seguir en esa trampa del desánimo. Parafraseando lo que Pablo escribe en Romanos 8, la clave es dejar de ocuparnos de la ley, dejar de luchar con nuestras fuerzas, porque siempre fracasamos y empezar a concentrarnos en Jesús. Y fortalecernos siempre en El. No podemos solucionar, ni mejorar nuestra condición de pecadores con acciones personales. La respuesta no es «esforzarse para cumplir las normas», sino enfocarse constantemente en Aquel que nos muestra su misericordia y colaborar con el Espíritu que nos transforma, mediante la lectura, meditación y estudio de la Palabra, que es el arma del Espíritu para todas nuestras luchas y tentaciones.
Pablo llegó a ser en Cristo un vencedor (Ro. 8:37), batalló y terminó bien su carrera en la vida cristiana (2 Ti. 4:7,8).
Concentrarnos en la ley nos recuerda permanentemente que no podemos ser suficientemente buenos para merecer la gracia de Dios. Cuando llenamos nuestra mente de Cristo, nos parecemos cada vez más a Él.
Con un corazón sincero podemos orar: Señor, ayúdame a depender de tu gracia para que me transformes.
















           
           






viernes, 28 de abril de 2017

TODO POR UNA FRUTA DELICIOSA O UNA MANZANA MUY SABROSA.

TODO POR UNA FRUTA DELICIOSA O UNA MANZANA MUY SABROSA.
Por el Hermano Pablo.
Era una simple manzana, una manzana roja, dulce, de piel aterciopelada, como todas las deliciosas manzanas que se producen en la provincia de Río Negro. Así que la pequeña Yesica Isabel Vilte, de Salta, Argentina, se la comió. Sus pequeños y filosos dientes se hincaron en la sabrosa pulpa... pero sólo para morir envenenada. Alguien —¡vaya a saber quién!— había inyectado en la fruta un poderoso veneno.
¿Quién iba a pensar que estaba saturada de veneno? Otros niños, incluso sus dos hermanitos, comieron manzanas del mismo canasto. Esas no estaban envenenadas. Alguien envenenó, adrede, esa singular manzana.
¿Qué enfermedad mental podría tener quien actuó de ese modo? ¿Qué resentimiento u odio le tendrá a la vida? ¿De dónde salen ideas tan destructivas? ¿Qué le está pasando a la raza humana?
¿Habrá alguna comparación entre esta fruta envenenada y aquella otra de la cual habla la Biblia? Nuestros primeros padres comieron una fruta que la tradición dice haber sido manzana. Como quiera, era una fruta agradable a la vista. Tenía incitante color y forma. Invitaba a probarla. Además de dulzor, prometía sabiduría y, más aún, aseguraba ser como Dios, que distingue entre el bien y el mal. Pero esa simple fruta —ya fuera manzana, pera o durazno—, la que la Biblia califica de fruta «del conocimiento del bien y del mal», produjo la muerte espiritual de la primera pareja y desencadenó todos los males que hay ahora en la tierra.
Cada vez que se prueba un fruto prohibido, parece dulce. El primer robo, el primer asalto, la primera estafa, parecen dulces. El primer adulterio es sabroso, así como la primera aventura galante de una mujer parece encantadora. Pero el resultado es la muerte, siempre la muerte. El diablo sabe pintar sus frutas tentadoras con los mejores colores, y perfumarlas con los mejores aromas, pero el resultado final es la muerte, siempre la muerte. Así fue en el Edén, y así ha sido siempre en todas las épocas de la historia. Todos los vicios y todas las pasiones al principio parecen deliciosos, pero al final, arrastran a la muerte.
Sólo Jesucristo puede salvarnos de las manzanas envenenadas de la vida. ¿Por qué sufrir la agonía que es fruto del pecado, cuando podemos rendirle nuestra vida a Él?
El pecado comienza con deseo, que está relacionado con la emoción. Comienza cuando usted desea sentirse satisfecho al adquirir algo, cuando tiene un anhelo emotivo de poseer algo que ve. Entonces la tentación afecta su mente mediante el engaño. Usted comienza a justificar su derecho a tener lo que desea. Su mente es engañada al creer que la satisfacción de sus deseos satisfará sus necesidades.

Acto seguido, su voluntad comienza a planificar cómo va a obtener lo que quiere, y cuando la lujuria es seducida (como quien dice) por la carnada, queda preñada en el vientre de la voluntad de una persona. Por último, ocurre el acto del pecado.
La mayoría de las personas piensan que el pecado es un acto o comportamiento individual. Pero el versículo de hoy dice que el pecado no es un acto; es el resultado de un proceso.
El saber cómo nace el pecado debiera ayudarlo a huir de la tentación.

Santiago 1: 15. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
EN GÉNESIS 3.6 NOS DICE LA PALABRA:

3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

martes, 25 de abril de 2017

NECESITAMOS ESTAR LIMPIOS DE PECADO PARA ESTAR SANOS Y NORMALES.

NECESITAMOS ESTAR LIMPIOS DE PECADO PARA ESTAR SANOS Y NORMALES.
“Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmos 51:2).
Antes de que el sacerdote pudiera entrar en el lugar Santísimo, tenía que detenerse en el lavabo y lavarse las manos y los pies. Él ya se había bañado desde la cabeza hasta los pies, pero el piso del tabernáculo era de tierra. Tampoco había utensilios, así que sus manos estaban sucias. Esta preparación final antes de entrar en la presencia de Dios, era el despojarse de la contaminación del mundo, lavándose las manos y los pies. Cuando estamos en contacto con el mundo, estamos contaminados. No necesitamos bañarnos completamente. Ya somos salvos. Pero cada día debemos pedir a Dios que mire nuestros corazones y nos limpie de nuestros pecados. ¿No sería maravilloso si cada uno de nosotros viniera a la presencia del Señor con la seriedad con que lo hacían los sacerdotes en el Antiguo Testamento? ¡Deberíamos!
¿Se ha acercado usted al lavabo esta mañana? Si no lo ha hecho, arrodíllese delante de Dios ahora mismo, y haga del Salmo 139:23 y 24 su oración. Dios está esperando para perdonarle: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.”
ESTA HISTORIA ES MUY IMPORTANTE.
«SANO Y NORMAL»
Por el Hermano Pablo.
Le encontraron mil ochocientas corbatas de seda; 88 pares de shorts, también de seda; 172 juegos electrónicos, 45 saleros y pimenteros; 32 peines; 28 portaplumas; y una enorme cantidad de billeteras y carteras de cuero fino.
Aquella colección tenía un valor de 45 mil dólares y era el orgullo de su dueño, Ka Kin Chang, de Hong Kong. Ya satisfecho, disfrutaba de su colección cuando la policía se lo llevó preso. Todos esos objetos los había robado a lo largo de ocho años.
«Este hombre es sano y normal —opinó el psiquiatra que lo evaluó—. No me explico por qué robaba.»
He aquí un juicio psiquiátrico interesante. Según los parámetros de la psiquiatría, Ka Kin Chang era un hombre «sano y normal». No había nada en él que se pudiera catalogar como complejo, aberración, paranoia o esquizofrenia. Por el contrario, era un hombre de negocios, culto, educado e inteligente, completamente «sano y normal». Pero robaba. Y además de robar, mentía y llevaba una vida doble, y estaba totalmente inconsciente del daño que hacía. Sin embargo, para la psicología, o por lo menos para el psicólogo que lo examinó, era un hombre «sano y normal». Con razón nos preguntamos: ¿Cómo puede la psiquiatría declarar sano y normal a un sujeto que lleva esa clase de vida?
Si ponemos a ese hombre bajo el escrutinio de las eternas e inmutables leyes divinas, éstas nos muestran que él era un pecador con un carácter corrupto y que por consiguiente no reunía las condiciones del eterno Dios para ser considerado sano y normal.
Los psicólogos podrán dar cualquier dictamen respecto a los delitos que cometen las personas, pero la eterna e infalible Palabra de Dios afirma que la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23). Es decir, la Biblia considera que el pecado es el causante de la muerte, y si el pecado causa la muerte, entonces es una enfermedad, y más aún, es una enfermedad mortal. De modo que al pecador no se le puede calificar como «sano y normal».
Dios determina con justicia lo que es bueno y lo que es malo, lo que es aceptable y lo que es reprochable, y nos dice que todos necesitamos ser transformados. Esa transformación es imprescindible porque estamos enfermos. Sólo Cristo puede limpiar al injusto. Él ya pagó en la cruz el precio de nuestra limpieza. Él quiere vernos sanos.
“Bienaventurado el varón a quien el Señor no INCULPA de pecado” (Romanos 4:8).
Dios ha imputado su JUSTICIA a cada creyente. Eso significa que en vez de que su pecado esté en su cuenta, lo que está en ella es la JUSTICIA de Dios. No sólo Él le ha perdonado y cubierto sus pecados, sino también le ha dado su JUSTICIA. Usted fracasará, pero Dios no le imputará eso. Si Dios fuera a imputarle, cargarle o inculparle el pecado, entonces cuando fracasa estaría perdido nuevamente. ¿Cuántos pecados se necesitan para que usted se pierda? Sólo la mitad de un pecado. Verá, usted no va a ir al cielo porque sea perfecto. Nadie es perfecto. Pero hemos recibido a Cristo como nuestra “JUSTICIA”. Y en los ojos de Dios, somos perfectos.
Isaías 29:15: “¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?!”
¿Ha tratado de esconder algo de Dios, pensando que Él no lo descubrirá? Lea el Salmo32. Dios quiere tener una relación con usted, pero su pecado lo mantendrá separado de Él hasta que usted se ARREPIENTA y LO CONFIESE.
Hebreos 4:16: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
Cuando está siendo tentado, recuerde que no es un pecado el ser tentado. La tentación no es pecado. Si la tentación fuese pecada entonces el Señor Jesús es pecador. Hebreos 4:15 enseña: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.”
Cristo fue tentado en todas las áreas tal y como nosotros lo somos, mas Él no pecó. Jesucristo sintió lo que usted siente. Él fue completamente hombre como si no hubiese sido Dios. A su vez fue totalmente Dios como si no hubiese sido hombre. Él fue el Dios Hombre. ¡Gloria a Dios! Cristo nunca pecó, aunque sí fue tentado.
¿Está enfrentando actualmente una tentación y piensa que nadie jamás la ha enfrentado? Acuda al Señor y Él le ayudará a vencerla.
JESUCRISTO VENCIÓ LA MUERTE.
Gracias a Dios, en lo que respecta a la plaga del pecado que ha venido azotando a la humanidad desde que pecaron nuestros primeros padres, no tenemos que temer que Él pudiera contagiarse. Pues su Hijo Jesucristo, hecho hombre, no sólo venció el pecado sino la muerte misma, que es la paga del pecado. De modo que a cada uno de los que reconocemos que Él llevó el castigo de nuestro pecado al morir en la cruz por nosotros a fin de salvarnos, y le pedimos que nos dé el remedio, que es el perdón, Él no sólo nos perdona sino también nos da la vida eterna.3 ¡Y su respuesta es inmediata!
Jn 3:16- 17. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
3:17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
 Ro 6:23. Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Ro 8:34-35. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
8:35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
1Co 15:3-8. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
15:4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
15:5 y que apareció a Cefas, y después a los doce.
15:6 Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.
15:7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;
15:8 y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
1Co 15:20-27. Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
15:21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
15:22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
15:23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
15:24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.
15:25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.
15:26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.
15:27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas.
1Co 15:51-57. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
15:52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
15:53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
15:54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.
15:55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
15:56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.
15:57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
 2Co 5:21. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
 Fil 2:7-11. sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
2:9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
2:10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
2:11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
 1P 2:22- 25. el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;
2:23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;
2:24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
2:25 Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.
 1Jn 1:4- 10. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.
1:5 Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.
1:6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
1:7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1:10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
ACERQUEMONOS CONFIADAMENTE AL TRONO DE LA GRACIA.
Hebreos 4:16: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia par el oportuno socorro.”
Cuando está siendo tentado, recuerde que no es un pecado el ser tentado. La tentación no es pecado. Si la tentación fuese pecado entonces el Señor Jesús es pecador. Hebreos 4:15 enseña: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.”
Cristo fue tentado en todas las áreas tal y como nosotros lo somos, mas Él no pecó. Jesucristo sintió lo que usted siente. Él fue completamente hombre como si no hubiese sido Dios. A su vez fue totalmente Dios como si no hubiese sido hombre. Él fue el Dios Hombre. ¡Gloria a Dios! Cristo nunca pecó, aunque sí fue tentado.

¿Está enfrentando actualmente una tentación y piensa que nadie jamás la ha enfrentado? Acuda al Señor y Él le ayudará a vencerla.

lunes, 24 de abril de 2017

LA PACIENCIA ES UN PRINCIPIO IMPORTANTE PARA PROBAR NUESTRA FE.

LA PACIENCIA ES UN PRINCIPIO IMPORTANTE PARA PROBAR NUESTRA FE.
Santiago 5:7: “Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.”
En ocasiones las cosas que son más importantes son las que se tardan más en llegar a nosotros. Algunos gigantescos árboles de secoya en California alcanzan 300 pies o 91 metros de altura: ¡esa es la altura aproximada de un edificio de 30 pisos! Y cada uno de éstos comenzó de una diminuta semilla que creció y maduró desde antes de los tiempos de Cristo. ¡Eso es muchísimo tiempo! Usted se podría estar diciendo que va a servir a Dios, y comienza a hacer algo. Sin embargo, cuando no ve fruto inmediato se desanima. No trate de apresurar la cosecha. En su tiempo, cosechará lo que sembró.
¿Ha compartido a Cristo con gente a su alrededor y no lo han aceptado como su salvador aún? Por favor lea Isaías 55:11. así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
 Y romanos 10:13-17 y reciba ánimo del Señor.10:13. Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
10:14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
10:15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
10:16 Más no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?
10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
LAS PRUEBAS PRODUCEN PACIENCIA.
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia” - (Santiago 1:2-3).
Santiago 1:2 es un versículo interesante porque tiene la palabra “cuando” en vez de la palabra “si”. Verá, alguna gente cree que la vida siempre va a ser “color de rosa”, acolchonada con pétalos y días soleados. Si yo asegurara tal cosa, estaría hablando con la Biblia cerrada y una cabeza vacía. Sea usted salvo o no, la vida le garantiza una cosa: ¡dificultades! Habrá pruebas, opresión, malentendidos. Y cuando usted se entrega a Cristo, no se torna inmune a estas cosas. Las pruebas son parte de la vida, pero cómo los creyentes se comportan en respuesta a esas pruebas motiva a que un mundo incrédulo se detenga y lo note. Usted puede hablar de la fortaleza de un creyente por lo que se necesita para detenerle.
Decida, por usted mismo, ser responsable. Si es casado, pida a su esposa que conteste la siguiente pregunta. Si es soltero, pida la ayuda de un amigo de confianza: ¿Cómo calificarías la forma en que he respondido a las pruebas en mi vida, el año pasado, en una escala del 1 al 10? Significando 1 que he agradecido la oportunidad de aprender a ser paciente, y 10 que me he enojado por cada piedrita que la vida puso en mi camino. ¿Aprendió algo nuevo acerca de sí mismo? ¿Algo en lo cual debe mejorar el próximo año?
DIOS TAMBIÉN TIENE PACIENCIA CON NOSOTROS.
“A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que Él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús” (Romanos 3:25-26).
De niño, pensaba que Dios era como Papá Noel con una larga barba sentado en el cielo: haciendo una lista y revisándola dos veces, tratando de descubrir si me porté bien o mal. Luego cuando mi vida hubiese llegado a su fin y compareciera ante Él, Él sacaría una gran pesa y pesaría mis buenas obras contra las malas viendo si lograría entrar al cielo. ¿Sabe qué hizo esta forma de pensar en mí? Me hizo temeroso que al final de mi vida Dios me dijera: “Adrián, lo siento, según mis cálculos, no lo lograste.” Después, tendría que darme la vuelta y salir avergonzado, pasando entre familia y amigos. Amigo, quizás usted piensa esto, pero permítame aclararle: La salvación no es algo que usted pueda obtener, la salvación es el sacrificio de Cristo.
Por favor lea Romanos 5. En sus propias palabras escriba qué enseña este pasaje acerca de Dios. Póngalo en un sobre cerrado con su dirección y pídale a un amigo que se lo mande en un mes. Qué mejor forma de iniciar el Año Nuevo que recordando lo que Dios le enseñó acerca de su salvación.
ROMANOS 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
5:2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
5:3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
5:4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
5:5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
5:6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
NECESITAMOS CORRER CON PACIENCIA LA CARRERA.
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” (Hebreos 12:1-2).
Existen muchos atletas con habilidad natural, pero ¿qué es lo que convierte a un atleta mediocre en un campeón de medalla de oro? Este atleta está dispuesto a sufrir más que los otros. Cuando usted no puede dar otro paso, sus músculos están adoloridos y su cuerpo está molido, es lo que significa correr la carrera con perseverancia como lo menciona Hebreos 12:1. Usted actúa bajo tremenda presión. Corre para desarrollar resistencia. Hoy, quizás esté sufriendo porque un familiar, compañero laboral o compañero de estudios ha sido injusto con usted. Tal vez se le ignoró para un ascenso. Edificar una feque aguanteladistanciatoma paciencia.
Hoy es el día de superar las injusticias de la vida. En lugar de sentir que está siendo injustamente tratado, es tiempo de poner los ojos en Aquel que fue tratado MÁS injustamente sobre una cruz para que usted fuese perdonado. Corre, creyente, corre: la victoria aún está por ser ganada.
“A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados” (Romanos 3:25).
Propiciación es una palabra grande que significa “satisfacer”. Porque Dios es un Dios Santo, su ira y justicia queman contra el pecado. Y Él ha prometido que el pecado será castigado. Debe haber un pago satisfactorio por el pecado. Dios dijo: “Si castigo al hombre por su pecado, morirá y se irá al infierno. Pero si no castigo al hombre por su pecado, mi justicia nunca será satisfecha.” ¿La solución? Dios dijo que Él mismo sería nuestro substituto. Llevaría el pecado de la humanidad sobre Sí mismo en agonía, derramando su sangre: un juicio justo y substituto por el pecado. Su ira se quemó en la cruz cuando su Unigénito murió como la propiciación por los pecados del hombre, y esto es amor (vea 1 Juan 4:10). En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

¿Cuándo fue la última vez que usted le agradeció a Dios por no mandarlo al infierno, como se lo merecía? A lo mejor ya es tiempo de que lo haga, ¿no le parece?

sábado, 22 de abril de 2017

CAMINAR A LA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS.

CAMINAR A LA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS.
Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. — Salmo 119:105
Siempre he pensado que podría superar casi cualquier situación si el Señor me anticipará el resultado. No dudo de que «todas las cosas […] ayudan a bien» (Romanos 8:28), pero me iría mucho mejor durante los tiempos difíciles si supiera exactamente qué aspecto tiene el «bien».
Sin embargo, por lo general, Dios no nos muestra adónde nos está llevando, sino que solo nos pide que confiemos en Él. Es como conducir un automóvil durante la noche. Las luces nunca alumbran el trayecto completo hasta nuestro destino, sino que iluminan solo unos 50 metros al frente. Pero esto no nos desamina a continuar avanzando, ya que confiamos en ellas. Lo único que en realidad necesitamos es suficiente luz para seguir adelante.
La Palabra de Dios es como las luces delanteras en momentos oscuros. Está llena de promesas necesarias para que nuestra vida no caiga en la zanja de la amargura y la desesperación.
- Su Palabra promete que Él nunca nos dejará ni nos desamparará (Hebreos 13:5).
- Su Palabra nos asegura que Dios sabe lo que tiene pensado para nuestra vida: planes de paz y no de mal, para darnos el fin que esperamos (Jeremías 29:11).
- Su Palabra también nos dice que el objetivo de las pruebas es convertirnos en personas mejores, no amargadas (Santiago 1:2-4).
La próxima vez que te parezca que estás conduciendo en la oscuridad, recuerda que debes confiar en tu luz delantera: la Palabra de Dios te iluminará el camino.
No tropezarás en la oscuridad si caminas a la luz de la Palabra de Dios.

Autor: Escritores de Nuestro Pan Diario

HOY MÁS QUE NUNCA TODOS NECESITAMOS ATESORAR Y APLICAR LA PALABRA DE DIOS. EL PUEBLO DE DIOS Y LA PALABRA DE DIOS.

HOY MÁS QUE NUNCA TODOS NECESITAMOS ATESORAR Y APLICAR LA PALABRA DE DIOS.
EL PUEBLO DE DIOS Y LA PALABRA DE DIOS.
Si Dios va a trabajar en y por medio de su pueblo, pero para eso los creyentes debemos entonces responder positivamente a Su Palabra. Entender la Palabra (8:1-8), regocijarse en la palabra (vv. 9-12), y obedecer la Palabra (vv. 13-18). Todo nuestro ser debe responder, la mente (entendimiento), corazón (sentimientos), y voluntad (en obediencia), Toda nuestra vida debe estar cautivada por la verdad de Dios. Este capítulo describe tres respuestas básicas. Hoy observamos la primera respuesta.
1- Debemos entender la Palabra de Dios (Neh. 8:1-8)
La Biblia no es un "libro mágico" que cambia a la persona o las circunstancias simplemente por leerla o recitarla. La Palabra debe ser entendida antes de que pueda entrar en el corazón y liberar su poder transformador de la vida. Note cómo aparece mencionado "entender" seis veces en este capítulo (vs. 2, 3, 7, 8, 12, 13)
Esdras era el hombre ideal para llevar a cabo esta conferencia bíblica al aire libre. El era un sacerdote y un escriba que "había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel" (Esd. 7:10). Llegó a Jerusalén unos catorce años antes que Nehemías y ya había procurado llevar al pueblo por los caminos de Dios (Esd. 7-10).
a. Llevó el libro (Neh. 8:1-4). Este era el primer día del mes séptimo, que era el equivalente judío para nuestro primer día del Año Nuevo. Era el momento más oportuno para que la nación se reconciliara con el Señor y tuviera un nuevo y refrescante comienzo. Jamás nos avergoncemos de la Biblia y busquemos llevar en nuestros corazones la Palabra de Dios.
b. Abrió el libro (Neh. 8:5, 6). Cuando Esdras levantó el rollo y lo desenrolló hasta el pasaje que iba a leer, el pueblo que estaba sentado en la plaza honró la Palabra de Dios poniéndose en pie. Sabían que no iban a estar escuchando solamente a un hombre que expresaba sus propias ideas; sino que estarían escuchando la misma Palabra de Dios (1 Ts. 2:13). El pueblo permaneció de pie mientras que se leía y se explicaba la Ley (Neh. 8:7). Esdras empezó la lectura y enseñanza temprano en la mañana y continuó hasta el mediodía (v. 3), lo que significa que la congregación permaneció escuchando durante cinco o seis horas; y eso siguió así durante una semana (v. 18). Sin duda alguna que de vez en cuando les dio oportunidad para descansar; pero las personas estaban allí para escuchar a Dios hablar y se mantuvieron dispuestas a estar de pie y prestar atención. Nuestras iglesias tienen hoy una gran necesidad de mostrar en los servicios públicos más respeto por la Palabra de Dios.
c. Leyó y explicó el libro (Neh. 8:7, 8). La gente común no poseía copias de las Escrituras en aquel tiempo, de forma que los oyentes estaban emocionados con la posibilidad de escuchar la Palabra de Dios. La expresión "ponían el sentido" en el versículo 8 quiere decir que explicaban la Ley de forma que los oyentes pudieran comprenderla. La Palabra era leída y explicada de manera tal que las personas podían aplicarla a su propia vida. Tenemos aquí un equilibrio entre la proclamación pública de la Palabra en la asamblea y la aplicación personal de la misma. Ambas son importantes.
La Palabra de Dios produce entre muchas cosas convicción y lleva al arrepentimiento, pero también nos trae gozo; porque la misma Palabra que hiere también sana. Dice el profeta: "Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón, porque tu nombre se invocó sobre mí" (Jer. 15:16). El salmista agrega: "Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón" (Sal. 19:8). "Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, porque son el gozo de mi corazón" (119:111).

Autor: W. Wiersbe

¿CÓMO PUEDO VENCER EL PECADO EN MI VIDA CRISTIANA?

¿CÓMO PUEDO VENCER EL PECADO EN MI VIDA CRISTIANA?
La Biblia habla de los recursos que tenemos para vencer nuestra pecaminosidad:
(1)  El Espíritu Santo – El Espíritu Santo es un don que Dios nos ha dado (a Su iglesia) para ser victoriosos en el vivir cristiano. En Gálatas 5:16-25, Dios hace un contraste entre las acciones de la carne y el fruto del Espíritu. En ese pasaje, somos llamados a caminar en el Espíritu. Todos los creyentes ya poseen el Espíritu Santo, pero este pasaje nos dice que necesitamos caminar en el Espíritu, dejando bajo Su control nuestra voluntad. Esto significa que deberíamos llevar a la práctica lo que el Espíritu Santo nos induce a hacer en nuestras vidas, en lugar de seguir los deseos de la carne. Uno camina en el Espíritu tratando de no bloquear lo que él mismo nos induce a hacer (“sin apagar al Espíritu” como dice en 1ª Tesalonicenses 5:19) y buscar más bien, ser lleno del Espíritu (Efesios 5:18-21).

(2)  La Palabra de Dios, la Biblia – 2ª Timoteo 3:16-17 dice que Dios nos ha dado Su Palabra para equiparnos para cada buena obra. Esto nos enseña cómo vivir y qué creer, nos revela cuando hemos escogido senderos erróneos, nos ayuda a regresar al sendero correcto, y nos ayuda a permanecer en ese sendero. Como nos comparte Hebreos 4:12, la Palabra es viva y eficaz, y capaz de penetrar en nuestros corazones, para arrancar los problemas más profundos que humanamente hablando no se pueden vencer. El salmista habla acerca de este poder que puede cambiar vidas en Salmos 119:9, 11, 105 y otros versículos. A Josué se le dijo que la clave del éxito para vencer a sus enemigos (una analogía para nuestra batalla espiritual) no era olvidar este recurso, sino más bien meditar en la Palabra día y noche, de manera que pudiera cumplirlo. Él lo hizo, aún cuando lo que Dios le ordenó no tenía sentido militar, y esta fue la clave para su victoria en Su lucha por obtener la Tierra Prometida.

La Biblia es la herramienta que utiliza el Espíritu en nuestras vidas y en las vidas de otros (Efesios 6:17), una parte indispensable y primordial de la armadura que Dios nos da, para pelear nuestras batallas espirituales (Efesios 6:12-18).

Autor: Got Questions.
¿CÓMO PUEDO VENCER EL PECADO EN MI VIDA CRISTIANA?
La Biblia habla de los recursos que tenemos para vencer nuestra pecaminosidad:
(3) La Oración – Este es otro recurso esencial que Dios ha dado. Nuevamente, este es un recurso que los cristianos mencionan pero no lo ponen en práctica, le dan un uso muy pobre. Tenemos reuniones de oración, tiempos de oración, etc., pero no encontramos el uso que le daba a ella la iglesia de la antigüedad, como puede ver en estos ejemplos en Hechos 3:1; 4:31; 6:6; 13:1-3, etc. Pablo repetidamente menciona cómo oró por aquellos a quienes ministró. Nosotros tampoco utilizamos de la manera correcta este gran recurso que está a nuestra disposición. Pero Dios nos ha dado promesas maravillosas concernientes a la oración (Mateo 7:7-11; Lucas 18:1-8; Juan 6:23-27; 1ª Juan 5:14-15, etc.). ¡Y nuevamente Pablo incluye esto, en su pasaje referente a cómo prepararse para la batalla espiritual (Efesios 6:18)!
La oración es simplemente reconocer nuestras propias limitaciones, y el poder inagotable de Dios, y volvernos a Él por esa fuerza, para hacer lo que Él quiere que hagamos (no lo que NOSOTROS queremos hacer) (1ª Juan 5:14-15).
(4)  La Iglesia - Nuevamente, este último recurso es uno que tendemos a ignorar. Cuando Jesús envió a Sus discípulos, los envió de dos en dos (Mateo 10:1). Cuando leemos acerca de los viajes misioneros en el libro de los Hechos, vemos que no salía un misionero a la vez, sino en grupos de dos o más. Jesús dijo que donde están dos o tres congregados en Su nombre, allí está Él en medio de ellos (Mateo 18:20). Él nos manda a no dejar de congregarnos como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras (Hebreos 10:24-25). Él nos manda confesar nuestras ofensas unos a otros (Santiago 5:16). En la literatura acertada del Antiguo Testamento, se nos dice que hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo (Proverbios 27:17) “Cordón de tres dobleces no se rompe pronto”. Hay fortaleza en el número y la unidad (Eclesiastés 4:11-12).
Algunas veces los cambios vienen rápidamente en unas áreas, y lentamente en otras. Pero Dios nos ha prometido que mientras hacemos uso de sus recursos va a producir cambios en nuestras vidas. ¡Persevere sabiendo que Él es fiel a Sus promesas!

Autor: Got Questions.

EL SEÑOR NOS PIDE SEGUIR INSTRUCCIONES.

EL SEÑOR NOS PIDE SEGUIR INSTRUCCIONES.
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. —Mateo 7:24
Uno de mis pasatiempos de la niñez era armar modelos de aeroplanos. Cada vez que abría una caja nueva, lo primero que veía eran las instrucciones, pero creía que no necesitaba seguirlas. En mi mente, sabía exactamente cómo armarlo. Recién después de haber pegado algunas piezas, me daba cuenta de que había saltado un paso importante: colocar al piloto en la cabina de mando.
Es fácil creer que no necesitamos instrucciones para la vida; sin embargo, al poco tiempo, nos damos cuenta de que hemos arruinado todo. Exactamente por esta razón, Jesús aconsejó que seguir Sus instrucciones es la manera que la gente sabía desarrolle una vida sólida, segura y significativa (Mateo 7:24-29). El Señor recién acababa de decirles a las multitudes que lo escuchaban que pusieran la otra mejilla, que continuarán la segunda milla, que perdonaran a los enemigos y que vendieran los tesoros para poder dar a los pobres (5:39-44). No obstante, recibir instrucciones no basta. La clave está en seguirlas. «Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca» (7:24).

El ser humano que no sigue las indicaciones es, como expresa Jesús, «insensato» (v. 26). Para el mundo, perdonar a tus enemigos y dar a los pobres puede parecer una manera ridícula de construir una vida; sin embargo, el Señor nos dice que es la forma sabia de hacerlo.