sábado, 29 de abril de 2017

EL PRIMER LUGAR EN NUESTRA VIDA: MENTE, CORAZÓN Y ALMA ES PARA DIOS.

EL PRIMER LUGAR EN NUESTRA VIDA MENTE CORAZÓN Y ALMA ES PARA DIOS.
Marcos 12:30: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu CORAZÓN, y con toda tu ALMA, y con toda tu MENTE y con todas tus FUERZAS.”
Jesús afirmó de Satanás: “Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y PADRE de MENTIRA” (Juan 8:44).
Satanás es un astuto mentiroso. De hecho, muchas de sus mentiras suenan como la verdad. Satanás juega con nuestra mente para confundirnos. Él miente en cuanto al tema más vital: Dios. Satanás quiere engañarnos con referencia a Dios. Si el diablo puede DISTORSIONAR su CONCEPTO de Dios, entonces sin lugar a dudas él DOMINARÁ cualquier otra área de su vida.
¿Qué significa amar al Señor con todo su corazón, alma y mente?
AMAR A DIOS ES LO PRIMERO EN CADA CREYENTE.
“Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él” - (1 Juan 4:16).
Si usted le pregunta a un hermano o hermana creyente porqué Dios nos creó, ellos probablemente responderán que fuimos hechos para servir a Dios. Pero, no lo crea. Si Dios quisiera sirvientes, Él podría tener mucho más que los simples mortales a su servicio. Cuando los escribas le preguntaron a Jesús que cuál era el primer mandamiento, “Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento” (Marcos 12:29-30). El primer mandamiento no es hacer algo para Dios, sino amar a Dios. Él nos hizo a usted y a mí a su imagen, para que Él pudiese tener compañerismo con nosotros y que le adoremos.
¿Cómo define usted la palabra “amor”? ¿Es un verbo o un sustantivo?  ¿Qué está haciendo ahora mismo para demostrarle a Dios que usted le ama?
EL PRINCIPIO MÁS GRANDE ES EL AMOR.
“Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados” (1 Pedro 4:8).
¿Por qué es importante el amor? Primero, porque el amor es la más grande virtud. Primera Corintios 13:3 dice que el amor está por encima de la fe y la esperanza. Segundo, porque amor es el más grande mandamiento. Jesús dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22:37). Tercero, porque el amor es el más grande testimonio. ¿Qué es lo que realmente va ha hacer que su comunidad despierte y crea que su iglesia es, en verdad, la iglesia del Señor Jesucristo? ¿El tamaño del edificio? ¿Lo bien mantenidos que están los jardines y el césped? ¿El gran aviso en la calle? ¡No! Será la manera en que ama a Dios y demuestra amor por los demás. Nada puede motivar a un pecador perdido, como el sentir el verdadero amor de Jesucristo.
Haga un compromiso con Dios ahora mismo: que usted le amará a Él con todo su corazón, con toda su alma, con toda su mente y con todas sus fuerzas, y que amará a su prójimo como a usted mismo. Cualquier cosa menos que eso, es pecado. Pídale su fortaleza para realizarlo.
AMAR A DIOS Y NO A OTROS DIOSES, PORQUE DIOS ES UN DIOS CELOSO.
“Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es” (Éxodo 34:14).
El pastor Rogers afirmó: “Dios es un Dios celoso. Ahora, para usted y para mí eso puede sonar como un mal atributo. No obstante, para Dios es un atributo santo. Verá, yo no tengo que estar celoso de ningún otro predicador, porque yo no soy el único predicador en el mundo. El predicar no es mi propiedad. Por el contrario, sí existe sólo Dios.”
En Éxodo 20:2 y 3 leemos: “Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de Mí.” Y cuando a Jesús le preguntaron cuál era el más grande mandamiento, contestó: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento” (Mateo 22:37). Cuando usted muere a sí mismo, comenzará a experimentar la llenura de Dios, de una forma que transformará su vida.
LOS ÍDOLOS NO SON NADA.
¿Qué es un ídolo? Es cualquier cosa que usted ame, sirva o desee más que a Dios. Pídale a Dios que le redarguya acerca de los ídolos que puede tener en su vida. Luego, pídale perdón, y que le ayude a amarle a Él con todo su corazón, alma y mente.
¿POR QUÉ NO VUELVE HOY A SU PRIMER AMOR?
“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” (Deuteronomio 6:5).
Queremos que haga memoria de su viaje espiritual, por un momento. Recuerde los primeros días cuando estaba aprendiendo acerca de Dios. ¿Se acuerda del tiempo cuando primero entendió cómo orar? Ahora, permítanos preguntarle: ¿hubo un tiempo en su vida cuando amó al Señor Jesús más de lo que le ama este momento? Si es así, usted es un apóstata. Amigo, si usted no ama a Jesús ahora con un candente y resplandeciente entusiasmo, usted necesita recordar cómo era antes, y debe retornar a su primer amor. No tenga la idea de que la fiebre del amor lo ha picado, y que unas veces puede amar a Jesús y otras veces no. Cuando usted escoge amar a Jesús, lo ama cada día y en toda forma.
Escriba una declaración misionera para su vida que sea una paráfrasis de Deuteronomio 6:5.
. PON A DIOS EN PRIMER LUGAR EN TU VIDA.
 AMAR A DIOS CON TODO EL CORAZÓN.
Proverbios 3:5-6 Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes. 6Toma en cuenta a Dios en todas tus acciones, y él te ayudará en todo.
TENER A DIOS DE NUESTRO LADO.
Mateo 6:33 Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas.
HACER LO QUE ES JUSTO.
Aun cuando ya sabemos esto, en ocasiones somos consumidos por otras cosas que la vida ofrece y nos perdemos lo que es más importante. Poner a Dios en primer lugar, necesariamente no quiere decir que la vida estará libre de problemas, pero sí podremos seguir adelante.
EXISTEN MUCHAS RAZONES PARA AMAR A DIOS.
SI JESUCRISTO LO ES TODO Y PARA TODOS DESDE TODOS LOS TIEMPOS  Y POR SIEMPRE.
UNA VERDAD QUE NADA, NI NADIE LA IGUALA.
“Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten” - (Colosenses 1:17).
Hay críticos del cristianismo que dicen que Jesús en realidad no fue el Mesías. Que todo lo que hizo fue arreglar su vida para cumplir las profecías. ¡Y es cierto! Él lo hizo, solamente que lo hizo siglos antes de nacer. Él coordinó nacer en Belén (Miqueas 5:2) Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel;  y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.
Ordenó su trasfondo humilde y la humillación que sufriría (lea Isaías 53:3)
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
 Él preparó el ser traicionado y vendido por treinta piezas de plata (vea Zacarías 11:12-13) Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata.
11:13 Y me dijo Jehová: Echarlo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová al tesoro.
Él arregló su crucifixión incluyendo que sus manos y sus pies serían perforados con clavos (Salmo 22:16) Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos;
Horadaron mis manos y mis pies.
 Él reguló el ser sepultado en la tumba de un hombre rico (Isaías 53:9) Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
 Jesús acordó que sería seguido por millones quienes, sin esperanza de ninguna ganancia material y a costa de sus propias vidas, emprendieron la tarea de convencer a otros acerca de Cristo. ¡Oh, sí, Él lo arregló todo! ¡Gloria a Dios!
Alabe a Dios que ha creado todas las cosas. Que ha arreglado todas las cosas, y que Él es la consumación de todas las cosas para su gloria.
DESDE EL PRINCIPIO ÉL ES DIOS Y SIEMPRE LO SERÁ. Juan 1: 1- 4.
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
1:2 Este era en el principio con Dios.
1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
1:4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
En Hebreos 1: 8- 12.
Más del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
1:9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad,
Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
1:10 Y:
Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.
1:11 Ellos perecerán, mas tú permaneces;
Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,
1:12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados;
Pero tú eres el mismo,
Y tus años no acabarán.
En Hebreos 2: 11-13. Hebreos 4: 14- 15.
Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.
2:11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,
2:12 diciendo:
Anunciaré a mis hermanos tu nombre,
En medio de la congregación te alabaré.
2:13 Y otra vez:
Yo confiaré en él.
Y de nuevo:
He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.
Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
4:15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
¿QUIÉN ES ÉSTE QUE HASTA EL MAR LE OBEDECE?
“En el mar fue tu camino, y tus sendas en las muchas aguas; y tus pisadas no fueron conocidas” (Salmo 77:19).
El Señor Jesús caminó sobre el Mar de Galilea, pero no se pueden ver sus huellas. Cuando una embarcación navega por el océano, no deja ningún rastro. Un vehículo cruza un terreno, y deja la huella de su paso, pero un barco no. En el pasaje de hoy en los Salmos, Dios dice que nunca le conoceremos al estudiar la historia, no le conoceremos con simplemente estudiar lo que Él hizo. Sus caminos son misteriosos. Usted puede tratar de que lo referente a Dios tenga sentido por medio de su inteligencia, su ingenuidad y creatividad, mas Dios dice que nunca le conoceremos de esa manera. Tenemos que dejar nuestro intelecto y humildemente decirle a Dios: “Muéstrame el camino, y haz que vuelva a sentir amor por Ti.”
¿Cuándo fue la última vez que escribió una carta de amor? ¿Cuándo fue la última vez que recibió una carta de amor? Separe un tiempito hoy, y escriba una carta de amor para Jesús.
JESÚS DIO SU VIDA POR LA IGLESIA. ELLA ES MUY IMPORTANTE, POR FAVOR DEBEMOS COGREGARNOS.
“Y Yo [Jesús] también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” - (Mateo 16:18).
Hay muchas personas que dicen: “Yo creo en Jesús, mas no creo en la iglesia.” Eso es como decir: “Yo creo en el fútbol, pero no creo en los estadios, ni en los uniformes ni en la pelota de fútbol.” Jesús ama a la iglesia. Él dio su vida por la iglesia. Si usted desea ser victorioso en las batallas espirituales de la vida, debe darse cuenta que el cristianismo no es una religión tipo “Llanero Solitario”. La iglesia existe para unirnos y ganar las batalla juntos. El compositor Sabine Baring-Gould escribió el famoso himno “Firmes y Adelante”, y en una de las estrofas dice: “Tronos y coronas pueden perecer; de Jesús la iglesia siempre habrá de ser; nada en contra suya prevalecerá, porque la promesa nunca faltará.”
Si usted al presente no está involucrado en una iglesia, ore al Señor para que le guíe a una iglesia en donde se enseñe sana doctrina, y en donde Jesucristo sea honrado y glorificado.
REGRESEMOS A NUESTRO PRIMER AMOR QUE ES JESUCRISTO EL SEÑOR.
“Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete…” (Apocalipsis 2:5a).
Cuando el pastor Adrián Rogers y su esposa Joyce, estaban en su luna de miel, viajaban en su carro desde las playas de Daytona de regreso al oeste de Palm Beach. Él estaba tan enamorado que sólo tenía ojos para ella, y ni siquiera miraba la carretera. Un patrullero le detuvo y le dijo que estaba manejando con exceso de velocidad. Él se sorprendió porque no había visto las señales indicando el cambio de velocidad, de 55 a 35 millas (90 a 60 kilómetros) por hora. El policía le dijo: “Bien, jovencito, esto es lo que quiero que haga. De la vuelta y regrese unas tres cuadras atrás, lea la señal de velocidad, y maneje a esa velocidad.” Ese fue su castigo. El policía le hizo regresar antes de que pudiera seguir adelante. Y eso es exactamente lo que el Señor dice cuando nos pide que “regresemos a nuestros primer amor”.
DIOS PONE HOY DELANTE DE NOSOTROS PARA ELEGIR: LA BENDICIÓN O LA MALDICIÓN ¿CUÁL ESCOGERÁ USTED?
“He aquí Yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que Yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que Yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido” - (Deuteronomio 11:26-28).
 Dios pone delante de usted, este día, una bendición y una maldición. ¿Qué es lo que determina que usted reciba la bendición? Si usted obedece. ¿Qué es lo que determina si usted recibe o no una maldición? Si usted desobedece. Existen seis bendiciones que Dios quiere darle hoy a cambio de su obediencia: abundancia (Isaías 1:19-20); paz (Jeremías 26:13); protección (Éxodo 23:22); poder (Hechos 5:32); pureza (1 Pedro 1:22) y percepción (Salmo 119:100). ¿Quiere que Jesús sea real para usted, y no sea solamente alguien sobre quien ha leído algo? Quizás usted quisiera algo más que “orar” a Él. Tal vez quisiera conversar con Él y relacionarse con Él. Bien puede hacerlo.
Lea Juan 14:23. ¿Qué es lo que Jesús dijo que sería el resultado de su amor por Él? ¿Y qué es lo que Dios ha prometido hacer, como resultado de su acción? 14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
NO TODO CONVIENE Y NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO.
“Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna” - (1 Corintios 6:12).
Hay ciertas cosas que un atleta resuelve dejar de lado. Estas cosas no son malas para otras personas, pero son muy negativas para el atleta, son una pesada carga. En el plano espiritual, es lo mismo con los creyentes. Pablo claramente dice que no todas las cosas convienen. Verá, los creyentes nos dirigimos hacia un lugar, y si algo NO nos ayuda a ir más rápidamente, entonces eso es exceso de equipaje. Debemos deshacernos de todo lo que no es conveniente.
Pregúntele a Dios: “¿Tengo alguna cosa legítima que puede ser usada de mejor manera, y que me está impidiendo correr una mejor carrera por Ti? Si es así, revélame qué es, para que pueda vivir una vida completamente entregada a la causa de Cristo.” Pudiera ser un vehículo, una casita vacacional en la playa, un anillo de diamantes, arte o colecciones antiguas. Estas cosas no son malas en sí mismas, pero hable con Dios acerca de ellas. Tal vez Él quiera que usted las venda y utilice ese dinero para ayudar a las misiones.
LAS OBRAS DEL SEÑOR SON PERFECTAS, EN ÉL NADA ES IMPROVISADO.
“Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, Él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca” (1 Pedro 5:10).
¿No es maravilloso saber que las obras del Señor son perfectas? ¿Qué los caminos del Señor son perfectos? ¿Y que su voluntad es perfecta? Ahora, sé que alguien al leer esto puede pensar: “Pero yo no estoy muy seguro acerca de la voluntad del Señor. Yo no quiero entregarme totalmente a Él, porque me puede enviar como misionero a algún remoto desierto.” Permítame aclarar: la voluntad de Dios no es algo a lo cual usted se somete, sino es algo en lo cual usted participa. Dios escogerá para usted lo que escogería para sí mismo si tuviera el suficiente sentido común para escogerlo.
Pregúntese si ha entregado todo completamente a Dios. ¿Hay algo que todavía está reteniendo? ¿Realiza aún alguna actividad que no le agrada a Dios? ¿Posee algo que deshonra a Dios? Es ya tiempo de “limpiar la casa”, tanto literal como figurativamente.
RECUERDE ALIMENTARSE DEL PAN DIARIO, QUE NUNCA DEBE FALTAR. LA PALABRA DE DIOS, QUE NOS AYUDA A CRECER.
“Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la BOCA de DIOS” (Mateo 4:4).
Creemos que muchas iglesias sufren de hambre porque sus púlpitos no alimentan a sus rebaños con el pan celestial. Si no se está alimentando diariamente con la Biblia, usted o no es salvo, o está muriendo de malnutrición espiritual. La única FUERZA que poseemos se encuentra cuando nos ALIMENTAMOS de la PALABRA de DIOS. Job dijo: “Guardé las palabras de su boca más que mi comida” (Job 23:12b). En otras palabras, Job afirmó que si él tuviese que escoger entre comer pan físico o pan espiritual, él escogería la Palabra de Dios. Oramos que se comprometan a una rutina diaria de ejercitar sus rodillas en oración y ALIMENTARSE con el nutritivo PAN de la PALABRA de DIOS.
ENFRENTANDO LAS LUCHAS DIARIAS.
“Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino PODEROSAS en Dios para la destrucción de fortalezas” - (2 Corintios 10:4).
Creemos que muchos experimentamos victoria limitada o ninguna porque no hemos aprendido a encaminar la batalla hasta la victoria. “Un momento ―dirá usted―, yo quiero victoria. ”¿Verdaderamente la quiere? Entonces, necesita saber esto: Primero, Dios desea que usted tenga VICTORIA. Segundo, la taza para medir su VICTORIA está en la palma de su mano. Eso es, usted es tan VICTORIOSO como desee serlo. El diablo no posee ninguna fortaleza que nosotros no podamos derribar si usamos las armas de Dios. El problema es que quizás estemos usando las armas espirituales, pero tratamos de emplearlas en nuestras propias fuerzas.
Efesios 6:17 revela: “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la PALABRA DE DIOS.”
¿Cuál es su espada? ¿De quién es la espada? ¿Puede pensar en alguna batalla que le espera? ¿Cómo va a usar esta espada?
LA CONFIRMACIÓN DEL HIJO DE DIOS.
Declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos. Romanos 1:4
Jesucristo tenía que ser más que hombre; tenía que ser también Dios. Si Jesucristo fuera solo hombre, aun el mejor de los hombres, no podía haber salvado a los creyentes de su pecado. Si fuera incluso el hombre justo de la simiente de David, pero no Dios, no podía haber soportado el castigo de Dios el Padre en la cruz y haber resucitado de los muertos. No podía haber vencido a Satanás y al mundo, sino que habría sido vencido como son vencidos todos los hombres. Si hubo alguna duda de que Jesucristo era el Hijo de Dios, su resurrección de los muertos debiera eliminarla. Tenía que ser hombre para llegar a nosotros, pero tenía que ser Dios para resucitarnos. Cuando Dios resucitó a Cristo de los muertos, confirmó que era verdad lo que Él dijo.
Tan claro como el horizonte separa la tierra del cielo, así la resurrección separa a Jesucristo del resto de la humanidad. Jesucristo es Dios encarnado.
PORQUE TUYO ES EL REINO Y EL PODER Y LA GLORIA.
“Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria” - (Mateo 6:13).
¿Por qué piensa que repetitivamente acudimos a Dios para que nos perdone? Tal vez es porque omitimos orar la otra parte del Padre Nuestro: “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.” Nos despertamos en la mañana y al finalizar el día decimos: “Dios, perdóname. Fallé.” Y Él nos perdona. Sin embargo, ¿sabe por qué fracasamos? Porque aprendimos a orar: “Señor, perdóname.” Pero, no estamos clamando: “Señor, protégeme.” Usted no finaliza su día y ora: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.” El día se ha acabado. Esta no es una oración para finalizar el día, sino es una oración para iniciar su día. Señor, protégeme.
MÁS A DIOS DAMOS GRACIAS SIEMPRE.
“Más a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden” - (2 Corintios 2:14-15).
“¡Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús!” Y cuando estemos disfrutando esa victoria, emanaremos un perfume dulce e impregnador de la gloria de Dios. ¿Sabe cómo se produce el incienso? Se produce al cortar o partir hierbas, triturándolas hasta pulverizarlas. Luego se le añade agua al polvo para crear una masa en forma de varillas o conos. ¿Cuál es el propósito del incienso? Es ser quemado para crear un aroma fragante. Cuando usted alaba a Dios en medio de las tribulaciones, canta canciones de gloria en medio de la persecución, clamando su victoria cuando surge un problema, entonces emite un aroma dulce que es inconfundible al olfato de Dios. ¡Este es el dulce olor de victoria!
Sea lo que sea que parece una tribulación en su vida hoy… ¡agradézcale a Dios! Dele gracias siempre que entre en su mente el pensamiento de murmurar o quejarse.
LA MUERTE DE JESÚS FUE NUESTRA MUERTE Y SU RESURRECCIÓN, LA NUESTRA.
“Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva” - (Romanos 6:4).
Cuando Jesucristo murió, Él no sólo murió por nosotros, sino que nosotros también morimos con Él. Quizás usted diga: “Bueno, ¿qué diferencia tiene que Él haya muerto por mí o que yo haya muerto con Él? Es simplemente un juego de palabras. ”¡De ninguna manera! Cuando usted está muerto, la muerte no tiene dominio sobre usted. No se puede matar a un hombre que ya está muerto. Supongamos un hombre es ejecutado por cometer un crimen de pena de muerte, no obstante, de alguna forma él resucita. ¿Cree que él puede ser arrestado nuevamente por su crimen? Rotundamente no. Eso sería doble castigo. Él ya pagó la sentencia de su crimen. Es necesario que usted entienda que cuando Jesús murió, usted murió, y ¡la ley no posee más poder sobre usted! La sentencia de su pecado fue totalmente pagada porque Él murió por usted. Usted murió con Él.
Encuentre a alguien hoy y cuéntele las mejores nuevas que jamás nunca se han contado. Jesús recibió la ira de Dios. Él murió para que ella o él puedan vivir. ¡Vaya, compártalo!
DIOS NOS MANDA UTILIZAR LA ARMADURA.
“Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo” - (1 Tesalonicenses 5:8).
Un predicador se alejaba despidiéndose de un amigo, cuando su amigo le dijo: “¡Nos vemos! Ama a Dios. Odia el pecado. ¡Y ten cuidado con los camiones!”¿Dijo él: “¡Ten cuidado con los camiones!”? ¡Sí! ¿Y sabe qué? Es un buen consejo. Usted puede ser lastimado si un camión choca contra usted, sin importar si es salvo o no. Ahora, ¿por qué es eso importante? Porque como el hombre dijo, todos necesitamos amar a Dios y todos necesitamos odiar el pecado, pero todos somos humanos y necesitamos estar alerta de aquellas cosas en la vida que nos pueden hacer daño. Dios nos ha dado la mente de Cristo y necesitamos usar esa mente.
Primero Corintios 2:16 revela: “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”
¿Anda distraído hoy? ¿Está atento a las cosas de este mundo que pueden hacerle daño? Sea sobrio, esté alerta, y tenga cuidado de los camiones.
EL AMOR ES UNA BUENA SEÑAL QUE NOS DISTINGUE COMO CRISTIANOS AUTÉNTICOS.
“Porque vosotros, hermanos, a LIBERTAD fuisteis LLAMADOS; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros” - (Gálatas 5:13).
Una de las señales que le indica que usted ha dejado de CONFIAR en Dios es que deja de funcionar. Usted simplemente deja las actividades de la vida. Usted empieza a tener temor de esto y aquello; se agobia por una pérdida; es oprimido por el diablo. ¿Y qué hace usted? Renuncia a todo, cierra las cortinas, se acuesta a dormir, se levanta tarde. ¿Ha estado alguna vez así? Así afecta la preocupación. Cuando usted se preocupa, es porque no está CONFIANDO en DIOS. Usted quizás diga: “Perdí mi trabajo.” Bueno, ¿qué está haciendo? “Me la paso sentado en la casa.” ¡Levántese! Usted tiene más oportunidad de servir a Dios. Haga el bien porque está CONFIANDO en el SEÑOR.
¿Está sin trabajo? Haga lo que tenga que hacer para encontrar un trabajo y cuando lo logre… ¡haga el bien! Vaya a su iglesia y pídales que le pongan a trabajar. Vaya a su misión local de voluntario. Corte el pasto de un vecino. Lleve comida a una persona incapacitada. Escriba una carta a un prisionero.
JUSTIFICADOS POR EL GRANDE Y PODEROSO DIOS. AHORA SIRVIENDO A DIOS
 “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” - (Romanos 3:28).
Si Dios el Padre nos eligió y el Espíritu Santo nos separa para su santo propósito, entonces, ¿qué parte tenemos usted y yo? Existe la soberanía divina y la responsabilidad humana. Usted ha sido santificado para obedecer. La salvación es gratis, pero usted debe obedecer. La soberanía divina de Dios en elegirnos no nulifica nuestra responsabilidad a su llamado. Usted ha sido salvado de este mundo, enviado de regreso al mundo a testificar al mundo, y esa es la única labor que usted tiene en este mundo. Recuerde, usted no trabaja para lograr la salvación, sino trabaja o sirve porque es salvo. Alguien bien dijo: “Yo no trabajaré para salvar mi alma, esa labor la ha hecho mi Señor. Sin embargo, trabajaré como un esclavo por amor al Hijo amado de Dios.”
Existen 24 horas entre este instante y mañana a la misma hora. Ahora mismo, comprométase a usar una de esas horas en oración por otros. Ruéguele a Dios que salve a aquellos familiares que están perdidos, su vecindario, sus compañeros de estudio o trabajo. Ore país por país, pidiéndole a Él que envíe misioneros y los capacite para discipular a quienes Él salva.
Y NO OLVIDES EL PODER Y LA FUERZA DE DIOS DE NUESTRO LADO.
POR EL VALOR DE UN JOVEN. EL ACTUAR DE DIOS DE NUESTRO LADO.
Por el Hermano Pablo.
La temperatura era helada: diez grados bajo cero. El viento era fuerte: cuarenta kilómetros por hora. No era tiempo propicio para esquiar. Pero la señora Chris Bailey quiso de todos modos subir a la montaña. Así que llevó a su pequeña hija, Ángela, de cinco años, y las dos subieron al telesquí y empezaron el ascenso.
A la mitad del trayecto, y a veinte metros de altura, la silla en que subían perdió un soporte. La niña se desprendió de la madre y quedó colgando, sostenida de un solo brazo. La tragedia era inminente. Cinco minutos más, y la niña caería del telesquí.
Fue entonces que intervino Samuel Durán, valiente joven de diecisiete años. Trepó como un gato por los hierros de la torre de sostén, se aferró del cable y, desollándose las manos con los alambres, bajó diez metros hasta donde colgaba la niña, y la salvó. La madre, agradecida, expresó su sentimiento con una oración: «Gracias, Padre celestial, por el valor de este joven.»
Esta cuasi tragedia, que no llegó a ser, ocurrió en las montañas de Utah, al comienzo del invierno de 1990. Fue notable la decisión de Samuel Durán de trepar hasta la torre de sostén del cable, deslizarse por el cable mismo, y cobrar fuerza suficiente para rescatar a la pequeña.
Y la expresión de la madre tenía su razón de ser. «Gracias, Padre celestial, por el valor de este joven.» Porque Samuel era un joven tímido, apocado. No había sobresalido ni en el deporte, ni en los estudios ni en ninguna actividad social. Sus conocidos lo habían tenido siempre por «poca cosa».
Pero nadie sabe cuánto puede obrar el poder de la voluntad cuando ésta se necesita. Samuel sintió con urgencia que la salvación de Ángela dependía sólo de él. Si él no la salvaba, la niña moriría.
Dios es esa fuerza imponderable que actúa en los seres humanos en el momento de necesidad. El hombre moderno, intelectual y complejo ha desalojado a Dios de su vida. No lo toma en cuenta, ni siquiera cuando lo necesita. Por eso vive en tensión continua, en frustración y en depresión.
Todos necesitamos con urgencia buscar a Cristo, fuente de verdad, luz y vida. Él es quien da libremente el socorro. Cristo está, ciertamente, en las páginas de la Biblia, pero está también al lado del que lo busca. Él desea ser nuestro Libertador. Permitamos que Él nos salve y nos dé su paz.
ES TIEMPO DE LIBERARTE DE TODO TEMOR Y DUDAS. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago (Romanos 7: 15).
Un hombre de mediana edad se me acercó después de un taller que lideré donde él trabajaba, y preguntó: «He sido creyente casi toda la vida, pero mi manera de actuar me decepciona permanentemente. ¿Por qué parece que sigo haciendo siempre lo que no quiero y nunca hago lo que sé que debo? ¿Dios se está cansando de mí?». Otros dos hombres que estaban cerca también parecían interesados en escuchar la respuesta.
En la vida cristiana estamos en una lucha espiritual y es constante, aun el apóstol Pablo la experimentaba: «Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago» (Romanos 7:15). Pero hay buenas noticias: No tenemos que seguir en esa trampa del desánimo. Parafraseando lo que Pablo escribe en Romanos 8, la clave es dejar de ocuparnos de la ley, dejar de luchar con nuestras fuerzas, porque siempre fracasamos y empezar a concentrarnos en Jesús. Y fortalecernos siempre en El. No podemos solucionar, ni mejorar nuestra condición de pecadores con acciones personales. La respuesta no es «esforzarse para cumplir las normas», sino enfocarse constantemente en Aquel que nos muestra su misericordia y colaborar con el Espíritu que nos transforma, mediante la lectura, meditación y estudio de la Palabra, que es el arma del Espíritu para todas nuestras luchas y tentaciones.
Pablo llegó a ser en Cristo un vencedor (Ro. 8:37), batalló y terminó bien su carrera en la vida cristiana (2 Ti. 4:7,8).
Concentrarnos en la ley nos recuerda permanentemente que no podemos ser suficientemente buenos para merecer la gracia de Dios. Cuando llenamos nuestra mente de Cristo, nos parecemos cada vez más a Él.
Con un corazón sincero podemos orar: Señor, ayúdame a depender de tu gracia para que me transformes.
















           
           






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