MI
DIFICULTAD ES UNA OPORTUNIDAD PARA DARLE LA GLORIA A DIOS.
Nehemías
2:20: “El Dios de los cielos, Él nos PROSPERARÁ, y nosotros sus siervos nos
levantaremos y edificaremos [...].”
¿Tiene algún
PROBLEMA el día de hoy? ¿Lo tiene? Entonces, tenemos una sola palabra para
usted: “¡Felicidades!” No queremos sonar frívolos al hacer ese comentario, pero
lo decimos con mucha seriedad. Verá, un PROBLEMA es una OPORTUNIDAD disfrazada.
Y usted debe aprender que Dios desea que vea los problemas como posibilidades y
a sus enemigos como oportunidades. Un creyente no es alguien que ve dificultad
en toda oportunidad, sino por el contrario, es una persona que ve OPORTUNIDAD
en toda DIFICULTAD.
Piense en un
problema con el que usted está batallando el día de hoy. Ahora, arrodíllese.
Pídale a Dios que le demuestre la oportunidad escondida en su dificultad,
oportunidad que le dará la gloria a Él.
Autor: Pastor Adrian Roger.Tesoros de la Palabra.
NO REBAJEMOS
EL CONCEPTO DE DIOS, MEJOR ELEVEMOS NUESTRA FE.
Y tres
amigos de Job, Elifaz temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que
oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar;
porque habían convenido en venir juntos para condolerse de él y para
consolarle. Los cuales, alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron, y
lloraron a gritos; y cada uno de ellos rasgó su manto, y los tres esparcieron
polvo sobre sus cabezas hacia el cielo. Así se sentaron con él en tierra por
siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que su
dolor era muy grande. Job 2:11-13
Puesto que
nuestra vida está llena de problemas, necesitamos recordar que siempre habrá
más. Job lo reconoce: "El hombre nace para el sufrimiento, así como las
chispas vuelan hacia arriba" (Job 5:7) y tiene toda la razón. Los
problemas son inevitables y por eso usted no debe sorprenderse. Esté consciente
que nuestro adversario, Satanás, anda suelto.
Por vivir en
un mundo caído, puede ser que quienes nos aman nos den consejos equivocados. En
los muchos años que he vivido, he recibido, en varias ocasiones, consejos
errados de personas bien intencionadas y que me aman realmente. Eran sinceras,
pero estaban equivocadas. No es que quisieran actuar mal, pero lo hicieron.
Ya que Dios
es soberano, debemos estar preparados para la bendición como para la
adversidad. ¿Quiere que le dé un consejo? No se desilusione. Debemos estar
preparados para la bendición y también para la adversidad, porque Dios es
soberano.
Nuestro Dios
no tiene la obligación de dar explicaciones de lo que hace. Él no tiene que
entrar en la habitación de un hospital, y decir: “Déjame darte cinco razones
por lo que le sucedió esto a tu hijo”. Entiéndame bien: Dios está lleno de
compasión, pero su divino plan a largo plazo está más allá de nuestra
comprensión humana a corto plazo.
Por eso,
digamos como Job: “Oh, Señor, confío en ti. No sé por qué me está sucediendo
esto. Si es algo que debo aprender, excelente. Si es algo que otra persona debe
aprender, maravilloso. Sólo te pido que estés conmigo hasta el final. Mantenme
cerca de ti. Sostenme. Ensánchame. Transfórmame”.
“Es más
fácil rebajar nuestro concepto de Dios, que elevar nuestra fe a tal altura”
escribe un agudo autor, y luego añade: “Observaremos la lucha a medida que la
fe de Job es puesta a prueba de todas las formas con toda tentación, para ver
que la causa de su desgracia es algo que no se puede comparar con Dios”. El
Señor tiene el control de manera total, completa y absoluta. Acepte, por favor,
y sométase a esta enseñanza. ¡Qué magnífico es encontrar a personas que confíen
en Él hasta el final del valle de lágrimas que atraviesan, y que digan:
“Alabado sea su nombre!” No soy capaz de entenderlo. No sé cómo explicarlo. Sin
embargo, alabado sea su nombre. Eso es adoración a su más alto nivel.
En los
momentos difíciles, de prueba, o dificultad, que el Señor le permita elevar su
fe a esas alturas, en vez de rebajar su concepto de Él.
Autor:
Pastor Charles Swindoll
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