¿CÓMO PUEDO VENCER EL PECADO EN MI VIDA CRISTIANA?
La Biblia
habla de los recursos que tenemos para vencer nuestra pecaminosidad:
(1) El Espíritu Santo – El Espíritu Santo
es un don que Dios nos ha dado (a Su iglesia) para ser victoriosos en el vivir
cristiano. En Gálatas 5:16-25, Dios hace un contraste entre las acciones de la
carne y el fruto del Espíritu. En ese pasaje, somos llamados a caminar en el
Espíritu. Todos los creyentes ya poseen el Espíritu Santo, pero este pasaje nos
dice que necesitamos caminar en el Espíritu, dejando bajo Su control nuestra
voluntad. Esto significa que deberíamos llevar a la práctica lo que el Espíritu
Santo nos induce a hacer en nuestras vidas, en lugar de seguir los deseos de la
carne. Uno camina en el Espíritu tratando de no bloquear lo que él mismo nos
induce a hacer (“sin apagar al Espíritu” como dice en 1ª Tesalonicenses 5:19) y
buscar más bien, ser lleno del Espíritu (Efesios 5:18-21).
(2) La Palabra de Dios, la Biblia – 2ª
Timoteo 3:16-17 dice que Dios nos ha dado Su Palabra para equiparnos para cada
buena obra. Esto nos enseña cómo vivir y qué creer, nos revela cuando hemos
escogido senderos erróneos, nos ayuda a regresar al sendero correcto, y nos
ayuda a permanecer en ese sendero. Como nos comparte Hebreos 4:12, la Palabra
es viva y eficaz, y capaz de penetrar en nuestros corazones, para arrancar los
problemas más profundos que humanamente hablando no se pueden vencer. El
salmista habla acerca de este poder que puede cambiar vidas en Salmos 119:9,
11, 105 y otros versículos. A Josué se le dijo que la clave del éxito para
vencer a sus enemigos (una analogía para nuestra batalla espiritual) no era
olvidar este recurso, sino más bien meditar en la Palabra día y noche, de
manera que pudiera cumplirlo. Él lo hizo, aún cuando lo que Dios le ordenó no
tenía sentido militar, y esta fue la clave para su victoria en Su lucha por
obtener la Tierra Prometida.
La Biblia es la herramienta que utiliza el Espíritu en
nuestras vidas y en las vidas de otros (Efesios 6:17), una parte indispensable
y primordial de la armadura que Dios nos da, para pelear nuestras batallas
espirituales (Efesios 6:12-18).
Autor: Got Questions.
¿CÓMO PUEDO VENCER EL PECADO EN MI VIDA CRISTIANA?
La Biblia habla de los recursos que tenemos para vencer
nuestra pecaminosidad:
(3) La Oración – Este es otro recurso esencial que Dios ha dado.
Nuevamente, este es un recurso que los cristianos mencionan pero no lo ponen en
práctica, le dan un uso muy pobre. Tenemos reuniones de oración, tiempos de
oración, etc., pero no encontramos el uso que le daba a ella la iglesia de la
antigüedad, como puede ver en estos ejemplos en Hechos 3:1; 4:31; 6:6; 13:1-3,
etc. Pablo repetidamente menciona cómo oró por aquellos a quienes ministró.
Nosotros tampoco utilizamos de la manera correcta este gran recurso que está a
nuestra disposición. Pero Dios nos ha dado promesas maravillosas concernientes
a la oración (Mateo 7:7-11; Lucas 18:1-8; Juan 6:23-27; 1ª Juan 5:14-15, etc.).
¡Y nuevamente Pablo incluye esto, en su pasaje referente a cómo prepararse para
la batalla espiritual (Efesios 6:18)!
La oración es simplemente reconocer nuestras propias
limitaciones, y el poder inagotable de Dios, y volvernos a Él por esa fuerza,
para hacer lo que Él quiere que hagamos (no lo que NOSOTROS queremos hacer) (1ª
Juan 5:14-15).
(4) La Iglesia - Nuevamente, este último
recurso es uno que tendemos a ignorar. Cuando Jesús envió a Sus discípulos, los
envió de dos en dos (Mateo 10:1). Cuando leemos acerca de los viajes misioneros
en el libro de los Hechos, vemos que no salía un misionero a la vez, sino en
grupos de dos o más. Jesús dijo que donde están dos o tres congregados en Su
nombre, allí está Él en medio de ellos (Mateo 18:20). Él nos manda a no dejar
de congregarnos como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros
para estimularnos al amor y a las buenas obras (Hebreos 10:24-25). Él nos manda
confesar nuestras ofensas unos a otros (Santiago 5:16). En la literatura
acertada del Antiguo Testamento, se nos dice que hierro con hierro se aguza; y
así el hombre aguza el rostro de su amigo (Proverbios 27:17) “Cordón de tres
dobleces no se rompe pronto”. Hay fortaleza en el número y la unidad
(Eclesiastés 4:11-12).
Algunas veces los cambios vienen rápidamente en unas áreas, y
lentamente en otras. Pero Dios nos ha prometido que mientras hacemos uso de sus
recursos va a producir cambios en nuestras vidas. ¡Persevere sabiendo que Él es
fiel a Sus promesas!
Autor: Got Questions.
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