CLASES DE
CORAZÓN EN EL SER HUMANO.
TIPOS DE
CORAZÓN QUE PODEMOS ENCONTRAR EN EL SER HUMANO.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
porque de él mana la vida”. (Proverbios 4:23)
Salomón
habló de al menos seis clases de corazones en sus proverbios. Presentamos tres:
• El corazón
engañoso: aquellas personas que buscan hacer, dar y cubren su rastro engañándose a sí mismas y a
otros.
• El corazón
abatido: algunas veces las dificultades consumen los pensamientos de una
persona y drenan su fuerza emocional.
• El corazón
dolorido: personas que se encuentran en un profundo dolor emocional, que sufren
gran pérdida o enfrentan circunstancias graves necesitan hacer un gran esfuerzo
solo para poder vivir un día más.
El día de
hoy examinaremos otros tres tipos de corazones atribulados.
- Un corazón descarriado (la carnalidad): El
descarriado de corazón se harta de sus caminos, pero el hombre de bien estará
satisfecho con el suyo (Pr.14:14).
Aquí, la
palabra "descarriado" viene de un término hebreo que expresa la idea
de alejarse o deteriorarse. El sabio utilizó esta expresión porque comprendía
que nosotros, los seres humanos, vivimos bajo dos decisiones: caminamos en pos
de Dios sometidos a Su voluntad y a Sus caminos o nos alejamos de Dios y buscamos
satisfacer nuestro propio ego. Sabemos que los que se desearían cosecharán lo
que siembran. Si no fuera por la gracia de Dios, enfrentarían las consecuencias
de su agenda egoísta.
- Un corazón altivo: Abominación es al Señor
todo altivo de corazón; de ninguna manera quedará impune (Pr.16:5).
Otro
proverbio dice: Antes del quebrantamiento se enaltece el corazón del hombre,
Y antes de
la honra está la humildad (Pr.18:12).
"En el
primer versículo, vemos el adjetivo 'altivo', y en el segundo versículo encontramos
el verbo reflexivo 'enaltecerse'. En ambos casos, el resultado es una
perspectiva exaltada del ego que trae como consecuencia un fracaso moral."
Dios detesta
el egocentrismo de un pecador. Para su carácter justo, es repugnante. Piénselo.
Es como un cadáver en descomposición tratando de ganar un concurso de belleza.
La humildad,
por otro lado, no busca honor para sí misma. Una persona humilde es honesta
consigo y gentil con los demás. Cuando elegimos ser humildes, Dios se deleita
en honrarnos.
- Un corazón airado: La insensatez del hombre
pervierte su camino y enfurece su corazón contra él Señor (Pr.19:3).
El lenguaje
hebreo tiene varias palabras para mencionar la insensatez. En este caso, no se
refiere a aquella persona que deliberada y conscientemente busca el mal; más
bien esta persona no tiene el sentido común para hacer lo correcto. Sufre las
consecuencias por sus malas acciones y luego se pregunta por qué Dios no
resuelve sus problemas. Una persona así se ' 'enfurece" contra Dios. Es
como si dentro de su corazón se generará una gran ira en contra de Dios. Hay
personas que siempre están enojadas y deprimidas porque su propia insensatez
las mantiene en una tormenta de tribulación perpetua.
Reflexión para hoy:
Claramente,
estas últimas tres clases de corazones atribulados no son agradables. Sin
embargo, son comunes en todos nosotros de una forma u otra. ¿Cuál le ha costado
más vencer? ¿Cuáles fueron las circunstancias? ¿Encontró y ha pedido ayuda y
consejo para cambiar?
Autor:
Pastor C. Swindoll.
Aun cuando
el afán diario de un corazón atribulado es algo tan común, con frecuencia
pensamos que somos los únicos que estamos pasando por desánimo, ansiedad, duda,
y decepción. Pero no es así. Mire a su alrededor. Tal como dije antes, un
corazón atribulado late en cada pecho con numerosas clases de problemas.
Salomón presenta al menos seis de ellos- Un corazón engañoso: “Engaño hay en el
corazón de los que traman el mal” (Proverbios 12:20).
El término
“engaño” describe a alguien que causa que otra persona actúe sobre la base de
una idea falsa. Este engaño puede ser deliberado o simplemente el resultado de
una persona insensata guiando a otra. Las personas que “traman el mal” pocas
veces aceptan que son deshonestas o corruptas. Su engaño comienza convenciéndose
a sí mismas que lo que hacen es algo bueno. Con frecuencia utilizan el
argumento que el fin justifica los medios.
Tenga
cuidado con esa tendencia a racionalizar o justificar el mal comportamiento
cuando las cosas se ponen difíciles, y manténgase alejado de aquellas personas
que “tramen el mal”.
- Un corazón
abatido: “La congoja abate el corazón del hombre, pero la buena palabra lo
alegra” (Proverbios 12:25).
La palabra
de “congoja’ viene de un término hebreo que significa temor, pesadumbre y
dolor. Describe el torbellino interno de una persona interno de una persona que
se preocupa por algo que no puede cambiar. Note cómo la figura ilustra el peso
de la congoja sobre el corazón del hombre. Ese abatimiento denota una gravedad
externa.
Anteriormente,
hablamos de la forma en que el sabio consejo de un “consejero de paz” trae gozo
a nuestras vidas. De manera similar, una palabra amable tiene la capacidad de
quitar la ansiedad de los hombros de alguien en medio de una crisis seria. Las
palabras de ánimo tal vez no puedan resolver el problema, pero ese alivio
temporal ayuda al que está desanimado a seguir adelante.
- Un corazón
dolorido: “Aún en la risa tendrá dolor el corazón y el final de la alegría es
tristeza” (Proverbios 14:13).
Existe un
dicho que dice: “Algunas veces hay que reír para no llorar” A veces las
pérdidas nos bajan de las nubes. Es allí cuando se necesita un gran esfuerzo
para poder pasar el día. Al igual que el brillo de sol a través de las ramas de
una densa floresta, la risa ofrece un breve respiro de esos largos días de
dolor. Durante esos momentos, necesitamos que alguien nos recuerde que esa
situación es pasajera.
Reflexión
Un corazón
atribulado puede ser causado por algo crónico o como resultado de las
circunstancias temporales. De las tres clases de corazones de las que hablamos
hoy, ¿con cuál se identifica más? ¿Por qué? ¿Qué consejo le pediría a un
querido amigo sabio durante este momento? ¿Qué porción de la Escritura puede
aplicar a ese tipo de corazón?
Autor: Pastor C Swindoll
¿QUÉ TIENES
EN TÚ COFRE?
“Sobre todas
las cosas cuida tu corazón, porque éste determina el rumbo de tu vida”
Proverbios 4:23 (NTV).
Podríamos
comparar el corazón con un cofre (caja con cerradura que protege objetos
valiosos). Cada uno de nosotros tiene la llave y por lo tanto somos
responsables de lo que depositamos y guardamos dentro.
Obtener un
buen tesoro podría no ser fácil, pues requiere de esfuerzo, trabajo,
sacrificio, inclusive ir en contra de lo que “creemos” que está bien pero,
finalmente tenerlo vale la pena. Estos tesoros pueden ser la fe, amor, perdón,
compasión, paz, gozo, misericordia, justicia, esperanza, etc.
En cambio lo
malo, siempre tiende a ser más fácil de obtener, están disponibles alrededor
nuestro, prestos a entrar en el cofre sin pedir nada a cambio, sólo espacio; y
cuando les damos paso empiezan a opacar y tomar ventaja de lo bueno.
Nuestros
actos y palabras son el reflejo de nuestro corazón, lo dice la Palabra en Mateo
15:19 (Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios,
fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias) y Marcos 7:21 (Porque de
adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos,
fornicaciones, robos, homicidios, adulterios,).
Si ahora
nuestra vida refleja lo malo en algunas de nuestras actitudes, ¡tenemos la
solución! DARLE PASO A LO BUENO, esto es la PALABRA, ella es la que nos
confronta, nos corrige y nos cambia.
Ahí, podemos
guardar buenos o malos tesoros, según Mateo 12:35 “El hombre bueno, del buen
tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca
malas cosas.”
Salmos
119:11 (NTV) He guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti.
MENTE, CORAZÓN,
ESPÍRITU Y VIDA NUEVA.
LA NECESIDAD
DE LA REGENERACIÓN- REFORMADO.
2aCorintios
5: 16- 17. De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según
la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.
5:17 De modo
que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he
aquí todas son hechas nuevas.
RECONCILIACIÓN
Y REGENERACIÓN.
Volver a
crear un nuevo mundo.
Renovación
espiritual de Dios en el hombre. El pecador recibe una nueva vida espiritual.
1ª Corintios
2: 12- 16. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu
que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 2:13. Lo
cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con
las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
2:14 Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para
él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente.
2:15 En
cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
2:16 Porque
¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la
mente de Cristo.
Efesios 4:
17-24. Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros
gentiles, que andan en la vanidad de su mente,
4:18
teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la
ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
4:19 los
cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia
para cometer con avidez toda clase de impureza.
4:20 Más
vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
4:21 si en
verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que
está en Jesús.
4:22 En
cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está
viciado conforme a los deseos engañosos,
4:23 y
renovaos en el espíritu de vuestra mente,
4:24 y
vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Efesios 5:
1-5. Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
5:2 Y andad
en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros,
ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
5:3 Pero
fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros,
como conviene a santos;
5:4 ni
palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino
antes bien acciones de gracias.
5:5 Porque
sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene
herencia en el reino de Cristo y de Dios.
RENOVACIÓN
MENTAL. Renovación mental, nuevo pensamiento, nuevo andar.
RENACER. El
pecado nos lleva a la muerte espiritual. El perdón nos lleva a una nueva vida.
TODO ES
PROBLEMA DEL CORAZÓN.
1. DUROS DE ROSTRO
Y DE EMPEDERNIDO CORAZÓN. Ezequiel 2: 4. Yo, pues, te envío a hijos de duro
rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor.
2. CORAZÓN
DE PIEDRA. Ezequiel 11: 19. Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré
dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les
daré un corazón de carne,
Ezequiel 36:
26. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y
quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
3. CORAZÓN
SIN ENTENDIMIENTO. Deuteronomio 29:4. Pero hasta hoy Jehová no os ha dado
corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.
4. CORAZÓN
INCLINADO AL MAL. Génesis 6: 5. Y vio Jehová que la maldad de los hombres era
mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de
ellos era de continuo solamente el mal.
5. CORAZÓN
MALVADO. Jeremías 3:17. En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová,
y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni
andarán más tras la dureza de su malvado corazón.
Jeremías 7: 24. Y no oyeron ni inclinaron su
oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón
malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante,
6. CORAZÓN
PERVERSO. Jeremías 17: 9. Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y
perverso; ¿quién lo conocerá?
7. CORAZÓN
DE INCREDULIDAD. Hebreos 3: 12. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de
vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
DIOS QUIERE QUE
TENGAMOS UN CORAZÓN LIMPIO.
Mateo 5:8:
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.”
Permítanos
decirle cómo conocer a Dios. Purifique su corazón y usted verá a Dios con los
ojos de la fe. Jesús no habla de limpiar nuestro cuerpo físico. Si su corazón
espiritual está limpio, entonces sus ojos espirituales verán. Hebreos 11:27
dice que Moisés “se sostuvo como viendo al Invisible”. Limpie su corazón y verá
al Dios invisible en las circunstancias, en la naturaleza, en el rostro de su esposo
(a), su hijo (a), su nieto (a). Lo verá en las Escrituras. Dios será una
realidad viviente para usted.
ESTE ES EL
MAYOR ANHELO DE NUESTRO CORAZÓN, ESTAR UNIDOS A JESUCRISTO POR TODA LA
ETERNIDAD.
Apocalipsis
22:17: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que
tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”
Dios utilizó
la analogía de una boda para describir el momento cuando llegamos a ser uno con
nuestro Señor Jesucristo. Cuando lleguemos a ser uno con Dios por la eternidad,
lo conoceremos en una manera más íntima de la que lo conocemos ahora. Dios lo
llama “las bodas del Cordero”.
El pastor
Rogers testificó: “Cuando pienso al respecto, no me molesta decirle que la idea
de ser arrebatado para encontrarme con el Señor en gloria y conocerle cara a
cara, es de tal satisfacción, que la Biblia describa dicho evento como la
consumación matrimonial. ¡Eso me emociona!”
Cuando
medita acerca de la segunda venida de Cristo, ¿palpita su corazón de emoción? ¿Anhela
su retorno y su reino?
Salmos 32:1:
“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su
pecado.”
Lo peor que
le pudiese pasar a la gente pecadora sería vivir en un medio ambiente perfecto.
Si Dios hubiera dejado a Adán en el huerto de Edén, Adán no hubiera sabido que
tenía la letal infección del pecado. Y no hubiese buscado el tratamiento para
éste, el cual se encuentra en el derramamiento de sangre. Los problemas no son
para nuestra destrucción, sino para acercarnos a Jesucristo quien provee el
remedio del pecado por medio de su sangre derramada en la cruz. El problema del
pecado es real y terrible, pero trae consigo la posibilidad de ser perdonados y
ser cubiertos con la justicia de Cristo.
¿Cuándo fue
la última vez que le dio gracias a Dios por los problemas en su vida?
CRECIENDO
HACIA LA MADUREZ.
“Vosotros también, poniendo toda
diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud,
conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la
paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos
ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”. 2 Pedro
1:5-8.
Envejecer no
es un gran desafío. Lo único que hay que hacer es seguir respirando. No hay que
pensar, hacer ejercicios, leer, tomar algún curso especial, viajar o salir de
la casa. Lo único que debemos hacer, es existir. Envejecer ocurrirá
automáticamente. Créame. Envejeceremos sin ningún esfuerzo.
Madurar, sin
embargo es una jornada cuesta arriba. Tenemos que dar todo de nosotros. Para
comenzar, no podemos permitir que nuestra actitud tome el control. Si lo
hacemos, nos volveremos personas negativas y quejumbrosas. También, nuestro
sentido del humor se ahogará entre las malas noticias y las perspectivas
prejuiciosas. Encontraremos toda clase de personas de nuestra edad que han
optado por tener una cara larga que refleja sospecha, desánimo, monotonía,
resentimiento y temor al riesgo. Es más, si realmente nos comprometemos a
madurar, tendremos que enfrentar un hecho doloroso: podemos aprender mucho de
los que son más jóvenes, hasta de los niños.
Fomentar la
madurez y el cultivo del carácter es exactamente aquello que el Padre celestial
desea al mencionar estas características: “poniendo toda diligencia por esto
mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento,
dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la
piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor..” (2 Pedro 1:5-7)
La clave
para ser seguidores de Jesús maduros y eficaces es que estas virtudes estén en
nosotros y abunden (v.8). El objetivo no es solo alcanzar una meta, sino seguir
avanzando; no sólo ser cristianos, sino progresar en la madurez cristiana. Como
solía decir un amigo: “Cuando nos damos cuenta que estamos verdes, decidimos
crecer; y cuando vemos la necesidad de crecer y conocer más y mejor a Cristo es
que comenzamos a madurar.”
Noticias del
Instituto Bíblico de BBN.
EJEMPLO DE
UN CORAZÓN ENDURECIDO.
Diario de
una joven asesina.
Por el
Hermano Pablo.
Era su
librito de apuntes diarios, apuntes que iba haciendo, cada día, una joven de
catorce años de edad. ¿Qué cosas podría escribir en ese diario? Cosas
juveniles: impresiones de muchachos, actividades de colegio, paseos, fiestas.
Pero un día,
justamente el primero de enero, la joven escribió: «Querido diario: Es
principio de año, y ya no aguanto más. Tengo que quitarme de encima una carga
que ya no puedo llevar. Yo maté a mi hermanita.»
El diario
sigue narrando: «Fui hasta su cuarto y le dije que la quería mucho. Cubrí,
entonces, su boca, y la sofoqué. Tú, mi querido diario, eres a quien primero le
cuento. Gracias. Ahora me siento mejor.»
Ya hacía cinco
meses que esta adolescente había matado a su hermanita de cuatro años de edad.
Cuando hallaron el cuerpo de la chiquita, el médico forense determinó que era
«muerte por asfixia traumática». La investigación no produjo ningún resultado.
Pero sucedió que los padres de la hija mayor descubrieron su diario.
Por más que
queramos callar la voz de nuestra conciencia, no podemos. Tarde o temprano su
grito se oirá.
¿Qué está
pasando en los hogares, en las familias, en los adolescentes? Esta joven no
carecía de nada. Tenía buenos padres, buena casa, buen colegio, buenos amigos,
buena ropa, buen calzado, buenas cosas. ¿Por qué, de un modo sorpresivo y
brutal, mató a su hermanita?
En parte tiene que ver con la
violencia que los adolescentes ven en la televisión, la cual se va acumulando
en su psiquis. Cuando ésta se llena a más no poder, el adolescente no tarda en
poner en práctica más de alguna de esas cosas.
Tampoco se
descarta la posibilidad de los contactos con sectas extrañas. Lo que padres
incautamente podrán llamar «chifladuras de adolescentes» puede que sean
relaciones, incluso satánicas, cosa que está más extendida de lo que parece.
La fuerza
moral más potente del mundo está en Jesucristo. Si nosotros, como padres,
descuidamos nuestra propia vida espiritual, con eso dirigimos a nuestros hijos
por el camino de la perdición.
Hagamos de
Cristo el Señor de nuestra vida. Tanto nosotros como nuestros hijos necesitamos
ese poder. Sólo Cristo nos pone a salvo de toda fuerza maligna. Él desea ser
nuestro Señor. Coronémoslo Rey de nuestra vida hoy mismo.
¿QUÉ TIENES
DENTRO DE TÚ CORAZÓN?
¿QUIÉN
GANARÁ?
Todo lo que
hacemos, cómo nos comportamos, hablamos, lo que hacemos, a lo que dedicamos
nuestras fuerzas, nuestro tiempo, responde a lo que tenemos dentro de nosotros.
Un viejo
jefe de una tribu estaba conversando con sus nietos acerca de la vida, y les
dijo: “Una vieja pelea está ocurriendo dentro de mí, es entre dos lobos; uno de
los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia,
culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, competencia,
superioridad, egolatría. El otro es bondad, alegría, paz, amor, esperanza,
serenidad, humildad, dulzura, generosidad, benevolencia, amistad, empatía,
verdad, compasión y fe. Esta misma pelea está ocurriendo continuamente dentro
de ustedes y dentro de todos los seres de la tierra” Los niños se quedaron pensativos, y
uno de ellos preguntó a su abuelo: ¿Cuál de los lobos ganará?
-"El
que alimentes"- Respondió el viejo cacique.
Todos los
seres humanos, por nuestra naturaleza, tenemos estos dos lobos en nuestro
interior, sentimientos que luchan por dominarnos.
Antes de
conocer a Dios el primer lobo era el que gobernaba nuestra forma de actuar,
pensar, hablar, sentir, etc., pero una vez que aceptamos a Jesús en nuestros
corazones y dejamos que Él tome el control de nuestras vidas, el segundo lobo
empieza a crecer y a hacerle frente al que antes nos gobernaba.
Es una pelea
constante, por lo que debemos asegurarnos de alimentar al lobo correcto. Es una
decisión que se toma día a día, a cada instante estamos alimentando a uno de
ellos y el resultado final sólo dependerá de nosotros.
“El hombre
bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal
tesoro de su corazón saca lo malo, porque de la abundancia del corazón habla la
boca”. Lucas 6:45.
¿A qué lobo
estás alimentando?
Autora.
Ana María Frege Issa.
Coordinadora
Call Center.
¿CÓMO ES SU
CORAZÓN EN SU VIDA DIARIA?
¿POR QUÉ
ESTAS DESANIMADO(A)?
En un bazar
de artículos usados se estableció un puesto que estaba rotulado “Armas
Poderosas contra las personas”, cuando una persona fue atraída hacia aquel
módulo, el encargado y él tuvieron una conversación:
Cliente:
¿Cuáles son esas armas que tiene a la venta?
Encargado:
Tengo ésta que es gigantesca y da la impresión de ser indestructible, se llama
orgullo. Esta otra, que produce mucho humo contagioso que se esparce fácilmente
y al contaminarte debes recibir un tratamiento complicado, se llama enojo. Esta
de aquí, es muy popular por lo fácil de cargar, y esa es la mentira.
Después de
haber dado a conocer cada arma, el encargado hizo una pausa, e inclinándose
debajo de la mesa le comento: Existe una arma, es la más pequeña de todas y
pasa desapercibida por muchos, pero es poderosísima.
A lo que el
cliente contesto: ¿Cuál es esa arma?
Encargado:
Es el DESANIMO, contestó con una sonrisa irónica.
Creo que
todos hemos sido atacados con el arma del desánimo en diferentes circunstancias
y cuando está herido parece que ya nada importa, no hay porqué seguir adelante,
nos detiene en el camino y nos quita la fe y la esperanza dejándonos
susceptibles y frágiles.
Parte del
Salmo 42:5-6 dice“ ¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi
corazón?, sin duda hay un motivo para estar intranquilos y desanimados, pero
prosigue el salmo diciendo: ¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo
alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios!”, el antídoto es fe en Dios y la confianza
plena en su providencia.
Haz un
análisis interno y pregúntate ¿Por qué estoy desanimado/a? pero no con la
actitud de dar una respuesta, sino, con el ánimo de recobrar fuerzas en Dios.
¡No permitas
ser atacado con esta arma, sino lucha porque Dios está contigo!
“Pero cada
día el Señor derrama su amor inagotable sobre mí, y todas las noches entono sus
cánticos y oro a Dios, quien me da vida.” Salmos42:8 NTV.
Autora.
Soraida Fuentes.
UN CORAZÓN
AMOROSO.
Primera Juan 5:3: “Pues este es el
amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son
gravosos.”
La sumisión
es un término que ha sido lamentablemente distorsionado porque hay hombres que
han usado esta palabra como un arma para lastimar a sus esposas en lugar de
usarla como una herramienta para construir su hogar. Cuando Dios le dice a la
esposa que se someta a su esposo, Él a su vez le manda al esposo amar a su
esposa. (Efesios 5:22-25). Cuando Dios le dice a los hijos que obedezcan a sus
padres, Él también instruye a los padres a “no provoquéis a ira a vuestros
hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4). Cuando
el Señor le manda que se someta a Él, es por su bien (Santiago 4:7). Jesús es
la cabeza de la iglesia y Él nos dirige por amor. Igualmente debería serlo en
el hogar.
Dialogue el
principio de la sumisión con su familia y amigos esta semana. Compare el
contraste entre lo que el mundo dice que significa la sumisión, y lo que Dios
anhela de nosotros.
UN CORAZÓN
CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS.
Salmos
84:11: “Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en
integridad.”
Existen tres
palabras que se conjugaron en el Calvario: justicia, misericordia y gracia.
1. La
justicia es recibir lo que merecemos.
2. La
misericordia es no recibir lo que merecemos.
3. La gracia
es recibir lo que no merecemos.
Pero espere, ¡la gracia es más que eso! Es
gracia que otorgada a un alto costo. No es barata. La gracia costó la vida del
Hijo de Dios. Jesús derramó su sangre y agonizó en la cruz voluntariamente.
¿Sabía usted
que la gracia nos tiene que perseguir? Si Dios no corriera más rápido que
nosotros, nunca llegaríamos a salvarnos. La gracia busca darle al depravado y
al inicuo eso que no merecen, ni nunca jamás podrán merecer.
¿Es usted un
dador de gracia? Hágale un favor a alguien hoy... algo que él o ella no se lo
pueda pagar. Tal vez sea un desconocido a quien nunca vuelva a ver.
UN CORAZÓN
DE PADRE.
Un niño pasó
toda la tarde ajustando trozos de madera con clavos. Luego salió del taller con
un barco de tres puentes y espero ansioso a su padre.
Entrada la
noche, éste volvió a casa cansado y preocupado. No miro al pequeño que muy
emocionado quería mostrarle su obra de arte. El niño fue a acostarse muy
triste...
Quizá tu
niñez haya estado privada de un padre, sea a causa de muerte, divorcio, sea
sencillamente por la ausencia de una verdadera relación afectiva. Sin embargo,
nuestro Padre Celestial nunca te perdió de vista. “Aunque mi padre y mi madre
me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá”. Salmos 27:10.
Cuando diste
tus primeros pasos y tuviste tus primeras caídas, cuando se perdió y anduvo
vagando enloquecido, cuando eras el blanco de las burlas de tus compañeros y
cada vez que fuiste herido y lastimado. ¿Acaso no te diste cuenta, ni
comprendido su amor por ti?
Su amor es
incondicional y no depende de los éxitos de su criatura. Él te ama tal como
eres, está pendiente de tus necesidades, problemas, alegrías, proyectos. Eres
único para su corazón de Padre.
Porque Dios
es amor, en esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió
a su hijo unigénito al mundo, para que vivamos para Él. En esto consiste el
amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero y
envió a su hijo.
“Mirad cuál amor nos ha dado el
Padre, para que seamos llamados hijos de Dios” 1 Juan 3:1.
Autora.
Telma Céspedes.
TENGAMOS UN
CORAZÓN COMPASIVO PARA COMPARTIR LAS BUENAS NUEVAS DE SALVACIÓN.
“Porque
serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído” (Hechos
22:15).
¿Qué es lo
más importante en su vida, hoy? ¿El mirar su diaria telenovela, o el invitar a
su casa a un vecino no salvo y tener la oportunidad de hablarle de Jesús? ¿Es
más importante para usted el reunir a sus amigos para jugar un partido de
básquetbol o fútbol, o ir a visitar a su padre inconverso? ¿Le interesa más ir
de compras, que sacar tiempo para leer la Biblia a una persona no salva, en un
asilo de ancianos? Amigo, su tiempo se está terminando. Y usted no podrá
testificar en el cielo. Esa es su responsabilidad y privilegio terrenal, ahora.
Ninguno de nosotros sabe cuántos días, horas, o minutos de vida le quedan.
Debemos aprovechar las doradas oportunidades que Dios nos da diariamente para
testificar.
Imagínese
que hoy es su último día sobre la faz de la tierra. ¡Pues vívalo como si en
realidad lo fuera!
¡! BUENAS
NOTICIAS Y NO MALAS NOTICIAS!!
APARTADOS
PARA EL EVANGELIO, TESTIGOS DE CRISTO Y LLEVANDO EL MENSAJE DE SALVACIÓN.
Apartado
para el evangelio de Dios. Romanos 1:1.
Millares de
bebitos nacen cada día en un mundo lleno de malas noticias. Las palabras malas
noticias han llegado a ser una expresión común y corriente para describir
nuestra época.
¿Por qué hay
tantas malas noticias? Es sencillo. La mala noticia que ocurre a mayor escala
es solamente la multiplicación de lo que está ocurriendo en el ámbito individual.
El poder que contribuye a las malas noticias es el pecado.
Con tantas
malas noticias, ¿puede haber alguna buena noticia? ¡Sí! Las buenas noticias son
que puede resolverse el problema del pecado. No hay que ser egoísta. Pueden
mitigarse la culpabilidad y la ansiedad. Hay sentido para la vida y esperanza
de vida después de la muerte. El apóstol Pablo dice en Romanos 1:1 que las
buenas nuevas es el evangelio. Es las buenas nuevas de que puede ser perdonado
el pecado del hombre, puede quitarse la culpabilidad, puede tener sentido la
vida y una esperanza futura puede ser una realidad.
¿LLEVA USTED
UNA BALA EN EL CORAZÓN?
Una bala en
la cabeza.
Por el
Hermano Pablo.
Llevaba diez
años de sufrir dolores de cabeza. Primero pensó que era exceso de trabajo. Después
le dijeron que podría ser migraña. Un médico le diagnosticó sinusitis. Pero
Bruce Levón no hallaba alivio de ninguna manera, y por fin le sacaron una
radiografía. El resultado fue interesante. Bruce tenía una bala incrustada en
la base del cráneo.
Diez años
atrás, en un baile, alguien había disparado al azar. Bruce recibió el plomo en
la cabeza, aunque sólo sintió un rasguño. Más temprano, camino al baile, Bruce
había tenido un accidente de automóvil, y él siempre pensó que el rasguño había
sido el resultado de algún vidrio del parabrisas.
No es nada
común vivir diez años con una bala en la cabeza, aunque es cierto que casos
como éste se encuentran en los archivos médicos. El cuerpo es un mecanismo
maravilloso que se adapta a muchas interferencias, pero vivir diez años con una
bala en la cabeza es extraordinario.
Sin embargo,
hay miles de personas que sí llevan algo en la cabeza y en el corazón que daña
y hiere y agravia y deteriora. Son las ofensas no perdonadas. Nada produce más
daño en el corazón que cargar una injuria, un daño, una ofensa no perdonada.
La reacción
normal es defendernos diciendo: «Fue él quien me hizo el mal. Que venga él a mí
y me pida perdón.»
Jesucristo,
en su Sermón del Monte, dijo algo muy interesante: «Por lo tanto, si estás presentando
tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti,
deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu
hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda» (Mateo 5:23-24).
Tomemos nota
de la importantísima frase: «y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra
ti.» Esto quiere decir que es el ofendido quien debe buscar la paz con el que
lo ofendió. De no ser así, si no nos busca el que nos ofendió, nunca estaremos
en paz. Y es que importa mucho que no carguemos toda la vida un resentimiento
no perdonado. Porque nada produce más daño personal que cargar en la mente y en
el corazón una ofensa no perdonada.
Nosotros
somos los únicos que podemos extraer la bala que tenemos en el corazón.
Busquemos al que nos ofendió y reconciliémonos con él. Si no lo hacemos,
llevaremos esa carga hasta la muerte. Jesucristo nos dará la gracia para
hacerlo. Nuestra tranquilidad depende de eso. No perdamos más tiempo. Busquemos
la ayuda de Dios.
DIOS QUIERE
NUESTRO CORAZÓN.
“El que
halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de Mí, la hallará”
(Mateo 10:39).
En una
ocasión el pastor Rogers afirmó: “Nosotros no tenemos nada que Dios necesite.
Piense al respecto. Si yo fuera rico y quisiera dar mis riquezas a Dios, no lo
haría más rico. Él es el dueño de todo. Si yo fuera sabio, y le diera mi
sabiduría a Dios, no podría hacerle más sabio. Él es Omnisciente. Si yo fuera
poderoso, y diese mi poder a Dios, no podría hacerle más poderoso. Él es
Omnipotente, Todopoderoso. Dios quiere una sola cosa de sus hijos: nuestro
corazón. Si oramos a Dios sin haberle entregado nuestro corazón, nos estamos
burlando de Él. Si predicamos sin haberle entregado nuestro corazón, estamos
predicando en ignorancia.”
Dios le está
diciendo hoy: “Dame tu corazón.” ¿Cómo responderá usted?
Lea Lucas
9:23-27. ¿Qué es lo que le detiene para que rinda su vida completamente a Él?
9:23 Y decía
a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz
cada día, y sígame.
9:24 Porque
todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por
causa de mí, éste la salvará.
9:25 Pues
¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí
mismo?
9:26 Porque
el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo
del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos
ángeles.
9:27 Pero os
digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la
muerte hasta que vean el reino de Dios.
CORAZÓN
ARDIENTE.
SEÑOR JESÚS,
MANTEN ARDIENDO MI CORAZÓN.
“Recordad
que en ese tiempo estabais separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de
Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza, y sin Dios en
el mundo”. —Efesios 2:12
El delicioso aroma de carne asada se olía
por toda la casa. Tres damas, muy especiales, se encontraban en la cocina
preparando el almuerzo. La casa presentaba un ambiente relajado que invitaba a
sentarse cerca de la chimenea.
Uno de mis
amigos sentado en uno de los sillones nos contaba sobre un pez que se le
escapó. Mientras lo hacía, yo fijé mi vista en uno de los letreros de madera
que estaba cerca de la chimenea. El cuarto estaba muy oscuro para que yo
pudiera leer desde donde estaba sentado pero me intrigaba; extrañamente atraído
a ese letrero me acerqué para leerlo. Pase mis dedos sobre el contorno de cada
letra mientras pronunciaba las palabras musitando. El letrero decía: «Si tu
corazón está frío, mi fuego no puede calentarlo».
Esta frase
era certera, las chimeneas no calientan los corazones. Tampoco una gran casa de
diez cuartos, ni tampoco un salario de muchos dígitos. No, solo el fuego del
Dios viviente puede calentar un corazón frío.
Me volví a
sentar y mientras miraba el fuego, oré a Dios diciendo: «Señor Jesús, mantén
ardiendo mi corazón. Detenme cuando empiece a alejarme a cosas que yo pienso
que me harán feliz. No permitas que te reemplace por ninguna cosa o persona».
Nos llamaron
a cenar y nos levantamos. Miré nuevamente hacia la chimenea y recordé la frase:
«Si tu corazón está frío, mi fuego no puede calentarlo». Le agradecí a Dios por
Su fuego que nunca se ha apagado en mi corazón.
Esa escena
memorable me ocurrió hace varias décadas. De vez en cuando, mi corazón se ha
enfriado. Sin embargo, hoy está apasionado por Dios y Él nunca me dejó cuando
estaba frío.
"...Solo el fuego del Dios viviente
puede calentar un corazón frío”.
Autor.
Pastor Charles R. Swindoll.
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