viernes, 22 de junio de 2018

LA GRATITUD ES UNA ACTITUD HACIA EL DIOS QUE NOS HA DADO TODO.


LA GRATITUD ES UNA ACTITUD HACIA EL DIOS QUE NOS HA DADO TODO.
Éxodos 13:3: “Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Jehová os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado.”
Toda nación por lo general anualmente honra a los soldados que lucharon y dieron su vida para que otros pudiesen tener el derecho y privilegio de vivir en un país libre. Recordar o tener memoria es importante. De hecho, Dios le dio instrucciones a su pueblo en muchas ocasiones que recordaran de dónde habían salido y se acordaran de su intervención divina. Es por la poderosa mano de Dios que somos salvos, que somos protegidos, y podemos vivir en una nación libre. Nunca tome la libertad a la ligera. Ésta es un preciado producto por el cual el mundo está hambriento. Su protección es una gran responsabilidad que se nos delegó.
¿Conoce usted a alguna persona que ha servido en las fuerzas armadas de su país? Exprésele esta semana su gratitud por su servicio a la nación.
Recuerda alguna acción que hicieron por usted sus padres, maestros, amigos, hermanos de la iglesia?, entonces vaya y expréselo personalmente.
¿ESTÁ USTED AGRADECIDO CON EL SEÑOR POR SU SALVACIÓN?, ENTONCES COMPARTA ESTE TESORO CON UNA PERSONA QUE NO CONOCE A JESUCRISTO EL SEÑOR.
El TESORO ESCONDIDO.
Por el Hermano Pablo.
Don Julio Gómez Arbizú hacía un viaje a caballo por el campo. Al ocultarse el sol, pidió posada en una casa que estaba a la vera del camino. La casa tenía aspecto de pobreza. No había muebles, y la alimentación era escasa. Todo daba la impresión de suma indigencia.
La señora de la casa era joven, y sin embargo en su rostro se veían las huellas de una vida llena de sinsabores. No era de extrañarse. Su esposo era un borracho empedernido que la maltrataba una y otra vez.
Mientras el visitante miraba el aspecto de aquel hogar, vio una vieja y olvidada Biblia que estaba en un rincón. Al despedirse, le dijo a la familia: «Hay en esta casa un tesoro que los puede hacer ricos.»
Después que el forastero partió, los dueños de la casa comenzaron a buscar lo que a su juicio tendría que ser una joya o una vasija llena de oro. Hasta hicieron hoyos en el piso, pero todo sin resultado.
Un día la señora levantó la Biblia olvidada, y encontró escrita en la guarda esta nota: «Lea Salmo 119:72.» En ese pasaje de los Salmos encontró la siguiente afirmación: «Para mí es más valiosa tu enseñanza que millares de monedas de oro y plata.» La señora, recordando las palabras del visitante, se preguntó: «¿Será éste el tesoro del que habló el forastero?»
Así que le comunicó al resto de la familia lo que pensaba, y empezaron a leer la Biblia. Con eso, un gran milagro comenzó a efectuarse. El borracho se convirtió en un hombre trabajador. El color volvió a las mejillas de la señora. La armonía desplazó el resentimiento, y la felicidad retornó al hogar.
Cuando el forastero visitó de nuevo la casa, había desaparecido de ella todo indicio de tristeza. En su lugar reinaba la paz. Con el corazón rebosante de gratitud, la familia le dijo: «Encontramos el tesoro, que se ha convertido en todo lo que usted nos dijo.»
Lo cierto es que la Biblia es el Libro por excelencia. Produce resultados positivos en la vida de quienes lo estudian con fe y con devoción.
¿Con cuánta frecuencia leemos nosotros la Biblia? ¿Hemos leído la historia de Abraham? ¿Hemos experimentado la satisfacción que produce la lectura de los Salmos? ¿Hemos seguido la vida de Cristo? Si no hemos leído la Biblia, hemos hecho caso omiso del mensaje más importante para nuestra vida.
Leamos la Biblia. En ella encontraremos tesoros que cambiarán nuestra vida. Leámosla con sinceridad y fe. Dios, mediante su Santa Palabra, quiere hablarnos. Leamos ese tesoro que hace rico a todo el que lo descubre.
EXPRESAR LA GRATITUD POR LO QUE DIOS HACE EN NUESTRAS VIDAS.
Isaías 38:1-22
1En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: Así dice el SEÑOR: "Pon tu casa en orden, porque morirás y no vivirás." 2Entonces Ezequías volvió su rostro hacia la pared y oró al SEÑOR, 3y dijo: Te ruego, oh SEÑOR, que te acuerdes ahora de cómo yo he andado delante de ti en verdad y con corazón íntegro, y he hecho lo bueno ante tus ojos. Y Ezequías lloró amargamente. 4Entonces la palabra del SEÑOR vino a Isaías, diciendo: 5Ve y di a Ezequías: "Así dice el SEÑOR, Dios de tu padre David: 'He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas; he aquí, añadiré quince años a tus días. 6'Y te libraré a ti y a esta ciudad de la mano del rey de Asiria, y defenderé esta ciudad.'" 7Esta será para ti la señal del SEÑOR, de que el SEÑOR hará lo que ha dicho: 8He aquí, haré que la sombra en las gradas, que ha descendido con el sol en las gradas de Acaz, vuelva atrás diez grados. Y la sombra del sol retrocedió diez grados en las gradas por las que había descendido.
DANDO GRACIAS POR TODO A DIOS. Y HACIENDO TODO SIN MURMURACIÓN.
“Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo” (Filipenses 2:14-15).
¿Sabe cuál es el problema, con muchos de nosotros, cuando obedecemos a Dios? Murmuramos acerca del asunto mientras lo efectuamos. Y Dios toma nota de esa clase de actitud, porque “obediencia a medias” no es obediencia de ninguna manera. Recuerde: Dios mira el corazón, no la obra (vea 1 Samuel 16:7). ¿Sabe por qué murmuramos? Porque hemos desviado nuestros ojos del Calvario. Jesús no murmuró en su camino hacia la cruz. No lo hizo. ¿Agradece usted a Dios por las pérdidas en su vida? ¿O sólo lo hace cuando hay ganancias? ¿Cuándo se siente más cerca de Dios: durante las pruebas o durante los tiempos de calma?
¿POR QUÉ DEBE DAR GRACIAS?
“Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Efesios 5:20).
SEA AGRADECIDO CON EL SEÑOR JESUCRISTO Y ENTONCES COMPARTA ESE INMENSO REGALO CON OTRA PERSONA QUE NO CONOCE A JESUCRISTO.
“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” (Romanos 10:14).
SU PAPEL ES IR Y COMPARTIR EL MENSAJE DE SALVACIÓN.
EL PAPEL DEL OYENTE ES CREER EN EL MENSAJE Y RECIBIR A JESUCRISTO COMO SU SEÑOR Y ÚNICO SALVADOR.
SU TESTIMONIO  AL MUNDO ES FUNDAMENTAL.
Usted es una ayuda o un estorbo cuando se trata de alcanzar el mundo para Cristo. ¿Por qué? Porque, sea que le guste o no, el mundo está mirando su comportamiento de “domingo en la iglesia”, y lo compara con su comportamiento del “lunes en el trabajo”, o del “sábado de descanso y diversión”. El mayor argumento a favor de Cristo y el mayor argumento contra Cristo, es la vida de un creyente. “¡Permita que las luces tenues alumbren! ¡Envíe un rayo luminoso sobre las olas! Algún pobre y casi desmayado marinero pudiera usted rescatar, pudiera usted salvar” (Philip P. Bliss).
¿Ven sus vecinos que usted invierte su tiempo y recursos para ayudarle a ellos cuando están en necesidad? ¿Son testigos de cómo usted trata a su familia o cómo entretiene a sus amigos? ¿Sabe el nombre de sus vecinos? Amigo, la mano que tiene un dedo apuntándole, ¡tiene tres dedos apuntando al apuntador!
¡Traigamos una alma a Jesús, para que Él la salve hoy!
MANTEN UNA ACTITUD DE AGRADECIMIENTO.
LA ACTITUD ES LO QUE CUENTA.
Necesitamos vivir con esa actitud de agradecimiento a Dios, la gratitud es un reconocimiento de que la vida no me debe nada y todo lo he recibido como un regalo.
Todo lo que tengo es un verdadero regalo. Mi esposa es un regalo, mis hijos son un regalo, mi cuerpo es un regalo, la comida es un regalo, la casa es un regalo.
La gratitud es el punto donde comienzo a experimentar a Dios de una manera poderosa, sin comparación alguna, y maravillosa.
El Talmud judío narra la conocida historia de Bruria. Bruria y su esposo, Rabbi Meir, tenían dos hijos los cuales murieron un viernes antes del Sabbat.
Bruria decidió no decirle a su esposo acerca de la muerte de sus dos hijos sino después de celebrar el Sabbat, ya que de acuerdo a la ley judía no se permite tener un funeral ni expresar luto en el sábado. De todas maneras no había nada que ellos pudieran hacer sino hasta después de ese día.
Guardó la información para ella misma y dejó que su esposo gozara la celebración del Sabbat.
(Imagínese la capacidad de esa mujer para hacer eso, tratando de explicarle a su esposo dónde estaban sus hijos).
Cuando la celebración del sábado terminó, ella le preguntó a su esposo:
–¿Cuál debe ser la apropiada actitud de una persona a quien le han prestado dos joyas muy valiosas y el propietario de las joyas ha pedido que se las retorne?
El esposo respondió:
–Esa persona necesita regresarlas al propietario.
Entonces Bruria tomó a su esposo de la mano y lo llevó al cuarto donde yacían sus hijos muertos y le dijo:
–Dios nos ha solicitado que le retornemos las dos joyas que nos prestó.
Bruria enseñó de esa manera la lección transformadora de la vida. Todo lo que tenemos no sólo en un regalo, sino también un préstamo. No somos señores de nada, somos siervos a quien el Señor les ha prestado todo.
“Todos daban gracias al Señor, y a una le cantaban esta alabanza: “Dios es bueno; su gran amor por Israel perdura para siempre”. Y todo el pueblo alabó con grandes aclamaciones al Señor, porque se habían echado los cimientos del templo”. Esdras 3:11.
“Si juzgas que tienes pocos bienes para agradecer a Dios, agradécele al menos… los muchos males que no tienes en la vida”.
Autor Desconocido
Dr. Serafín Contreras Galeano
Fragmento De su libro: Familia de Gloria o Familia de Escoria.
SEAMOS AGRADECIDOS CON LAS PERSONAS QUE NOS HACEN FELICES; ELLOS SON LOS JARDINEROS QUE HACEN FLORECER NUESTRAS ALMAS.
Renuevo.net.

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