DEBEMOS ENTENDER
COMO CRISTIANOS EL COSTO DE NUESTRA SALVACIÓN.
“ENTENDER EL
COSTO”
“Porque
habéis sido comprados por precio…” —1 Corintios 6:20
Hace poco,
le regalamos a nuestro hijo de dos años un par de botas nuevas. Estaba tan
contento que no se las sacó hasta la hora de dormir. Pero, al día siguiente, se
olvidó por completo de ellas y se puso sus zapatillas viejas. Mi esposa dijo:
«Ojalá supiera cuánto cuestan las cosas».
Las botas
eran caras, pero un niño pequeño no entiende nada sobre las horas de trabajo,
los salarios y los impuestos. Un chico recibe los regalos de buena gana, pero
sabemos que no se puede esperar que aprecie plenamente el sacrificio que hacen
sus padres para darle cosas nuevas.
A veces, me
comporto como un niño. Con brazos abiertos, recibo los regalos de Dios y sus
infinitas misericordias, pero, ¿soy agradecido? ¿Considero el precio que se
pagó para que yo pueda vivir una vida plena?
El costo fue
muy alto… más que «cosas corruptibles, como oro o plata». Como leemos en 1
Pedro, se requirió «la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha
y sin contaminación» (1:18-19). Jesús dio su vida, un alto precio que pagar,
para transformarnos en parte de su familia. Y Dios lo levantó de los muertos
(v. 21). Cuando entendemos el costo de nuestra salvación, aprendemos a ser
verdaderamente agradecidos y rendimos nuestra vida a Él. No olvidemos que
nuestra vida le pertenece a Dios. Autor: Escritores de Nuestro Pan Diario.
POR ESTA
RAZÓN, DIOS QUIERE QUE BUSQUEMOS EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA.
“Más buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas” (Mateo 6:33).
Muchos
creyentes son tan materialistas que nunca miran más allá del mundo físico al
Cristo excelso en los cielos. Ellos sólo pueden ver lo que pueden racionalizar
con sus cinco sentidos: el tacto, el paladar, el olfato, la vista, el oír.
Cuando un problema aparece, éste apaga toda vela en sus almas, expulsa el sol
de su cielo, y no pueden disfrutar el pan diario de vida que Jesús promete.
Algunos que leen esto, tienen un problema gigantesco pues este mundo se dirige
a la obvia destrucción. Si usted está buscando su justicia, Dios le dará todo
lo que necesita. Usted tiene a Dios de su parte: el Rey de reyes, el Señor de
señores. ¡Y no lo olvide!
Lea todo el
contexto de donde Mateo 6:33 es tomado: Mateo 6:19-34. No os hagáis tesoros en
la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y
hurtan;
6:20 sino
haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde
ladrones no minan ni hurtan.
6:21 Porque
donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
6:22 La
lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo
estará lleno de luz;
6:23 pero si
tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estaráen tinieblas. Así que, si la luz que en
ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
6:24 Ninguno
puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o
estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las
riquezas.
6:25 Por
tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis
de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que
el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
6:26 Mirad
las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y
vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
6:27 ¿Y
quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
6:28 Y por
el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen:
no trabajan ni hilan;
6:29 pero os
digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
6:30 Y si la
hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así,
¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
6:31 No os
afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
6:32 Porque
los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que
tenéis necesidad de todas estas cosas.
6:33 Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.
6:34 Así
que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su
afán. Basta a cada día su propio mal. Ahora, escriba Mateo 6:33 en un papel.
Póngalo en su billetera como recordatorio de dónde debe estar su tesoro y que
usted debe buscar primeramente la justicia de Dios.
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