sábado, 6 de octubre de 2018

DEBEMOS ENTENDER COMO CRISTIANOS EL COSTO DE NUESTRA SALVACIÓN.


DEBEMOS ENTENDER COMO CRISTIANOS EL COSTO DE NUESTRA SALVACIÓN.
“ENTENDER EL COSTO”
“Porque habéis sido comprados por precio…” —1 Corintios 6:20
Hace poco, le regalamos a nuestro hijo de dos años un par de botas nuevas. Estaba tan contento que no se las sacó hasta la hora de dormir. Pero, al día siguiente, se olvidó por completo de ellas y se puso sus zapatillas viejas. Mi esposa dijo: «Ojalá supiera cuánto cuestan las cosas».
Las botas eran caras, pero un niño pequeño no entiende nada sobre las horas de trabajo, los salarios y los impuestos. Un chico recibe los regalos de buena gana, pero sabemos que no se puede esperar que aprecie plenamente el sacrificio que hacen sus padres para darle cosas nuevas.
A veces, me comporto como un niño. Con brazos abiertos, recibo los regalos de Dios y sus infinitas misericordias, pero, ¿soy agradecido? ¿Considero el precio que se pagó para que yo pueda vivir una vida plena?
El costo fue muy alto… más que «cosas corruptibles, como oro o plata». Como leemos en 1 Pedro, se requirió «la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación» (1:18-19). Jesús dio su vida, un alto precio que pagar, para transformarnos en parte de su familia. Y Dios lo levantó de los muertos (v. 21). Cuando entendemos el costo de nuestra salvación, aprendemos a ser verdaderamente agradecidos y rendimos nuestra vida a Él. No olvidemos que nuestra vida le pertenece a Dios. Autor: Escritores de Nuestro Pan Diario.
POR ESTA RAZÓN, DIOS QUIERE QUE BUSQUEMOS EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA.
“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
Muchos creyentes son tan materialistas que nunca miran más allá del mundo físico al Cristo excelso en los cielos. Ellos sólo pueden ver lo que pueden racionalizar con sus cinco sentidos: el tacto, el paladar, el olfato, la vista, el oír. Cuando un problema aparece, éste apaga toda vela en sus almas, expulsa el sol de su cielo, y no pueden disfrutar el pan diario de vida que Jesús promete. Algunos que leen esto, tienen un problema gigantesco pues este mundo se dirige a la obvia destrucción. Si usted está buscando su justicia, Dios le dará todo lo que necesita. Usted tiene a Dios de su parte: el Rey de reyes, el Señor de señores. ¡Y no lo olvide!
Lea todo el contexto de donde Mateo 6:33 es tomado: Mateo 6:19-34. No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
6:21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
6:22 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;
6:23 pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estaráen tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
6:25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
6:26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
6:27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
6:28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
6:29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
6:30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
6:31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
6:32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
6:34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. Ahora, escriba Mateo 6:33 en un papel. Póngalo en su billetera como recordatorio de dónde debe estar su tesoro y que usted debe buscar primeramente la justicia de Dios.

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