EL CIELO ES
PARA TODO AQUEL QUE ES NACIDO DE DIOS.
Primera Juan
5:1: “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios.”
¿Qué es la
salvación? No es un credo. Usted dirá: “Bueno, yo creo en el plan de
salvación.” Usted puede creer en el plan de salvación e ir directo al infierno.
Usted no es salvo mediante el plan de salvación, usted es salvo por el Hombre
de la salvación. La salvación no es un credo, ni un código. Usted comentará:
“Bueno, yo creo que si uno vive rectamente, uno va al cielo.” Si usted pudiera
ser salvo por vivir rectamente entonces el Calvario fue un error. El evangelio
tampoco es una causa. Usted responderá: “Soy miembro de una buena iglesia que
predica la Biblia.” Nada de esto le salvará, sino sólo Cristo. La salvación no
es creer en algo, es recibir a alguien. El verdadero evangelio es el que se
centra en Jesucristo.
Pídale a
Dios que le dé la oportunidad divina de compartir a Jesús con alguien el día de
hoy. Tal vez sea un compañero de trabajo, o su hijo (a). Quizás sea un desconocido
que se sienta junto a usted en un restaurante. Esfuércese y tome aliento, Dios
irá delante de usted preparándole el camino.
1. EL CIELO,
ES UNA VERDAD ETERNA. DIOS, ES UN DIOS DE PACTOS Y ÉL SIEMPRE LOS CUMPLE.
“Conoce,
pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la
misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil
generaciones” (Deuteronomio 7:9).
Cuando el
pastor Rogers hablaba acerca de la seguridad eternal, inevitablemente escuchaba
a alguien decir: “Bueno, tal vez sus pecados no podrán separarle de la mano de
Dios, pero Satanás sí puede.” Con todo respeto él respondía: “Perdóneme, pero
eso es una tontería. Si Satanás puede separarle de la mano de Dios, ¿por qué no
lo ha hecho ya? ¿No ha sido él “bueno” con usted?”
Sería una
muy extraña doctrina el decir que usted va a ir al cielo por la gracia del
diablo, ¿no le parece? Dios nos salva. Dios nos guarda. Lo que ha sido sellado
en la eternidad jamás puede ser deshecho por los intentos de los hombres ni por
las artimañas del diablo.
¿Tiene usted
la seguridad en su corazón de que cuando muera, se irá al cielo? Si no la
tiene, pase algún tiempo hablando con Dios, ahora mismo. Pídale que le dé el
regalo de la fe, ahora mismo, para creer en la seguridad de lo que hizo Jesús
por usted, en la cruz, hace más de 2.000 años.
2. EL CIELO,
ES PARA TODOS LOS QUE HACEN LA VOLUNTAD DE DIOS.
“Y el mundo
pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para
siempre” (1 Juan 2:17).
Las únicas
cosas que van a perdurar, son las cosas de Dios, ¡y punto! El mundo está
pasando, nuestros días se van “volando”, y un día, todos abandonaremos esta
tierra, tal como la conocemos. Verá, no somos ciudadanos de la tierra tratando
de llegar al cielo. Somos ciudadanos del cielo peregrinando en la tierra. Este
mundo no es nuestro hogar.
¿Está usted
viviendo para los placeres de la carne, o para el gozo del Espíritu? ¿Está
viviendo para la alabanza de los hombres, o para la gloria de Dios? ¿Está usted
viviendo para hoy, o viviendo para la eternidad? ¿Está viviendo para las cosas
que se pueden ver, o para las cosas que no se pueden ver? Uno de estos días,
este viejo mundo con todas sus elevadas culturas, sus orgullosas filosofías,
egocéntrico intelectualismo e impío materialismo, va a ser olvidado. Pero los
que hacen la voluntad del Señor vivirán para siempre.
Realice un
recorrido por su casa antes de que la semana se termine. Mire en cada rincón.
Si todo lo que ve se le fuera quitado, aun así, ¿haría usted la voluntad de
Dios? ¿Por qué? ¿O por qué no?
3. DIOS, NOS
HA DADO TODAS LAS INSTRUCCIONES A SEGUIR, A TRAVÉZ DE SU PALABRA, Y LA FORMA DE
LLEGAR AL CIELO.
“Venid
luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la
grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí,
vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18).
Años atrás
el pastor Rogers leyó acerca de unos bomberos en el Fuerte Dix que estaban
tratando de apagar un incendio. Pronto se vieron rodeados por el fuego, y sin
ninguna ruta de escape. De manera inesperada un avión sobrevoló por encima de
donde ellos estaban, dejando caer notas informándoles que aunque estaban
rodeados por el fuego, sin embargo había un muy estrecho sendero, libre de
llamas. Y les daban las instrucciones de cómo encontrarlo. Los bomberos así lo
hicieron y lograron escapar. Ellos, a nivel del suelo, no podían ver el
sendero, pero los pilotos, sí. Menos mal que esos bomberos no cuestionaron la
autenticidad o confiabilidad de las notas, y por eso pudieron salvarse.
¡Qué cuadro
de nuestra sociedad hoy! Estamos en un fiero incendio de dificultades y en un
infierno de problemas. Dios, desde el cielo, nos da precisas instrucciones para
que escapemos, para que salvemos nuestras vidas. Amigo (a), ¿qué hará usted?
Salmos 19:2
y 90:8 nos dicen que tenemos faltas “secretas, ocultas.” Eclesiastés 12:14 que
“Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena
o sea mala”. Confiésele a Dios que usted no sabe todas las formas en que ha
pecado contra Él. Pídale que le revele sus faltas secretas, para que pueda
confesarlas y ser limpio.
4. DIOS, NOS
DICE QUE BUSQUEMOS PRIMERO EL CIELO; TODO LO DEMÁS ESTÁ AQUÍ EN LA TIERRA PARA
DISFRUTARLO.
“Más buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas” (Mateo 6:33).
Muchos
creyentes son tan materialistas que nunca miran más allá del mundo físico al
Cristo excelso en los cielos. Ellos sólo pueden ver lo que pueden racionalizar
con sus cinco sentidos: el tacto, el paladar, el olfato, la vista, el oír.
Cuando un problema aparece, éste apaga toda vela en sus almas, expulsa el sol
de su cielo, y no pueden disfrutar el pan diario de vida que Jesús promete.
Algunos que leen esto, tienen un problema gigantesco pues este mundo se dirige
a la obvia destrucción. Si usted está buscando su justicia, Dios le dará todo
lo que necesita. Usted tiene a Dios de su parte: el Rey de reyes, el Señor de
señores. ¡Y no lo olvide!
Lea todo el
contexto de donde Mateo 6:33 es tomado: Mateo 6:19-34. Ahora, escriba Mateo
6:33 en un papel. Póngalo en su billetera como recordatorio de dónde debe estar
su tesoro y que usted debe buscar primeramente la justicia de Dios.
5. EL CIELO,
ES UN OBSERVADOR DE TODO LO QUE OCURRE EN LA TIERRA.
“Bendito el
que viene en el nombre de Jehová; desde la casa de Jehová os bendecimos” (Salmo
118:26).
El cielo
está atentamente interesado en lo que sucede aquí sobre la tierra. Existe en el
cielo una gradería o tribuna llena de héroes de la fe. Ellos nos ven y nos
animan a continuar. Nosotros somos los corredores; ellos son los espectadores.
Si los corredores de aquella época fueron inspirados cuando corrían su carrera,
¿cuánto mayor debería ser nuestro esfuerzo hoy al contar con los santos que nos
motivan? ¿Se siente inspirado? ¡Yo sí! Me anima saber que no estoy solo en la
carrera y que tengo hombres y mujeres que corrieron la carrera sabiendo que
existen peligros ahí afuera. Amigo, espero que se sienta motivado e inspirado a
correr la carrera específica que Dios ha puesto delante de usted hoy.
Por favor
lea Hebreos 11 acerca de los héroes de la fe; que su fe le inspire a dejar su
zona de comodidad y haga grandes y poderosas cosas para la gloria de Dios.
6. ENTONCES,
LA INVITACIÓN ES A CORRER HACIA EL CIELO.
“Por tanto,
nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos,
despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia
la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe” (Hebreos 12:1-2ª).
Existen
muchos atletas con habilidad natural, pero ¿qué es lo que convierte a un atleta
mediocre en un campeón de medalla de oro? Este atleta está dispuesto a sufrir
más que los otros. Cuando usted no puede dar otro paso, sus músculos están
adoloridos y su cuerpo está molido, es lo que significa correr la carrera con
perseverancia como lo menciona Hebreos 12:1. Usted actúa bajo tremenda presión.
Corre para desarrollar resistencia. Hoy, quizás esté sufriendo porque un
familiar, compañero laboral o compañero de estudios ha sido injusto con usted.
Tal vez se le ignoró para un ascenso. Edificar una fe que aguante la distancia toma
paciencia.
Hoy es el
día de superar las injusticias de la vida. En lugar de sentir que está siendo
injustamente tratado, es tiempo de poner los ojos en Aquel que fue tratado MÁS
injustamente sobre una cruz para que usted fuese perdonado. Corre, creyente,
corre: la victoria aún está por ser ganada.
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