TODOS
QUEREMOS TENER DÍAS MEJORES.
“DÁS MEJORES”.
(c)
Copyright 2010 Más de la Vida con Jorge Cota.
Filipenses 3:1-3:
Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros
las mismas cosas, y para vosotros es seguro.
3:2 Guardaos
de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del
cuerpo.
3:3 Porque
nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos
gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.
Ninguna
persona en la faz de la tierra desea que su vida sea mediocre. Por naturaleza
todos deseamos que nuestra vida esté llena de sentido y felicidad. De hecho,
fuimos diseñados para una vida abundante. Inclusive, éste fue uno de los dos
propósitos por el cual Jesús vino a la tierra. Él dijo, "Yo he venido para
que tengan vida y vida en abundancia". Desafortunadamente muchos de
nosotros nos envolvemos en los detalles de la vida que no tenemos tiempo para
abrazarla. Tenemos fechas límites que cumplir, problemas, prioridades,
distracciones y obstáculos que nos impiden lograrlo y aun cuando deseamos
satisfacción en nuestras vidas parece que siempre nos quedamos un paso cortos.
El apóstol
Pablo entendía perfectamente que tenemos que abrazar cada momento si queremos
tener días mejores. En Filipenses capítulo 3 describe su filosofía hacia la
vida. Si seguimos su ejemplo podremos abrazar cada día y vivir la vida al
máximo sin importar que tan ajetreada sea.
1. EL PRIMER
PRINCIPIO. Que debemos aplicar a nuestras vidas para experimentar días mejores
es definir nuestro propósito.
Es imprescindible que cada persona tenga bien
definido su propósito si desea experimentar días mejores. De hecho el primer
paso para una iglesia, ministerio, empresa u organización es definir su
propósito.
Una de las razones por las que las personas
pueden tener cierta tranquilidad "ficticia o superficial" es por qué
no saben hacia dónde van; simplemente se dejan guiar por la corriente.
Déjame
hacerte una pregunta:
¿Sabes cuál
es tu rol en este mundo?
¿Sabes con
claridad qué papel juegas?
La pregunta que nos debemos plantear es la
siguiente:
¿Cuál es mi propósito primordial en la vida?
En otras
palabras, ¿Cuál es la razón de tu existencia?
Ve a tu alrededor, cada cosa que Dios creó
tiene un propósito bien definido y para que cualquier cosa o persona tenga
éxito, debe realizar su propósito.
Déjame te
doy un ejemplo:
¿Cuál es el propósito de un bolígrafo?
La respuesta: escribir. Ahora bien, un
bolígrafo Mont Blanc de $300 dólares que no tiene tinta será muy atractivo pero
es un fracaso como bolígrafo ya que no está desempeñando su propósito.
Es inútil. No sirve de nada. Cuando llegue el
momento de endosar un cheque el Mont Blanc no te servirá de nada, ya que una
Bic de 29¢ te sacará de apuros.
Así como un
bolígrafo tiene una función principal, cada ser humano que Dios creó tiene un
propósito primordial y nuestro nivel de satisfacción y felicidad está
íntimamente relacionado a encontrar y satisfacer ese propósito y nuestra razón
de vivir.
2. EL
SEGUNDO PRINCIPIO. Que debemos aplicar es olvidar el pasado.
Hay dos elementos que debemos olvidar del
pasado.
El pasado malo y bueno.
No importa que tan horrible haya sido tu
pasado debes olvidarlo de una vez por todas si deseas experimentar días
mejores. Hoy tienes la opción de vivir en tu pasado y los errores que cometiste
y por consiguiente arruinar tus probabilidades de experimentar días mejores u
olvidarlo y seguir adelante.
Quizás
tuviste malas experiencias o hiciste algo que hoy te lamentas. A lo mejor las
memorias del pasado continúan atormentándote por las noches. Simple y
sencillamente debes olvidar el pasado.
El pasado ya quedó atrás, se terminó, se fue.
Jamás te podrá lastimar. Y como ya no puedes hacer absolutamente nada para
cambiarlo; lo mejor que puedes hacer es olvidarlo y continuar con tu vida. Dios
está dispuesto a perdonarte y olvidar todos los errores que cometiste en el
pasado y él espera que tú hagas lo mismo.
Isaías 43:25
dice: "Yo, yo soy
el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo y no recordaré tus
pecados."
También hay
que olvidar el pasado bueno.
Muchas personas se concentran tanto en los
triunfos y éxitos del pasado que no aprovechan las oportunidades del presente.
El pasado aunque haya sido bueno no es una garantía hacia días mejores. De
hecho, el pasado bueno puede ser un obstáculo
que te impedirá experimentar días mejores.
3. EL TERCER
PRINCIPIO. Que debemos aplicar si deseamos experimentar días mejores es
enfrentar el presente.
Es fácil
vivir en el pasado, es fácil soñar sobre el futuro, pero el desafío está en
enfrentar el presente. Vivir en el presente es esencial porque es ahí donde
invertimos todo nuestro tiempo. De manera que eso significa que no nos podemos
dar el lujo de decir "un día de estos..." o "Una vez que haya
terminado..." El presente es lo que cuenta. No el ayer, ni el mañana, sino
el hoy.
Yo me pregunto cuántas veces nos perdemos el gusto del momento al vivir
en el pasado y anhelar el futuro.
Así que comience hoy aplicando estos 3
principios y verás cómo Dios traerá felicidad, sentido y satisfacción a tu
vida.
LOS QUE AMAN
A DIOS.
Romanos
8:28: “Y sabemos que a los que AMAN a Dios, todas las cosas les AYUDAN A BIEN,
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
En una
ocasión el pastor Rogers contó: “Leí acerca de un agricultor que iba a quemar
un montón de maleza y escombros cuando notó que en medio de éste, un pajarito
había construido su nido, así que lo destruyó. Al regresar días después, el
agricultor vio que el ave reconstruía el nido. Él destruyó el nido otra vez. No
obstante, el pájaro lo reconstruyó una vez más y nuevamente el campesino lo
destruyó. Finalmente, el pajarito se dio por vencido. Puedo imaginármelo
regresar a su hogar y decirle a su familia: ‘No sé por qué todos nuestros
planes para construir la casa no están funcionando’.”
Bien, había
una mano invisible que estaba haciendo algo que para el ave pudo haber sido
malo, pero en realidad era BUENO.
Romanos
8:28: “Y sabemos que a los que AMAN a Dios, todas las cosas les AYUDAN A BIEN,
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Note que el
versículo no dice que todas las cosas son buenas. No todas las cosas son
buenas, existen cosas en este mundo que son extremadamente malas. Lo importante
es que solamente ¡DIOS ES BUENO!
EL QUE
GUARDA MIS MANDAMIENTOS.
“El que
tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama,
será amado por mi Padre, y Yo le amaré, y me manifestaré a él” (Juan 14:21).
Un pequeñito
se cayó de la cama y estaba llorando. Su mamá vino, lo levantó, y le dijo:
“Cariño, ¿qué pasa? ¿Cómo es que te caíste de la cama?” Y el niño respondió:
“Bueno, creo que me quedé dormido muy cerca del borde de la cama.”
Existe mucha
gente que hace exactamente eso. Se acercan a Cristo y de alguna manera parece
que se quedan “dormidos sobre el borde”. Dicen: “Ya soy salvo y eso es todo.”
¡Pero eso no es todo! Sólo es el comienzo de una relación que va a durar por
toda la eternidad. Dios quiere “moverle” a usted a un mayor conocimiento de Él.
El pastor
Rogers dijo: “Yo no sé de usted, pero yo no estoy satisfecho con
“sólo pasar
los días” de mi vida. Quiero ir a lo profundo del corazón de Jesús, y deseo
exactamente lo mismo para usted.”
En un juicio
en su contra, ¿qué evidencia habría para encontrarle “culpable” de vivir la
vida cristiana? ¿Qué evidencia podrían presentar sus familiares, amigos y
miembros de la iglesia, de que usted guarda o cumple con los mandamientos de
Dios? Pídale a Dios que le perdone y que le dé fidelidad para obedecerle.
BIENAVENTURADO
EL HOMBRE QUE ESCUCHA A DIOS.
“Bienaventurado
el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día, aguardando a los
postes de mis puertas” (Proverbios 8:34).
Tick-tack; tick-tack; tick-tack. Miramos constantemente el reloj y nos
frotamos nerviosamente las manos. ¿Es esto lo que Dios tiene en mente cuando
dice que “debemos esperar en Él”? Bueno, sí, algunas veces, pero no siempre.
Cuando usted
llega a un restaurante y se sienta, y el mesero se acerca para tomar su orden,
¿piensa que esa persona estaba sin hacer absolutamente nada, tan sólo esperando
a que usted llegara?
¡De ninguna
manera, si es que quiere conserva su trabajo! Debe estar ocupado u ocupada
sirviendo a la clientela. De la misma manera, debemos estar ocupados mientras
esperamos en el Señor. Esperar en Dios significa anhelar a Jesús, escuchar a
Jesús, mirar a Jesús y vivir por Jesús. Si usted practica esta clase de espera,
recibirá su poder, provisión y paz.
Tal vez
usted le ha pedido a Dios que le conceda un cónyuge o un hijo, y han pasado
años sin recibir una respuesta. Tal vez usted está en el aeropuerto, esperando
la hora de su vuelo. ¿Cómo redime el tiempo? Pídale a Dios que le revele qué es
lo que Él quiere que usted haga, en este momento, para Su gloria.
AMOR A DIOS,
A PESAR DE LAS CIRCUNSTANCIAS DIFÍCILES.
“Aunque la
higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del
olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la
majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y
me gozaré en el Dios de mi salvación” (Habacuc 3:17-18).
Frecuentemente
decimos: “¡Oh, yo amo al Señor porque me ha dado una maravillosa familia!” O,
“Amo al Señor por el hermoso día que nos ha dado.” Llamamos a esta clase de
amor, el amor “porque”, y esta clase de amor puede ser amenazadora. ¿Cómo puede
serlo? Bueno, piénselo. ¿Qué si una mujer le dice a su marido: “Cariño, te amo
porque eres rico.”? Luego él pierde su salud y la habilidad de ganarse el
ingreso familiar. ¿Qué, si un hombre le dice a su esposa: “Te amo porque eres
una gran cocinera.”? De pronto, ella pierde su habilidad para cocinar. Estas
expresiones serían amenazas para el futuro del amor del uno por el otro, y
dirían: “Bueno, ya que no puedo seguir haciendo esto o aquello, he perdido su amor.”
Hay mucha gente que ama a Dios de esa manera. Le aman tanto y en cuanto Dios
les siga bendiciendo.
Lea Job
1:20-22, 40:3-5, 42:1-6. ¿Seguiría usted amando a Dios si Él le quitara su
familia, su casa, su salud? Si usted piensa que no, ¿qué pasos va usted a dar
para amar a Dios, sin importar las circunstancias por las cuales pueda pasar?
TODAS LAS
COSAS SON PURAS PARA LOS PUROS.
“Todas las
cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les
es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas” (Tito 1:15).
¿Alguna vez
ha escuchado a alguien decir: “Deje que su conciencia sea su guía”? Bueno, eso
no siempre es lo más recomendable, porque la conciencia puede estar
contaminada. Un indígena norteamericano, creyente, dijo lo siguiente
relacionado con nuestra conciencia: “En mi corazón hay una flecha que tiene
tres afiladas puntas. Si hago lo malo, la flecha se mueve, y me corta. Si hago
lo malo muchas veces, las puntas se desgastan y ya no me duele tanto. Pero
cuando desaparece el dolor, ¡cuídese!”
Una persona
puede estar adormecida o ciega a lo que ha hecho, y volverse insensible a sus
malas acciones. Si tal ocurre, una persona puede llegar a tener “una conciencia
cauterizada”. La única forma en que su conciencia puede ser su guía, es cuando
Dios guía su conciencia.
2 Crónicas
16:9 dice: “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar
su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con Él [...].”
Viva hoy
sabiendo que los ojos del Señor están sobre usted, y al final del día
pregúntese: “¿He encontrado gracia a los ojos del Señor por la forma en que he
hablado, por lo que he hecho, y a donde he ido?”
ESTE ES EL
DÍA QUE HIZO DIOS, NOS GOZAREMOS Y ALEGRAREMOS EN ÉL.
“Este es el
día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en Él” (Salmos 118:24).
¿Alguna vez
ha escuchado a alguien decir: “El tiene más tiempo que yo.”? Bueno, eso no es
verdad. Nadie tiene más tiempo. Hay sólo 86.400 segundos en un día. Nadie tiene
más tiempo que ese. Ni aun ese hombre en Suiza con un reloj que cuesta $7
millones de dólares, de acuerdo a un artículo, posee ni un segundo más de lo
que usted tiene.
Usted tiene
un día que Dios lo hizo. Es un regalode Dios. Por eso se le llama “presente”.
Cada mañana Sus misericordias son nuevas. Cada día Dios le da suficiente tiempo
para aprender, suficiente tiempo para trabajar, suficiente tiempo para reír,
suficiente tiempo para amar. Él le da suficiente tiempo para hacer, con total
gracia, todas las cosas que Él quiere que usted haga. Es un regalo. ¿Qué clase
de administrador de ese regalo es usted, hoy?
¿Alguna vez
ha sido “micro-administrado”? Ese es un término negativo casi para todos en el
mundo de los negocios, pero hoy le desafiamos a que se “micro-administre” usted
mismo por un mes, pero en una sola área. En el área de evangelización. Cada día
fíjese una meta para el número de minutos que va a pasar en oración por sus
amigos no salvos; cuánto tiempo va a pasar testificando a otros de Cristo, o
cuánto tiempo invertirá ministrando a otros que necesitan del amor de Dios.
Todas estas cosas son parte de su testimonio. Cuando se termine el mes, analice
cómo le fue.
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