martes, 9 de octubre de 2018

TODOS QUEREMOS TENER DÍAS MEJORES.


TODOS QUEREMOS TENER DÍAS MEJORES.
“DÁS MEJORES”.
(c) Copyright 2010 Más de la Vida con Jorge Cota.
Filipenses 3:1-3: Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro.
3:2 Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo.
3:3 Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.
Ninguna persona en la faz de la tierra desea que su vida sea mediocre. Por naturaleza todos deseamos que nuestra vida esté llena de sentido y felicidad. De hecho, fuimos diseñados para una vida abundante. Inclusive, éste fue uno de los dos propósitos por el cual Jesús vino a la tierra. Él dijo, "Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia". Desafortunadamente muchos de nosotros nos envolvemos en los detalles de la vida que no tenemos tiempo para abrazarla. Tenemos fechas límites que cumplir, problemas, prioridades, distracciones y obstáculos que nos impiden lograrlo y aun cuando deseamos satisfacción en nuestras vidas parece que siempre nos quedamos un paso cortos.
El apóstol Pablo entendía perfectamente que tenemos que abrazar cada momento si queremos tener días mejores. En Filipenses capítulo 3 describe su filosofía hacia la vida. Si seguimos su ejemplo podremos abrazar cada día y vivir la vida al máximo sin importar que tan ajetreada sea.
1. EL PRIMER PRINCIPIO. Que debemos aplicar a nuestras vidas para experimentar días mejores es definir nuestro propósito.
 Es imprescindible que cada persona tenga bien definido su propósito si desea experimentar días mejores. De hecho el primer paso para una iglesia, ministerio, empresa u organización es definir su propósito.
 Una de las razones por las que las personas pueden tener cierta tranquilidad "ficticia o superficial" es por qué no saben hacia dónde van; simplemente se dejan guiar por la corriente.
Déjame hacerte una pregunta:
¿Sabes cuál es tu rol en este mundo?
¿Sabes con claridad qué papel juegas?
 La pregunta que nos debemos plantear es la siguiente:
 ¿Cuál es mi propósito primordial en la vida?
En otras palabras, ¿Cuál es la razón de tu existencia?
 Ve a tu alrededor, cada cosa que Dios creó tiene un propósito bien definido y para que cualquier cosa o persona tenga éxito, debe realizar su propósito.
Déjame te doy un ejemplo:
 ¿Cuál es el propósito de un bolígrafo?
 La respuesta: escribir. Ahora bien, un bolígrafo Mont Blanc de $300 dólares que no tiene tinta será muy atractivo pero es un fracaso como bolígrafo ya que no está desempeñando su propósito.
 Es inútil. No sirve de nada. Cuando llegue el momento de endosar un cheque el Mont Blanc no te servirá de nada, ya que una Bic de 29¢ te sacará de apuros.
Así como un bolígrafo tiene una función principal, cada ser humano que Dios creó tiene un propósito primordial y nuestro nivel de satisfacción y felicidad está íntimamente relacionado a encontrar y satisfacer ese propósito y nuestra razón de vivir.

2. EL SEGUNDO PRINCIPIO. Que debemos aplicar es olvidar el pasado.
 Hay dos elementos que debemos olvidar del pasado.
 El pasado malo y bueno.
 No importa que tan horrible haya sido tu pasado debes olvidarlo de una vez por todas si deseas experimentar días mejores. Hoy tienes la opción de vivir en tu pasado y los errores que cometiste y por consiguiente arruinar tus probabilidades de experimentar días mejores u olvidarlo y seguir adelante.
Quizás tuviste malas experiencias o hiciste algo que hoy te lamentas. A lo mejor las memorias del pasado continúan atormentándote por las noches. Simple y sencillamente debes olvidar el pasado.
 El pasado ya quedó atrás, se terminó, se fue. Jamás te podrá lastimar. Y como ya no puedes hacer absolutamente nada para cambiarlo; lo mejor que puedes hacer es olvidarlo y continuar con tu vida. Dios está dispuesto a perdonarte y olvidar todos los errores que cometiste en el pasado y él espera que tú hagas lo mismo.
Isaías 43:25 dice: "Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo y no recordaré tus pecados."
También hay que olvidar el pasado bueno.
 Muchas personas se concentran tanto en los triunfos y éxitos del pasado que no aprovechan las oportunidades del presente. El pasado aunque haya sido bueno no es una garantía hacia días mejores. De hecho, el pasado bueno puede ser un obstáculo  que te impedirá experimentar días mejores.
3. EL TERCER PRINCIPIO. Que debemos aplicar si deseamos experimentar días mejores es enfrentar el presente.
Es fácil vivir en el pasado, es fácil soñar sobre el futuro, pero el desafío está en enfrentar el presente. Vivir en el presente es esencial porque es ahí donde invertimos todo nuestro tiempo. De manera que eso significa que no nos podemos dar el lujo de decir "un día de estos..." o "Una vez que haya terminado..." El presente es lo que cuenta. No el ayer, ni el mañana, sino el hoy.
 Yo me pregunto cuántas veces nos perdemos el gusto del momento al vivir en el pasado y anhelar el futuro.
 Así que comience hoy aplicando estos 3 principios y verás cómo Dios traerá felicidad, sentido y satisfacción a tu vida. 
LOS QUE AMAN A DIOS.
Romanos 8:28: “Y sabemos que a los que AMAN a Dios, todas las cosas les AYUDAN A BIEN, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
En una ocasión el pastor Rogers contó: “Leí acerca de un agricultor que iba a quemar un montón de maleza y escombros cuando notó que en medio de éste, un pajarito había construido su nido, así que lo destruyó. Al regresar días después, el agricultor vio que el ave reconstruía el nido. Él destruyó el nido otra vez. No obstante, el pájaro lo reconstruyó una vez más y nuevamente el campesino lo destruyó. Finalmente, el pajarito se dio por vencido. Puedo imaginármelo regresar a su hogar y decirle a su familia: ‘No sé por qué todos nuestros planes para construir la casa no están funcionando’.”
Bien, había una mano invisible que estaba haciendo algo que para el ave pudo haber sido malo, pero en realidad era BUENO.
Romanos 8:28: “Y sabemos que a los que AMAN a Dios, todas las cosas les AYUDAN A BIEN, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Note que el versículo no dice que todas las cosas son buenas. No todas las cosas son buenas, existen cosas en este mundo que son extremadamente malas. Lo importante es que solamente ¡DIOS ES BUENO!
EL QUE GUARDA MIS MANDAMIENTOS.
“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y Yo le amaré, y me manifestaré a él” (Juan 14:21).
Un pequeñito se cayó de la cama y estaba llorando. Su mamá vino, lo levantó, y le dijo: “Cariño, ¿qué pasa? ¿Cómo es que te caíste de la cama?” Y el niño respondió: “Bueno, creo que me quedé dormido muy cerca del borde de la cama.”
Existe mucha gente que hace exactamente eso. Se acercan a Cristo y de alguna manera parece que se quedan “dormidos sobre el borde”. Dicen: “Ya soy salvo y eso es todo.” ¡Pero eso no es todo! Sólo es el comienzo de una relación que va a durar por toda la eternidad. Dios quiere “moverle” a usted a un mayor conocimiento de Él.
El pastor Rogers dijo: “Yo no sé de usted, pero yo no estoy satisfecho con
“sólo pasar los días” de mi vida. Quiero ir a lo profundo del corazón de Jesús, y deseo exactamente lo mismo para usted.”
En un juicio en su contra, ¿qué evidencia habría para encontrarle “culpable” de vivir la vida cristiana? ¿Qué evidencia podrían presentar sus familiares, amigos y miembros de la iglesia, de que usted guarda o cumple con los mandamientos de Dios? Pídale a Dios que le perdone y que le dé fidelidad para obedecerle.
BIENAVENTURADO EL HOMBRE QUE ESCUCHA A DIOS.
“Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas” (Proverbios 8:34).
Tick-tack; tick-tack; tick-tack. Miramos constantemente el reloj y nos frotamos nerviosamente las manos. ¿Es esto lo que Dios tiene en mente cuando dice que “debemos esperar en Él”? Bueno, sí, algunas veces, pero no siempre.
Cuando usted llega a un restaurante y se sienta, y el mesero se acerca para tomar su orden, ¿piensa que esa persona estaba sin hacer absolutamente nada, tan sólo esperando a que usted llegara?
¡De ninguna manera, si es que quiere conserva su trabajo! Debe estar ocupado u ocupada sirviendo a la clientela. De la misma manera, debemos estar ocupados mientras esperamos en el Señor. Esperar en Dios significa anhelar a Jesús, escuchar a Jesús, mirar a Jesús y vivir por Jesús. Si usted practica esta clase de espera, recibirá su poder, provisión y paz.
Tal vez usted le ha pedido a Dios que le conceda un cónyuge o un hijo, y han pasado años sin recibir una respuesta. Tal vez usted está en el aeropuerto, esperando la hora de su vuelo. ¿Cómo redime el tiempo? Pídale a Dios que le revele qué es lo que Él quiere que usted haga, en este momento, para Su gloria.
AMOR A DIOS, A PESAR DE LAS CIRCUNSTANCIAS DIFÍCILES.
“Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación” (Habacuc 3:17-18).
Frecuentemente decimos: “¡Oh, yo amo al Señor porque me ha dado una maravillosa familia!” O, “Amo al Señor por el hermoso día que nos ha dado.” Llamamos a esta clase de amor, el amor “porque”, y esta clase de amor puede ser amenazadora. ¿Cómo puede serlo? Bueno, piénselo. ¿Qué si una mujer le dice a su marido: “Cariño, te amo porque eres rico.”? Luego él pierde su salud y la habilidad de ganarse el ingreso familiar. ¿Qué, si un hombre le dice a su esposa: “Te amo porque eres una gran cocinera.”? De pronto, ella pierde su habilidad para cocinar. Estas expresiones serían amenazas para el futuro del amor del uno por el otro, y dirían: “Bueno, ya que no puedo seguir haciendo esto o aquello, he perdido su amor.” Hay mucha gente que ama a Dios de esa manera. Le aman tanto y en cuanto Dios les siga bendiciendo.
Lea Job 1:20-22, 40:3-5, 42:1-6. ¿Seguiría usted amando a Dios si Él le quitara su familia, su casa, su salud? Si usted piensa que no, ¿qué pasos va usted a dar para amar a Dios, sin importar las circunstancias por las cuales pueda pasar?
TODAS LAS COSAS SON PURAS PARA LOS PUROS.
“Todas las cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas” (Tito 1:15).
¿Alguna vez ha escuchado a alguien decir: “Deje que su conciencia sea su guía”? Bueno, eso no siempre es lo más recomendable, porque la conciencia puede estar contaminada. Un indígena norteamericano, creyente, dijo lo siguiente relacionado con nuestra conciencia: “En mi corazón hay una flecha que tiene tres afiladas puntas. Si hago lo malo, la flecha se mueve, y me corta. Si hago lo malo muchas veces, las puntas se desgastan y ya no me duele tanto. Pero cuando desaparece el dolor, ¡cuídese!”
Una persona puede estar adormecida o ciega a lo que ha hecho, y volverse insensible a sus malas acciones. Si tal ocurre, una persona puede llegar a tener “una conciencia cauterizada”. La única forma en que su conciencia puede ser su guía, es cuando Dios guía su conciencia.
2 Crónicas 16:9 dice: “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con Él [...].”
Viva hoy sabiendo que los ojos del Señor están sobre usted, y al final del día pregúntese: “¿He encontrado gracia a los ojos del Señor por la forma en que he hablado, por lo que he hecho, y a donde he ido?”
ESTE ES EL DÍA QUE HIZO DIOS, NOS GOZAREMOS Y ALEGRAREMOS EN ÉL.
“Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en Él” (Salmos 118:24).
¿Alguna vez ha escuchado a alguien decir: “El tiene más tiempo que yo.”? Bueno, eso no es verdad. Nadie tiene más tiempo. Hay sólo 86.400 segundos en un día. Nadie tiene más tiempo que ese. Ni aun ese hombre en Suiza con un reloj que cuesta $7 millones de dólares, de acuerdo a un artículo, posee ni un segundo más de lo que usted tiene.
Usted tiene un día que Dios lo hizo. Es un regalode Dios. Por eso se le llama “presente”. Cada mañana Sus misericordias son nuevas. Cada día Dios le da suficiente tiempo para aprender, suficiente tiempo para trabajar, suficiente tiempo para reír, suficiente tiempo para amar. Él le da suficiente tiempo para hacer, con total gracia, todas las cosas que Él quiere que usted haga. Es un regalo. ¿Qué clase de administrador de ese regalo es usted, hoy?
¿Alguna vez ha sido “micro-administrado”? Ese es un término negativo casi para todos en el mundo de los negocios, pero hoy le desafiamos a que se “micro-administre” usted mismo por un mes, pero en una sola área. En el área de evangelización. Cada día fíjese una meta para el número de minutos que va a pasar en oración por sus amigos no salvos; cuánto tiempo va a pasar testificando a otros de Cristo, o cuánto tiempo invertirá ministrando a otros que necesitan del amor de Dios. Todas estas cosas son parte de su testimonio. Cuando se termine el mes, analice cómo le fue.

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