LA MIRADA
CORRECTA ES EN JESÚS NUESTRO SALVADOR SEÑOR Y DIOS.
“LA MIRADA
CORRECTA".
Cada día el
panorama mundial parece empeorar. Los crímenes, las guerras, la economía, los
valores morales, los desastres naturales
y muchos aspectos más parecen estar en completa decadencia. Muchos
preferimos no ver las noticias para conservar la calma. Y aun cuando
consideramos que en la iglesia encontraremos un espacio de calma, de paz, un
ambiente diferente al que vemos en las noticias, hay veces que esto no sucede
así.
Es entonces
cuando nos preguntamos ¿Hacia dónde
vamos?, ¿Qué vamos a hacer?
En ocasiones
nos desalentamos y perdemos las esperanzas. Pero es ahí cuando debemos recordar
que nuestra fe y nuestra esperanza están puestas en Dios, no en las
circunstancias actuales, no en lo que la gente
diga o haga, nuestros ojos deben estar puestos en Jesús, el autor y
consumador de nuestra fe.
Las
circunstancias actuales son sólo eso, circunstancias, son momentos pasajeros
que pueden mejorar o empeorar, pero Dios nunca cambia y actúa en nuestras vidas
pese a los acontecimientos adversos y contra todo pronóstico que los hombres
podamos hacer.
No importa
si el mundo cada vez parece estar peor, si las noticias que llegan no son las
que esperamos, si todo parece estar en nuestra contra porque para Dios lo
sobrenatural es lo más natural, Él tiene el poder para hacer que todo sea
favorable para nosotros.
Recuerda lo
que decía David: “Mis ojos están siempre hacia Jehová, Porque él sacará mis pies de la red” (Salmos
25:15).
No mires tus
circunstancias, mantén tus ojos puestos en Jesús siempre.
Autora.
Ana María Frege Issa.
QUE UN DÍA PODAMOS
DECIR COMO EL APÓSTOL PABLO.
“He peleado
la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7).
¿Sabe cuál
es el camino para acabar la carrera? Continúe fijando su mirada en Jesús.
El pastor
Rogers predicó el Evangelio por más de 50 años, y en una ocasión afirmó: “Dios
sabe que tengo mis defectos y pecados. Él asimismo sabe que me he arrepentido y
mi meta es estar en paz con Él todos los días. Me falta mucho para ser
perfecto, pero puedo testificar que este mismo Dios me ha mantenido en curso.
Él me ha mantenido predicando el Evangelio.”
Acabar la
carrera que Dios ha planeado para nosotros nunca es fácil. Toma disciplina y
arduo trabajo. Requiere que nos levantemos al caer, nos sacudamos el polvo y
volvamos a comenzar. Uno de estos días usted tendrá que mirar hacia atrás y
espero pueda ser capaz de decir que luchó como un guerrero y acabó como un
atleta.
¿Qué carrera
está usted corriendo? ¿La carrera para lograr el éxito mundano cuéstele lo que
le cueste o la carrera real? Tome uno tiempo para escribir algunas metas que le
ayudarán a mantenerse en curso para la gloria de Dios. Use Isaías 61:1-3 como
guía.
61:1 El
Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de
corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la
cárcel;
61:2 a
proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios
nuestro; a consolar a todos los enlutados;
61:3 a
ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo
de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y
serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
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