miércoles, 3 de octubre de 2018

ESTAS SON ALGÚNAS PROMESAS QUE DIOS NOS HA DADO PARA QUE CONFIÉMOS EN ÉL.


ESTAS SON ALGÚNAS PROMESAS QUE DIOS NOS HA DADO PARA QUE CONFIÉMOS EN ÉL.
1. PARA LAS PERSONAS DE MAYOR EDAD.
“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día” (2 Corintios 4:16).
Muchas personas piensan que no pueden hacer mucho por Dios cuando llegan al ocaso de sus vidas. Dios no cambia sólo porque su salud no es buena, o se siente débil. La fe que está dentro de usted no se ha debilitado, a menos que usted haya dejado de alimentarla con obras de fe. Las cosas que Dios nos ha llamado a hacer en la vida, no dependen de su fortaleza física o financiera.
¿Sabe en dónde reside una de las mayores fortalezas de la iglesia? En la gente “viejita” que ha caminado con Dios por años y años. Con su reserva de sabiduría y su fortaleza de fe, siguen asidos a Dios, y aunque sus cuerpos estén un poquito “desgastados”, están tan fuertes como jamás lo fueron, porque Dios es su fortaleza.
Douglas MacArthur una vez dijo: “Usted es tan joven como su fe, tan viejo como sus dudas, tan joven como su auto-confianza, tan viejo como sus temores, tan joven como su esperanza y tan viejo como su desesperanza.”
Dios da fortaleza que no se desvanece porque sus promesas no se desgastan.
¿Está usted jubilado? ¿Cómo está utilizando todo ese tiempo que ahora tiene libre, para el Señor? He aquí algunas cosas que debe pedirle a Dios que le ayude a ejecutar, para Su gloria: ser voluntario en albergues para desamparados, ir en viajes misioneros, cantar en el coro, escribir cartas a presos y a huérfanos, enseñar un estudio bíblico y pasar tiempo en oración intercesora por las necesidades de su comunidad y del mundo.
2. PARA LA IGLESIA FIEL AL SEÑOR.
“Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Corintios 7:1).
Satanás engaña a mucha gente hoy en día, haciéndoles pensar que se convertirán en fanáticos religiosos si vivieran una vida santa. Quieren saber cuán cerca del mundo pueden vivir; y pudiera ser que no quieran beber necesariamente, pero se van al bar, para estar con los amigos, y piden una “Ginger Ale” para que nadie note la diferencia.
¿Por qué simplemente no pueden ser santos? ¿Por qué sencillamente no presentan un testimonio firme por Jesucristo? Yo creo que Jesucristo preferiría tenernos en el lado equivocado de la cerca, ¡que sentados en la cerca! Él lo afirma en Apocalipsis 3:15 y 16: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.”
Abrase usted mismo a rendir cuentas. Pídale a Dios que le guíe hacia un creyente ante quien usted sea responsable de los lugares a donde va, la gente con quien pasa su tiempo, la manera en que usa su dinero. Haga un pacto con esa persona, a fin de que usted esté limpio “de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Corintios 7).
3. SUS SANTOS, SUS HIJOS SOMOS GUARDADOS POR SU PODER MEDIANTE LA FE.
“Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero” (1 Pedro 1:5).
Los creyentes son “guardados” por el poder de Dios. La palabra “guardados” en 1 Pedro 1:5 es un término militar, y literalmente significa ser “protegidos”; como los soldados protegiendo una fortaleza. Piense que el poder de Dios es como una fortaleza, y usted está adentro. Ahora, ¿cómo se siente? Completamente seguro, ¿verdad? Muchas personas tienen la idea de que nosotros mismos nos mantenemos seguros, protegidos. Amigo (a), Él nos guarda, nos protege.
Un padre estaba cruzando una calle con su pequeño hijo. El niño tenía su mano en la mano de su padre. De pronto, las luces del semáforo cambiaron, y los carros comenzaron a moverse. El padre alzó a su pequeño, lo puso entre sus brazos y cruzó rápidamente la calle para escapar del tráfico. Esa es la manera en que Dios nos guarda. El Salmo 37:24 es una promesa: “Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano.”
Usted está en las manos de Dios. Escriba eso en una tarjetita, y póngala donde pueda verla y meditar en eso durante todo el día. Ahora, pregúntese a usted mismo: “Sabiendo esto, ¿puede cualquier cosa, esta semana, cambiar esa verdad?”
4. DIOS NOS DEMANDA FE.
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios” (Romanos 10:17).
¿Alguna vez se ha preguntado por qué algunas personas parecen tener tanta fe, otras una fe débil, y otras no tener ninguna fe? ¿Es Dios injusto? No, “Dios no hace acepción de personas” (vea 2 Crónicas 19:7). Él ha dado a cada ser humano una medida de fe (vea Romanos 12:3).
Entonces, ¿qué es fe? Permítanos primero decirle lo que NO ES la fe.
 Fe no es pensamiento positivo u optimismo.
 Fe no es un “sentir” que puede hacer algo.
Fe no es una corazonada o el mirar el lado brillante de las cosas.
 Fe es recibir una palabra de Dios y actuar de acuerdo a esa palabra.
Verá, usted puede recibir una palabra de Dios y creer esa palabra. Eso es creer.
 Pero cuando usted actúa de acuerdo a esa palabra, eso es fe. Fe es creer, ¡pero con piernas! Hoy es el día en que usted puede poner sus pies de fe sobre las promesas de Dios y decir: “¡Esa promesa es mía!”
Comience cada frase con: “Yo creo...” Algunos en: la, salvación, la naturaleza de Dios, la fe, la Palabra de Dios, etc.
5. CREA QUE SUS PROMESAS SON CIERTAS Y SE CUMPLIRÁN.
Segunda Pedro 3:9: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”
¿Alguna vez se ha puesto a pensar por qué el Señor Jesús aún no ha regresado? Porque nuestro Señor está esperando que la gente se salve.
Él está esperando a ese pariente, a ese vecino, a ese compañero de trabajo suyo. Quizás lo esté esperando a usted. Sin embargo, uno de estos días y tal vez muy pronto, Cristo regresará. Verá, es la misericordia de Dios lo que detiene la Segunda Venida de Jesucristo. No obstante, la justicia y juicio de Dios requieren que un día Él retorne. Incluso, ahora mismo, las tormentosas aguas de la ira de Dios están furiosamente golpeando la represa de su misericordia. Y uno de estos días, dicha represa cederá al juicio de Dios y el día del Señor vendrá. ¡Nuestro Señor regresará!
¿El regreso del Señor Jesucristo hace que su corazón palpite con anticipación o con terror?
6. INSISTA, PERSISTA Y NUNCA DESISTA. LOS DÍAS SON MALOS.
Segunda Timoteo 3:14: “Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido.”
En los últimos días Satanás vendrá. Se darán muchísimos más milagros de los que jamás haya visto. La mayoría no serán llevados a cabo por Dios, sino por el poder de las tinieblas: el poder de Satanás. La Biblia nos advierte que veremos una explosión de lo demoníaco. Gracias a Dios que no tenemos que enfrentar estos días sin esperanza. Dios nos revela en su Palabra qué debemos hacer.
 Debemos recordar lo que hemos aprendido y tomar en serio sus promesas: éste no será el momento para dudar de Él, sino para confiar con todo nuestro ser en Él.
¿Cómo va su estudio personal de la Palabra de Dios? Comience esta semana a incorporar por lo menos una hora de su tiempo personal al estudio de la Palabra de Dios para escudriñar sus promesas, profecías y aplicación a su vida.
7. YA NO HAY CONDENACIÓN.
Romanos 8:1: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”
¿Qué significa estar “en Cristo Jesús”? Piense en lo que significó para Noé estar en el arca. El arca era a prueba de agua. ¿Cómo lo sabemos? Dios le dijo a Noé: “Y la calafatearás con brea por dentro y por fuera” (Génesis 6:14). “Calafatearás” en hebreo es la palabra “kāpar” y es exactamente la palabra traducida expiación. Verá, nosotros estamos en Cristo Jesús tal y como Noé estuvo en el arca. Así como las tormentas de la ira de Dios golpearon el arca, las tormentas de la ira de Dios abatieron al Señor Jesús. Por el contrario, nosotros estamos adentro y ninguna gota de juicio penetrará nuestras vidas.
Por favor lea Romanos 8:35-39. Reflexione en las cosas que Pablo menciona nunca lo separarán del amor de Dios. Dele gloria a Dios que sus pecados han sido expiados por medio de la justa sangre del Salvador.
8. DIOS NOS OFRECE HOY SU PERDÓN.
“Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18).
El Salmo 90:8 dice. Pusiste nuestras maldades delante de ti,
Nuestros yerros a la luz de tu rostro. Nos dicen que tenemos faltas “secretas, ocultas.”
Eclesiastés 12:14. Y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas; que “Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala”. Confiésele a Dios que usted no sabe todas las formas en que ha pecado contra Él. Pídale que le revele sus faltas secretas, para que pueda confesarlas y ser limpio.
TODAS ESTAS PROMESAS SON PARA SU IGLESIA. LA IGLESIA DE JESUCRISTO EL SEÑOR Y DIOS.


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