49. EL SEÑOR
DIJO: “YO SOY NO TEMAIS”. CONFIEMOS EN ÉL.
Juan 6:20:
“Mas Él les dijo: Yo soy; no temáis.”
Cuando las
tormentas lleguen a su vida deseo que recuerde esta verdad: “Soy gobernado por
la providencia del Señor.”
La tormenta
no tomó al Caminante de olas, el Señor Jesús, por sorpresa. De hecho, la Biblia
dice que Él es el que habla y hace levantar las ondas (Salmo 107:25).
Tal vez,
usted está ahora mismo en el ojo de una tormenta. Parece que su barco se hunde.
Quizá esté tan oscuro que no puede ver su mano aunque la ponga frente a su
rostro. Deseamos que sepa que no hay nada que llegue a usted que Él no cause o
permita. Ya sea que pueda verlo o no, que lo entienda o no, es un hecho que
Dios NO ha abandonado su control sobre su universo.
Le invitamos
leer Mateo 8:23-27. ¿Puede ver Jesús la tormenta en su vida? Póstrese ante el
único que puede calmar su tormenta. Confíe en sus caminos. Él está en control.
50. EL SEÑOR
ES NUESTRO PROTECTOR EN MEDIO DE LOS PROBLEMAS.
No tendrás
temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque
el Señor será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso. Proverbios
3:25-26.
Dios no
viene para perjudicar, sino para defender a los justos.
El Señor te
librará de todo mal, Él protegerá tu vida.
Salmo 121:7.
Cuando Dios
juzga, no quiere que su pueblo se atemorice. Dios no viene para perjudicar,
sino para defender a los justos.
El Señor
quiere que te muestres valiente.
Los que
gozamos de la presencia de Dios, deberíamos demostrar una gran fortaleza. El
Señor puede venir de repente, por eso no deberíamos ser sorprendidos por
ninguna cosa repentina.
La serenidad
en el peligro y en medio de las calamidades es un don precioso del amor divino.
El Señor
quiere que sus escogidos tengan discernimiento para comprender que la ruina de
los impíos no es una calamidad para el mundo. La única calamidad es el pecado,
el castigo que le sigue es como la sal que impide la corrupción de la sociedad.
Deberíamos
indignarnos mucho más contra el pecado que nos merece el infierno, que no contra
el mismo infierno, que es consecuencia fatal del pecado.
Asimismo, el
pueblo de Dios debe manifestar la quietud de su espíritu. El diablo y su
simiente están llenos de engaño; más los que están con Dios jamás caerán en sus
lazos seductores.
Sigue
adelante, tú que crees en Jesús, y deposita en el Señor toda tu confianza.
Hoy por eso
es que viviré libre de todo temor para moverme en el propósito eterno.
Señor,
Gracias por estar a nuestro lado. Gracias por librarme de todo pavor y todo
temor. Gracias por darme de tu fuerza y aliento. Amén.
51. PERO NO
PUEDO CRUZARME DE BRAZOS. PROSIGO A LA META AL PREMIO DEL SUPREMO LLAMAMIENTO.
DIOS YA ME
PERDONÓ.
Salmos
103:12 “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros
nuestras rebeliones.”
Existen dos
días que pueden robarle el gozo de hoy. Uno es ayer y el otro es mañana. Pablo
en Filipenses 3:13-14 nos exhorta: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya
alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”
Debemos
olvidarnos del pasado: la culpa, la gloria, el dolor y los rencores. Pablo,
junto con otros, fue culpable de la muerte de Esteban, quien murió apedreado.
Él dijo en 1 Timoteo 1:15 que él fue el primero de los pecadores, más Pablo
sepultó esa culpa en la tumba del olvido de Dios.
Quizás usted
ha hecho algo tan terrible que lo consume el temor de ser descubierto por
alguien. ¿Se ha arrepentido? Si lo ha hecho, entonces no permita que el
fantasma de la culpa le siga atormentando.
52. RECUERDA
QUE LA VIDA DEL HOMBRE NO CONSISTE EN LA ABUNDANCIA DE LOS BIENES QUE POSEE.
EL DINERO NO
LO ES TODO.
Y les dijo:
“Mirad, guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la
abundancia de los bienes que posee”. - Lucas 12:15.
Un
dignatario se le aceró a Jesús y le preguntó: - Maestro ¿qué haré para heredar
la vida eterna?
Jesús le
dijo: Guarda los mandamientos. “No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no
dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre.”
Él le dijo:
- Todo esto lo he guardado desde mi juventud.
Al oír esto,
Jesús le dijo: - Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes y dalo a los
pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Entonces él,
oyendo esto, se puso muy triste porque tenía muchas posesiones.
Posiblemente
te encuentras en la misma situación que ésta persona y no sabes si seguir a
Dios y obedecerlo o seguir luchando y trabajando por alcanzar tus metas
personales y profesionales. Déjame decirte que nada tiene más valor que servir
a Dios y hacer su voluntad, por experiencia propia puedo decirte que no hay
cosa más gratificante en la vida que poder ser usado(a) por Dios para bendecir
a otras personas.
Posiblemente
no tengas todo lo que desees, pero te aseguro que tendrás todo lo que necesites,
porque Dios tiene planes de bien para tu vida y promete jamás te desampararte.
Recuerda que
Dios a quien llama, capacita. En ningún momento sientas que no estás preparado(a),
que eres muy joven o muy mayor para trabajar en su obra. No permitas que nada
te impida cumplir el propósito con el cual fuiste creado(a). Lo que Él ve es tu
corazón y la disposición que hay en ti para servirlo. Todo lo demás lo
recibirás por gracia.
Ya no sigas
retrasando tu bendición, decídete seguir a Jesús y Él se encargará de conceder
los anhelos de tu corazón.
Pues el amor
al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas personas, en su intenso
deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han causado muchas
heridas dolorosas. 1ª Timoteo 6:10 (NTV).
Autor(a).
Brisna Bustamante S.
Sub
Coordinadora Call Center.
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