jueves, 23 de noviembre de 2017

LA MEJOR MANERA DE COMUNICARNOS CON DIOS. DECIMA PARTE.

34. ES TIEMPO DE HABLAR CON DIOS Y NO DE ESCONDERNOS.
Salmos 66:18: “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado.”
¿Sabe usted lo que es un tiempo a solas con el Señor? Es comunión con un Dios Santo. La razón por la que algunos no tienen este tiempo con el Señor, es porque no se sienten a gusto, y no se sienten a gusto porque no quieren mirar a Dios cara a cara. El motivo por el cual no desean ver su rostro es porque existe pecado en su vida.
¿Qué fue lo que Adán hizo después de pecar cuando Dios se paseaba en el huerto? Él se escondió. Más inicialmente Adán tenía un tiempo de comunión con Dios, ¿no es así? Poseía una comunión ilimitada, sin fin. Sin embargo, cuando el pecado entró en la vida de Adán, él no quería mirar a Dios a los ojos.
¿Está usted evadiendo su tiempo a solas con Dios? Tal vez sea porque hay pecado en su vida. Pídale a Dios que alumbre su luz en usted. Luego espere su respuesta para que así usted pueda arrepentirse.
35. NO VIVA UNA VIDA SIN SENTIDO, COMO ESTE JOVEN.
UNA CARRERA SIN SENTIDO.
Por el Hermano Pablo.
El joven, de veintidós años de edad, subió a un auto robado, un Chevrolet de ocho cilindros, que encontró en Coalinga, California. Lo puso en marcha y se lanzó hacia el sur, a 160 kilómetros por hora, por la carretera interestatal número 5. Cuando menos pensó, se le acabó el combustible. Así que se bajó del Chevrolet y se robó un Ford, siguiendo siempre rumbo al sur, y siempre a 160 kilómetros por hora.
A estas alturas la policía estatal se dio cuenta del robo y comenzó a perseguir al joven, que otra vez quedó sin combustible. Rápidamente se subió a un Volkswagen que encontró en el camino, y siguió su loca carrera.
Por conducto de su red de comunicación, la policía se dio cuenta de que se trataba de Miguel Stroh. Y Miguel no sólo era ladrón: había matado a un hombre en Coalinga. En eso, otros radio patrullas se unieron a la cacería.
A la altura de la ciudad de Anaheim, al sur de Los Ángeles, se le acabó el combustible a Miguel por tercera vez, y esta vez los policías lo alcanzaron. Al fugitivo, que no había dejado de disparar sus armas, lo mataron de un solo tiro. La carrera había por fin terminado, después de ocho horas de fuga.
La verdad es que todo para Miguel había llegado a su fin: el combustible de los autos, las balas de sus cuatro armas, su carrera delictiva y sus días juveniles. Hijo de granjeros, pudo haber hecho la vida tranquila de las faenas agrícolas. Pero prefirió el ritmo loco de las ciudades y la velocidad de los autos deportivos. Y lo peor de todo, escogió la droga y el narcotráfico antes que el trabajo honesto del campo. Apenas con veintidós años de edad, llegó al fin de todo: el combustible, las balas de sus armas, la fuga desesperada y su propia vida.
Así, o en forma semejante, terminan sus días los que beben con afán el jugo de la vida. La existencia apresurada, la lucha loca, la carrera sin sentido, le pertenecen al que no tiene propósito en la vida. En cambio, cuando se sabe qué es lo que se quiere, cuando hay metas sanas que son para el bien de la familia humana, cuando se piensa en formación, en responsabilidad y en armonía espiritual, la vida entonces procede con calma, cordura y madurez.
¿Cómo puede hallársele razón a la vida? Hallando al Autor de la vida. Y ¿cómo se halla al Autor de la vida? Pidiéndole con sinceridad, en humilde oración, que entre a nuestro corazón. Esa sincera oración puede cambiar radicalmente el rumbo de nuestra vida. Cristo, el autor y consumador de nuestra fe, sólo espera que acudamos a Él. Él está ahora mismo a la puerta de nuestro corazón. Démosle entrada. Él sólo nos traerá bien.1.
Apocalipsis 3:20 'He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.
36. ES TIEMPO DE SALIR DE LA DESESPERACIÓN Y RECIBIR EL DESCANSO DEL SEÑOR.
¡¿QUÉ HACES AQUÍ!?
“Y anduvo por el desierto un día de camino, y vino y se sentó bajo un arbusto (enebro); pidió morirse y dijo: "Basta ya, SEÑOR, toma mi vida porque yo no soy mejor que mis padres." - 1 Reyes 19:4 (NBH).
¿Te has dado cuenta, que cuando nos desanimamos, somos nosotros mismos los que nos llevamos al desierto? Nos gusta estar solos y apartados de todo y de todos sin saber que esta actitud solo nos debilita cada vez mas. Lo más importante es que no vamos solos, sino que Dios nos acompaña a ese lugar, nos escucha, nos cuida , al igual que lo hizo con Elías en el desierto, dándole descanso. (1 Reyes 19:5-7)
“Allí entró en una cueva y pasó en ella la noche; y he aquí, vino a él la palabra del SEÑOR, y El le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?” 1Reyes 19:9,13.
Dios se presenta a Elías y le pregunta; ¿Qué haces aquí? En otras palabras; ¿Qué haces en la cuerva? Tu no perteneces aquí! Después de este encuentro Dios le da un trabajo para que vuelva a servir: porque el enemigo aprovecharía el ocio y la tristeza para quitarle aún las pocas fuerzas que le quedaban, no solas las espirituales, sino las físicas también, dudando del propósito de Dios para su vida.
Es verdad que Dios no nos encargará algo más allá de lo que podamos resistir, pero existen momentos en los que solo quisiéramos  tirar nuestra armadura, porque nos cansamos de tanto luchar, intentamos y no resultó, y nos terminamos internando en la cueva de la depresión.
Tal vez te encuentres en una situación parecida, sin esperanza, en tristeza, pensando que los mejores días han pasado, que ya no hay oportunidad, si te llenas de pensamientos negativos y de derrota, reacciona, hoy Dios te pregunta: ¿Qué haces aquí?! ¡Levántate en el nombre de Jesús! ¡Regresa a casa, al servicio, porque tú no fuiste creado para esconderte en la cueva de la tristeza y la desesperación.
“Las personas valientes, son aquellas que deciden avanzar, en donde los demás se dan por vencidos”.
Autor(a). Shirley Chambi.
37. ES TIEMPO DE RECIBIR AMOR DE DIOS Y DARLE AMOR A DIOS.
Salmos 5:3: “Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.”
El cristianismo es una relación de amor. Usted no puede amar a alguien que no conoce, ni puede conocer a alguien si no le dedica tiempo. Conocer a Jesús es amarle. Amarle es confiar en Él. Confiar en Él es obedecerle. Obedecerle es ser bendecido. Todo inicia con una provechosa comunicación diaria con el Señor.
¿Por qué es mejor dedicarle tiempo al Señor en la mañana? Porque es cuando usted se alista para viajar a través de la vida. Usted no va de viaje primero y luego lee el mapa, ¿o sí?
¿Cómo está iniciando sus mañanas? ¿Con una taza de café y el periódico? ¿O con la leche pura de su Palabra y la luz de la presencia de Dios?
38. EL BUEN PASTOR YA DIO SU VIDA POR LAS OVEJAS Y USTED ES UNA DE ELLAS.
Juan 10:11: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.”
¿Sabía usted que solamente ha vivido una persona que escogió morir? Únicamente una. “¡Oh! ―dirá usted―los pilotos suicidas escogen morir. Otras personas escogen morir. Personas que mueren por su propia mano, escogen morir. Gente que da su vida por otros, escoge morir.”
Nadie nunca ha escogido morir, sólo el Señor Jesucristo, porque Él es el único que no tenía que morir. Algunas personas tal vez escogen morir prematuramente, pero nadie ha escogido morir sino Uno. Lo que detuvo a nuestro Salvador en aquella cruz no fueron los clavos, sino las cuerdas plateadas de amor y las ataduras doradas de redención.
El hecho que nadie haya escogido morir, sino Jesús, tal vez sea un concepto nuevo para usted. Si lo es, probablemente es nuevo para otra persona. ¡Compártalo con alguien hoy!
39. SIGA FIRME EN LA VERDAD Y LA PALABRA DE DIOS ES LA ABSOLUTA VERDAD.
Primera Pedro 1:24-25: “Porque: Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; más la palabra del Señor permanece para siempre.”
La Biblia es la indiscutible, incorruptible, indestructible e indispensable Palabra de Dios. Nadie puede discutir con ella. Nada puede corromperla, ni destruirla, ni reemplazarla como la fuente de vida. El fallecido Dr. Robert G. Lee, un gran predicador de la generación pasada, dijo lo siguiente referente a la Biblia: “Todos sus enemigos no han podido hacerle ni un hoyo a su santo vestuario, ni robar una flor de su maravilloso jardín, ni diluir la miel de su abundante panal, ni romper una de las mil cuerdas de su arpa, ni ahogar una dulce palabra en tinta pagana.”
Exprésele a Dios cuánto ha cambiado su vida a causa de su Palabra. Reúnase con un grupo de amigos o con su familia para platicar acerca de las formas en que Dios ha ministrado su vida a través de su Palabra.
BENEFICIOS DE AMAR LA PALABRA DE DIOS.
“¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación” (Sal. 119:97).
En esta estrofa del Salmo (vv. 97-104) no hay peticiones, sólo reflexiones. Dios llama nuestra atención a considerar la Biblia como elemento de meditación, donde se expande la visión y la luz de ella da intensidad al propósito de la vida.
La Palabra no es sólo medio de instrucción, sino objeto de amor (v. 97a). Se ama por experiencia personal con ella, es consuelo (v. 82), es medio de orientación, es también motivo de gozo (v. 47). Sobre todo, es elemento fundamental en la defensa contra Satanás (Ef. 6:17). La Biblia se ama en la misma medida en que se ama al Señor. El amor va acompañado de respeto porque es la ley de Dios. De Él procede, Él la inspiró y la dio para ser obedecida. Una notable progresión: amar, reconocer y meditar. Es una práctica habitual, ya que debe hacerse todo el día (v. 97), es decir, no pasa un día sin que haya un tiempo de meditación en la Palabra. La mente llena de la Escritura no tiene espacio para otros pensamientos que inquieten.
La Biblia da sabiduría en relación con tres clases de personas:​
- Sobre los enemigos (v. 98). Es fácil caer en las trampas que nos tienden, pero la Palabra dice que “a sus ángeles mandará cerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra” (Sal. 91:11-12). Ella abre para nosotros el camino del buen sentido y de la sabiduría (v. 66). ¿No queremos ser presa de los enemigos? Busquemos la sabiduría en la Escritura. El secreto es tener la Biblia siempre a mano (v. 98b).
- Nos da sabiduría en relación con los maestros (v. 99). No podemos rechazarlos porque son un don del Espíritu (Ef. 4:11), pero la Palabra hace sabio a quien sigue sus enseñanzas, meditándolas y reflexionando sobre ella.
- También actúa en relación con los mayores (v. 100). Estos son sabios por experiencia en la vida. Pero ninguna sabiduría puede superar a la Escritura. La progresión es clara: los enemigos son sabios en sutilezas; los maestros lo son en conocimientos; los mayores en experiencia. Frente a todo esto está el poder transformador y conductor de la Biblia. La relación con ella produce una provisión de vida agradable delante de Dios (v. 101). El que la ama es afecto en su forma de ser, porque “se retira del mal camino para guardar su Palabra”. El creyente aparta su vida de cuanto sea contrario a ella.
¿Queremos tener el agrado de Dios? Vivamos conforme a su Palabra. Por eso alcanzaremos una vida de fidelidad, al no apartarnos de lo establecido en ella (v. 102). El creyente que ama y obedece la Palabra le es comida esencial para su vida (v. 103). Así decía Job: “Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida” (Job. 23:12). Cuando la fuerza espiritual se debilita, cuando la fe flaquea, cuando la tristeza invade el alma, debemos preguntarnos de qué palabras nos estamos alimentando.
Debo entender bien todo esto. Los libros hacen científicos, pero sólo la Biblia hace sabios. El único camino bendecido está en amar la Palabra. Necesito acudir a ella hoy, mañana y siempre, por eso doblo mis rodillas y pido a Dios: “Abre mis ojos y miraré las maravillas de tu ley”.

 Autor: Pastor Samuel Pérez Millos.

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