jueves, 30 de noviembre de 2017

LA MEJOR MANERA DE COMUNICARNOS CON DIOS.DIECIOCHOAVA PARTE.

71. ANTE TODO BUENA ACTITUD Y DECISIÓN.
¿QUÉ SIGNIFICA PARA TÍ LA PALABRA CRISIS?
Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.
“No permitas que las crisis se apoderen de ti, comienza a ver las oportunidades y de seguro vas a triunfar”. Salmos 28:7.
Se ha fijado que la palabra más popular de estos tiempos es “crisis”. Leemos la prensa o vemos las noticias en televisión y nos encontramos con la crisis, estamos en el trabajo o en el hogar y lo que escuchamos es crisis, esto por supuesto hace que mucha gente cristiana y no cristiana se paralicen y no avancen por temor a la crisis. ¿Eres tú de esas personas que se han detenido ante la crisis o eres de las que avanzan en búsqueda de lo extraordinario?
La vida es un asunto de actitud y la actitud es un asunto de decisión, y yo elijo que actitud voy a tomar ante las crisis, los problemas o situaciones que se me puedan presentar, podemos optar por una actitud positiva o una actitud negativa. La actitud positiva hace la diferencia porque busca solucionar problemas, no es que deja los problemas así y no le importa, una persona con actitud positiva busca siempre resolver, disfruta las circunstancias, ve más oportunidades y vive la vida con entusiasmo.
UNA PERSONA CON ACTITUD POSITIVA TIENE PRESENTE LO SIGUIENTE:
1. No eligió las circunstancias que le tocó vivir, pero si eligió cual actitud manifestar.
2. Se esfuerza por desarrollar una actitud positiva y no soltarla.
3. Sus acciones están determinadas por su actitud.
4. La actitud de su gente o entorno es un reflejo de la suya.
“Dios decide por lo que vamos a pasar. Nosotros decidimos como lo vamos a pasar”.
Es tu decisión como decidas pasar el día de hoy, es tu decisión si decides confiar en Dios para todos los asuntos de la vida. Si crees que tu matrimonio tiene solución o no tiene solución es tu decisión. Si crees que puedes salir de esa deuda financiera o no puedas salir es tu decisión, todo está en tus creencias y donde pones la confianza. Los límites los tenemos nosotros en nuestras mentes.
LA ACTITUD DEL CENTURIÓN ROMANO.
Hay una historia en la Biblia en el evangelio de Mateo 8:5-10,13, donde un centurión romano se acerca a Jesús a pedir por sanidad para su sirviente que sufría muchos dolores y no podía moverse. Jesús le dice que él ira a sanarle pero el centurión le dice que no es digno de que El entre a su casa, que solamente ordene la palabra y el enfermo sanará.
Jesús se asombra y dice que ni en Israel había conocido a alguien que confiará tanto como este extranjero y mas adelante Jesús le dice que como creíste así sucederá. Aquí podemos ver la actitud del centurión, el pudo haber hecho varias cosas: pedir que Jesús fuera a su casa, mandar a un soldado con el mensaje, buscar otro sirviente sin que le importara los dolores del otro, sin embargo el busco soluciones y siendo extranjero se acercó a Jesús, se esforzó en acercarse al maestro y eligió poner toda su confianza en Dios al pedirle que ordenara, que dijera la palabra de sanidad y el enfermo sanaría. Jesús puede elogiar esta actitud con asombro, se maravilla de la fe del extranjero y le afirma que como creíste así va a suceder.
Algunas preguntas que me gustaría hacerte: ¿Qué es lo que estás creyendo para tu vida? ¿Qué es lo que esperas que suceda en tu matrimonio, en tus relaciones, tus negocios, tus finanzas? ¿Eres capaz de asombrar al Maestro? ¿Cómo es tu actitud ante la vida? ¿Estás confiando en Dios para tus problemas, necesidades, tentaciones?
MI ACTITUD DETERMINA MIS ACCIONES.
Mi actitud determinará mis acciones. Puedo ser víctima o protagonista, puedo ser bendición o maldición, puedo ser esclavo o libre, puedo confiar en Dios o no confiar es mi decisión. Hay una anécdota que lo ilustra muy bien.
Cuentan que un alpinista, con el afán por conquistar una altísima montaña, inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria solo para él, por lo que subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo, y oscureció. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, la luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.
Subiendo por un acantilado, a solo unos pocos metros de la cima, se resbaló y se desplomó por el aire, cayendo a velocidad vertiginosa. El alpinista solo podía ver veloces manchas oscuras y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos los episodios gratos y no tan gratos de su vida. Pensaba en la cercanía de la muerte, sin embargo, de repente, sintió el fortísimo tirón de la larga soga que lo amarraba de la cintura a las estacas clavadas en la roca de la montaña.
En ese momento, suspendido en el aire, gritó: ¡¡¡ayúdame Dios mío!!!
De repente, una voz grave y profunda de los cielos le contestó:
-¿Qué quieres que haga? – Sálvame Dios mío
-¿Realmente crees que yo te pueda salvar? –Por supuesto Señor
-Entonces corta la cuerda que te sostiene...
Hubo un momento de silencio; el hombre se aferró más aún a la cuerda....
Cuenta el equipo de rescate, que al otro día encontraron a un alpinista colgando muerto, congelado, agarradas sus manos fuertemente a la cuerda... A tan solo un metro del suelo...
¿Cuál es la cuerda a la cual nos aferramos para no recibir las bendiciones que Dios tiene preparado para nosotros en el día de hoy?
Hoy es el mejor día para confiar en Dios y disfrutar de todo lo que nos da, busca tu resultado extraordinario. Yo elegí confiar en Dios ¿y tú?
Autora: Zulma Tigani.
72.ÉL ES EL GRAN “YO SOY” DIGNO DE TODA CONFIANZA.
Éxodo 3:14: “Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.”
¿Ha notado alguna vez que el título con el que Dios escogió describirse es una frase incompleta? La mayoría de las personas terminarían esa frase: “Yo soy...” Pero no nuestro Señor. Él adrede no completó la frase. “YO SOY.” Él es. ¿Tiene hambre? Él es el pan. ¿Está en tinieblas? Él es la luz. ¿Está usted en busca de algo? Él es la verdad. ¿Está perdido? Él es el camino. ¿Está usted en necesidad? Él es su Pastor.
¿Qué está usted dependiendo que Dios le supla hoy? Confíe en Él ahora mismo, Él suplirá su necesidad.
73. VOLVIENDO A CASA COMO EL HIJO PRODIGO.
Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Lucas 15:17-19.
Una mañana, con sorpresa descubrieron, que la mascota de la familia se había escapado de la casa. El simpático y cuidado perrito, ahora andaba vagando por todo el vecindario. En este peregrinar, se encontró con otros perros que vivían en la calle, los cuales al verlo limpio, sano y  bien alimentado, decidieron lastimarlo con mordidas y riñas, así fue que el cachorro herido buscó ayuda y alimento, encontró un cesto de basura y un vecino de muy mal carácter le vertió aceite en su lomo produciéndole una enorme llaga.
El cachorro rápidamente se dio cuenta,  que era tiempo de culminar su aventura y así decidió regresar. Su amo lo recibió entre risas y llanto, en tanto que el hijo no cesaba de dar gracias a su Padre, porque en ningún momento habían dejado de buscarlo.
Entonces vieron las heridas en el lomo del perrito, el padre le aconsejó poner ceniza en la llaga al menos tres veces al día, según pensaba él, ardería un poco pero es un remedio natural para que sane, cicatrice y cure definitivamente la herida.
La Biblia nos presenta un relato similar con la historia del Hijo Prodigo, este joven se apartó de la protección de su padre, vivió según las leyes del mundo, hizo desastres con su herencia, hasta que comprendió que debía regresar y así lo hizo. Su padre lo recibió con brazos abiertos pero el joven, previamente, debió  pasar por un proceso angustiante: reconocer su pecado, dejar de lado su orgullo, arrepentirse, aceptar el perdón de Dios, perdonarse a sí mismo y sanar la herida. Si bien las consecuencias del pecado pueden perdurar, las heridas  deben ser sanas para no dar lugar a la mentira de Satanás que por una o varias caídas dejamos de ser hijos.
LLEGÓ EL MOMENTO DEL VERDADERO ARREPENTIMIENTO.
La Biblia nos muestra muchos casos en la los antiguos hebreos mostraban su arrepentimiento rasgando sus vestiduras, tirándose sobre cenizas de rodillas, y  polvo encima de sus cabezas, con Jesús, esto ya no es necesario, solo el verdadero arrepentimiento, el genuino y sincero de corazón.
El arrepentimiento es una decisión no una mera emoción, en consecuencia buscar la sanidad interior es un proceso quizá muchas veces angustioso, en el que Dios trabaja con nuestro ser en forma completa y plena. Para ello es necesario que muchas veces sometamos nuestro orgullo y con verdadero arrepentimiento tomemos la decisión más sabia, la de volver a la casa del Padre.
No temas volver a los brazos de Papá, disfruta de su amor y deja que sane tu corazón, aunque tal vez las cenizas hagan arder un poco las heridas. De tal manera podrás servir mucho mejor a nuestro Dios, con un corazón sano, libre de heridas y amarguras.
Que en este día puedas sentir el calor y la seguridad del abrazo del Padre.
4. LA AFLICCIÓN NO VA A FALTAR, PERO JESÚS YA VENCIÓ AL MUNDO. ES TIEMPO, ENTONCES DE CONFIAR.
Juan 16:33: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, Yo he vencido al mundo.”
La voluntad de Dios nunca lo llevará donde la gracia de Dios no pueda mantenerlo. Su poder está siempre presente en su vida como hijo de Él.
El pastor Rogers en una ocasión mencionó: “Si yo hubiera podido estar en los días que Jesús estuvo aquí en la carne, hubiera querido verle caminar sobre el mar y calmar las olas. Puedo ver esa silueta real con el viento en su pelo, poniendo sus pisadas sobre el mar, su ropa ondulando hacia atrás. Sonriéndole a la tormenta.”
Cuando los discípulos le vieron caminando sobre el agua, ¿cuál era su mayor problema? El agua. Jesús, en síntesis, estaba diciéndoles: “Lo que parece que va a caer sobre su cabeza, ya está bajo mis pies.”
FUERA EL MIEDO, EL DESALIENTO Y LA TRISTEZA.
¿Cuáles son algunos problemas que están ahogándole en el miedo, en el desaliento, en la tristeza hoy? Déselos a Jesús. Recuerde lo que está fuera de sus manos ya está bajo los pies de Cristo.













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