28.
MODELANDO PARA LA GLORIA DE DIOS O PARA LA GLORIA DEL MUNDO.
MODELANDO SU
GLORIA.
Efesios 1:12
“A fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente
esperábamos en Cristo”.
Hace algunos
días me encontraba viendo un desfile de modas y llamaba mi atención el ver como
cada modelo, salía a la pasarela presentado un traje diferente, me preguntaba,
si a ellos les gustaba la ropa que estaban desfilando, si era su estilo o si de
pronto algunos de ellos no gustaba del traje que tenía que exhibir y preferiría
estar usando la prenda que llevaba su compañero. Independiente a sus gustos
personales, estos modelos, vistieron toda la colección con gran altura y
profesionalismo, y su rostro reflejaba un deleite y contentamiento total. Al
finalizar, todos los participantes se preparan para el momento de los aplausos
que curiosamente no son para ellos, sino para el diseñador que lentamente entra
en escena, el público se pone de pie en reconocimiento a la gran labor que éste
ha realizado y aun los modelos aplauden la obra del artista.
Haciendo una
analogía, nuestra vida también tiene el propósito de modelar los planes de
Dios, si bien es cierto que muchas circunstancias que vivimos, no son de nuestro
total agrado, algunas incomodas quizá o completamente diferentes a lo que
teníamos en mente, la verdad es que no se trata de nosotros, todo este
“desfile” tiene el propósito de traer gloria a Dios y tu yo disfrutamos del
privilegio de ser protagonistas del mismo, pero nuestra actitud al igual que la
de estos modelos es de suma importancia, no solo por todas las personas que
están a nuestro alrededor como espectadores, sino porque indiferente a lo que
pensemos que nos queda mejor o va más acorde con nuestros gustos y deseos,
nuestra voluntad debe rendirse a la voluntad perfecta de aquel gran diseñador
por excelencia, recordando que el motivo por el cual estamos en esta tierra es
traer gloria a su nombre.
Tu Dios, ha
sacado el tiempo y con dedicación ha hecho planes para la humanidad, para tu
vida y la vida de los que amas, planes que puedes no conocer en su totalidad,
planes que muchas veces no vas a entender y que en ocasiones te van a
significar incomodidad, sacrificio y aun lágrimas. Muchas veces disfrutaras momentos de gran
placer y deleite, pero también es cierto que en la pasarela de nuestra vida,
tendremos que enfrentar tropiezos y obstáculos, pero puedes estar seguro que
los planes de Dios son perfectos y SIEMPRE obrarán para tu bien, y cuando el desfile
termine verás la obra maestra de Dios y tu participación en ella.
Efesios 2:10
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las
cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.
Vivamos cada
día consciente de nuestro propósito; Modelar la Gloria de Dios en TODAS las
aéreas de nuestra vida, sin olvidar que la voluntad del modelo debe estar
rendida a la voluntad del Diseñador.
Autora:
Dilean Canas.
MODELANDO
PARA EL MUNDO Y SU PECADO.
CARNE HUMANA:
MERCADERÍA EN DEMANDA.
Por el
Hermano Pablo.
La
mercadería era muy solicitada, pagaban bien, y no había muchos competidores.
Había que salir por las noches por los barrios bajos armado de un buen garrote.
Por cada pieza de mercadería pagaban doscientos dólares.
Así que
Francisco Armando Vídez, de Barranquilla Colombia, entró al negocio. Era
cuestión de matar a palos, o como se pudiera, a un ser humano, y luego vender
su cuerpo a una escuela de medicina. Era uno de los negocios más extraños que
se conociera, pero Francisco llegó a entregar cincuenta cadáveres a la entidad.
Se sabe que
las escuelas de medicina necesitan continuamente cuerpos humanos para sus
estudios. Es casi imposible conocer y estudiar el cuerpo humano sólo por fotos
o en teoría. Se necesita la disección.
¿Cómo,
entonces, conseguir cadáveres humanos frescos? La violencia proveyó abundantes
cadáveres durante mucho tiempo. Pero cuando éstos se hicieron escasos, hubo que
salir a conseguir muertos de cualquier manera. Uno de tales candidatos a la
disección, un mendigo de la ciudad, dijo a la policía que había sido golpeado
hasta que perdió el sentido, y colocado en una tina con formol, desde donde
había logrado escaparse.
«Se necesita
carne humana» es un cartel que podría ponerse no sólo en escuelas de medicina
sino en muchas otras partes, porque el ser humano ha llegado a ser mercadería
codiciable que alcanza buenos precios en ciertos mercados.
El negocio
de la droga, por ejemplo, necesita mucha carne humana: carne joven, inexperta,
curiosa, problematizada. Y jovencitos y jovencitas cae fácilmente presa del
vendedor de cocaína o heroína.
El negocio
de fetos necesita carne humana. Y clínicas de abortos, en muchos países del
mundo, extraen esa carne y la venden a fábricas de cosméticos. En Europa
florece este negocio. Hace algún tiempo detuvieron en la frontera francesa un
camión procedente de Bulgaria con dos mil fetos humanos.
Estos son
algunos ejemplos de la caída vertiginosa que ha sufrido el valor de la vida
humana. Como que todo valor, incluso el valor humano, se mide hoy día en
dólares. «Según los dólares que tengas, tanto vales.» Esa actitud nos está
haciendo descender a niveles increíblemente bajos de corrupción moral. La
consecuencia, por supuesto, en toda la sociedad, es la destrucción.
Sólo una
conciencia espiritual puede reconocer el valor verdadero del ser humano. Aunque
el mundo entero se empeñe en descender al nivel del animal, nosotros no tenemos
que hacerlo. Dios quiere hacernos conscientes del valor del ser humano.
29. MIRANDO
CORRECTAMENTE.
“Mira, oh
Jehová, que amo tus mandamientos; vivifícame conforme a tu misericordia” (Sal.
119:159).
Hace un
tiempo dije a un hermano que mantenía con firmeza su posición sobre un
determinado asunto: Míralo de esta otra forma. Las cosas cambian notablemente
según las consideres. La estrofa del Salmo (vv. 153-160) presenta una
progresión en la forma de enfrentar los problemas según tres puntos de vista:
Mirarse a sí mismo; mirar a otros; mirar a Dios.
- 1.La
mirada a uno mismo pone al descubierto la aflicción personal (v. 153). No hay
duda que el salmista y cada uno de nosotros pasamos por dificultades y
aflicciones, éstas llenan nuestra mente. Las presentamos delante de Dios de la
misma manera: “Mira mi aflicción”, de otra forma Señor, ocúpate un poco de mí.
De ahí el ruego: “Líbrame”. La segunda petición es de amparo: “Defiende mi
causa”; así se pone la dificultad en manos de Dios; le llama para que actúe con
él como su abogado. Así hizo David con el problema de Saúl, su perseguidor:
“Jehová será juez, y Él juzgará entre tú y yo. Él vea y sustente mi causa, y me
defienda de tu mano” (1 S. 24:15). Pide también: “redímeme”, habla de
liberación, ruega que Dios le saque de aquella situación difícil, librándole
del problema. Aún más, ruega también: “vivifícame”, dame una nueva dimensión de
vida. Apela a la gracia que vivifica y al poder de la Palabra que consuela el
alma (v. 154).
- 2.La
segunda mirada es al entorno. Está rodeado de enemigos, de diversos problemas,
de diferentes pruebas, pero se mantiene fiel a Dios sin apartarse de Su palabra
(156). Sin embargo, cuando vemos a otros, o alrededor nuestro, siempre hay un
punto de tristeza: “Veía a los prevaricadores y me disgustaba” (v. 158). Es un
disgusto santo, porque no observa lo que pueden hacerle a él, sino lo que hacen
a Dios: “no guardan tus palabras”. No importa cuál sea el motivo, la mirada
hacia otros descubrirá siempre aspectos negativos, que producirán tristeza. -
La tercera mirada es hacia Dios (v. 159). Descubre en ella que Dios es digno de
ser amado, y así lo hace: “amo tus mandamientos”. Jesús dijo que quien le ama a
Él, obedece Sus mandamientos. No hay amor a Dios, si no es en el camino de la
obediencia. Podemos estar desalentados, afligidos, pasando por grandes
conflictos, donde el alma desfallece y la angustia inunda.
3. Pero,
viendo a Dios, descubrimos que podemos ser renovados: “vivifícame conforme a tu
misericordia”. Lo importante no son mis problemas, ni las aflicciones, es
amarte con toda el alma. Finalmente, al mirar a Dios encontramos en Él la
fuente de la fidelidad y de la justicia (v. 160).
Sé que los
hombres fracasan en el amor y en la fidelidad. Un día me encontraré con que
alguien en quien confío me ha defraudado. Otras veces buscaré amparo en alguien
y será injusto conmigo. Por eso mis ojos se vuelven a Dios, el único que ama
sin reservas y es continuamente fiel. Sólo puedo confiar en Él. Debo
preguntarme: ¿En dónde está puesta mi vista? Acaso lo esté en mis problemas, o
en mi entorno, pero debo ver a Dios. Necesito una visión más clara, tengo que
decirle perdona mi estado y se Tú quien me lleve a nueva bendición. Esta es mi
oración ahora: Señor, que no me envuelva la luz de los ocasos... oh, rasga
pronto el velo, aumenta mi visión.
Autor: Pastor Samuel P. Millos.
30. TODO ES
CUESTIÓN DEL CORAZÓN.
"Y
Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su
estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre;
pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el
corazón". - 1 Samuel 16:7.
1.El Corazón
son las intenciones, aquello oculto que solo la persona y Dios conocen. El
Corazón guarda el perdón o conserva el rencor. El Corazón es lo que guía a la
persona a tomar las decisiones más importantes de su vida en los momentos más
cruciales que enfrenta. El Corazón es lo que define si la persona vivirá una
vida íntegra o se dejará influenciar por las propuestas ociosas de la sociedad.
2.El corazón
es el mismo ser, la esencia del individuo, la fuente de sus pensamientos,
acciones y deseos. El corazón es lo que amarás hasta la muerte o lo que te hará
huir de una persona. El corazón es donde realmente se esconde el verdadero
valor del hombre, el corazón es la caja fuerte del alma.
3.Para Jesús
el Corazón siempre fue más importante que las palabras prometedoras de sus
seguidores, que las buenas obras de los hombres nobles de su época y aún que el
mucho conocimiento de la ley que poseían los religiosos de aquel entonces.
4.Hoy el
corazón es igual de importante para nuestro Dios y debe serlo para nosotros.
¿Te has preguntado qué es lo que buscas en una pareja?, ¿estás mirando a su
corazón como lo hace Dios, o estas
dejándote llevar por lo físico o lo externo? Y ¿qué tal en la vida de nuestros
hijos? ¿Estamos alimentado su corazón, o estamos enfocados en aquellas cosas
que a los ojos de Dios no tienen trascendencia alguna? Y si miramos nuestra
vida, ¿cuándo Dios mira nuestro corazón, qué es lo que encuentra allí?
5."Crea
en mí, Oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de
mí". Salmo 51:10, Estas son las palabras del rey David, un hombre que tuvo
un corazón de acuerdo al corazón de Dios, y hoy también pueden ser tus palabras
y el anhelo de tu vida.
6.Dios, que
nuestro esfuerzo, no se pierda en palabrería u obras vacías, sino que podamos
entender que tu miras nuestro corazón y estás listo para trabajar en el.
Ayúdanos a cuidar el corazón de los seres que amamos, a darle el valor que tú
le das, y a cuidar nuestro corazón como un tesoro a entregar en tus manos.
Autora.
Dilean Cañas.
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