Las tres “P” del Liderazgo de Jesús
Introducción: Hace exactamente una semana estaba viendo un canal deportivo en el cable y de pronto me sorprendí con un reportaje en el que hablaban de los seguidores de Diego Armando Maradona. Algunos de ellos comenzaron un movimiento que hoy en día se le llama la Iglesia Maradoniana. Fue triste para mí, (aunque me gusta el fútbol y me gustaba ver jugar a Maradona), darme cuenta que hay algunos 10,000 seguidores de Maradona que establecieron formalmente una Iglesia en la que se endiosa a este hombre, se le rinde culto. El libro sagrado es una biografía de Maradona, la “Santa Cena” la toman comiendo un pedazo de la pizza favorita de Maradona y tomando el vino favorito de Maradona. El rito de iniciación es meter un gol con la “mano de Dios” (gol contra Inglaterra en el Mundial de México 86). En fin, si quiere ver incluso una boda en el nombre de Maradona y el Padre Nuestro de Maradona, etc., véalo en la Internet www.iglesiamaradoniana.com, no le estoy dando publicidad, es solo para que tenga más información si así desea.
Le cuento esto porque quiero preguntarle: ¿A quién está siguiendo Ud.? Por supuesto, como creyentes nosotros somos seguidores de Jesús, a El seguimos, a El servimos y a El únicamente adoramos. Somos sus discípulos y aprendemos de su liderazgo. En ese sentido, nosotros debemos ser por un lado seguidores y por otro líderes. Seguidores de Jesús, discípulos de nuestros líderes espirituales que tienen más conocimiento y más experiencia en la vida cristiana que nosotros, pero también podemos y debemos ser líderes que ejerzan influencia en la vida de otros..
Hoy descubriremos el plan del liderazgo de Jesús, la estrategia exitosa que Jesús usó en el discipulado con los doce, los principios de su liderazgo y tantas cosas más que aplicaremos a nuestras vidas y ministerios con la ayuda de Dios. Vamos a usar 3 frase claves en el liderazgo de Jesús que comienzan con letra “P”, la primera representa el hecho de que Jesús era el:
I. PARADIGMA PERFECTO (Jn. 13:14,15; 15:12)
Antes de comentar sobre estos pasajes quiero decir que Jesucristo ha sido el líder más grande de toda la historia de la humanidad. Desde su nacimiento en un establo de Belén, hasta su muerte en la cruz del Calvario. Vivió apenas 33 años sobre esta tierra, pero fue tiempo suficiente para completar la obra de redención y dejarnos el modelo del verdadero liderazgo. Nunca escribió un libro, nunca enseñó en una institución teológica, nunca viajó más de 150 kilómetros de su lugar de nacimiento, su ministerio público duró solamente tres años y medio. Pero entrenó a un puñado de seguidores y les dijo que cambiaran el mundo. Así lo hicieron Han pasado veinte siglos y el mundo todavía está cambiando por lo que ellos hicieron después de que él se fue. Sus seguidores iniciales fueron 12. Actualmente suman algunos 1,500 millones con millones más que se suman cada año. Los cristianos tenemos a Jesucristo no sólo como nuestro Salvador y Señor, sino como nuestro ejemplo, modelo o paradigma en todas las áreas de la vida. Es necesario entonces conocer por un lado a la persona de Jesús y por el otro, los principios que El puso en marcha. El poder combinado de estas dos influencias nos llevará a gozar de una vida cristiana victoriosa y de un liderazgo cristiano victorioso.
En realidad Jesús es el paradigma o prototipo perfecto. Poresa razón, El tenía la autoridad para decirle a sus discípulos: “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”. Ahora bien, quiero hacerles una pregunta: ¿Si Ud. tuviera que lavarle los pies a alguien, qué posición física adoptaría, cómo se colocaría? Arrodillado. Jesús se arrodilló para lavar los pies de sus discípulos y entonces les enseñó varias lecciones. Prácticamente les estaba diciendo: Yo les enseñé la humildad con mi ejemplo, sean Uds. también humildes, les enseñe a servir a otros al lavarle los pies, sirvan ustedes también a otros y no esperen que les sirvan, yo les enseñé a amar con mi vida misma, amen Uds. también, yo les instruí, instruyan Uds. también a nuevos discípulos, yo los inspiré, inspiren Uds. también a otros, yo los involucré, involucren Uds. también a otros.
Y claro: El hecho de que Jesús es el paradigma perfecto, hizo que sus discípulos le siguieran. Con sus discípulos Jesús uso las tres íes: Los Instruyó, los Inspiró y los Involucró. Nosotros también tenemos que formar un equipo, debemos instruirlos, debemos inspirarlos y debemos involucrarlos en el servicio cristiano.
De modo que Jesús era y es el paradigma perfecto, el ejemplo a seguir. Como líderes nosotros también debemos ser paradigmas en conducta, en fe, en capacidad, en experiencia. Así que Jesús fue el paradigma perfecto, pero también el Señor tenía un propósito claro. Esa es la segunda “P” de Propósito.
II. PROPÓSITO CLARO (Jn. 10:14-18; 19:30)
Al venir a esta tierra Jesús tenía dos metas principales, tenía claro su propósito: 1- Ir a la cruz y 2- Entrenar 12 hombres para edificar una iglesia que nunca pereciera. Como buen pastor, como conocedor de sus ovejas, sabía que era necesario entregar su vida y volverla a tomar para poder rescatar a las ovejas perdidas. Note que el plan de Jesucristo incluía, desde la eternidad, el misterio de la resurrección: “Pongo mi vida para volverla a tomar”. El Señor siguió firme en su propósito, hasta llegar a la cruz y decir: “Consumado es”. El trabajo de la obra redentora está terminado, está completo, he pagado el precio de rescate por la humanidad pecadora. Esto me llama mucho la atención, porque Jesús fue una persona que terminaba lo que empezaba. Terminó el trabajo “Consumado es”. Pudo unir al hombre pecador con el Dios santo.
Tristemente muchos de nosotros tenemos el mal hábito de comenzar algo y no terminarlo. Por eso es que hay muchos que desistieron de sus estudios y no tienen el título que los acredite como profesionales universitarios por ejemplo. Muchas veces comenzamos un proyecto ministerial y no lo terminamos, porque no somos persistentes o perseverantes, nos desviamos de nuestros propósitos. Cómo líderes debemos tener propósitos claros.
No olvide: El propósito de Jesús era ir a la cruz y entrenar doce hombres para establecer su iglesia. Nosotros no tenemos que ir a la cruz, aunque sí tenemos que llevar nuestra cruz cada día y seguirle. Además, debemos entrenar líderes. ¿A quién ha equipado Ud. que va a continuar su trabajo?. Esa es la pregunta del millón. ¿A influenciado Ud. positivamente en la vida de alguien, ha discipulado a alguien, ha entrenado ministerialmente a alguien? Jesús sabía que esto era importante. Jesús formó un equipo y trabajo en equipo con sus discípulos y les ofreció calor humano, por esa razón Juan se recostaba en el pechodel Maestro. Jesús tenía una amistad sincera con ellos, había un ambiente familiar.
Jesús preparó a su equipo al dedicarse a los negocios de su Padre. Cuando realizó el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, le dio dichos panes y peces a los discípulos para que ellos los distribuyeran entre la multitud. Era más efectivo y rápido que ellos le ayudará a hacer ese trabajo a que El mismo lo hubiera hecho solo. Los discípulos no podían multiplicar los panes y peces, no tenían la fe suficiente, solo Jesús podía hacerlo, pero si podían sacar con sus manos los panes y peces de los canastos y distribuirlos. Jesús necesitó del trabajo de todos.
De la misma manera para que podamos avanzar en la obra de Dios, necesitamos el trabajo de todos. Unos orando, otros ofrendando, otros trabajando yendo, evangelizando, planificando. Todos haciendo la obra del Señor.
Me parece que debemos entender que cada uno de nosotros, Ud. y yo nacimos por la voluntad de Dios y para su propósito. Jesús tenía claro su propósito, nosotros debemos tener claro nuestro propósito que debe ser vivir para glorificar a Dios.
Así que tenemos el paradigma perfecto de Jesús, hemos visto su propósito que era claro, pero también el Señor tuvo un plan que era aplicable..... Esa es la tercera “P”, su plan.
III. SU PLAN, APLICABLE (Mt. 28:18-20)
El plan de Jesús para alcanzar el mundo fue sencillo: hacer discípulos y formarlos en grupos pequeños. La palabra discípulo viene del latín discipulus que significa alumno o aprendiz. De modo que el discípulo es alguien que aprende bajo la tutela de un maestro. Los seguidores de Jesucristo nos convertimos en sus discípulos, recibimos su enseñanza y su ejemplo.
Pero aparte de ser discípulos del Señor, él mismo nos pidió que fuéramos a las naciones e hiciéramos discípulos. En otras palabras, es función de la iglesia, es tarea de la iglesia, de cada seguidor de Jesús hacer nuevos discípulos, alcanzar a otras personas.
Déjeme ponerlo en estas palabras: TODO CRISTIANO DEBE SER Y DEBE HACER DISCÍPULOS.
Por supuesto hay variedad de métodos para discipular, en algunas iglesias trabajan uno a uno. Es decir, el tutor trabaja con una sola personas hasta que esta muestra la iniciativa y la capacidad para trabajar a su vez con otra. Jesús usó el método de elegir a un grupo pequeño, a 12 para ser exactos y se relacionó estrechamente con ellos para sí discipularlos. Ese fue su plan.
En el liderazgo la planificación de nuestro trabajo es de vital importancia. Piense por un momento. Dios programó el nacimiento, la crucifixión y la resurrección de su Hijo antes de la fundación del mundo. Jesús planeó su futuro y también el nuestro. El ya ha preparado el camino a la vida eterna y se fue a preparar un lugar para nosotros en la eternidad, mientras nos dejó a nosotros aquí llevando a cabo su obra.
¿Qué es un plan? Un plan es una lista escrita de acciones ordenadas y fechadas para lograr la meta deseada. Habacuc recibió la orden: “Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido” (Habacuc 2:2 NVI). La planificación es el punto de partida para todo sueño o meta, para todo éxito ministerial. A mi me parece fascinante que Dios programe una comida, la cena de las bodas del Cordero ¡seis mil años por anticipado!
(Apoc. 19:9)
Dios siempre honró a los hombres que planificaronNoé planificó la edificación del arca. No lo hubiera logrado, sino si hubiera tomado el tiempo para planear. Salomón, el hombre más sabio que haya existido en la Tierra, dedicó tiempo para planificar la construcción del templo. Moisés, el libertador que sacó a los israelitas de Egipto, se tomó el tiempo necesario para planificar el tabernáculo. Pablo planificó sus viajes misioneros y la implantación de iglesias en las ciudades que visitó.
Recuerde: Un plan es una lista escrita de acciones ordenadas y fechadas para lograr la meta deseada. Sin un plan no podemos lograr nuestras metas. Por ejemplo: David tenía una meta, su meta era matar a Goliat, aquel filisteo gigante que estaba burlándose del pueblo de Dios. Es interesante que Saúl y su gente ni siquiera tenían esa meta, ellos pensaban que era imposible matar al gigante. En cambio, David pensaba que era imposible fallar al lanzarle una piedra a Goliat con semejante tamaño. Noten la diferencia en la manera de pensar.
Muy bien, entonces David elaboró un plan para lograr su meta. ¿qué hubiera pasado si David solamente hubiera soñado y deseado matar al gigante y no preparar ningún plan para alcanzar esa meta? Lo que hubiera pasado es que Goliat lo hubiera matado. Pero David elaboró un plan.
Dijo tomaré estas cinco piedras, las colocaré en mi saco pastoril, voy a poner una de estas piedras en mi honda y se la voy a lanzar al gigantón en la mera frente, si fallo tomo otra piedra y lo intento de nuevo. La Biblia nos muestra que no necesitó un segundo intento, porque al primer intento mató a Goliat, porque supo planificar adecuadamente.
Saben, hay cristianos que no agarran la honda, esto de agarrar la honda es bíblico, porque David agarró la honda y con ella mató al gigante.
De modo que hay que planificar y recuerde: Nadie formula planes para fracasar, pero muchos fracasan porque no formulan planes.
Jesús tuvo un plan y dicho plan es aplicable en cualquier parte del mundo y en cualquier momento de la historia de la humanidad. Jesús no quería únicamente llenar la cabeza de sus discípulos de información, sino lograr una transformación en sus vidas. Eso se logra solamente a través de una relación personal entre maestro y discípulo. Cada uno de nosotros debemos desarrollar los planes que se pueden aplicar en nuestro contexto, para que la obra del Señor siga adelante.
Conclusión: ¿Eres un líder paradigma, con propósitos claros y con planes definidos?.....
No olvide: Si Ud. es líder, a Ud. lo están siguiendo y ven su ejemplo. Ud. debe compartir sus propósitos con los demás y también los planes, transmitir la visión. Sea Ud. el líder que Jesús quiere que sea.
lunes, 16 de agosto de 2010
EL ENFOQUE DEL LIDERAZGO DE JESÚS: FORMAR PERSONAS
¿Cómo podríamos evaluar humanamente los resultados del ministerio de Jesús?: «No tuvo resultados perfectos (tuvo un traidor, multitudes que lo seguían pero demandantes y cambiantes, discípulos —amigos íntimos— que lo abandonaron en su hora más difícil). Bíblicamente su ministerio fue muy sencillo pero profundo.
¿Qué lo hizo posible ese combinación de sencillez y profundidad?, su meta y su método. La meta de Jesús fue las personas. Él buscaba conducirlas a la salvación eterna y formarlos a su propia imagen. El método para alcanzar su meta fue: Involucrarse personalmente en sus vidas, discipularlos para que fueran como él y, después, enviarlos para que hicieran a otros lo que él hizo con ellos.
El ministerio de Jesús y sus resultados
Juan 17.7–12, 18; Mateo 2819; 1 Juan 1.2–3
El mayor milagro de Jesús no fue realizado mientras caminó sobre esta tierra. Fue el resultado de incontables horas dedicadas a la capacitación de sus doce discípulos, hecho lo cual y una vez que partió, y los instruyó que fueran y practicaran este mismo arte de preparación y liderazgo. El milagro consistió en que esos hombres prácticamente fracasados prosiguieron su milagroso ministerio de tal manera que alcanzaron toda Asia en dos años (Hechos 19.10). Jesús pasó la mayor parte de su tiempo con los Doce, no con las masas. Él estaba empeñado en la formación de hombres que dirigirían la iglesia en la siguiente generación; hombres en quienes usted y yo no hubiéramos perdido nuestro tiempo. Jesús sabía dónde se encontraría su legado. Su ingenio no se encuentra en sus milagros divinos, ni siquiera en su directo ministerio. Se encuentra en su multiplicación deliberada.
Su enfoque primordial fue tratar personalmente con sus discípulos.
Observaciones sobre este enfoque de jesús
La idea de Jesús sobre el discipulado (involucrase con las personas y formarlas para que ellas hicieran lo que él hizo)
Instrucción ... en un contexto relacionado con la vida.
«Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos» (Mateo 51).
«Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar» (Lucas 111).
Demostración ... en un contexto relacionado con la vida.
«Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestro pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis» (Juan 13.12–15).
Experiencia... en un contexto relacionado con la vida.
«Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos» (Marcos 6.7).
«Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente» (Lucas 9,16).
Asesoramiento ... en un contexto relacionado con la vida
«Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. Pero este género no sale sino con oración y ayuno» (Lucas 17.18–21).
Jesús empleó doce factores para poder involucrarse con sus discípulos y así formarlos como él:
1. Iniciativa (Lucas 6:12, 13)
«... él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos».
2. Proximidad (Marcos 3:14, Lucas 8:1)
«Y estableció a doce, para que estuviesen con él...»
3. Amistad (Juan 15:15)
«Ya no os llamaré siervos .... pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer».
4. Ejemplo (Juan 13:15)
«Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis».
5. Compromiso (Mateo 16:24, Juan 13:1)
«Jesús ...como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin».
«Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame».
6. Responsabilidad (Marcos 6:7)
«Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos».
7. Conocimiento (Lucas 8:9, 10)
«Y los discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola? Y él dijo: A vosotros os he dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan».
8. Visión (Mateo 4:19, Juan 4:35)
«Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres».
«¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega».
9. Confianza (Mateo 10:1-8)
«Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Y yendo, predicad ... sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia».
10. Evaluación (Lucas 10:17-24)
«Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos».
11. Poder (Juan 20:22, Hechos 1:8)
«Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo».
«Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra».
12. Impulso (Mateo 28:18, 20)
«Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones ...»
Cómo se vive según el enfoque se Jesús
El logro viene cuando alguien es capaz de hacer grandes cosas para sí mismo.
El éxito viene cuando esa persona da el poder a los seguidores de hacer grandes cosas con él.
La importancia viene cuando esa persona desarrolla líderes para hacer grandes cosas para él.
El legado viene cuando prepara su organización para hacer grandes cosas sin él.
AUTOEVALUACIÓN:
1. Cuando pienso en formar personas, ¿Qué viene a mi mente? ¿A quién formaré?
2. ¿Cómo podré dejar a alguien formado? ¿Qué papel tengo yo en aquello que en un futuro pueda superar lo que yo hice?
3. ¿De qué manera estoy imitando a Jesús, así como él lo hacía con sus doce, para dejar un movimiento de personas después de su partida?
4. ¿Qué pasos puedo tomar esta semana para asegurar el impacto que ha de tener mi legado —las personas que yo forme— en el futuro?
5. ¿Qué necesito ser para ser un formador de personas?
¿Qué lo hizo posible ese combinación de sencillez y profundidad?, su meta y su método. La meta de Jesús fue las personas. Él buscaba conducirlas a la salvación eterna y formarlos a su propia imagen. El método para alcanzar su meta fue: Involucrarse personalmente en sus vidas, discipularlos para que fueran como él y, después, enviarlos para que hicieran a otros lo que él hizo con ellos.
El ministerio de Jesús y sus resultados
Juan 17.7–12, 18; Mateo 2819; 1 Juan 1.2–3
El mayor milagro de Jesús no fue realizado mientras caminó sobre esta tierra. Fue el resultado de incontables horas dedicadas a la capacitación de sus doce discípulos, hecho lo cual y una vez que partió, y los instruyó que fueran y practicaran este mismo arte de preparación y liderazgo. El milagro consistió en que esos hombres prácticamente fracasados prosiguieron su milagroso ministerio de tal manera que alcanzaron toda Asia en dos años (Hechos 19.10). Jesús pasó la mayor parte de su tiempo con los Doce, no con las masas. Él estaba empeñado en la formación de hombres que dirigirían la iglesia en la siguiente generación; hombres en quienes usted y yo no hubiéramos perdido nuestro tiempo. Jesús sabía dónde se encontraría su legado. Su ingenio no se encuentra en sus milagros divinos, ni siquiera en su directo ministerio. Se encuentra en su multiplicación deliberada.
Su enfoque primordial fue tratar personalmente con sus discípulos.
Observaciones sobre este enfoque de jesús
La idea de Jesús sobre el discipulado (involucrase con las personas y formarlas para que ellas hicieran lo que él hizo)
Instrucción ... en un contexto relacionado con la vida.
«Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos» (Mateo 51).
«Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar» (Lucas 111).
Demostración ... en un contexto relacionado con la vida.
«Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestro pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis» (Juan 13.12–15).
Experiencia... en un contexto relacionado con la vida.
«Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos» (Marcos 6.7).
«Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente» (Lucas 9,16).
Asesoramiento ... en un contexto relacionado con la vida
«Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. Pero este género no sale sino con oración y ayuno» (Lucas 17.18–21).
Jesús empleó doce factores para poder involucrarse con sus discípulos y así formarlos como él:
1. Iniciativa (Lucas 6:12, 13)
«... él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos».
2. Proximidad (Marcos 3:14, Lucas 8:1)
«Y estableció a doce, para que estuviesen con él...»
3. Amistad (Juan 15:15)
«Ya no os llamaré siervos .... pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer».
4. Ejemplo (Juan 13:15)
«Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis».
5. Compromiso (Mateo 16:24, Juan 13:1)
«Jesús ...como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin».
«Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame».
6. Responsabilidad (Marcos 6:7)
«Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos».
7. Conocimiento (Lucas 8:9, 10)
«Y los discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola? Y él dijo: A vosotros os he dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan».
8. Visión (Mateo 4:19, Juan 4:35)
«Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres».
«¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega».
9. Confianza (Mateo 10:1-8)
«Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Y yendo, predicad ... sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia».
10. Evaluación (Lucas 10:17-24)
«Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos».
11. Poder (Juan 20:22, Hechos 1:8)
«Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo».
«Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra».
12. Impulso (Mateo 28:18, 20)
«Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones ...»
Cómo se vive según el enfoque se Jesús
El logro viene cuando alguien es capaz de hacer grandes cosas para sí mismo.
El éxito viene cuando esa persona da el poder a los seguidores de hacer grandes cosas con él.
La importancia viene cuando esa persona desarrolla líderes para hacer grandes cosas para él.
El legado viene cuando prepara su organización para hacer grandes cosas sin él.
AUTOEVALUACIÓN:
1. Cuando pienso en formar personas, ¿Qué viene a mi mente? ¿A quién formaré?
2. ¿Cómo podré dejar a alguien formado? ¿Qué papel tengo yo en aquello que en un futuro pueda superar lo que yo hice?
3. ¿De qué manera estoy imitando a Jesús, así como él lo hacía con sus doce, para dejar un movimiento de personas después de su partida?
4. ¿Qué pasos puedo tomar esta semana para asegurar el impacto que ha de tener mi legado —las personas que yo forme— en el futuro?
5. ¿Qué necesito ser para ser un formador de personas?
EL LIDERAZGO CRISTIANO
Apoyamos a nuestros líderes
¿Qué ayuda podrían necesitar nuestros líderes para cumplir eficazmente con su tarea? Los siguientes pasajes pueden hacer un aporte a nuestra discusión.
* La ayuda de Dios (Exodo 3:11-12; Jueces 6:15-16)
* La ayuda de otros (Exodo 4:10-16; Exodo 17:12; Hechos 6:1-7)
* Oración (Hechos 6:6 y 13:3; 1 Tesalonicenses 5:25)
* Recursos y obreros (Exodo 36:2-3; Nehemías 4:6)
* Capacitación junto a otros que tienen más experiencia, siguiendo el ejemplo de Josué (Exodo 24:13; 33:11); Eliseo (1 Reyes 19:19-21); Timoteo (Filipenses 2:22).
Compartamos cómo podemos apoyar, animar y orar mejor por nuestros líderes.
Las cualidades de los líderes
Leamos 1 Timoteo 3:1-10
Este pasaje describe las cualidades que Pablo consideró importantes para los líderes en la iglesia.
* ¿Qué dice Pablo de la persona que aspira a un puesto de dirigente? (versículo 1)
* ¿Cuáles de las cualidades que se mencionan para dirigentes y
diáconos (versículos 2-5 y 7-9) podrían ser importantes para los líderes de nuestro grupo? ¿Por qué?
* ¿Cuál es el peligro de elegir como líder a un recién convertido (versículo 6)? ¿Podría existir el mismo peligro para nuestro grupo si elegimos como líder a un miembro nuevo?
* ¿Qué dice el versículo 10 acerca de los diáconos?
Dios elige a los líderes
Leamos Exodo 3:11, Jueces 6:15, 1 Samuel 9:21, 1 Reyes 3:7 y Jeremías 1:6
* ¿Qué clase de personas elige Dios aquí para ocupar roles de liderazgo?
* ¿Qué actitudes tienen?
* ¿Qué modelo de liderazgo nos muestra Jesús en Juan 13:3-5?
* ¿Qué es lo que Dios dice que mira cuando está seleccionando a un líder? (1 Samuel 16:7)
Después de repasar las cualidades y actitudes que debe tener un líder y el trabajo que debe realizarse, muchas personas podrían sentirse inadecuadas e incapaces de ocupar un rol de liderazgo (como ocurrió en algunos de estos ejemplos). Esta actitud puede ser saludable si se encara de la manera correcta, porque significa que el líder buscará apoyo y no se llenará de orgullo.
Los líderes cristianos
Leamos 1 Pedro 5:1-4
* Hagamos una lista de las características de un buen líder que se mencionan en este pasaje.
Leamos 1 Timoteo 3:1-13
Aquí Pablo habla de las cualidades requeridas de los líderes de la iglesia.
* Hagamos una lista de las cualidades que Pablo menciona aquí. ¿Son éstas cualidades que deben caracterizar a todos los cristianos?
* ¿Estas cualidades las pueden tener mujeres que tienen capacidad para el liderazgo?
* ¿Qué recompensa espera a aquellos que sirven bien a otros?
* ¿Cómo se elige a las personas para desempeñar responsabilidades dentro de nuestra iglesia? ¿Qué habilidades y formación necesitan tener?
* ¿Las personas que tienen la responsabilidad de liderar a otros deben tener una buena educación y ser letrados?
Siervos del Rey
Leamos Mateo 20:20-28
Cada uno de nosotros necesitamos desarrollar la humildad y el servicio en nuestras vidas cristianas. Debemos ser testigos con lo que hacemos — no solo con lo que decimos – aunque quienes nos rodean actúen de manera distinta.
* ¿Por qué pensamos que Santiago, Juan y su madre pidieron un favor especial?
* ¿Cómo respondió Jesús a su pedido? ¿Qué nos dice ésto acerca de la idea que tiene Jesús del liderazgo?
* ¿Qué efecto tuvo este pedido sobre los otros discípulos? ¿Hemos visto situaciones parecidas en nuestro trabajo o en nuestra iglesia?
* ¿A qué tipo de liderazgo se refiere Jesús en el versículo 28? ¿Es éste el modelo de liderazgo que hemos encontrado en nuestra iglesia?
* Compartan qué forma tomaría este modelo de liderazgo en los siguientes espacios:
• en el trabajo
• en la familia
• en la iglesia
• en la comunidad
* ¿Cuáles son las características principales de un líder siervo?
* ¿En qué aspectos debemos cambiar como individuos y como iglesia para reflejar mejor la actitud de siervo que tuvo Jesús?
Desarrollamos habilidades de liderazgo
Leamos Marcos 6:7-13
Compartamos de qué maneras capacitó Jesús a los discípulos antes de enviarlos al mundo.
* ¿Los discípulos realmente entendían quién era Jesús cuando él los envió por primera vez? ¿Lo conocían en profundidad?
* ¿Cómo los preparó Jesús para esta labor?
* ¿Qué recursos necesitaron?
* ¿Por qué los habrá enviado Jesús de dos en dos?
* Como iglesia, ¿tardamos a veces en actuar y en mostrar un amor auténtico, esperando estar más preparados? ¿Tiene importancia esto?
* ¿Cuáles fueron los resultados?
Líderes siervos
¿Cómo podemos seguir el ejemplo de Jesús en su servicio a otros? ¿Por qué puede resultar particularmente difícil hacer esto cuando uno ocupa un rol de liderazgo?
Leamos Juan 13:1-17 que describe el ejemplo de liderazgo de Jesús.
* ¿Qué modelo de liderazgo muestra Jesús aquí?
* ¿Cómo nos sentiríamos si fuéramos uno de los discípulos
* ¿Cuál debe ser nuestra respuesta a la acción de Jesús?
* ¿Qué características de liderazgo muestra Jesús aquí?
Vamos a lavarnos físicamente los pies unos a otros.
* ¿Cómo se sintieron las personas que lavaron los pies?
* ¿Cómo se sintieron las personas cuyos pies fueron lavados?
* ¿Qué nos enseña esto acerca del liderazgo?
El rol de los líderes nunca es fácil. ¿Apoyamos y oramos por nuestros líderes en la medida en que deberíamos?
Ver también
Filipenses 2:6-7 Aunque era de naturaleza divina
Mateo 20:24-28 Líderes siervos
Mateo 12:18-20 Aquí está mi siervo
Mateo 10:1 Jesús llamó a sus doce discípulos
¿Qué ayuda podrían necesitar nuestros líderes para cumplir eficazmente con su tarea? Los siguientes pasajes pueden hacer un aporte a nuestra discusión.
* La ayuda de Dios (Exodo 3:11-12; Jueces 6:15-16)
* La ayuda de otros (Exodo 4:10-16; Exodo 17:12; Hechos 6:1-7)
* Oración (Hechos 6:6 y 13:3; 1 Tesalonicenses 5:25)
* Recursos y obreros (Exodo 36:2-3; Nehemías 4:6)
* Capacitación junto a otros que tienen más experiencia, siguiendo el ejemplo de Josué (Exodo 24:13; 33:11); Eliseo (1 Reyes 19:19-21); Timoteo (Filipenses 2:22).
Compartamos cómo podemos apoyar, animar y orar mejor por nuestros líderes.
Las cualidades de los líderes
Leamos 1 Timoteo 3:1-10
Este pasaje describe las cualidades que Pablo consideró importantes para los líderes en la iglesia.
* ¿Qué dice Pablo de la persona que aspira a un puesto de dirigente? (versículo 1)
* ¿Cuáles de las cualidades que se mencionan para dirigentes y
diáconos (versículos 2-5 y 7-9) podrían ser importantes para los líderes de nuestro grupo? ¿Por qué?
* ¿Cuál es el peligro de elegir como líder a un recién convertido (versículo 6)? ¿Podría existir el mismo peligro para nuestro grupo si elegimos como líder a un miembro nuevo?
* ¿Qué dice el versículo 10 acerca de los diáconos?
Dios elige a los líderes
Leamos Exodo 3:11, Jueces 6:15, 1 Samuel 9:21, 1 Reyes 3:7 y Jeremías 1:6
* ¿Qué clase de personas elige Dios aquí para ocupar roles de liderazgo?
* ¿Qué actitudes tienen?
* ¿Qué modelo de liderazgo nos muestra Jesús en Juan 13:3-5?
* ¿Qué es lo que Dios dice que mira cuando está seleccionando a un líder? (1 Samuel 16:7)
Después de repasar las cualidades y actitudes que debe tener un líder y el trabajo que debe realizarse, muchas personas podrían sentirse inadecuadas e incapaces de ocupar un rol de liderazgo (como ocurrió en algunos de estos ejemplos). Esta actitud puede ser saludable si se encara de la manera correcta, porque significa que el líder buscará apoyo y no se llenará de orgullo.
Los líderes cristianos
Leamos 1 Pedro 5:1-4
* Hagamos una lista de las características de un buen líder que se mencionan en este pasaje.
Leamos 1 Timoteo 3:1-13
Aquí Pablo habla de las cualidades requeridas de los líderes de la iglesia.
* Hagamos una lista de las cualidades que Pablo menciona aquí. ¿Son éstas cualidades que deben caracterizar a todos los cristianos?
* ¿Estas cualidades las pueden tener mujeres que tienen capacidad para el liderazgo?
* ¿Qué recompensa espera a aquellos que sirven bien a otros?
* ¿Cómo se elige a las personas para desempeñar responsabilidades dentro de nuestra iglesia? ¿Qué habilidades y formación necesitan tener?
* ¿Las personas que tienen la responsabilidad de liderar a otros deben tener una buena educación y ser letrados?
Siervos del Rey
Leamos Mateo 20:20-28
Cada uno de nosotros necesitamos desarrollar la humildad y el servicio en nuestras vidas cristianas. Debemos ser testigos con lo que hacemos — no solo con lo que decimos – aunque quienes nos rodean actúen de manera distinta.
* ¿Por qué pensamos que Santiago, Juan y su madre pidieron un favor especial?
* ¿Cómo respondió Jesús a su pedido? ¿Qué nos dice ésto acerca de la idea que tiene Jesús del liderazgo?
* ¿Qué efecto tuvo este pedido sobre los otros discípulos? ¿Hemos visto situaciones parecidas en nuestro trabajo o en nuestra iglesia?
* ¿A qué tipo de liderazgo se refiere Jesús en el versículo 28? ¿Es éste el modelo de liderazgo que hemos encontrado en nuestra iglesia?
* Compartan qué forma tomaría este modelo de liderazgo en los siguientes espacios:
• en el trabajo
• en la familia
• en la iglesia
• en la comunidad
* ¿Cuáles son las características principales de un líder siervo?
* ¿En qué aspectos debemos cambiar como individuos y como iglesia para reflejar mejor la actitud de siervo que tuvo Jesús?
Desarrollamos habilidades de liderazgo
Leamos Marcos 6:7-13
Compartamos de qué maneras capacitó Jesús a los discípulos antes de enviarlos al mundo.
* ¿Los discípulos realmente entendían quién era Jesús cuando él los envió por primera vez? ¿Lo conocían en profundidad?
* ¿Cómo los preparó Jesús para esta labor?
* ¿Qué recursos necesitaron?
* ¿Por qué los habrá enviado Jesús de dos en dos?
* Como iglesia, ¿tardamos a veces en actuar y en mostrar un amor auténtico, esperando estar más preparados? ¿Tiene importancia esto?
* ¿Cuáles fueron los resultados?
Líderes siervos
¿Cómo podemos seguir el ejemplo de Jesús en su servicio a otros? ¿Por qué puede resultar particularmente difícil hacer esto cuando uno ocupa un rol de liderazgo?
Leamos Juan 13:1-17 que describe el ejemplo de liderazgo de Jesús.
* ¿Qué modelo de liderazgo muestra Jesús aquí?
* ¿Cómo nos sentiríamos si fuéramos uno de los discípulos
* ¿Cuál debe ser nuestra respuesta a la acción de Jesús?
* ¿Qué características de liderazgo muestra Jesús aquí?
Vamos a lavarnos físicamente los pies unos a otros.
* ¿Cómo se sintieron las personas que lavaron los pies?
* ¿Cómo se sintieron las personas cuyos pies fueron lavados?
* ¿Qué nos enseña esto acerca del liderazgo?
El rol de los líderes nunca es fácil. ¿Apoyamos y oramos por nuestros líderes en la medida en que deberíamos?
Ver también
Filipenses 2:6-7 Aunque era de naturaleza divina
Mateo 20:24-28 Líderes siervos
Mateo 12:18-20 Aquí está mi siervo
Mateo 10:1 Jesús llamó a sus doce discípulos
LA RESPUESTA DE DIOS PARA LA IRA
Existen personas que tratan de justificar su ira. Dicen: “Es característica de familia.” Son como un rifle cargado con un sensible gatillo. Cada vez que son empujados, ¡se disparan! Y luego dicen: “Oh, mi ira dura muy poco.” Bueno, lo mismo pasa con los tornados [o terremotos], ¡y mire el daño que causan!
Veamos lo que la Biblia, especialmente el libro de Proverbios, tiene que decir acerca de ser rápidos para encolerizarse:
“La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa. Como rugido de cachorro de león es la ira del rey, y su favor como el rocío sobre la hierba” (Proverbios 19:11-12).
“El hombre iracundo promueve contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla” (Proverbios 15:18).
“No entres apresuradamente en pleito, No sea que no sepas qué hacer al fin, después que tu prójimo te haya avergonzado” (Proverbios 25:8).
Cuando usted se enoja fácilmente, puede perder mucho: su trabajo, sus amigos, su cónyuge, sus hijos, su salud, su testimonio. No hay nada más contraproducente para su testimonio cristiano que el perder rápidamente su domino propio.
Confesar nuestra ira
Si reprimimos nuestra ira en vez de confesarla, ésta puede producir toda clase de daños. Usted puede decir que no está airado, pero su estómago llevará la cuenta. Por lo tanto, lo primero que debe hacer para controlar su ira, es confesarla al Señor. Dígale: “Hay algo dentro de mí que no me gusta. Necesito que Tú me controles para que yo no actúe incontrolablemente o injustamente”
Alguien muy bien dijo que si usted reprime la ira, eso es como encender un basurero, guardarlo en un closet [o ropero], y cerrar la puerta. Pudiera ser que se consuma solo o que queme toda la casa. Si usted quiere controlar la ira, lo primero que debe hacer es abrir la puerta del closet y decir: “Ahí está, Señor. Ahí está. Apaga el fuego.”
Considerar nuestra ira
Cuando usted da un paso atrás en su ira y comienza a buscar el entendimiento que proviene de Dios, Él le mostrará la respuesta. Es muy importante analizar la fuente de su ira, a fin de no quedarse a medio camino. El Salmo 4:4 dice: “Temblad, y no pequéis; meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad.”
Dios ha prometido mostrarnos el camino si es que le buscamos. “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Salmo 32:8). Y no mire hacia el mundo para ver cómo maneja el asunto. Mire a Dios. Romanos 12:2 enseña:” No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Controle su ira
Bien. Usted está listo para trabajar en controlar su ira. Usted responde: “¡No puedo controlar mi ira!” Oh, sí puede. Un día usted está teniendo una de esas discusiones que se puede escuchar a medio kilómetro de distancia. De pronto suena el teléfono. Uno de ustedes se lanza furioso contra el teléfono, prácticamente lo arranca de la base y contesta [apaciblemente]: “¡Hola!”. Así que no me diga que usted no puede “encenderse” y “apagarse”. ¡Lo puede hacer! Proverbios 29:11 dice: “El necio da rienda suelta a toda su ira, mas el sabio al fin la sosiega.” Los necios vociferan lo que sea, pero el hombre sabio escoge controlar su lengua.
Entonces tenemos, confesión, consideración y control. Ahora, no le garantizo que usted ya no tendrá problemas por su ira, pero si puede aprender estas bases, estará en camino a lograrlo.
Veamos lo que la Biblia, especialmente el libro de Proverbios, tiene que decir acerca de ser rápidos para encolerizarse:
“La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa. Como rugido de cachorro de león es la ira del rey, y su favor como el rocío sobre la hierba” (Proverbios 19:11-12).
“El hombre iracundo promueve contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla” (Proverbios 15:18).
“No entres apresuradamente en pleito, No sea que no sepas qué hacer al fin, después que tu prójimo te haya avergonzado” (Proverbios 25:8).
Cuando usted se enoja fácilmente, puede perder mucho: su trabajo, sus amigos, su cónyuge, sus hijos, su salud, su testimonio. No hay nada más contraproducente para su testimonio cristiano que el perder rápidamente su domino propio.
Confesar nuestra ira
Si reprimimos nuestra ira en vez de confesarla, ésta puede producir toda clase de daños. Usted puede decir que no está airado, pero su estómago llevará la cuenta. Por lo tanto, lo primero que debe hacer para controlar su ira, es confesarla al Señor. Dígale: “Hay algo dentro de mí que no me gusta. Necesito que Tú me controles para que yo no actúe incontrolablemente o injustamente”
Alguien muy bien dijo que si usted reprime la ira, eso es como encender un basurero, guardarlo en un closet [o ropero], y cerrar la puerta. Pudiera ser que se consuma solo o que queme toda la casa. Si usted quiere controlar la ira, lo primero que debe hacer es abrir la puerta del closet y decir: “Ahí está, Señor. Ahí está. Apaga el fuego.”
Considerar nuestra ira
Cuando usted da un paso atrás en su ira y comienza a buscar el entendimiento que proviene de Dios, Él le mostrará la respuesta. Es muy importante analizar la fuente de su ira, a fin de no quedarse a medio camino. El Salmo 4:4 dice: “Temblad, y no pequéis; meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad.”
Dios ha prometido mostrarnos el camino si es que le buscamos. “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Salmo 32:8). Y no mire hacia el mundo para ver cómo maneja el asunto. Mire a Dios. Romanos 12:2 enseña:” No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Controle su ira
Bien. Usted está listo para trabajar en controlar su ira. Usted responde: “¡No puedo controlar mi ira!” Oh, sí puede. Un día usted está teniendo una de esas discusiones que se puede escuchar a medio kilómetro de distancia. De pronto suena el teléfono. Uno de ustedes se lanza furioso contra el teléfono, prácticamente lo arranca de la base y contesta [apaciblemente]: “¡Hola!”. Así que no me diga que usted no puede “encenderse” y “apagarse”. ¡Lo puede hacer! Proverbios 29:11 dice: “El necio da rienda suelta a toda su ira, mas el sabio al fin la sosiega.” Los necios vociferan lo que sea, pero el hombre sabio escoge controlar su lengua.
Entonces tenemos, confesión, consideración y control. Ahora, no le garantizo que usted ya no tendrá problemas por su ira, pero si puede aprender estas bases, estará en camino a lograrlo.
sábado, 14 de agosto de 2010
LA OBEDIENCIA DE ABRAHAM
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció; y salió sin saber a dónde iba. —Hebreos 11:8
¿Alguna vez Dios te pidió que hicieras algo aparentemente irracional o que te llevaba al terreno de lo desconocido? ¿Qué pasaría si te pidiera que rechazaras un largamente ansiado ascenso en el trabajo o una anhelada relación sentimental con alguien? ¿Y si te llamara para ir a un lugar remoto de la tierra o te pidiera dejar que tu hijo le sirva en un sitio lejano?
Lo desconocido está lleno de interrogantes atormentadores, tales como: «¿Y si pasa esto o aquello…?» Aun así, cuando seguimos al Señor, Él suele llamarnos a recorrer territorio desconocido. Obedecer Sus mandamientos de perdonar, entregar nuestros tesoros o abandonar las cosas que nos brindan seguridad y placer nos deja a menudo en el terreno atemorizante del qué irá a pasar. Imagínate cómo se habrá sentido Abraham cuando Dios le pidió que trasladara a toda su familia y no le dijo adónde irían (Génesis 12:1-3). También le demandó perseverancia; es decir, que se quedara en una tierra desconocida, aunque las atractivas comodidades del pasado amenazaran seducirlos, tanto a él como a su familia, al regresar al entorno seguro de Ur. El miedo a lo desconocido podría impedir que siguiéramos la guía de Dios en los días que están por delante. Pero, como Abraham, cuando nos aferramos a Aquel que sabe todas las cosas, estamos en buenas manos… no importa el destino.
Nunca tengas temor de confiarle el futuro desconocido al Dios omnisciente.
BIBIOGRAFÍA:
-http://www.enbuscadedios.com
-http://www.ibrcvirtual.org
atb@transmundial.org
-www.elamorquevale.org
-http://guardianesdelmuro.com
¿Alguna vez Dios te pidió que hicieras algo aparentemente irracional o que te llevaba al terreno de lo desconocido? ¿Qué pasaría si te pidiera que rechazaras un largamente ansiado ascenso en el trabajo o una anhelada relación sentimental con alguien? ¿Y si te llamara para ir a un lugar remoto de la tierra o te pidiera dejar que tu hijo le sirva en un sitio lejano?
Lo desconocido está lleno de interrogantes atormentadores, tales como: «¿Y si pasa esto o aquello…?» Aun así, cuando seguimos al Señor, Él suele llamarnos a recorrer territorio desconocido. Obedecer Sus mandamientos de perdonar, entregar nuestros tesoros o abandonar las cosas que nos brindan seguridad y placer nos deja a menudo en el terreno atemorizante del qué irá a pasar. Imagínate cómo se habrá sentido Abraham cuando Dios le pidió que trasladara a toda su familia y no le dijo adónde irían (Génesis 12:1-3). También le demandó perseverancia; es decir, que se quedara en una tierra desconocida, aunque las atractivas comodidades del pasado amenazaran seducirlos, tanto a él como a su familia, al regresar al entorno seguro de Ur. El miedo a lo desconocido podría impedir que siguiéramos la guía de Dios en los días que están por delante. Pero, como Abraham, cuando nos aferramos a Aquel que sabe todas las cosas, estamos en buenas manos… no importa el destino.
Nunca tengas temor de confiarle el futuro desconocido al Dios omnisciente.
BIBIOGRAFÍA:
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atb@transmundial.org
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domingo, 8 de agosto de 2010
EL GUSANO ATRAPADO
Un indígena oriundo de Centroamérica había hallado la paz en Dios. Había cambiado radicalmente, de una vida de depravación, borracheras e infidelidad, a una vida de verdadera satisfacción y paz. Siempre hablaba de su salvación y de lo que Jesucristo había hecho por él. No le importaba dónde estuviera ni quién estuviera viéndolo o escuchándolo. A todos les daba el testimonio de su conversión.
Un día un amigo suyo le preguntó:
—Churunel, ¿por qué hablas tanto de Cristo?
Churunel no respondió de inmediato, sino que comenzó a recoger palitos y hojas secas que fue colocando uno sobre otro en un círculo. Entonces buscó hasta hallar un gusanito, y lo puso en el centro del círculo. Todavía sin decir palabra, encendió un fósforo y lo acercó a las hojas y a los palitos secos.
El fuego dio la vuelta al combustible seco, y el gusanito atrapado comenzó a buscar locamente cómo salir, pero no podía.
Por fin el fuego avanzó hacía el centro, y el calor se fue acercando al gusano. Éste, desesperado, levantó en alto la cabeza como para respirar, cuando menos, un poco de aire fresco. El gusanito sabía que su único refugio tendría que venir de arriba.
Al verlo así, Churunel se inclinó y le extendió sus dedos. El gusano se asió de ellos y el indígena sacó el gusano de en medio del fuego. Fue hasta entonces que emitió su primera palabra.
«Esto —explicó Churunel— es lo que Cristo hizo por mí. Yo estaba atrapado en los vicios del pecado, y no había esperanza de salida. Había tratado, por todos los medios posibles, de salvarme a mí mismo, pero me era imposible.
»Entonces el Señor se inclinó hacia mí y me extendió su mano. Lo único que tuve que hacer fue asirme de Él. Cristo me sacó de esa prisión. Por eso no puedo dejar de contarles a todos lo que hizo por mí.»
Lo cierto es que aquel indígena describió a la perfección lo que Cristo puede y quiere hacer por cada uno de nosotros. Sin Cristo estamos atrapados. Más vale que reconozcamos de una vez por todas que la vida real no respalda el argumento popular que dice: «El día que yo quiera dejar el vicio, puedo dejarlo.» De no ser por una ayuda que venga de arriba, moriremos en nuestros pecados.
Cristo está cerca de nosotros y nos extiende la mano. Sólo tenemos que asirnos de ella. Churunel lo hizo y encontró paz. Así como él lo han hecho millones más, y han hallado la paz. ¿Por qué no hacerlo nosotros también? Cristo quiere rescatarnos y darnos su paz.
Un día un amigo suyo le preguntó:
—Churunel, ¿por qué hablas tanto de Cristo?
Churunel no respondió de inmediato, sino que comenzó a recoger palitos y hojas secas que fue colocando uno sobre otro en un círculo. Entonces buscó hasta hallar un gusanito, y lo puso en el centro del círculo. Todavía sin decir palabra, encendió un fósforo y lo acercó a las hojas y a los palitos secos.
El fuego dio la vuelta al combustible seco, y el gusanito atrapado comenzó a buscar locamente cómo salir, pero no podía.
Por fin el fuego avanzó hacía el centro, y el calor se fue acercando al gusano. Éste, desesperado, levantó en alto la cabeza como para respirar, cuando menos, un poco de aire fresco. El gusanito sabía que su único refugio tendría que venir de arriba.
Al verlo así, Churunel se inclinó y le extendió sus dedos. El gusano se asió de ellos y el indígena sacó el gusano de en medio del fuego. Fue hasta entonces que emitió su primera palabra.
«Esto —explicó Churunel— es lo que Cristo hizo por mí. Yo estaba atrapado en los vicios del pecado, y no había esperanza de salida. Había tratado, por todos los medios posibles, de salvarme a mí mismo, pero me era imposible.
»Entonces el Señor se inclinó hacia mí y me extendió su mano. Lo único que tuve que hacer fue asirme de Él. Cristo me sacó de esa prisión. Por eso no puedo dejar de contarles a todos lo que hizo por mí.»
Lo cierto es que aquel indígena describió a la perfección lo que Cristo puede y quiere hacer por cada uno de nosotros. Sin Cristo estamos atrapados. Más vale que reconozcamos de una vez por todas que la vida real no respalda el argumento popular que dice: «El día que yo quiera dejar el vicio, puedo dejarlo.» De no ser por una ayuda que venga de arriba, moriremos en nuestros pecados.
Cristo está cerca de nosotros y nos extiende la mano. Sólo tenemos que asirnos de ella. Churunel lo hizo y encontró paz. Así como él lo han hecho millones más, y han hallado la paz. ¿Por qué no hacerlo nosotros también? Cristo quiere rescatarnos y darnos su paz.
sábado, 31 de julio de 2010
El TESORO ESCONDIDO
Don Julio Gómez Arbizú hacía un viaje a caballo por el campo. Al ocultarse el sol, pidió posada en una casa que estaba a la vera del camino. La casa tenía aspecto de pobreza. No había muebles, y la alimentación era escasa. Todo daba la impresión de suma indigencia.
La señora de la casa era joven, y sin embargo en su rostro se veían las huellas de una vida llena de sinsabores. No era de extrañarse. Su esposo era un borracho empedernido que la maltrataba una y otra vez.
Mientras el visitante miraba el aspecto de aquel hogar, vio una vieja y olvidada Biblia que estaba en un rincón. Al despedirse, le dijo a la familia: «Hay en esta casa un tesoro que los puede hacer ricos.»
Después que el forastero partió, los dueños de la casa comenzaron a buscar lo que a su juicio tendría que ser una joya o una vasija llena de oro. Hasta hicieron hoyos en el piso, pero todo sin resultado.
Un día la señora levantó la Biblia olvidada, y encontró escrita en la guarda esta nota: «Lea Salmo 119:72.» En ese pasaje de los Salmos encontró la siguiente afirmación: «Para mí es más valiosa tu enseñanza que millares de monedas de oro y plata.» La señora, recordando las palabras del visitante, se preguntó: «¿Será éste el tesoro del que habló el forastero?»
Así que le comunicó al resto de la familia lo que pensaba, y empezaron a leer la Biblia. Con eso, un gran milagro comenzó a efectuarse. El borracho se convirtió en un hombre trabajador. El color volvió a las mejillas de la señora. La armonía desplazó el resentimiento, y la felicidad retornó al hogar.
Cuando el forastero visitó de nuevo la casa, había desaparecido de ella todo indicio de tristeza. En su lugar reinaba la paz. Con el corazón rebosante de gratitud, la familia le dijo: «Encontramos el tesoro, que se ha convertido en todo lo que usted nos dijo.»
Lo cierto es que la Biblia es el Libro por excelencia. Produce resultados positivos en la vida de quienes lo estudian con fe y con devoción.
¿Con cuánta frecuencia leemos nosotros la Biblia? ¿Hemos leído la historia de Abraham? ¿Hemos experimentado la satisfacción que produce la lectura de los Salmos? ¿Hemos seguido la vida de Cristo? Si no hemos leído la Biblia, hemos hecho caso omiso del mensaje más importante para nuestra vida.
Leamos la Biblia. En ella encontraremos tesoros que cambiarán nuestra vida. Leámosla con sinceridad y fe. Dios, mediante su Santa Palabra, quiere hablarnos. Leamos ese tesoro que hace rico a todo el que lo descubre.
2Timoteo 3:15-17
15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Juan 5:39
39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
Marcos 12:24
24 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios?
1Timoteo 3:14
Verdad Extraordinaria
14 Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, 15 para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad. 16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.
1Timoteo 6:20
20 Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, 21 la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén.
2Timoteo 3:14-16
4 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
2Timoteo 4:2
1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.
LA CENTRALIDAD DEL EVANGELIO:
1Corintios 1-2:1-26
Salutación
1 Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, 2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: 3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Acción de gracias por dones espirituales
4 Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; 5 porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; 6 así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, 7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; 8 el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. 9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
¿Está dividido Cristo?
10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. 16 También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro. 17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.
Cristo, poder y sabiduría de Dios
18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. 19 Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos. 20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? 21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. 22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; 23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; 24 mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. 26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia. 30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 32 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
1Corintios 2
Proclamando a Cristo crucificado
1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. 3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; 4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, 5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
La revelación por el Espíritu de Dios
6 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 7 Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. 9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, 10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
La señora de la casa era joven, y sin embargo en su rostro se veían las huellas de una vida llena de sinsabores. No era de extrañarse. Su esposo era un borracho empedernido que la maltrataba una y otra vez.
Mientras el visitante miraba el aspecto de aquel hogar, vio una vieja y olvidada Biblia que estaba en un rincón. Al despedirse, le dijo a la familia: «Hay en esta casa un tesoro que los puede hacer ricos.»
Después que el forastero partió, los dueños de la casa comenzaron a buscar lo que a su juicio tendría que ser una joya o una vasija llena de oro. Hasta hicieron hoyos en el piso, pero todo sin resultado.
Un día la señora levantó la Biblia olvidada, y encontró escrita en la guarda esta nota: «Lea Salmo 119:72.» En ese pasaje de los Salmos encontró la siguiente afirmación: «Para mí es más valiosa tu enseñanza que millares de monedas de oro y plata.» La señora, recordando las palabras del visitante, se preguntó: «¿Será éste el tesoro del que habló el forastero?»
Así que le comunicó al resto de la familia lo que pensaba, y empezaron a leer la Biblia. Con eso, un gran milagro comenzó a efectuarse. El borracho se convirtió en un hombre trabajador. El color volvió a las mejillas de la señora. La armonía desplazó el resentimiento, y la felicidad retornó al hogar.
Cuando el forastero visitó de nuevo la casa, había desaparecido de ella todo indicio de tristeza. En su lugar reinaba la paz. Con el corazón rebosante de gratitud, la familia le dijo: «Encontramos el tesoro, que se ha convertido en todo lo que usted nos dijo.»
Lo cierto es que la Biblia es el Libro por excelencia. Produce resultados positivos en la vida de quienes lo estudian con fe y con devoción.
¿Con cuánta frecuencia leemos nosotros la Biblia? ¿Hemos leído la historia de Abraham? ¿Hemos experimentado la satisfacción que produce la lectura de los Salmos? ¿Hemos seguido la vida de Cristo? Si no hemos leído la Biblia, hemos hecho caso omiso del mensaje más importante para nuestra vida.
Leamos la Biblia. En ella encontraremos tesoros que cambiarán nuestra vida. Leámosla con sinceridad y fe. Dios, mediante su Santa Palabra, quiere hablarnos. Leamos ese tesoro que hace rico a todo el que lo descubre.
2Timoteo 3:15-17
15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Juan 5:39
39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
Marcos 12:24
24 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios?
1Timoteo 3:14
Verdad Extraordinaria
14 Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, 15 para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad. 16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.
1Timoteo 6:20
20 Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, 21 la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén.
2Timoteo 3:14-16
4 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
2Timoteo 4:2
1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.
LA CENTRALIDAD DEL EVANGELIO:
1Corintios 1-2:1-26
Salutación
1 Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, 2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: 3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Acción de gracias por dones espirituales
4 Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; 5 porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; 6 así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, 7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; 8 el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. 9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
¿Está dividido Cristo?
10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. 16 También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro. 17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.
Cristo, poder y sabiduría de Dios
18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. 19 Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos. 20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? 21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. 22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; 23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; 24 mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. 26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia. 30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 32 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
1Corintios 2
Proclamando a Cristo crucificado
1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. 3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; 4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, 5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
La revelación por el Espíritu de Dios
6 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 7 Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. 9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, 10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
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