jueves, 19 de mayo de 2016

DEMOS TODA LA IMPORTANCIA A LA LEY DIVINA, LA PALABRA DE DIOS.

DEMOS TODA LA IMPORTANCIA A LA LEY DIVINA, LA PALABRA DE DIOS.
“Más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace” (Santiago 1:25).
Santiago 1:23 y 24 pinta la imagen de un hombre apresurado. Tiene muchas cosas en su mente. Él se da un vistazo muy casual y sale rápidamente. Si la Biblia es como un espejo, entonces este hombre sólo mira fugazmente la Palabra sin, en realidad, aplicarla a su vida. Muchos creyentes son esta clase de estudiantes bíblicos. Son como un mosquito saltando de aquí para allá, en vez de ser como abejas que profundizan y permanecen lo suficiente para extraer la dulzura de la flor. En contraste, el hombre del versículo 25 profundiza en la Palabra. Es alguien que se deleita en la Palabra de Dios, que aplica la Palabra de Dios, y que ama y atesora la Palabra de Dios.
Es usted así? ¿O sólo mira “de pasadita” la Palabra de Dios, y prosigue a realizar las cosas que tiene que hacer, de acuerdo a una lista,  porque cree que son más importantes? ¿Cómo saberlo? Fácil. Invierta una hora en la Palabra de Dios, no una, sino dos o tres  veces esta semana. Eso será un comienzo.


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