viernes, 6 de mayo de 2016

¿TAL VEZ USTED SE HA HECHO ESTA PREGUNTA, CÓMO COMBATIR A SATANÁS?

¿TAL VEZ USTED SE HA HECHO ESTA PREGUNTA, CÓMO COMBATIR A SATANÁS?
ALGUNAS CULTURAS Y RELIGIONES HAN INGENIADO MÉTODOS.
¿QUÉ DICE LA BIBLIA CON RESPECTO A ESTE TEMA?
 EL DIABLO DE LOS MUSULMANES.
Por el Hermano Pablo.
Era una de las celebraciones grandes en la Meca musulmana. Se trataba de una de las fiestas tradicionales de la religión islámica. Realizaban, con miles de peregrinos, el ritual de apedrear al diablo.
La costumbre se llevaba a cabo en cuevas donde, según la tradición, residía el maligno. La multitud iba de cueva en cueva con piedras en las manos y las arrojaban —decían ellos— contra el diablo. Sólo que en esta ocasión se produjo una estampida de tales proporciones que cundió el pánico en la multitud.
Cuando todo hubo pasado, además de haber muchos heridos, hubo 829 muertos. Algunos de ellos fueron pisoteados, otros golpeados y otros apedreados.
Muchos le tienen terror al diablo; otros se burlan de él. Otros procuran exorcizarlo con ritos y ceremonias, mientras que otros niegan su existencia. Para los musulmanes la costumbre es tirarle piedras una vez al año, y muchas veces hay pánico colectivo que deja como saldo a muchos muertos y heridos.
¿De veras existe el diablo? La Biblia dice que sí, y que es el enemigo más grande del hombre. La Biblia lo llama destructor, acusador, príncipe de este mundo, y padre de la mentira. No sólo existe, sino que encarna todas las fuerzas malignas que se oponen a Dios y a su Hijo Jesucristo.
Sin embargo, las armas que se toman contra Satanás no son ni piedras ni ninguna cosa inanimada. El diablo es una persona, y la única manera de neutralizar su influencia es tener a Jesucristo en el corazón.
 El apóstol Juan, en su primera carta a la iglesia universal, declara: «El que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo» (1 Juan 4:4). Es decir, Cristo, que habita en el corazón de todo el que le da entrada, tiene más poder que Satanás, que habita en este mundo.
Si hemos llevado una vida de luchas continuas, de problemas interminables, de aflicciones, contiendas, hostilidades y altercados constantes, es posible que hayamos provocado todo ese malestar nosotros mismos, pero también es posible que Satanás haya estado procurando quitarnos toda noción de tranquilidad, paz y armonía.
La única fuerza en el universo que puede contrarrestar la fuerza del diablo es Cristo, que venció a Satanás mediante su muerte en la cruz. Por eso el que acepta a Cristo como su Señor y Redentor ya no tiene que temer al diablo, porque éste no tiene ningún dominio sobre él.
Coronemos a Cristo como Rey de nuestra vida. Rindámonos a Él. Sometámonos a su señorío. Él apedreó al diablo de una vez por todas al morir en la cruz por nosotros.
LOS ENEMIGOS SON PRINCIPADOS Y POTESTADES.
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” - (Efesios 6:12).
En ocasiones tenemos un enfrentamiento con alguien y queremos discutir con esa persona, en vez de atacar al diablo que causó el problema, en primer lugar. Quiera Dios que tengamos la capacidad de ver que nuestra pelea no es contra sangre y carne ―aún en sentido global― sino que nuestra batalla es con Satanás. Si no vemos eso, vamos a perder la guerra, en un sentido personal y en un sentido global. No estamos diciendo que nuestra nación no debe estar preparada y lista cuando enfrentamos a un enemigo real, pero no podemos matar una idea con una bala. Lo único que matará una idea o filosofía, es una idea mejor: el Evangelio de salvación de Jesucristo. Martín Lutero escribió: “Y aunque este mundo, colmado de demonios, amenazaran destruirnos. No temeremos, porque la voluntad de Dios es que su verdad triunfe a través de nosotros: El príncipe de las tinieblas hostiga, no nos atemorizamos por él; su furia podemos soportar, puesto que, su condena es segura, una palabrita le aniquilará.”
Adore a Dios cantando el himno: “Castillo fuerte es nuestro Dios”, de Martín Lutero.
EL ACUSADOR SERÁ LANZADO FUERA.
Apocalipsis 12:10: “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.”
Usted será un creyente miserable si no aprende la diferencia entre la convicción del Espíritu Santo y la acusación satánica. Cuando el Espíritu Santo pone en su corazón la convicción de un pecado, Él no le hará simplemente sentirse mal. Él pondrá su dedo en la llaga y presionará. Él le dará convicción de algo específico y lo declarará culpable legítimamente. Ahora bien, si el diablo no lo declara culpable en general de todos sus pecados, él intentará acusarlo de un pecado específico del cual usted ya ha sido perdonado. Satanás lucha una batalla perdida porque si usted depositó su pecado bajo la sangre de Jesucristo y éste surge de nuevo, no es Dios quien lo sacó a la luz.
¿Está usted bajo convicción o acusación hoy de un pecado sin confesar?
 Lea Apocalipsis 12:9-11. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
12:10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
SATANÁS DE DISFRAZA DE ÁNGEL DE LUZ.
El apóstol Pablo dice: “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Corintios 11:14). Satanás es el maestro del engaño. Usted necesita entender que Satanás no está en contra de la religión. Su púlpito principal es la religión.
El apóstol Pablo dice: “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Corintios 11:14). Satanás es el maestro del engaño. Usted necesita entender que Satanás no está en contra de la religión. Su púlpito principal es la religión.
DIOS NOS HIZO ACPETOS EN EL AMADO. NO TEMA AL ENEMIGO
Efesios 1:6: “Para la alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.”

LOS GOBERNADORES DE LAS TINIEBLAS QUE BUSCAN HACERNOS CAER.
Efesios 6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo.”
Existe un despiadado y cruel sistema del bajo mundo que pelea contra usted. Los cabecillas del crimen son simples aficionados comparados con este sindicato dirigido por el maestro del engaño. Se le llama: “destructor”, “mentiroso”, “acusador”, “tentador”, y “príncipe”. Satanás es indescriptiblemente malévolo, brillantemente estúpido, y espantosamente hermoso. Si él no puede convencerlo de que él no existe, entonces él trata de esparcir la mentira de que solamente está en el infierno. Él no está en el infierno. El infierno fue preparado para el diablo y sus ángeles, pero ¡él aún no está ahí! Tenga cuidado... Satanás viene contra usted para obsesionar, deprimir y poseer. No obstante, tome ánimo... ¡Jesús ha comprado su victoria con su sangre!
Satanás es representado como un león rugiente en 1 Pedro 5:8. Póngase la total armadura de Dios.
 (Efesios 6:10-18). Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
6:11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
6:13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
6:14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
6:15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
6:17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

 y apóyese en la victoria que solamente la fe en Cristo el Rey se puede alcanzar.

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