¿QUÉ
SIGNIFICA PARA EL CRISTIANO Y PARA MUCHAS PERSONAS LA TENTACIÓN?
NECESITAMOS
LA PROTECCIÓN DE DIOS EN CADA MOMENTO DE NUESTRA VIDA.
“Y no nos
metas en tentación, más líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder,
y la gloria” - (Mateo 6:13).
¿Por qué
piensa que repetitivamente acudimos a Dios para que nos perdone? Tal vez es
porque omitimos orar la otra parte del Padre Nuestro: “Y no nos metas en
tentación, más líbranos del mal.” Nos despertamos en la mañana y al finalizar
el día decimos: “Dios, perdóname. Fallé.” Y Él nos perdona. Sin embargo, ¿sabe
por qué fracasamos? Porque aprendimos a orar: “Señor, perdóname.” Pero, no
estamos clamando: “Señor, protégeme.” Usted no finaliza su día y ora: “El pan
nuestro de cada día, dánoslo hoy.” El día se ha acabado. Esta no es una oración
para finalizar el día, sino es una oración para iniciar su día. Señor,
protégeme.
NO PODEMOS
COMPARARNOS CON OTROS, PORQUE SOMOS IGUAL DE PECADORES.
“No
juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad,
y seréis perdonados” - (Lucas 6:37).
En algunas
ocasiones los creyentes miran a personas que han cometido adulterio, o algún
crimen, y se comparan con ellos. Incluso pueden decir: “Ellos están muertos en
sus delitos y transgresiones.” Permítame decirle algo. Ellos están tan muertos
en sus delitos y transgresiones como su preciosa y dulce hija o sus amados
familiares que no han aceptado el regalo de salvación por parte de Jesucristo.
Puede haber grados de corrupción, pero no existen grados en cuanto a la muerte.
Todos los perdidos son muertos que necesitan del Salvador, Jesucristo. Usted
puede pensar que no tiene un testimonio que compartir porque no obtuvo un
doctorado en pecado antes de ser salvo. Tal vez usted se salvó cuando era un
niño. Bueno, se requirió lo mismo de la gracia de Dios para salvarle, que para
salvar a un asesino condenado a pena de muerte. Nunca lo olvide, querido amigo.
La gente muerta debe dejar de compararse con otra gente muerta. El terreno está
nivelado al pie de la cruz.
¿Alguna vez
el Diablo le ha tentado para que juegue a “las comparaciones”? Y si el diablo
comienza a tentarle de esa manera hoy, practique lo que le va a decir, ahora
mismo, para derrotarlo en su propio juego, antes de que comience.
Efesios
4:25: “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su
prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.”
Si existe
alguna área en su corazón que no está basada en la verdad, usted le ha creado
un hogar al diablo.
Deseamos que
hoy juegue un juego de atrapar, pero éste solamente involucra a una persona...
¡usted! Cuando la tentación le inste a mentir, atrápese a sí mismo y diga la
verdad.
DIOS CONOCE
NUESTRA CONDICIÓN, EN MEDIO DE LA TENTACIÓN.
Salmo
103:14: “Porque Él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo.”
Un mecánico
de una fábrica construye un camión. Él conoce el chasis de ese camión y cuánto
puede cargar. En la misma forma, Dios conoce su chasis y sabe cuánto usted
puede sobrellevar y “fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que
podéis resistir”. Nada llega a usted sino sólo aquello que pasa por Dios.
Incluso lo que hace Satanás, él únicamente puede actuar si Dios se lo permite.
Entonces, usted podrá decir que la tentación fue tan fuerte que no pudo
soportarla, no obstante no es verdad. Dios proveerá la salida de escape.
Cuando usted
sea tentado hoy (no “si” es tentado, sino cuando lo sea), pídale a Dios la
salida de escape. Luego, confíe en Él y obedezca.
Regocíjese
en las bendiciones del Señor para con su vida. Corte de raíz esa tentación de
quejarse y murmurar en su vida hoy.
Filipenses
4:6: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante
de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.”
Cuando estoy
solo, su presencia me motiva. Cuando estoy preocupado, su presencia me da paz.
Y cuando estoy siendo tentado, su presencia me da la salida.
TENEMOS UN
DIOS QUE NOS AYUDA EN MEDIO DE LA PRUEBA.
Salmo 116:8:
“Pues Tú has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar.”
Con todo, el
Señor Jesús nos aseguró: “No te desampararé, ni te dejaré.” Cuando estoy
desanimado, su presencia me ayuda a seguir adelante.
JESÚS FUE
TENTADO POR SATANÁS Y SALIÓ VICTORIOSO.
“Pues en
cuanto Él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son
tentados” (Hebreos 2:18).
Después que
Jesús fue bautizado por Juan el Bautista, “entonces fue llevado por el Espíritu
al desierto, para ser tentado por el diablo” (Mateo 4:1). Él no derrotó a
Satanás como Dios, sino como un hombre ungido por el poder de Dios. Él pudo
haber dicho: “Satanás, quiero que sepas que porque Yo soy Dios, voy a
aniquilarte en este momento.” Si Él hubiera ejercitado su poder como Dios,
entonces cuando nos pide que resistamos al diablo, bien podríamos decirle:
“¡Claro! Es fácil para Usted decirlo. Usted es Dios. No espere que yo haga lo
que Usted hizo.” Jesús no impone su rango sobre nosotros. Más bien, Dios ungió
a Jesús como hombre para hacer lo que nosotros –seres humanos- también podamos
hacer con su unción. Usted y yo tenemos lo que se necesita para enfrentar toda
tentación. Porque estamos en Cristo, y Cristo está en nosotros.
JESÚS PASÓ
TODAS LAS PRUEBAS Y LAS TENTACIONES DEL DIABLO Y USTED TAMBIÉN PUEDE HACERLO.
El Diablo
tentó a Jesús para que convirtiera las piedras en pan. He estado en Palestina y
he visto piedras que asombrosamente parecen bollos pequeños de pan. En mi mente
puedo ver al diablo mirando el suelo sabiendo que Jesús había estado ayunando
por 40 días y él le tienta: “Bueno, mira aquí. ¡Sencillamente convierte esto en
pan!” Ahora, no hay nada de malo con comer pan. De hecho, Jesús nos enseñó que
oráramos por el pan de cada día. Sin embargo, Jesús fue guiado al desierto a
ayunar, orar y buscar el rostro de Dios. El diablo trataba de poner el pan por
sobre la voluntad de Dios, diciendo: “¡Consiente a tu carne!” No obstante, lo
que él estaba verdaderamente diciendo fue: “Comete suicidio espiritual.” Jesús
rehusó. Jesús venció la carne y usted también lo puede hacer.
NO SE
ARRODILLE DELANTE DE SATANÁS.
¿Sabía que
cada minuto que usted entretiene pensamientos negativos que van en contra de lo
que Dios ha mandado se está arrodillando ante Satanás? Es correcto. La próxima
vez que empiece a pensar en algo que Dios desaprueba, mire el segundero del
reloj, es tiempo que nunca recuperará, por lo tanto, ¿por qué seguir botándolo?
TENEMOS UN
SUMO SACERDOTE QUE FUE TENTADO EN TODO.
“Porque no
tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,
sino Uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” -
(Hebreos 4:15).
JESÚS FUE
TENTADO EN TRES ASPECTOS:
Cuando la
gente lee que Jesús “fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin
pecado”, algunos lo cuestionan. Quizás usted no dice nada en voz alta, pero
piensa: “¿Fue Él verdaderamente tentado en toda forma? ¿Fue tentado a tener
sexo? No leí donde Él fue tentado a pasarse una luz roja… o fumar
marihuana.” Con todo, la Biblia es muy
clara al decir que Él fue tentado en todo. De hecho, existen sólo tres tentaciones
y Jesús fue tentado en las tres.
1. Primera
Juan 2:16 las menciona: “los deseos de la carne” (la tentación para que hagamos
algo: nuestras pasiones),
2. “los
deseos de los ojos” (la tentación para que tengamos algo: nuestra posesiones),
“
3. Y la
vanagloria de la vida” (la tentación para que seamos alguien: nuestro orgullo).
Si usted lo duda, entonces lea acerca de la tentación que Él enfrentó en Lucas
4:1-13.
Alabe a Dios
que su Hijo fue el sacrificio perfecto por sus pecados
(Lea Efesios
5:2). Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por
nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
(E Isaías
53:4-5). Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores;
y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
53:5 Mas él
herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Alabe a Dios que usted posee su Espíritu para
liberarlo
(Lea Hebreos
2:18). Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para
socorrer a los que son tentados.
Alabe a Dios que usted posee su Palabra para
vencer a Satanás
(Lea Hebreos 4:12). Porque la palabra de Dios
es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta
partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón.
LOS HOMBRES
Y TAMBIÉN LA BESTIAS NOS VEMOS TENTADOS A:
LEA LA
HISTORIA Y TENGA CUIDADO DE LOS DESEOS QUE SE PRESENTAN EN LA VIDA.
«LOBOS Y
ESQUIMALES»
Por Carlos
Rey.
UNA CAZA CON
UN MÉTODO PARTICULAR.
«Leí alguna
vez que los esquimales de un pequeño poblado idearon un ingenioso método para
cazar... lobos —cuenta la periodista, productora y conductora de radio y
televisión Milenka Peña en su libro titulado Apasionante—. Cubren un cuchillo
afilado, capa por capa, con la sangre de algún animal. La paciencia es
imprescindible; tienen que esperar a que cada capa se congele hasta que el
cuchillo quede completamente cubierto y se asemeje a una paleta de helado.
Luego entierran el cuchillo en la nieve, y se alejan del lugar, asegurándose de
que sus huellas queden cubiertas.
TRAMPA
MORTAL, ASÍ ES LA TENTACIÓN, UNA TRAMPA
»Tarde o
temprano algún lobo solitario que se apartó de su clan, olfateando todo a su
paso en busca de nuevas experiencias o simplemente en [busca] de algo para
comer, descubre [con su fino olfato el aroma de la sangre]. Inmediatamente
desentierra su hallazgo y lo empieza a lamer. Primero lo prueba despacio, con
cautela. Pero mientras más lo hace, el sabor es más intenso. Mientras más lame,
más le gusta y, al cabo de un rato, ya no puede parar.
EL ÉXTASIS
DEL PACER NO DEJA VER EL PELIGRO.
»De lo que
no se da cuenta es que la filosa hoja del cuchillo le está cortando la lengua.
El lobo se encuentra tan envuelto en el éxtasis del placer, que no puede
percibir que el sabor que siente ahora es el de su propia sangre. Este hermoso
animal, inteligente y preparado para sobrevivir en inhóspitas condiciones, está
vertiendo su propia vida para satisfacer su deseo, que empezó como una
curiosidad, y que ahora parece insaciable.
»Al día
siguiente, en medio de un charco de sangre congelada, los cazadores encuentran
el cuerpo sin vida del lobo.
LAS TENTACIONES
SON ATRAYENTES, INOFENSIVAS, PERO TRAICIONERAS.
»La realidad
es que las tentaciones son [atrayentes] —comenta la talentosa escritora
boliviana—. Si no [fuera así], no nos costaría tanto evitarlas. Pero siempre
acarrean consecuencias, aunque al principio no sean evidentes. Como una
delicada medusa de mar que se muestra inofensiva y cristalina, y parece
hipnotizar con sus acompasados movimientos, la tentación tiene tentáculos.
Cuando sientes el punzante dolor y ves que está aferrada a tu piel, ya es
demasiado tarde. Aunque logres apartarla, quedarán las cicatrices.
EL ERROR
ESTÁ MUCHAS VECES EN CREER QUE PODEMOS CONTROLAR NUESTROS DESEOS, PERO NO ES
ASÍ.
»Piensa en
cuáles son las tentaciones a las que te sientes más propenso —nos hace
reflexionar Milenka Peña—. No son iguales para todos; están hechas a tu medida.
Por ejemplo, tal vez a ti no te atraiga beber alcohol en exceso, pero no puedes
evitar mirar con deseo a [alguien que no es tu cónyuge]. O quizá tú no tengas
problemas con controlar tus ojos, pero no puedes controlar tus finanzas, y
comprometes tu integridad cuando decides mentir en tu declaración de impuestos
o en tu plantilla de salario. De una u otra manera todos somos susceptibles;
nadie es inmune a sus encantos. Si crees estar firme, mira que no caigas.1
EL PROBLEMA
NO ES LA TENTACIÓN, SINO CEDER Y CAER.
»Estoy
segura de que conoces casos —tanto públicos como privados— en los que una
tentación dio lugar a que se destruyeran familias, reputaciones, empresas y
futuros. No permitas que esto te ocurra a ti.
»Recuerda:
... El problema [no es ser tentado sino] caer en la tentación. Así que la
próxima vez que se presente algo que no estés seguro de que puedas resistir,
haz como José [en Egipto]: huye aunque te quedes sin camisa.»2,3
1 1Co 10:12
2 Gn 39:1-12
3 Milenka Peña, Apasionante: Principios
para lograr equilibrio, excelencia y éxito (Nashville, Tennessee: Grupo Nelson,
2013), pp. 19-20.
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