miércoles, 18 de mayo de 2016

DILATAR Y NO HACER LAS COSAS BUENAS QUE NOS CORRESPONDE, ES UNA CLARA POSICIÓN DE DESOBEDIENCIA.

DILATAR Y NO HACER LAS COSAS BUENAS QUE NOS CORRESPONDE, ES UNA CLARA POSICIÓN DE DESOBEDIENCIA.
“Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” (Santiago 4:17).
Dilación! Sólo al mirar la palabra da el deseo de no decir nada más, debido a que nos pone bajo convicción en esa área. Dios enseña que la “dilación” es una forma de desobediencia. Cuando Dios nos dice que hagamos algo y no lo hacemos, podemos etiquetar nuestras acciones con toda clase de elaboradas  palabras, pero al final no es sino pecado. Los días pasan y el tiempo no puede ser detenido. Usted no puede pedir un “time out” en la vida. Y el tiempo no puede ser acumulado como dinero en el banco. En realidad, lo único lógico que usted puede hacer con el tiempo, es usarlo o perderlo. Alguien sabiamente dijo: “Se ha perdido: una hora dorada, adornada con sesenta diamantes-minutos. No se ofrece ninguna recompensa, porque está perdida para siempre.” Amigo, debemos aprender a “redimir el tiempo”.

¿Ha dilatado usted el hacer algo? Tal vez está dilatando el decirle a alguien acerca de Jesucristo, por el temor que tiene de ser rechazado. A lo mejor no se ofrece como voluntario o voluntaria en un asilo de ancianos ―a pesar de que la necesidad es grande―, porque piensa que alguien más lo hará. Tal vez está dilatando el pedirle a alguien que le perdone, porque se siente avergonzado. Amiga, amigo,  es tiempo de hacerlo.

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