viernes, 28 de julio de 2017

APRENDER A PERDONAR ASÍ COMO PERDONA DIOS.

APRENDER A PERDONAR ASÍ COMO PERDONA DIOS.
LA ORDEN DE DIOS ES: QUE SI SE ENOJAN, NO PEQUEN.
«SI SE ENOJAN, NO PEQUEN»
Por Carlos Rey.
Primero fue un gato. Voló por los aires desde un quinto piso en Nueva York. Al caer al suelo, no le valieron para nada sus siete vidas. Las perdió todas de un solo golpe. Después fue un perro. Voló por los aires desde el mismo balcón, y también halló la muerte al estrellarse contra el pavimento.
«El próximo en salir volando será uno de ustedes», anunció llena de rabia Jessica Sánchez. Era madre de tres niños, mujer iracunda, frustrada, acosada por las necesidades y la pobreza. Cuando su esposo Tomás dormía profundamente, tomó a su hijita Raquel, de dos años, y la arrojó por la misma ventana, hacia el mismo piso de cemento, hacia la misma muerte.
¿Qué atrocidades no se cometerán debido a la ira, la rabia concentrada? Jessica Sánchez había ido acumulando ira y despecho con los años. La estrechez del apartamento en que vivía, el escaso salario del esposo, el calor insoportable de un edificio sin aire acondicionado, y los continuos problemas que le provocaban sus tres niños fueron cargando pólvora en la psiquis de la mujer.
Cuando la ira enceguece la razón, enloquece a la persona a la que domina. Por eso los antiguos griegos decían: «La ira es una locura breve.» ¡Lástima que esa breve locura produzca la muerte!
La ira es una pasión natural del alma humana, pero hay que dominarla. Porque la ira descontrolada y desenfrenada es como serpientes de cascabel en un jardín infantil. Tarde o temprano esas serpientes harán daño.
El hecho atroz que cometió Jessica Sánchez no fue cuestión del momento. Se debió a algo que se venía gestando desde tiempo atrás, desde la primera frustración y el primer desencanto de su vida. Porque el enojo repentino, por lo general, no es más que el estallido del combustible de irritación almacenado en la bodega del interior del ser humano.
Al parecer, el apóstol Pablo estaba consciente de esto. En su Carta a los Efesios, dice: «“Si se enojan, no pequen.” No dejen que el sol se ponga estando aún enojados.»1. Dando por sentado que de vez en cuando todos sentimos enojo, nos da a entender que no debemos disimularlo sino disiparlo, no sea que ofendamos al que es objeto de esa ira. Y para disiparlo, basta con que determinemos no acostarnos de noche sin antes arreglar cuentas con cualquiera que haya sido blanco de nuestro enojo. «Abandonen toda amargura, ira y enojo... y toda forma de malicia —nos exhorta el apóstol—. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.»2.
Ahí está la clave: aprender a perdonar así como perdona Dios, hasta al que menos merece el perdón. «Por tanto —concluye San Pablo— imiten a Dios, como hijos muy amados, y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros.»3.
1         Ef 4:26-27. Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
4:27 ni deis lugar al diablo.
2         Ef 4:31,32. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
3         Ef 5:1,2. Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
5:2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
AIRAOS, PERO NO PEQUÉIS.
La Palabra de Dios nos dice que debemos ser “tardos para airarse” (Proverbios 14:29, Santiago 1:19). No hay nada que le hará más daño a su trato con otros que la ira innecesaria. Si usted es dado a la ira, permítame decirle un par de cosas que la Biblia menciona y éstas no son halagadoras. Primero, la Biblia dice que usted es un necio. Eclesiastés 7:9 enseña: “No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios. ”Segundo, usted posee un carácter débil. Proverbios 16:32 dice: “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.” La ira sin control es como tirar una piedra a un panal de avispas.
¿Se enoja usted fácilmente? Si es así, confiésalo. No permita que Satanás construya una fortaleza en su vida. Si usted se enoja hoy, pregúntese qué necesidad no está siendo suplida y póngala en las manos del Señor.
EL AMOR ES EL INGREDIENTE PARA UNA RELACIÓN PERFECTA Y DURADERA.
¿ESTÁS SEGURO(A) QUE ME AMAS?
 “El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.” - Juan 14:24.
Jesús es claro en su palabra, a Él no lo podemos persuadir con palabras bonitas o adornadas, puesto que más que palabras, Dios quiere que le demostremos que lo amamos con nuestra actitud.
En el original “Guardar”, hace referencia a profundizar su palabra y obedecerla, y si no lo haces, la pregunta es: ¿Amas de verdad a Dios?
“Y amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.” - Deuteronomio 6:5.
Es importante que examines si realmente estás amando a Dios. El amor es más que un sentimiento, es una decisión donde pones todas tus fuerzas, tu corazón, y tu propia alma. Si no dedicas un tiempo importante a la lectura de su palabra porque estás ocupado, porque tienes otras prioridades, tal vez no amas de verdad, porque donde hay amor, también hay sacrificio.
“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” - Juan 14:21.
Estoy segura que todos queremos que Dios se manifieste en nuestra vida, que manifieste su poder en nuestras necesidades, pero recuerda que esta promesa es para aquellos que lo Aman y lo demuestran guardando su palabra, por tanto examínate y pregúntate: ¿Cuánto tiempo dedico a su palabra? De lo que aprendí, ¿qué porcentaje he puesto en práctica el día de hoy?
Porque Dios dice: “Si me amas, guarda mis mandamientos.” - Juan 14:15.
Antes de hablar con Él hoy, escúchalo y lee su palabra.
Autor(a). Shirley Chambi
TAMBIÉN LOS ENEMIGOS MERECEN SER PERDONADOS.
Lucas 6:35: “Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande.”
He visto calcomanías de parachoques que nos invitan a “mostrar actos de bondad indiscriminadamente”. Creo que es algo bueno. Más, ¿qué es bondad? Es amor en las pequeñas cosas.
Una mujer pasó al frente en una iglesia para entregar su corazón a Jesucristo, y el predicador quería saber qué había impactado su vida para Cristo. Ella le respondió: “Usted.” Entonces él le dijo: “En ese caso, me gustaría saber qué fue lo que dije que le trajo a Cristo.” Ella le explicó: “No fue nada de lo que usted dijo. Fue algo que usted hizo. Yo estaba cerca cuando escuché que alguien le criticaba injustamente. Vi la bondad con la que usted le respondió y supe que su fe era genuina.”
¿Qué acto de bondad indiscriminadamente puede hacer usted hoy que demostrará que su fe y su amor son genuinos?


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