viernes, 7 de julio de 2017

EL ROL QUE VINO A DESEMPEÑAR JESUCRISTO HACIENDO LA VOLUNTAD DE SU PADRE.

EL ROL QUE VINO A DESEMPEÑAR JESUCRISTO HACIENDO LA VOLUNTAD DE SU PADRE.
DICE JESÚS: VINE A HACER SU VOLUNTAD.
“Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió” - Juan 6:38.
Consideramos extraordinario el que un ser humano rinda plenamente sus planes y su voluntad a la voluntad de Dios, probablemente porque no es común encontrar ese tipo de personas.
Pero como hemos visto, a la luz de quién es Dios y quiénes somos nosotros, dicha rendición de su voluntad a la del Padre solo se puede explicar en términos de abnegación, confianza y humildad absolutas así como de una profunda devoción al Padre.
Durante los años que pasó aquí en la tierra. Jesús mantuvo su postura de obediencia a Dios.
Aceptó la voluntad de su Padre, aun siendo dolorosa lo hizo porque su amor hizo que se sometiera a su voluntad, pues en ningún momento vimos su resistencia o querer hacer lo contrario.
Así también nuestro pensar, actuar, nuestra vida entera debe rendirse a la voluntad de Dios, pues ¿qué otro objetivo existe para que estemos ahora aquí sino es el propósito para el que nos creó: para hacer su voluntad?
¿Perdiste tu trabajo, tu familia está destruyéndose, sientes que tu vida no tiene sentido? Pues, levanta la cabeza para salir adelante.  Si haces su voluntad, también recibirás las instrucciones y las armas para llevarla a cabo. Preséntate a Él y dile:
“Aquí me tienes, he venido oh Dios a hacer tu voluntad” - Hebreos 10:7.
Autora. Telma Céspedes.
EL PODER Y LA GLORIA SON DE DIOS Y NO DE NOSOTROS.
Segunda Corintios 4:7: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.”
Si usted es como la mayoría de las personas, usted no se da cuenta de su dependencia en Dios hasta que ya está consumido por el estrés causado por usted mismo, o por circunstancias más allá de su control.
¿Por qué pasa esto?
Pablo enseña que es porque somos frágiles, y añade que Dios nos ha hecho de esta manera para que el poder de Dios sea dado a conocer a través de nosotros. Quizás algunos le digan: “Haga un nudo en la cuerda de su vida y ¡sosténgase!” En ocasiones Dios desea que soltemos la cuerda que nos ata a hábitos destructivos. Dependemos totalmente en Dios para que el amor de su Hijo sea dado a conocer a todo el mundo.
Consiga una cuerda y ate un nudo en ella. Manténgala en su escritorio durante esta semana como un recordatorio que Dios no es solamente el nudo al final de la cuerda, ¡Él es el Salvador del mundo!
"RECONOCE TU DEPENDENCIA"
UN PEQUEÑO PASO DE OBEDIENCIA ES UN GIGANTESCO PASO HACIA LA BENDICIÓN.
Cuenta la historia que Dalila había intentado varias veces pedirle a Sansón que le dijera qué lo hacía tan fuerte, pero no lo había logrado hasta que un día le dijo: ¿Cómo puedes decirme “te amo” si no me confías tus secretos? ¡Ya te has burlado de mí tres veces y aún no me has dicho lo que te hace tan fuerte!”. Lo presionó tanto que finalmente logró que Sansón le revelara su secreto: “Nunca se me ha cortado el cabello -le confesó-, porque fui consagrado a Dios desde mi nacimiento. Si me raparan la cabeza, perdería la fuerza, y me volvería tan débil como cualquier otro hombre”.
Dalila arrulló a Sansón hasta dormirlo con la cabeza sobre su regazo y luego hizo entrar a un hombre para que le afeitara las siete trenzas de su cabello. De esa forma, comenzó a debilitarlo y la fuerza lo abandonó. Entonces ella gritó: “¡Sansón! ¡Los filisteos han venido a capturarte!”. Cuando se despertó, pensó: “Haré como antes y enseguida me liberaré”, pero no se había dado cuenta que el Señor lo había abandonado. Así los filisteos lo capturaron y le sacaron los ojos, se lo llevaron a Gaza, donde lo ataron con cadenas de bronce y lo obligaron a moler grano en la prisión, pero en poco tiempo, el cabello comenzó a crecerle otra vez.
Los gobernantes filisteos se habían juntado para celebrar un gran festival y exigían que trajeran a Sansón para que los entretuviera, así que lo sacaron de la prisión. En ese momento Sansón le pidió a un joven sirviente que lo llevara hasta el lugar donde se encontraban las columnas que sostenían el templo y pusiera sobre ellas sus manos. Entonces oró: “Soberano Señor, acuérdate de mí otra vez. Oh Dios, te ruego que me fortalezcas sólo una vez más. Con un solo golpe, déjame vengarme de los filisteos por la pérdida de mis dos ojos”. Entonces Sansón apoyó las manos sobre las dos columnas centrales que sostenían el templo, las empujó con ambas manos y pidió nuevamente en oración: “Déjame morir con los filisteos”. Y el templo se derrumbó. De esa manera, Sansón mató más personas al morir, que las que había matado durante toda su vida.
Cuando reconocemos que dependemos completamente de Dios, El convierte nuestros fracasos en victorias, lo hizo con Sansón y hoy también puede hacerlo contigo, solo acepta que ya no puedes seguir luchando en tus propias fuerzas y necesitas que Él intervenga a tu favor para darte la victoria que estás esperando.
Dios no puede evitar las consecuencias de nuestros actos y decisiones pero si puede hacer que estos sean más beneficiosos para nuestras vidas.
Un pequeño paso de obediencia es un gigantesco paso hacia la bendición.
Autor(a). Brisna Bustamante S.

Sub Coordinadora Call Center.

No hay comentarios:

Publicar un comentario