lunes, 31 de julio de 2017

UN BESO DE AMOR O UN BESO DE MUERTE.

UN BESO DE AMOR O UN BESO DE MUERTE.
EL BESO DE LA MUERTE.
Por el Hermano Pablo.
Era un caso de vida o muerte, y había que actuar rápido. Si no, el pequeño animal moriría. Así que Paul La Fonte, francés de treinta y siete años de edad y amante de los animales, procedió a hacer la resucitación boca a boca.
Pero el animal moribundo no era un cariñoso gatito. Era una pequeña cobra recién traída de la India. Había sido pisada por un automóvil al sacarla de la jaula, y por no dejarla morir, Paul sopló aliento en los pulmones del ofidio.
La cobra revivió, y lo primero que hizo fue clavar sus colmillos en los labios de su salvador. Los diarios de Avignon, Francia, al comentar el caso, concluyeron: «El beso francés entraña peligros, pero el de este hombre fue el más mortal de todos.»
Este no ha sido el único caso de un beso mortal. En los novelones que se publicaban a principios de siglo era común que dos amantes decepcionados se suicidaran mutuamente bebiendo el mismo veneno, tomándolo el uno de la boca del otro.
Hay otros besos que así mismo hieren, estropean, golpean y matan; por ejemplo, los que empinan la botella de licor porque ya ni los grandes vasos los satisfacen, y sorben con avidez trago tras trago. Ese beso que le dan a la botella resulta ser, para muchos de ellos, un beso mortal.
Los pequeños que, por seguir el ejemplo de los grandes, consiguen un cigarrillo de marihuana y se lo pasan el uno al otro, están también causándose la muerte con el beso que dan en la maldita aspirada.
Lo mismo ocurre con los que se inyectan una jeringa hipodérmica. El beso fatal que se dan con la aguja, no con los labios pero sí con las venas, no sólo los deja endrogados, sino que por la transmisión tan frecuente del virus del SIDA también les resulta ser un beso mortal.
El que besa la boca de la mujer ajena está también dando un beso de muerte. El adulterio es la muerte del matrimonio. Podrá parecer dulce en el momento, pero es un beso mortal.
Las ambiciones deshonestas, así como las pasiones desenfrenadas, son fuego y son veneno. Ceder a ellas es ceder a un beso mortal.
¿Cómo podemos evitar ser víctimas de esta clase de beso mortal? Haciendo de Jesucristo, y de sus leyes morales, el patrón de nuestra vida. Es que si Cristo es nuestro Salvador, si Él es nuestro Señor, si Él es quien motiva todas nuestras acciones, nos veremos entonces libres de toda mala consecuencia. Permitamos que Cristo sea el Señor de nuestra vida. Él nos salvará de todo beso mortal.
EL BESO DE JUDAS EL TRAIDOR. Lucas 22: 48.
"Cuando se levantó de la oración y fue a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación. Mientras él aún hablaba, se presentó una turba. El que se llamaba Judas, uno de los doce, que iba al frente de ellos, se acercó hasta Jesús para besarlo. Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?"
Esta fue la más ruin traición jamás registrada. Fue aborrecible y repugnante. Judas conocía el lugar donde el Señor solía retirarse a orar y descansar y condujo a los enemigos hasta allí. Un beso es una señal de amor y cariño y Judas la utilizó para traicionar a Cristo, lo cual hizo su acción más odiosa. Es bueno observar que nuestro Señor, en su condición humana, no era diferente a otros hombres. Tuvo que ser identificado entre un grupo de gente. Este acto marcó el momento en que Jesús fue entregado en manos de hombres pecadores.
UN VERDADERO BESO ENTRE HERMANOS .Romanos, corintios, y tesalonicenses nos invitan a hacerlo.

Todos los hermanos os saludan. Saludaos los unos a los otros con beso santo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario